(InfoCatólica) El pleno del Bundestag debía designar al laboralista Günter Spinner (propuesto por la CDU/CSU) y a las profesoras Frauke Brosius-Gersdorf y Ann-Katrin Kaufhold (propuestas por el SPD). Sin embargo, el sector más conservador de los democristianos retiró su apoyo a Brosius-Gersdorf por considerar «demasiado liberal» su interpretación del artículo 218 sobre el aborto. Sin los votos de esos diputados, la aritmética para alcanzar los dos tercios se hizo imposible y la presidencia retiró el punto del orden del día.
El vicecanciller y ministro de Finanzas, Lars Klingbeil (SPD), reprochó a sus socios «falta de liderazgo» y recordó que «el valor de un compromiso se demuestra precisamente en las votaciones difíciles». El canciller, Friedrich Merz (CDU), admitió posteriormente que subestimó el malestar interno y confió en reconducir el proceso tras la pausa estival.
La controversia trascendió al ámbito religioso. El arzobispo de Bamberg, Herwig Gössl, calificó la candidatura de Brosius-Gersdorf de «escándalo interior» por, a su juicio, cuestionar «el derecho a la vida del no nacido». El jefe del grupo socialdemócrata, Matthias Miersch, replicó que sumarse a esa «campaña de descrédito» resultaba «anticristiano».
Según el calendario parlamentario, la elección se retomará después del receso veraniego. Si la gran coalición de CDU/CSU y SPD no logra entonces los dos tercios, el asunto podría pasar al Bundesrat, la cámara que representa a los 16 Länder. Este órgano, que vota en bloque a través de las delegaciones de cada Gobierno regional, comparte con el Bundestag la responsabilidad de nombrar a la mitad de los magistrados del Tribunal Constitucional y se convertiría en árbitro involuntario de la renovación que el parlamento federal no consigue culminar.
Brosius-Gersdorf, muy enfadada
Tras lo sucedido la candidata Frauke Brosius-Gersdorf se pronunció públicamente en el programa televisivo de Markus Lanz. La jurista explicó su postura sobre el aborto y respondió a las críticas de la Iglesia católica que cuestionan su idoneidad para el cargo.
«Nunca he defendido la legalización o la impunidad del aborto hasta el nacimiento», afirmó Brosius-Gersdorf. Recalcó que es incorrecto atribuirle la idea de que el embrión carezca de derecho a la vida. Según explicó, su posición se centra en legalizar el aborto en las fases iniciales del embarazo. «Hoy en día ya es impune, pero sigue siendo ilícito; considero que, por razones constitucionales, debería ser lícito», añadió.
La constitucionalista subrayó el «delicado y altamente sensible conflicto de bienes» entre los derechos fundamentales del embrión y los de la mujer. Argumentó que dichos derechos no deben ponderarse igual en todas las fases de la gestación:
«En la fase temprana, otorgo menor peso al derecho a la vida del embrión frente a los derechos de la mujer; en las fases posteriores, un mayor peso».
La votación en el Bundestag para renovar tres magistraturas, incluida la de Brosius-Gersdorf, fracasó el pasado viernes y se prevé retomarla tras el verano. Mientras la SPD insiste en mantener su candidatura, desde la Unión se reclama la presentación de otro nombre.
En cuanto a las palabras de arzobispo Herwig Gössl, Brosius-Gersdorf rechazó sus acusaciones: «Me parece infame que se me acuse de intolerancia y desprecio por la vida humana». Recordó que los representantes de la Iglesia también están obligados a respetar los valores constitucionales, incluida su dignidad y derechos personales. Aseguró haber recibido miles de mensajes de apoyo, incluso de sacerdotes y pastores, animándola a no dar marcha atrás.







