(LSN/InfoCatólica) La medida afecta a aproximadamente una cuarta parte de la carga asistencial de la entidad en la región. La nueva normativa prohíbe los reembolsos de Medicaid a cualquier organización sin ánimo de lucro que practique abortos, incluso para actividades no relacionadas, como los cribados oncológicos. Planned Parenthood, el mayor proveedor de abortos de Estados Unidos, ha reducido en los últimos años su oferta de servicios no abortivos y afronta acusaciones de mala praxis y de contratar personal sin la formación médica adecuada.
Adrienne Mansanares, directora ejecutiva de Planned Parenthood de las Montañas Rocosas, calificó la medida de «devastadora». Aunque la Enmienda Hyde ya bloqueaba el uso de fondos federales para financiar abortos de forma directa, la nueva disposición —incluida en la denominada «One Big Beautiful Bill Act»— va más allá, al descalificar por completo a las entidades que los realizan para recibir fondos de Medicaid.
Aunque el aborto sigue siendo legal en Colorado, la ley amenaza la viabilidad operativa de centros que dependen de Medicaid para otras actividades. Situaciones similares se están produciendo en otros estados. En Maine, la organización busca financiación estatal de emergencia para cubrir un déficit previsto de 1,4 millones de dólares, y en Illinois y Wisconsin las autoridades no descartan el cierre de instalaciones.
Defensores provida han aplaudido la ley. «Millones de estadounidenses dejarán de verse obligados a financiar la industria del aborto», señaló Marjorie Dannenfelser, de Susan B. Anthony Pro-Life America. Según estimaciones de la propia Planned Parenthood, cerca de 200 centros podrían cerrar en todo el país, el 90 % de ellos en estados donde el aborto sigue permitido.
Por el momento, la agencia de Medicaid de Colorado no ha anunciado un plan alternativo para los usuarios afectados.