(NCRegister/InfoCatólica) Las Fuerzas Armadas de Nigeria llevaron a cabo una serie de operativos antiterroristas en el estado de Borno, en el noreste del país, que resultaron en la muerte de al menos 61 combatientes yihadistas, entre ellos un destacado líder de Boko Haram y del Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP). La información fue difundida este sábado por diversos medios locales.
Según el comunicado oficial, las tropas nigerianas ejecutaron el viernes un ataque coordinado por tierra y aire contra posiciones insurgentes en la zona de Bita, próxima a la frontera con Camerún, en el marco de la Operación Hadin Kai, activa desde 2021. «La intensa batalla resultó en la neutralización de al menos 60 terroristas», detalla la nota, sin especificar más datos sobre el desarrollo del combate.
Un segundo operativo, desarrollado en el eje de Kukawa, en el norte del mismo estado, se centró en la eliminación de Amir Abu Fátima, un comandante de alto perfil vinculado a Boko Haram/ISWAP. El Ejército explicó que «durante el intenso intercambio de disparos, Abu Fátima resultó mortalmente herido por disparos. Su segundo, varios expertos en explosivos y otros terroristas también fueron eliminados».
Las autoridades militares aseguraron que no se registraron bajas entre las fuerzas del Gobierno durante las operaciones. Además, se incautaron armas automáticas AK-47, cargadores, municiones y materiales utilizados para fabricar explosivos. «Esta operación asesta un duro golpe al liderazgo terrorista en la región y refuerza el compromiso declarado de las Fuerzas Armadas de Nigeria con el restablecimiento de la paz en el noreste», subrayó el comunicado.
Desde 2009, el noreste de Nigeria ha sido escenario de una persistente violencia causada por Boko Haram, conflicto que se agravó tras la aparición del ISWAP en 2016. Ambos grupos extremistas buscan imponer un régimen islámico en el país, donde el norte es mayoritariamente musulmán y el sur predominantemente cristiano.
Estas acciones del Ejército nigeriano ofrecen un respiro a unas fuerzas armadas golpeadas por repetidos ataques insurgentes que han costado la vida a numerosos soldados. Según cifras oficiales y de la ONU, más de 35.000 personas han muerto desde el inicio del conflicto, y alrededor de 2,7 millones han sido desplazadas, tanto en Nigeria como en naciones limítrofes como Camerún, Chad y Níger.