(DetroitCatholic/InfoCatólica) Después de una pausa temporal en sus servicios, el Centro de las Obras de Misericordia de Catholic Charities del Sudeste de Míchigan ha reanudado sus operaciones de forma parcial en una sede más amplia y accesible, situada en la avenida Woodward, justo frente a la Catedral del Santísimo Sacramento.
Ubicado ahora en el número 10301 de Woodward, a tan solo una milla al norte de su antigua dirección (8642 Woodward Ave.), el nuevo edificio abrió sus puertas el pasado 7 de mayo para continuar atendiendo a los necesitados del área metropolitana de Detroit. Catholic Charities comparte este espacio con la Clínica Médica y Dental Malta, que también se trasladó al nuevo local.
Aunque el centro aún necesita tiempo para retomar completamente sus actividades, ya ofrece algunos servicios limitados y prevé su reapertura total a mediados de junio, tras la bendición del edificio y el corte de cinta que presidirá el arzobispo Edward J. Weisenburger, según indicó Isabella Agby, directora de comunicación y marketing de Catholic Charities.
Agby explicó que este traslado permite al centro y a sus socios, como la Clínica Malta, disponer de más espacio para ampliar su labor y estar más cerca tanto de la Catedral del Santísimo Sacramento como de los recientemente inaugurados Apartamentos Catedral Arts.
«Queríamos estar más cerca de la catedral y necesitábamos un espacio mejor para fomentar el voluntariado y facilitar la participación de la comunidad católica en las obras de misericordia», declaró Agby al medio Detroit Catholic. «Nos permite ser un centro de servicio católico, ese núcleo que hace falta».
El nuevo edificio no solo ofrece más espacio, sino que cuenta con aparcamiento propio y se extiende en una sola planta. Además de la Clínica Malta, alberga el ministerio de asistencia a presos del condado de Wayne, la panadería Hope (que capacita y emplea a personas anteriormente encarceladas), un ropero y un banco de alimentos.
«Es como un punto único de atención para los beneficiarios», señaló Thomas V. Larabell, presidente de la junta directiva y director general de la Clínica Malta. «Pueden acceder a servicios médicos, dentales, oftalmológicos, alimentarios, de ropa y otros servicios sociales. (El edificio) ofrece una amplia gama de recursos y colaboramos estrechamente, derivando pacientes y usuarios entre nosotros».
La Clínica Malta, operada íntegramente por dentistas, médicos, oftalmólogos y estudiantes voluntarios, podrá ahora atender a un 25% más de personas gracias al traslado, según Larabell.
«Nuestro objetivo es tratar a quienes tienen pocos recursos y no pueden obtener un seguro; atendemos a los más pobres entre los pobres», explicó. «En el nuevo edificio estamos en la planta baja, ya no es necesario subir escaleras, y disponemos de más espacio. Añadiremos dos salas más para exámenes visuales, una más para consultas médicas y otra para tratamientos dentales».
Además de los servicios oftalmológicos ampliados, Larabell anunció que la clínica planea incorporar una unidad de dermatología para mejorar la atención a pacientes con diabetes.
Desde su apertura en 2004, la Clínica Malta ha transformado la vida de innumerables residentes de Detroit, añadió Larabell. «Las personas pueden tener la oportunidad de encontrar un empleo. Si no puedes ver bien, o no tienes dientes, es muy difícil conseguir trabajo. Una mujer vino después de años de aislamiento; no salía de casa por vergüenza, no iba a la iglesia ni participaba en nada. Recibió una dentadura y ahora es voluntaria casi a diario en el ropero de Catholic Charities».
«Otro caso fue el de un techador que, tras recibir su dentadura, pudo montar su propio negocio y salir a vender. Sin dientes, eso le era imposible», continuó. «Escuchamos historias conmovedoras de personas que recuperan la autoestima. Estamos muy satisfechos con la nueva ubicación y la oportunidad de colaborar nuevamente con otros servicios caritativos».
Agby aseguró que Catholic Charities continuará identificando las carencias existentes para ofrecer las obras de misericordia en Detroit, tarea que será más sencilla en la nueva sede.
«El nuevo edificio nos permite tener una presencia significativa en la avenida Woodward y mostrar lo que hacemos: las grandes obras de misericordia —dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, aconsejar al que duda, atender a los presos—», afirmó. «Lo abarca todo y permite a las personas acercarse a la hermosa presencia del Santísimo Sacramento en Woodward».