(Persecution/InfoCatólica) En el estado de Benue, al menos 72 cristianos fallecieron tras una serie de ataques mortales perpetrados por presuntos militantes fulani entre el 18 y el 20 de abril. Las agresiones afectaron a varias aldeas en los condados de Ukum y Logo durante el fin de semana, convirtiendo lo que debería haber sido un tiempo de reflexión solemne y adoración en una escena de terror.
No podemos seguir así
El gobernador Hyacinth Alia, quien visitó las zonas afectadas, describió la masacre como «un ataque calculado y estratégico contra agricultores cristianos inocentes».
«Eran personas pacíficas que estaban observando la Semana Santa», añadió. «La magnitud y el momento de la violencia son desgarradores. No podemos seguir así».
El número de muertos, que aumentó de 54 a 72 durante el fin de semana, podría seguir creciendo mientras las fuerzas de seguridad y voluntarios locales buscan cuerpos en los bosques circundantes. Miles han huido del área por temor, sumándose al creciente número de cristianos desplazados internamente en la región.
Estas últimas matanzas se producen tras la masacre del Domingo de Ramos en el estado de Plateau, donde más de 100 cristianos fueron brutalmente asesinados y comunidades enteras arrasadas. Según informes, militantes fulani lanzaron ataques simultáneos sobre varias aldeas, atacando a los fieles cristianos en pleno servicio religioso y forzando a comunidades enteras a huir de sus hogares.
Ambas masacres forman parte de un patrón alarmante de violencia religiosa en el Cinturón Medio de Nigeria, donde militantes fulani y extremistas islámicos atacan con frecuencia a agricultores cristianos. Los ataques suelen coincidir con fechas religiosas cristianas, lo que sugiere una campaña deliberada para intimidar y desplazar a las minorías religiosas.