Revuelta en el Sínodo italiano: los laicos rechazan el documento final y fuerzan su reelaboración

La autoridad de los obispos, por los suelos

Revuelta en el Sínodo italiano: los laicos rechazan el documento final y fuerzan su reelaboración

Era cuestión de tiempo que la sinodalidad mostrara de nuevo su verdadero rostro. A saber, el sometimiento de la autoridad episcopal a la democracia populista y asamblearia. Y ha ocurrido en Italia. El documento final Asamblea Sinodal de las Iglesias en Italia fue rechazado por la mayoría de los más de mil participantes, de los cuales los obispos solo eran 176.

(InfoCatólica) Lo que debía ser la culminación de un largo proceso de discernimiento y renovación para la Iglesia italiana se ha convertido en una profunda crisis institucional. La Segunda Asamblea Sinodal Nacional, celebrada en Roma esta semana, terminó con el rechazo rotundo del documento final por parte de una mayoría abrumadora de participantes, en su mayoría laicos. La Conferencia Episcopal Italiana (CEI), ante la ola de críticas y propuestas de enmiendas, se vio obligada a retirar el texto y anunciar su completa reescritura, que se presentará en una nueva asamblea prevista para octubre.

Durante cuatro años, obispos, sacerdotes, religiosos y fieles laicos trabajaron en la elaboración de un itinerario que pretendía dar una nueva forma a la Iglesia italiana, más participativa y abierta a los desafíos del presente. Sin embargo, en la fase final del proceso, el texto presentado fue percibido como distante, insuficiente y, en muchos aspectos, vacío de contenido real. Según fuentes internas, muchos consideraron que el documento ignoraba los aportes de las comunidades locales y el trabajo realizado en las primeras fases del proceso sinodal, centradas en la escucha del pueblo de Dios y en el discernimiento compartido.

Laicado claramente heterodoxo

Los temas más sensibles —como el papel de la mujer en la Iglesia, el acompañamiento pastoral a las personas homosexuales y la lucha contra los abusos— apenas fueron mencionados en el texto final, lo que generó un profundo malestar entre los asistentes. «Se reconoció el papel de la mujer, pero no se hizo referencia a la posibilidad de nuevos ministerios femeninos, como el diaconado», señaló el diario La Repubblica, que también informó que el acrónimo LGBTQ+ ni siquiera apareció en el texto.

Monseñor Erio Castellucci, presidente del Comité Nacional del Camino Sinodal, admitió que el texto había resultado «inadecuado» para los delegados. «Las numerosas propuestas de enmienda presentadas por los 28 grupos exigen un replanteamiento global del texto y no sólo el ajuste de algunas de sus partes», explicó en un comunicado. Añadió además que «deberíamos haber valorado mejor que este género literario, considerado por algunos como superado, en un recorrido tan rico como el del cuatrienio, puede resultar árido y pobre, sin poder mostrar una continuidad real respecto a los documentos anteriores».

176 obispos, 442 laicos

De los más de mil participantes que acudieron a Roma, sólo 176 eran obispos, mientras que los laicos alcanzaban los 442, reflejando una composición inédita en la historia reciente de la Iglesia italiana. El resultado fue un fuerte contraste de visiones, donde se enfrentaron sectores progresistas que pedían reformas estructurales —más voz para las mujeres, mayor inclusión de las personas LGBTQ+, nuevas formas de gobernanza eclesial— con otros que defendían la autoridad episcopal y una visión más tradicional de la Iglesia.

«El Sínodo no es un Parlamento», ha repetido en diversas ocasiones el Papa Francisco. Y fue precisamente esta frase la que los obispos italianos retomaron en una carta enviada al pontífice al inicio de esta Segunda Asamblea. Sin embargo, lo ocurrido esta semana mostró una dinámica muy diferente: la base, o al menos una parte muy activa y organizada de ella, se rebeló ante lo que percibió como un intento de imponer un documento desde arriba, ignorando la participación sin precedentes vivida en los años previos.

El virus alemán se extiende

El fenómeno recuerda, inevitablemente, al «virus alemán», como algunos lo han llamado, en referencia al conflicto vivido en la Iglesia de Alemania durante su propio proceso sinodal. En aquel caso, también se produjo un enfrentamiento entre las expectativas de reforma de los fieles y las estructuras de poder eclesial. En Italia, aunque el tono fue menos escénico —no hubo gritos ni lágrimas—, el impacto institucional ha sido igualmente fuerte.

 

6 comentarios

Miguel
El modelo asambleario es el usado por los comunistas para hacer creer al Pueblo (esclavos sometidos al Estado) que opinan en el Gobierno. El de primero de parvulitos de Aprender a ser Comunista, el fomentar estas estructuras de pseudo gobierno para infiltrarse en el Poder y tomarlo.
Por ejemplo es fácil encontrar en los movimientos pro Democracia Directa a quienes quieren implementarla con asambleas. Esa es la puerta para tomar el Poder y convertir el régimen en una dictadura totalitaria.
La Democracia Directa, donde cada ciudadano asume en su carne la responsabilidad de intervenir en el devenir de su patria, sin asambleas, sin lobbies, sin políticos que “interpreten nuestra voluntad”, sin ser un modelo perfecto es de lo más cristiano que podemos encontrar entre los sistemas políticos inventados por el ser humano. Sobre todo cuando como ahora todos somos igual de listos o de tontos gracias a Internet y a las IA no pervertidas hacia el estatismo y genderismo.
Si no evolucionamos de la Democracia Representativa que solo funciona si es bipartidista (demostrado matemáticamente, porque el tercer partido, elegido por pocos se convierte en quien decide, y al gobierno apoyado por unos pocos se le llama dictadura. Ej Junts, Bildu, …) acabaremos bajo dictaduras opresivas y criminales. Porque no olvidemos que el Amo de este Mundo es el Demonio, el que tienta al Poderoso.
5/04/25 3:22 PM
Chico
No importan los laicos para nada. Aquí lo que manda es lo que dicen los Obispos y se acabó.
5/04/25 5:36 PM
Alisel
La Iglesia NO es una DEMOCRACIA.
Es una institución verticalista, cuya cabeza invisible es Nuestro Señor Jesucristo, representado visiblemente por el Sumo Pontífice.
Estos”detallitos “ de hacer opinar al pueblo sin límites, socavan la verdadera autoridad tanto en doctrina como en costumbres…
6/04/25 3:24 AM
Chico
No importan los laicos para nada. Aquí lo que manda es lo que dicen los Obispos y se acabó.
6/04/25 12:22 PM
Mario Humberto Escatel Montalvo
El Orden Sagrado, Empezando por El Papado, Instituido por Jesucristo en la persona de Pedro, ha de velar y llamar siempre, a guardar con celo Apostólico, la fidelidad a la Revelación, La Doctrina, La Tradición y La Doctrina de La Santa Madre Iglesia, iluminada por el Espíritu Santo.

En efecto, cuando se desprecian estos principios, lo que se deriva es una clara manifestación de divisiones, la mundanización de La Iglesia, manifiesta en la "democratización" opinión, con voz y voto para re-ordenar (NOM?) la estructura en el fondo, la jerarquía de la Iglesia, poniendo literalmente de cabeza el Cuerpo místico de Jesucristo. Una total satánica invitación a la división, y consecuente destrucción.

Claramente, Salmos 127:1 - Si el Señor no edifica la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si el Señor no guarda la ciudad, En vano vela la guardia.
7/04/25 5:20 PM
Pepe Luis
La democracia siempre escoge a Barrabás. En principio no debian haber creado ese sínodo de la sinodaludad sinodal o como se llame tal abominación. ¿Qué tiene que andar votando la chusma sobre lo qu se debe hacer o no en la Iglesia? Si ya está escrito todo, las reformas no son válidas.
9/04/25 7:53 AM

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