(LifeNews/InfoCatólica) Lisa Rathke informó el 14 de marzo para Associated Press que la oficina del fiscal general de Vermont había llegado a un acuerdo con Lynda Bluestein, una mujer de Connecticut que quiere morir por suicidio asistido, y con la doctora Diana Barnard, que está dispuesta a recetar a Bluestein los fármacos letales para el procedimiento, suprimiendo el requisito de residencia en Vermont para recibir la eutanasia. El artículo afirma que Bluestein, enferma de cáncer, será probablemente la primera persona no residente en Vermont que muera por suicidio asistido en el estado.
Algo de historia sobre el tema
En octubre de 2021, el grupo de presión del suicidio asistido, Compassion and Choices, y el Dr. Nicholas Gideonse, médico que prescribe suicidios asistidos, presentaron una demanda judicial contra el requisito de residencia para el suicidio asistido en Oregón.
En lugar de defender el requisito de residencia, el gobierno de Oregón le dio la razón. El 29 de marzo de 2022, el reportero de Associated Press Gene Johnson escribió: «En un acuerdo presentado en el Tribunal de Distrito de EE.UU. en Portland el lunes, la Autoridad de Salud de Oregón y la Junta Médica de Oregón acordaron dejar de aplicar el requisito de residencia y pedir a la Legislatura que lo elimine de la ley».
Posteriormente, un artículo escrito por James Reinl para The Daily Mail informó en febrero de 2023 que «Oregón se convierte en el primer destino de "turismo de muerte" de Estados Unidos». El Dr. Gideonse había abierto la primera clínica de suicidio asistido que prescribía fármacos letales para el suicidio asistido a turistas de la muerte. Al menos una persona de Texas y un residente de la costa este habían muerto por suicidio asistido en Oregón.
Eliminar el requisito de residencia en Oregón y Vermont permite a cualquier estadounidense morir por suicidio asistido y convierte a Oregón y Vermont en estados turísticos del suicidio. El lobby del suicidio asistido sabe que muchos estados no legalizarán el suicidio asistido, por lo que están obligando a los estados que lo han legalizado a proporcionar la muerte a todo estadounidense que la busque.