(Aica/InfoCatólica) «Aun en los casos de enfermedades que no tienen cura, todos los enfermos deben ser cuidados y acompañados para que sea respetada su vida hasta la muerte natural. No somos los dueños de la vida y por eso nos ponemos a su servicio», indica la Cevilaf en un comunicado.
La comisión episcopal considera que «se deben valorar los cuidados paliativos e integrales, que alivian el dolor en la enfermedad grave y ayudan al que sufre y da mucho fruto en la persona humana y en su familia».
«Es fundamental acompañar la angustia del que sufre, su dolor físico y espiritual. Lo propio de la medicina es curar, pero también aliviar y humanizar el proceso de la muerte. Quitar la vida no es una vía para aliviar el sufrimiento. El cuidado de la vida y la propuesta de servirla en todo momento es nuestra misión, cada uno desde su lugar de compromiso y testimonio creyente».
Tras advertir que estas iniciativas legislativas constituyen «una nueva manifestación de la cultura de la muerte y del descarte», afirma que «aunque una sociedad no pueda eliminar el sufrimiento, siempre puede comprometerse con todas sus energías con la vida de los que sufren».
El organismo episcopal asegura, una vez más, que «Vale toda vida» y pide a Dios que en «nuestra querida Patria no se dé lugar a leyes que dejen al costado del camino y excluyan de la mesa de la vida a los que más sufren».