(BLes/InfoCatólica) Anyelo Troya, cineasta y productor de 25 años de edad, conocido por haber producido el vídeo musical «Patria y Vida», fue una de las víctimas de los actos forzosos de censura. No se le dio oportunidad de contar con un abogado en el «juicio sumario», que es como le llama el régimen al procedimiento exprés de los juicios.
Su madre, Raisa González, declaró al respecto: «Mi hijo levantó la mano y pidió permiso muy correctamente y dijo que tenía derecho a un abogado y a ser defendido, y enseguida vinieron para arriba de él y le pusieron las esposas».
Según cuenta su familia, Anyelo no formaba parte de los protestantes, sino que había salido a filmar los sucesos. «La jueza dictó la sentencia a todos por igual, les dio un año y la privación de la libertad», agregó su madre.
En el mismo lugar donde Anyelo fue juzgado, unas 11 personas más recibieron condenas del mismo tipo. De todos los detenidos, solo fueron liberados unos cuantos, y el resto continúa apresado, en desaparición forzada o en estado de verificación.
Y así es como la dictadura de Cuba establece represiones contra las manifestaciones pacíficas del pueblo, con sentencias dictadas por parte del sistema de justicia a su favor. Sin embargo, el Palacio de Revolución niega estos hechos, así como los actos de oposición que se ven en las calles. «Al igual que las desapariciones forzadas, la tortura no es una práctica en Cuba», dijo el coronel Víctor Álvarez.
Después de pasar varios días aislado, se informó a la familia del joven cineasta el cargo del que fue acusado: desorden público, el cual fue calificado como una denuncia «amplia y abusiva» según Human Rights Watch (HRW).
«Nos dijeron que tenía medida cautelar de prisión provisional y sería un juicio directo. Que nos llamarían y que teníamos derecho a abogado», expresó el hermano del joven.
Al siguiente día de haber sido informados de lo sucedido, la familia de Anyelo se presentó junto a un abogado en la prisión donde fue detenido, lo cual resultó en vano pues el juicio ya se estaba realizándose a varios kilómetros de distancia, en el Tribunal Municipal de 10 de octubre.
Su hermano continuó contando: «Llegamos corriendo con el abogado y el juicio ya había concluido. Le juzgaron sin abogado. Había 12 muchachos en el mismo juicio sumario y solo dos tenían abogado porque los padres se enteraron a tiempo». El Toque Jurídico, portal cubano, aclaró términos sobre este proceso arbitrario:
«Los juicios sumarios son considerados por la teoría cubana como juicios de ‘jurisdicción sin acción’. O sea, son juicios donde no es necesario que esté presente ni un fiscal ni un abogado. El sumario es el proceso perfecto para que los acusados, mucho más si son juzgados por ejercitar un derecho constitucional, sean silenciados».
Según el reporte publicado por Cubalex, de los casi 600 detenidos, solo 98 han podido salir en libertad, por lo que se considera que las condenas injustas podrían no limitarse solo al primer grupo de sentenciados, sino que pueden ser apresados muchos jóvenes más.
Asimismo, Cubanet informa acerca de Dixan Gainza Moré, un activista de derechos humanos que se encuentra en protesta pacífica mediante huelga de hambre desde que fue detenido el pasado 11 de julio en la tercera unidad policial de Monte Carlos.
A pesar de los hechos, el dictador Miguel Díaz-Canel se mantiene declarando falacias, asegurando que el gobierno cubano «no reprime al pueblo» y que los videos e imágenes que andan por las redes sociales «son falsos». Sin embargo, basta observar los sucesos para conocer la realidad.