(USCCB/InfoCatólica) Mons. José H. Gómez, arzobispo de Los Ángeles y presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB), el cardenal Seán P. O'Malley, OFM, arzobispo de Boston, el cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston, el cardenal Timothy M. Dolan, arzobispo de Nueva York, el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago, el cardenal Joseph W. Tobin, C.Ss.R., arzobispo de Newark y el Mons. Michael C. Barber, SJ, obispo de Oakland y presidente del Comité de Educación Católica de la USCCB, han firmado una carta solicitando que se incuya a las escuelas católicas en el próximo paquete federal de ayuda de emergencia por la pandemia Covid-19.
«La devastación económica que ha golpeado a tantas familias de América ha hecho imposible para muchas de ellas seguir pagando la matrícula», dicen los obispos.
«Como resultado, 140 escuelas católicas ya han cerrado sus puertas permanentemente, y cientos más están en peligro de no poder abrir en el otoño. El cierre de las escuelas que sirven a las zonas urbanas es desproporcionadamente perjudicial para los niños de bajos ingresos y negros a los que sirven estas escuelas».
Los prelados añaden:
«No sólo es devastador para cada una de esas comunidades escolares, su personal y sus socios comerciales, sino que tiene un efecto perjudicial para los contribuyentes locales. Por cada estudiante educado en una escuela católica o no pública, los contribuyentes ahorran miles de dólares. En todo el país, las escuelas católicas ahorran a los gobiernos estatales y locales más de 20.000 millones de dólares anuales».
La carta solicita que el Congreso de los Estados Unidos designe el 10% de los fondos de emergencia para la educación K-12 para ayuda a las becas para las familias con ingresos medios-bajos de las escuelas privadas.
Según la Asociación Nacional de Educación Católica (NCEA), el número de estudiantes matriculados en escuelas católicas para el año académico actual es de 1.737.297, repartidos en 6.183 escuelas. El 21,8% de los estudiantes pertenecen a minorías raciales y el 19,1% del total de ellos son no católicos.