(Efe) A las 20:15 horas, los almonteños llegaron con la imagen a la entrada principal de la parroquia, y giraron el paso para que entrase en la iglesia de espaldas a la puerta, como despedida a todo su pueblo y a los rocieros que han llegado para esta cita.
La procesión se ha desarrollado sin incidentes, con miles de personas en las calles del municipio onubense, 600.000 según ha indicado el alcalde que ha destacado la coordinación de todos los servicios de emergencia en la localidad.
A la hora de hacer balance de la jornada, Domínguez Iglesias ha señalado que la duración de la procesión, 12 horas, está ajustada a la cantidad de personas que han visitado el municipio durante todo el día, «por eso ha tardado más tiempo en llegar y el esfuerzo ha sido mucho mayor, pero el pueblo de Almonte ha sabido estar a la altura de las circunstancias, y ha sido el pueblo que todo rociero ha querido ver y disfrutar».
Ha concretado que han sido unas 25 las intervenciones realizadas por los servicios de emergencia, sobre todo para atender problemas como lipotimias, pero otros aspectos, como el tráfico de salida y entrada a la localidad, se han desarrollado sin incidencias.
Se trata de la procesión de despedida, que sirve para que la Virgen se despida de su pueblo tras estar nueve meses en su parroquia, como cada siete años, y volverá a salir en procesión el próximo fin de semana, aunque en esta ocasión para volver a la aldea de El Rocío, para no volver a su pueblo hasta 2020.
El inicio de la procesión coincide con la puesta en marcha del Plan Romero de este año, que hoy lunes será presentado oficialmente por el consejero de Justicia e Interior, Emilio de Llera