26.03.19

Examen de conciencia para personas ancianas y/o enfermas

Una experiencia que se repite con frecuencia en el ministerio sacerdotal es que las personas ancianas se acerquen al confesionario y digan -sin ruborizarse, :) - “Padre, yo, a mi edad, ¿qué pecado puedo tener?". Algo similar suele ocurrir cuando visitamos a los enfermos en sus hogares y les ofrecemos el sacramento de la Confesión.

Sin entrar ahora en el análisis de las causas de este fenómeno -que van desde las psicológicas a las espirituales, pasando por las intelectuales- elaboré un examen de conciencia que puede ayudar a “escrutar el propio corazón” para poder mantenerlo en la fidelidad al amor de Cristo en su Iglesia. No pretendo ser exhaustivo ni agotar el tema, por lo cual acepto correcciones o sugerencias, y espero sinceramente que pueda ayudar a mis “colegas” sacerdotes y a quienes trabajan pastoralmente con estos hermanos nuestros, tan queridos por el Señor.

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25.03.19

Celebramos la vida y el matrimonio

Un día, Dios se volvió “loco de amor” por la humanidad.

Un día, el Padre envió al mundo a su Hijo, a su amado Hijo,para rescatar a los que éramos esclavos.

Un día, el Hijo “decidió” arrojarse en una especie de “salto mortal", desde la Eternidad al tiempo, desde la infinita Felicidad a la tierra marcada por el dolor, desde la Luz y el Amor a la oscuridad y el egoísmo…

Pero su “salto mortal” no fue un salto al vacío.

El Hijo, que era Hijo desde siempre, quiso entrar al mundo también como HIJO.

Y quiso “ser hijo” desde el arranque, como todos nosotros; quiso recorrer todas las etapas de la vida humana, quiso crecer lentamente…

Y quiso por eso tener una mamá y un papá.

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22.03.19

"¿Qué sabrán los curas?"

“¡Qué sabrán los curas, qué tanto hablan, por qué se meten en todo!", piensan algunos, y quizá alguna vez vos mismo pensaste.

¿Sabés por qué opino? ¿Sabés por qué hablo?

No sólo porque estoy seguro que LA PERSONA DE CRISTO y su propuesta de vida es LA VERDAD PLENA SOBRE EL SER HUMANO.

No sólo por eso, sino también PORQUE DÍA A DÍA CONSTATO de manera completamente indudable LOS EFECTOS DEVASTADORES DEL PECADO, EL ERROR Y LA MENTIRA, y LOS EFECTOS LIBERADORES, SANADORES Y PLENIFICANTES de la VERDAD Y DE LA GRACIA.

Lo veo, lo palpo, lo “toco con mis manos” cuando intento “vendar” esas heridas que voy conociendo en las historias de dolor que la falta de amor, el egoísmo, el hedonismo, y todo el mal presente en nuestro mundo va dejando a su paso.

Y por eso -entre otros motivos- estoy en contra del aborto, porque infinidad de veces me ha tocado intentar aliviar el dolor que tantas almas de madres, padres, abuelos y abuelas cargan por siempre dentro suyo.

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25.02.19

Elogio del santo Temor de Dios

temor de DiosHe leído y escuchado en estos días muchas cosas sumamente interesantes y verdaderas referidas a la crisis ocasionada por los abusos sexuales por parte de miembros del clero.

Algunos creerán que soy ingenuo –tal vez el más ingenuo de todos los blogueros de Infocatolica- pero yo no pierdo la esperanza de que es posible un futuro mucho mejor que el pasado reciente. Y no sólo es posible: creo que hay indicios concretos de un cambio para mejor. Veo surgir algunos brotes que indican que el camino de sanación se va vislumbrando.

No obstante, me hubiera gustado ver más presentes en los debates dos cuestiones clave que abarcan y abrazan no sólo los casos de abusos sexuales de menores sino todas las formas de grave infidelidad de los sacerdotes y obispos a su ministerio. No voy a decir nada que no hayan dicho desde hace años otros -especialmente desde este sitio de noticias-, pero quisiera decirlo de modo sencillo y concreto, desde mi experiencia como sacerdote.

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20.02.19

En la tormenta

Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua. Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal.

Mc 4, 37-38

 

La noche es larga, y hace frío, mucho frío. Por momentos llueve, y no es posible ver casi nada ni a babor ni a estribor, y ni siquiera visualizar la totalidad del navío. Pero hay instantes en que los relámpagos brillan, y nos permiten ver el conjunto, un conjunto inquietante.

La Barca se agita, oscila, se inclina hacia un lado y hacia el otro. Las olas por momentos parecen cubrirla. Algunos mástiles aparecen quebrados, y varias velas han quedado reducidas a harapos.

 

En la cubierta, los principales miembros de la tripulación discuten. Algunos parecen celebrar y reír a carcajadas ante la posibilidad del hundimiento, otros les reprochan duramente su impericia. Algunos callan, ni una sola palabra sale de sus labios.

El capitán observa, a veces silencioso y otras veces locuaz. Da indicaciones que no siempre son fáciles de entender. Por momentos parece ir hacia donde la tormenta se ve más feroz, por momentos parece incluso dar órdenes de dirigirse directamente hacia los riscos. En otros, sin embargo, señala el Puerto hacia el que nos dirigimos y la dirección correcta.

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