13.05.14

A la preocupada madre de un futuro cura

Las madres siempre han tenido una preocupación especial por el hijo sacerdote. No por nada especial, a ver si me comprenden, sino que los otros pues bueno, forman sus familias, se casan, o si no se casan parece que ya se las apañarán de alguna manera.

El cura es soltero y vive solo. Y eso a una madre siempre le causa un cierto temor. Ya saben: hombre, soltero y viviendo solo. Este hijo mío… ¿comerá bien, tendrá la casa limpia, habrá quien le ayude en las tareas del hogar? La madre de un sacerdote nos decía: ¡ay este hijo mío! tanto estudiar, y resulta que se tiene que hacer la cama, guisar, lavar… Encima según es, que no para en todo el día, qué comerá, qué apaños tendrá de cocina… Si es que no quiero ni pensarlo. ¿Y si un día se pone malo?

Eran las preocupaciones normales de las madres de los curas. De toda madre, pero quizá más acentuado cuando se trata del sacerdote. Este hijo mío…

Leer más... »

12.05.14

El tan sobredimensionado rito de la paz

El signo de la paz que nos brindamos en la misa es un rito “con el que la Iglesia implora la paz y la unidad para sí misma y para toda la familia humana, y con el que los fieles se expresan la comunión eclesial y la mutua caridad, antes de la comunión sacramental” (IGMR 82). Está previsto además que sea un rito sobrio “En cuanto al signo mismo para dar la paz, establezca la Conferencia de Obispos el modo, según la idiosincrasia y las costumbres de los pueblos. Conviene, sin embargo, que cada uno exprese la paz sobriamente sólo a los más cercanos a él” (IGMR 82). Tan sobrio que incluso el salir el sacerdote del presbiterio para dar la paz a los fieles, debe ser algo extraordinario: “«El sacerdote puede dar la paz a los ministros, permaneciendo siempre dentro del presbiterio, para no alterar la celebración. Hágase del mismo modo si, por una causa razonable, desea dar la paz a algunos fieles” (Redemptionis Sacramentum 72).

Leer más... »

11.05.14

"Misericordiar" "misericordina"

Si hay una palabra que define la relación de Dios con su pueblo para mí no cabe duda que es la palabra “misericordia”. He querido acudir al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que define misericordia como “virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos” y también como “atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas”.

Es más, estoy plenamente convencido de que lo que el mundo necesita con la mayor fuerza, tanto hoy como ayer y siempre, es abrirse a la misericordia de Dios. Y si algoi tiene que ofrecer la Iglesia a los hombres es justo misericordia.

Leer más... »

10.05.14

¡QUINIENTAS! primeras comuniones

Hay compañeros curas ante los cuales me quito la teja, el bonete, el solideo con floripondio, el birrete y la boina común. Porque no me negarán ustedes que meterte cada primavera ¡QUINIENTAS! primeras comuniones entre pecho y espalda tiene su mérito.

Uno piensa solo en lo que es la celebración y ya se te caen los palos del sombrajo, porque digo yo ¿cuántas misas de primera comunión? ¿Quince, veinte? Y seguimos con los números, porque si los niños hacen como mínimo dos años de catequesis, eso significa organizar la formación anual de ¡MIL CHAVALES! con sus correspondientes catequistas, que no quiero pensar ni en cuántos. Supongo que entre cincuenta y cien.

Leer más... »

9.05.14

Bocazas eclesiales

Dice el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua que bocazas es “persona que habla más de lo que aconseja la discreción”. Mala cosa tener alguien cercano de esa condición, porque eso resulta estar en un constante peligro.

Cualquiera de nosotros hemos tenido con algún jerarca de la Iglesia, un sacerdote, un compañero, algún personaje, momentos de diálogo en los que se han podido deslizar pequeñas observaciones o desahogos que deben quedar en el ámbito de lo privado y el respeto a la intimidad. Más aún si encima se diera el caso que pudiera ser causa de escándalo.

Lo que vengo observando es que hay gente con un afán de notoriedad tal, que está deseando la más mínima confidencia para salir en todos los medios y soltar en público lo que no debería pasar de charla a todas luces privada. Me sorprende la cantidad de bocazas eclesiales que están apareciendo últimamente.

Leer más... »