(Sic/InfoCatólica) Tras la intervención del cardenal, se han presentado distintos proyectos de intercongregacionalidad como camino de revitalización de la vida y la misión de los Institutos Religiosos. Los proyectos presentados han sido la Red África-Europa Fe y Justicia, nacida en Roma en 1988, formada en España por 22 congregaciones religiosas.
El objetivo de esta red es trabajar por la justicia para África. Actúa como lobby ante la Unión Europea y denuncia las injusticias que se comente en el continente africano. Otro interesante proyecto es el de Cintra que trabaja en el barrio del Raval de Barcelona. Aquí, un grupo de religiosos trabaja con niños y adolescentes en riesgo de marginación y que viven realidades de desestructuración familiar y social. Es un proyecto formado por 35 congregaciones, que realiza una labor de reconstrucción personal de los niños/as y adolescentes.
Sobre este proyecto ha hablado su presidenta, Cristina Martínez. La Red Íncola, presentada por el sacerdote jesuita Alberto Ares, se dedica a la acogida de inmigrantes en Valladolid. Distintas congregaciones religiosas que trabajaban ya en el ámbito de la inmigración, se unieron para hacer más efectivo su trabajo, con el objetivo de “una hospitalidad sin fronteras”. Por último se ha presentado el proyecto Encuentro, que lleva 8 años trabajando con mujeres que viven en un contexto de prostitución.
Antes de la Eucaristía, Rosaura Rodrígo, Hermanita de Jesús, ha expuesto su ponencia sobre su experiencia de trabajo en los márgenes de la marginación y la exclusión social, a lo que se dedica desde hace años en Málaga. Ha centrado su charla en fijar la mirada en Jesús como razón de la esperanza de la Vida Religiosa. Para seguir dando razón de la esperanza, Rosaura ha señalado que es necesario continuar siendo débiles en medio de la debilidad, y ha dado las claves para vivir en esperanza y ser esperanza en medio de un mundo que necesita que la Vida Religiosa siga entregándose.
La Asamblea ha finalizado con la Eucaristía presidida por el cardenal Rodé, y con el mensaje de clausura del presidente de CONFER, el P. Elías Royón, que ha tenido un recuerdo afectuoso para los/as religiosos/as ancianos y enfermos que siguen siendo un testimonio de fe callada y esperanza en Jesús Resucitado. También ha hecho referencia a los/as jóvenes como “signo de esperanza en el futuro de la Vida Religiosa y demostrando que el seguimiento radical de Jesucristo sigue siendo atractivo.”
El presidente ha finalizado con un agradecimiento a los participantes y al Señor por tanto bien recibido durante estos días.
