Sirisena emula a Duterte al restaurar la pena de muerte para los narcotraficantes

EN SRI LANKA

Sirisena emula a Duterte al restaurar la pena de muerte para los narcotraficantes

El presidente Maithripala Sirisena anuncia la reanudación de los ahorcamientos dentro de 2 meses en su lucha contra las drogas debido a la sobrepoblación y el hacinamiento en las cárceles.

(AsiaNews) El presidente de Sri Lanka, Maithripala Sirisena, ha anunciado su voluntad de reanudar las ejecuciones capitales de aquí a 2 meses, tras comunicar que su gobierno ha procedido a anular la moratoria que regía sobre la pena de muerte desde hace 43 años. Los primeros que corren riesgo de ser ejecutados en la horca son los despachantes y traficantes de drogas detenidos en las cárceles de la isla. 

La decisión de Sirisena, según él mismo admitió, fue madurada luego de una visita a las Filipinas, donde se reunió con Rodrigo Duterte, «pionero» de una feroz guerra contra la droga que hasta el momento ha causado cerca de 5.000 muertes oficiales y la imposición de la ley marcial en Mindanao, en el sur del país. Por otro lado, al participar recientemente en un programa para hacer frente a la difusión del consumo de drogas entre los jóvenes, organizado en el estadio Sanath Jayasuriya de Matara, dijo que «la lucha contra las drogas será conducida en pie de guerra, de manera similar a la guerra que derrotó el terrorismo de las LTTE [refiriéndose a los militantes de los Tigres Tamiles, protagonistas de 30 años de conflicto civil contra los militares del ejército».

Desde 1976, año en que se introdujo la moratoria, 1.299 personas fueron condenadas a la pena capital. En Sri Lanka, la horca está prevista para varios crímenes como el tráfico de estupefacientes, el homicidio y la violación. Sin embargo, hasta ahora las sentencias quedaron en suspenso y los condenados, recluidos en prisión.

La sobrepoblación y hacinamiento de las cárceles es precisamente uno de los motivos que han empujado al presidente a restaurar las ejecuciones en un plazo de 2 meses. Al tomar la palabra frente a los diputados, en el Parlamento, él dijo que «la prisión de Welikada, en Colombo, se ha convertido en el receptáculo de traficantes de drogas del país».  Por ello, ha solicitado a activistas y grupos a favor de los derechos humanos que «eviten desafiar el orden, porque este pretende poner bajo control la amenaza de la droga y la criminalidad en Sri Lanka».

Sin embargo, distintos expertos han resaltado que la intención de restablecer las ejecuciones se orienta fundamentalmente a mostrar la firmeza del gobierno. En efecto, de 1.300 reclusos, sólo 48 son culpables de crímenes ligados al narcotráfico. Y de estos, 30 han pedido la revisión de la sentencia. Es cierto que el país registra un aumento del crimen, como los homicidios vinculados a la tenencia de estupefacientes o cometidos por bandas de malvivientes y los casos de violencia sexual. Aún así, el reducido número de condenados por drogas no parece justificar la «necesidad» de reanudar las ejecuciones. Más que otra cosa, resaltan los expertos, la iniciativa parecería apuntar a ganar el consenso popular a través de la emulación del «hombre fuerte» Duterte, en vista de la crisis política que tiene al gobierno de Sri Lanka empantanado hace varios meses.

6 comentarios

Néstor
No es absurdo aplicar la pena de muerte al menos a los principales jefes del narcotráfico, aunque es dudoso que esto suceda, puesto que tienen mucho dinero e influencias.

Saludos cordiales.
10/02/19 3:38 PM
Ricardo de Argentina
Una de las funciones de la cárcel es reeducar al delincuente para cohonestarlo y reinsertarlo como hombre de bien. En el caso de los narcos, esto en la práctica no sucede.
Otra de las funciones es alejarlo de la práctica de la delincuencia. En el caso de los narcos esto no sucede, porque delinquen igual o peor, subvencionados por el Estado y corrompiendo la disciplina carcelaria. Hay testimonios cotidianos de ésto.

Soy de los que no creen que el problema de las drogas se resolverá matando narcos, pero también creo que menos se resolverá, sino que al al contrario se agravará, dejándolos delinquir.
Y visto está que el único narco que no delinque es el narco muerto.

Ahora bien, este asunto tiene sus bemoles: los EEUU es el país más drogado del mundo, con diferencia, y tiene pena de muerte, pero curiosamente muy pocos son ejecutados por narcotráfico dentro del país. Para ese Estado, los únicos narcotraficantes que existen son los hispanos que acercan la droga a las fronteras. Luego, ya adentro, parecería que el tráfico está legalizado, resultando todos los EEUU una "zona liberada" para los narcos vernáculos.
Por eso la pena de muerte no garantiza de por sí un combate real a la droga, sino que es necesario que sea implementada correctamente mediante decisiones políticas valientes y coherentes.
10/02/19 4:26 PM
Chico
Otra variante es dedicar a los fncarcelados a hacer trabajos: carreteras, y otros trabajos en vez de tenerlos sin hacer nada.
10/02/19 7:20 PM
Bernie Stewart
Hay que entender la lucha contra el narcotráfico, como una guerra a muerte de la sociedad que se defiende contra un ataque letal. La derrota en esta guerra, no es una opción.
En mis viajes por países del Sudeste asiático, pude notar la decisión de estos países para luchar frontalmente contra este ataque mortal. La discusión de si sirve o no sirve, es inútil. Basta con ver que en un país como Singapur, que no es decadente como Occidente, no hay narcotráfico alguno porque no quedan narcotraficantes.
Ante el costo altísimo que se paga en caso de ser capturados, los narcotraficantes optan por hacer negocios en países decadentes donde no les pasa nada: una simple decisión empresarial de costo/beneficio, y de puro sentido común de su parte.
10/02/19 7:29 PM
José
En Filipinas tengo entendido que se ejecutan drogadictos al margen de las institiciones judiciales, eso es distinto a la pena de muerte, una cosa es que después de haber tenido un juicio con todas las garantias se ejecute a alguien que es traficante, es decir tiene el trafico de drogas como negocio y es responsable de muchas muertes por puro egoismo, en los casos más graves podria ser lícito ejecutar a alguien en esas circunstancias, otra cosa seria la ejecución de drogadictos extrajudicialmente, en primer lugar porque no se stiene la minima garantía de justicia y en segundo lugar porque en muchos casos los drogadictos son más victimas de su propia enfermedad que otra cosa, solo en caso de que estuvieran poniendo en peligro la vida de otra persona de forma inminente estaría justificada su ejecución, pero no sería ya pena de muerte sino más bien defensa propia, lo que parece que está ocurriendo en filipinas no es no defensa propia ni pena de muerte, parecen casos injustificados de abuso policial
10/02/19 9:06 PM
Spes
Mientras haya consumidores , habrá narcotráfico, ¿A quién hay que matar?, Se mata un vendedor, y llegan 5 compradores, así que surgen más vendedores, Ésto debe ser causa de la poca, o nula educación religiosa de parte de los padres hacia sus hijos,. y como todo es dinero, pues no hay mayor generador de dinero que las drogas, y ganan tanto, que dicen:. Si voy a morir pronto, que sea gastando mucho dinero. Bien pueden matar a toda su población, siempre saldrá la podredumbre de la corrupción, ya que el mundo se ha contaminado al grado máximo
12/02/19 1:43 AM

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