Siguen los trabajos de los padres sinodales

Círculos menores: «Faltan referencias a la castidad, la virginidad, la santidad y la espiritualidad de la familia»

Los círculos menores han debatido durante tres días y estas propuestas darán ideas para la redacción del Documento final. Este documento se hará público o menos, según decida el papa Francisco. No es vinculante, como podría ser en un parlamento, y le servirá solamente como punto de indicación al Santo Padre, que decidirá como sucesor de Pedro lo que sea más conveniente para el bien de la Iglesia: un documento magisterial o una exhortación.

(Zenit) El círculo menor de lengua española moderado por el cardenal Francisco Robles Ortega y cuyo relator es monseñor Baltazar Enrique Porras Cardozo ha considerado que la segunda parte del Instrumetum Laboris contiene muchos elementos positivos sobre el discernimiento de la vocación familiar, pero advierten que «se echa de menos su falta de conexión directa con la primera parte» y que «se tratan muchos aspectos sin una conexión más orgánica y lógica de los asuntos tratados».

Aseguran que se respeta metodológicamente el Instrumentum Laboris, pero se desearía que «el documento final pudiera reordenar mejor los temas, pues hay muchas repeticiones en diversos números que deben ser vistos con mayor atención para una mejor distribución de cada uno de los acápites».

Sobre el capítulo segundo se insistió en la dimensión misionera de la familia. En el capítulo tercero han notado «una carencia en referencia a la necesaria misericordia para con los hijos que sufren las consecuencias de la violencia intrafamiliar, el abandono, el divorcio de sus padres, etc.». Y se dio un interés particular «sobre el tema de la juventud con sus valores positivos y las deficiencias de cara al matrimonio».

Asimismo, precisan que a los miembros del grupo les pareció «que hay ausencias significativas o pocas referencias en esta parte en temas como la castidad y la virginidad, la santidad y la espiritualidad de la familia». Igualmente, asumen las «deficiencias de una pastoral orgánica y familiar más incisiva, señalando los logros y realizaciones como las ausencias».

Para concluir, se muestran conscientes de la compleja y diversa realidad existente en nuestros países, «por lo que la iluminación de esta parte debe ser amplia para dar cabida a respuestas ajustadas a los diversos escenarios».

Círculo del cardenal Maradiaga

El grupo moderado por el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga y cuyo relator es el cardenal José Luis Lacunza Maestrojuán, indica que sería oportuna «una definición de la Familia, bien sea como la de Gaudium et Spes #52 u otros documentos como Familiaris consortio». Asimismo precisan que «la misericordia de Dios no se puede condicionar, siempre lleva la delantera. Santo Tomás dice al respecto que, en Dios, la misericordia es la máxima virtud y el perdón es la más alta manifestación del poder divino. El perdón que Jesús nos ganó en la cruz no tuvo ninguna condición».

Además, señalan que «la misericordia hay que entenderla en relación con el amor ya que es su manifestación, y la Iglesia prolonga el dinamismo misericordioso de la Encarnación».

Por otro lado, aseguran que «hay que poner acento en la gradualidad y procesualidad» para entender cómo Dios comunica la gracia teniendo en cuenta a cada persona, y que «progresivamente, en comunidad, corrige, acompaña y perdona». En sus propuestas, también observan que «el plan divino es único, por lo tanto habría que hablar del matrimonio en sí, sin las distinciones».

Piden que «tengamos en cuenta la analogía entre la Familia y la Iglesia: así como la Iglesia es sacramento de salvación, la Familia cristiana debe ser un signo visible y participativo de la Iglesia». Por eso recuerdan que «hay varios grados de sacramentalidad del matrimonio: natural, alianza, cristiano». Del mismo modo, aseguran que «la fidelidad de Dios se derrama en el sacramento del matrimonio, pero al modo humano: quidquid recipitur, ad modum recipientis recipitur» (lo que recibe una persona, lo recibe según su capacidad natural). Y añaden que «la fidelidad indisolubilidad es un misterio que incluye la fragilidad».

Recuerdan que «el sacramento del matrimonio es el único en el que se exige la actualización de lo escatológico». Así como que «no tenemos una teología de la familia sino del matrimonio y más vinculada a lo moral. El Magisterio debería presentar el Evangelio de la familia en forma orgánica e integrada».

Este círculo menor explica que «la espiritualidad matrimonial nace de la presencia de Dios en medio de los esposos» y «los padres son los primeros catequistas y siendo la familia Iglesia doméstica».Añaden que «lamentablemente, los padres han perdido la capacidad de transmitir la fe, con lo cual se llega a comunidades formales o que desarrollan una sola dimensión de la vida cristiana».    

Por otro lado, reiterando que hay varios grados de sacramentalidad del matrimonio: natural, alianza, cristiano, aseguran que «no se puede desconocer que hay muchos valores positivos en otros tipos de familia».

Y además advierten que es necesario hablarle a los jóvenes sobre el matrimonio, no desde la perspectiva del miedo. Es una cuestión antropológica, indican: viven al día, no encaja con su manera de pensar el ‘para siempre’, no se lo plantean. Y consideran que un certificado no hace el matrimonio y con tantas formalidades muchas veces, identifican formalidad con hipocresía».

Aunque también reconocen que no basta decir que los jóvenes «tienen miedo o no se atreven», porque contradice «la experiencia de tantos que aceptan el riesgo del voluntariado o se arriesgan por razones políticas u otras luchas».

Finalmente, concluyen reconociendo que «además de la falta de una Teología de la Familia« pareciera que «nos limitamos a repetir cosas obvias, pero faltan ideas clave y motoras».

 

 

7 comentarios

Catholicus
Falta hablar con claridad de la pérdida absoluta del modelo de María en la Sagrada Familia. Nadie se atreve a hablar de la belleza de los valores de la mujer tradicional, volcada por amor - que no vanidad o materialismo- en el hogar y la familia.

Muchas familias se destruyen por constatación de que en verdad no existe un hogar, sino seres que se reúnen luego de acabar sus obligaciones laborales.

El gran cambio de nuestra época es el feminismo que entra en los 60. Ahí está el pecado original del que nadie quiere hablar porque lo cierto es que su mismo espíritu se predica desde dentro de una Iglesia atemorizada de enseñar en vez de agradar todo lo posible los oídos de la mujer "moderna".

Que sigan con sus planes, reuniones, comuniones sacrílegas, planes pastorales infinitamente repetidos e infinitamente inútiles, que si no tocan el origen del problema no arreglarán nada.
15/10/15 12:27 PM
Néstor
Es cierto, la Redención objetiva, o sea, el sacrificio de Cristo en la Cruz por nuestros pecados, no tuvo ninguna condición. La Redención subjetiva, es decir, la recepción por parte de cada uno de nosotros de la salvación que Cristo nos obtuvo en la Cruz, tiene condiciones precisas, ante todo, la que el Señor enunció cuando comenzó a predicar: "Arrepiéntanse, y crean en la Buena Noticia".

De lo contrario sería muy fácil. Bastaría con reconocer que todo el mundo ya está perdonado y salvado, y que por tanto en adelante disponemos de tiempo libre para dedicarnos a otras actividades, que podrían abarcar los rubros más diversos, como ser la venta de productos porcinos o el gerenciamiento de líneas de transporte o las clases de danza, etc.

Saludos cordiales.
15/10/15 1:16 PM
Néstor
En cuanto a Teología de la Familia, uno sugeriría que un par de ideas han sido lanzadas aquí y allá en torno al tema al cabo de 2000 años de predicación del Evangelio en la Iglesia.

Y que en todo caso más que faltar, sobran visiones ideológicas sobre la familia que hablan de "familias" en plural e incluyen dentro del concepto de "familia" casi cualquier conjunto de más de un elemento.

Aunque es posible que en cualquier momento se levante la voz, si no se ha levantado ya, que proteste por la discriminación de las familias monádicas.

Saludos cordiales.
15/10/15 1:20 PM
Alvaro
Faltan referencias a la castidad, la virginidad, la santidad, la espiritualidad de la familia...

Supongo que en el Sínodo habrá "heterodoxos" (es un decir) que supongan que esas cosas sobran, que ya sabemos todos que hay que ser muy buenos y que hay que estar con los tiempos y confraternizar con el Mundo y el Demonio, sin olvidarnos de complacer a la Carne.

A todos esos habría que sacarlos del Sínodo y mandarles a Sevilla, cuyo ayuntamiento vela por la "salud sexual" de los estudiantes, en línea con lo que defienden los arriba descritos.

Y si no se lo creen, lean la noticia:

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"El Ayuntamiento de Sevilla compra 7.000 lubricantes vaginales y anales para los institutos

Preocupado por "la salud sexual" de los estudiantes sevillanos, el Ayuntamiento hispalense saca a concurso la compra de 7.000 monodosis de lubricante."

www.libertaddigital.com/espana/2015-10-15/el-ayuntamiento-de-sevilla-compra-7000-lubricantes-vaginales-y-anales-para-los-institutos-1276559234/

No debe ser nada nuevo:

"Este programa, que se realiza desde hace varios años, se ha instalado en cerca de 80 centros de la ciudad. Fuentes municipales aclaran que "siempre se ha trabajado con preservativos y lubricantes, pero en esta ocasión sólo hacían falta lubricantes"."

...Y más cosas...
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¿Castidad, virginidad, santidad y espiritualidad? ¿Para qué, dirán algunos, disponiendo de modelos de genitales, preservativos y lubricantes vaginales y anales, todo gratis en las escuelas?

Un sa
15/10/15 4:32 PM
TH
Hay un principio teológico que reza: Todo lo que hay en Dios es Dios. Es decir, que la misericordia de Dios coincide con su justicia, con su omnipotencia. Nosotros tenemos que hacer estas distinciones. No hay misericordia posible sin arrepentimiento que también es fruto del amor , pues es una gracia de Dios y Dios es amor.
15/10/15 5:43 PM
Leonardo
De mal en peor:
1.- ¿Alguien tendría la amabilidad de explicarme los "varios grados de sacramentalidad del matrimonio: natural, alianza, cristiano? ¿Sacramentalidad es un nuevo término teológico?
2.- Asegurar que «no se puede desconocer que hay muchos valores positivos en otros tipos de familia» es reconocer que existen "otros tipos de familia", distintas a la familia natural, es abrir la puerta a cualquier cosa que se le quiera llamar familia.
3.- Que existan "valores positivos" en situaciones de pecado intrínsicamente malas no las hace menos pecaminosas, la solidaridad entre delincuentes no atenúa la gravedad de sus delitos.
Definitivamente, no hay peor cosa que verdades a medias, por ahí se cuela el "padre de la mentira", con la complicidad de pastores complacientes con el pecado del mundo. Fin de los tiempos.
15/10/15 6:01 PM
Percival
Son temas a años-luz de distancia de nuestra realidad. Lo que indica lo perdida que está nuestra realidad...
15/10/15 7:47 PM

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