2,4 por cada 1000 habitantes

La cifra de rupturas matrimoniales en España se estabiliza en torno a las ciento diez mil al año

El número de parejas que rompieron en el año 2012 se elevó a 110.764, prácticamente las mismas que en el año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística. La tasa española de nulidades, separaciones y divorcios fue de 2,4 por cada 1.000 habitantes. En total, en 2012 se produjeron 104.262 divorcios, lo que representa un 0,6 por ciento más que el año anterior, 6.369 separaciones (un 7,9 por ciento menos).

(EP) Del total de divorcios y separaciones, el 66,2 por ciento fueron de mutuo acuerdo y en el 12 por ciento de los divorcios se realizó una separación previa. También se produjeron 133 nulidades (un 0,8 por ciento más que en 2011).

Por edad y nacionalidad de los cónyuges, el mayor número de rupturas matrimoniales se produjo entre la franja de los 40 a los 49 años tantos en hombres como mujeres. En el caso de las mujeres, la edad media fue de 42,2 años y en los hombres de 44,8.

En cuanto a nacionalidad, el 84,3 por ciento de las parejas rotas eran españolas. En el 10 por ciento uno de los miembros era extranjero y en el 5,6 lo eran ambos.

La duración media de los matrimonios disueltos era de 15,5 años, aunque la media de duración del mismo es superior en el caso de separaciones que de divorcios. Así, en el 47,7 por ciento de las separaciones la unión duró más de 20 años y en el de los divorcios solo dos de cada 10 se produjeron después de dos décadas de convivencia.

En lo concerniente a la duración de los procedimientos, el tiempo medio de tramitación fue de 5,1 meses aunque ese periodo fue algo inferior en las separaciones (4,4 meses) que en los divorcios (5,2 meses).

Número de hijos

Casi la mitad de los matrimonios correspondientes a sentencias de nulidad, separación o divorcio en el año 2012 (42,5 por ciento) no tenían hijos, porcentaje similar al del año pasado, y el 47,9 tenía a su cargo menores de edad, el 4,3 por ciento hijos mayores de edad dependientes económicamente y el 5,2 por ciento menores de edad y mayores dependientes.

Así, en el 57,5 por ciento de los casos se asignó una pensión alimenticia que en el 79,4 por ciento correspondió al padre y en un 10,8 por ciento a ambos progenitores.

La custodia de los hijos menores fue otorgada a la madre en el 75,1 por ciento, cifra inferior en 10 puntos que la de 2011. La custodia compartida fue concedida en un 14,6 por ciento de los casos y en el 9,7 por ciento de los procesos la custodia fue entregada al progenitor.

Datos por comunidades autónomas

La tasa más alta de rupturas matrimoniales la tiene Canarias con un 2,9 por 1.000 habitantes, seguida de Cataluña (2,7) Ceuta, Baleares y la Comunidad Valenciana (2,6). Por contra, Castilla y León cuenta con la tasa más baja con un 1,7 por 1.000 habitantes, seguida de Extremadura (1,8), País Vasco y Aragón (1,9) y Navarra, La Rioja y Castilla La Mancha (2,00).

Por debajo de la media (2,4) se encuentran además Murcia (2,3) y Galicia (2,2). Al contrario, Cantabria y Asturias (2,5) están por encima de la tasa media, mientras Melilla, Madrid y Andalucía se mantienen en el 2,4.

 

11 comentarios

Roberto
Creo que el número de celebraciones de matrimonios civiles supera a los canónicos o religiosos, me lo desmentís si me equivoco. En cuanto a las separaciones las causas pueden ser múltiples, pero si consideramos el matrimonio como sacramento pues es claro que la mayoría de los contrayentes no va bien preparado para acometer lo que es una vida matrimonial consecuente:preparación teológica, espiritual, hay quien no tiene casi ni fe ni recursos para superar tentaciones de todo tipo, los cursillos prematrimoniales están muy bien pero son insuficientes. Una persona que no pisa la Iglesia desde su primera comunión quiere casarse por ella, es que antes tendría que hacer un catecumenado de adultos para replantearse su fe y esto se ve pero ¿quién se lo dice?
También se da el caso de los que se casan con la persona no adecuada, esto también es frecuente.
27/09/13 9:40 AM
Mas
El dato interesante sería saber de cada 10 parejas que se casan cuantas se divorcian cuando pasan X años, así sabríamos realmente el indice de fracaso real.
27/09/13 10:35 AM
José Jacinto Verde Colinas
Creo que Roberto tiene razón respecto a la realización de un catecumenado de adultos (esto puede hacerse, por ejemplo, en el Camino Neocatecumenal).

Otra solución para reducir los divorcios sería aumentar la duración de los cursillos prematrimoniales, de tal forma que fuesen más largos y profundos. Por ejemplo, una posibilidad sería hacer que dichos cursillos prematrimoniales durasen uno o dos años, a razón de 9 ó 10 meses al año, con una o dos sesiones semanales de 1 ó 2 horas.
27/09/13 11:37 AM
Juan Mariner
Las estadísticas suponen una clara crisis de la "familia".

Si nos tomamos el matrimonio natural como un contrato o como un trato sexual habitual institucionalizado, pasa lo que pasa. Si el nucleo duro del matrimonio es la planificación anticonceptiva y contraceptiva, el consumismo, el bienestar, el prestigio, la salud...

En el matrimonio el AMOR con mayúsculas y abierto a la vida debe anteponerse a todo, de lo contrario, el fracaso está a la vuelta de la esquina. Algunos autores ya llaman al matrimonio un "contrato basura" en toda regla.
27/09/13 12:42 PM
José Manuel Genovés
(Perdón; he enviado el mensaje sin identificación. Reenvío)

Datos para la reflexión;

en 2012 se celebraron 165.001 matrimonios (entre personas de distinto sexo, especifica el INE), y se produjeron 110.332 anulaciones, separaciones y divorcios (también entre personas de distinto sexo). Es decir, prácticamente igual.

Desolador.
27/09/13 2:18 PM
doc Fran
el mundo "avanza"
27/09/13 4:23 PM
Isabel
Se podrían evitar muchas rupturas matrimoniales, si al menos en los matrimonios católicos, se les exigiera a los contrayentes, estar verdaderamente formados en la Fe.

En un matrimonio sólidamente formado a nivel religioso, es muy difícil que se produzca la separación.

El matrimonio es cosa de dos. Parece obvio y sin embargo para muchos no lo es. Hay personas muy inmaduras, que no son capaces de asumir, que el matrimonio lleva cargas y responsabilidades. Que la ilusión del principio, se desvanece pronto, y que el mayor enemigo de un matrimonio es el egoísmo.

En la mayoría de los matrimonios, la causa principal del fracaso es la falta de amor. Muchas veces, (la mayoría), el amor se confunde con atracción, simpatía...

Por lo tanto, el remedio para que esa cantidad de fracasos matrimoniales fuera menor, sería, no celebrar matrimonio por la Iglesia, antes de que los celebrantes estén debidamente formados en la Fe, y sepan mediante un curso de formación prematrimonial los deberes, responsabilidades y beneficios derivados de un matrimonio católico.

Ese curso podría durar unos dos años, para que además puedan tener tiempo de conocerse y saber si es amor lo que sienten y no algún otro sucedáneo.

Hay quienes cuando el sacerdote les dice: "Compañera te doy, no esclava", lo entienden justamente al revés.
27/09/13 8:34 PM
Jaime Fernández de Córdoba
Los matrimonios por amor son cosa de la literatura. Antes eran rarísimos. Lo más importante es el cariño, el respeto y el sentimiento del honor a la palabra dada.
Y desde luego pensar en los hijos más que en uno mismo.
Los matrimonios civiles: son una astracanada. Fui a uno, y no más. La "concejala de cultura" que lo "ofició" nos echó una charla en la que además de decir que aquel pueblo (muy bello) era "el más bonito del mundo" (¡¡¡ihaaaaaaa!!!), repitió cincuenta veces "cónyugues" (¡OJO! ¡la "concejala de cultura").
Con razón decía Churchill que el argumento más poderoso contra la democracia era una conversación de cinco minutos con el votante medio.
27/09/13 11:39 PM
Isabel
Hay en esta página un blog, concretamente de Guillermo Juan Morado, que titula su post actual con una frase que define muy bien lo que es el amor: "Amar es buscar de modo concreto, el bien del otro"

Preciosa y acertada frase.
28/09/13 1:36 AM
Isabel
Una separación es algo terrible para cualquier persona, mucho más para un cristiano. Es la aceptación de que tu vida ha sido un fracaso, y de que te espera la soledad. En el caso de una mujer, a la soledad, le acompaña el sentimiento de indefensión. Solamente lo puede saber quien ha pasado por ello.
Y al mismo tiempo, se tiene un sentimiento negativo, te sientes estafada, engañada.
Sólo Dios es quien puede sacarte del profundo pozo en el que caes; mejor dicho, el profundo pozo en el que ha transcurrido tu desgraciada vida matrimonial.

En la primera carta de San Pablo a los corintios, se hace una detallada y perfecta definición de lo que es el Amor.
28/09/13 1:36 PM
Pericón
Ante una realidad tan cruda, se puede intentar atajar el problema al inicio: una buena y adecuada preparación prematrimonial católica; que los futuros esposos sepan muy claro que es y que significa el matrimonio católico.
También podemos ayudar muchísimo a los matrimonios a lo largo de su vida y la Iglesia ha puesto mucho énfasis en ello, dando a conocer los diferentes COF (Centros de Orientación Familiar) de los diversos Obispados aquí en España.
Son un lugares en los que, desde una visión cristiana, se intenta ayudar los matrimonios y a las familias, para que sean capaces de encontrar los recursos que les ayuden a continuar en su matrimonio. Que las crisis familiares y matrimoniales, son algo normal y que todos podemos aprender de estos momentos duros y salir fortalecidos, para renovar nuestro compromiso y comprometernos a seguir peleando por nuestro matrimonio.

Si la única opción para una pareja ante una dificultad es ir al abogado para que nos arregle los"papeles", no arreglaremos nada. Es necesario dar a conocer y publicitar los diferentes Centros que existen en nuestras diócesis; creo que la mejor manera de no dejar solos a los "novios" y después cónyuges es indicarles que existen unos Centros en los que os escucharan y trataran de ayudaros a que encontréis la mejor solución para vuestras dificultades. Vosotros sois los protagonistas y en vuestras manos está el intentarlo o no.
!Vale la pena¡
20/01/14 11:33 PM

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