Homosexualidad, drogas, violencia

Únicamente les piden que durante la marcha se abstengan de eso para evitar que tales objetos sean decomisados por la Policía y que ellos sean detenidos. Se puede concluir, entonces, que la pérdida de valores morales en materia sexual conduce también a la pérdida de valores morales en otros aspectos de la vida.

Hace un par de semanas recibí, vía internet, una circular de convocatoria a la Marcha del orgullo lésbico, gay, travesti, transgénero, transexual, intersexual y queer de Arequipa. Si usted no sabe lo que significan cada uno de esos términos, le recomiendo que lo averigüe porque es lo que cierta corriente quiere imponer como derecho humano fundamental, junto con el aborto, la eutanasia y otras formas de asesinato de los más débiles y desprotegidos. Lo más grave es que lo hacen a través de una estrategia que va dando resultados en otros países, especialmente entre la juventud que no termina de darse cuenta de la gravedad de este hecho.

Entre otras cosas, la mencionada convocatoria dice: «Por razones de seguridad, está prohibido durante toda la marcha el consumo de licor, sustancias alucinógenas y psicoactivas, como el porte de armas y elementos corto punzantes; favor abstenerse de consumir y/o portar dichos elementos. Recuerde que usted puede ser requisado/a en cualquier momento por miembros de la Policía Nacional, por tal motivo recuerde evitar llevar elementos que le impidan el libre acceso, movimiento, que le puedan ser decomisados y/o que puedan generar su retención privándole de su libertad».

No puedo ocultar que este párrafo me ha causado mucha preocupación, porque lleva a pensar que el común de las personas convocadas, o al menos un número considerable de ellas, son asiduos consumidores de alcohol y drogas, así como portadores de elementos punzocortantes y otras armas. Pone de manifiesto, entonces, que en no pocos casos el ejercicio desordenado de la sexualidad va de la mano con el alcohol, las drogas y la violencia.

Me ha llamado también la atención que quienes emitieron la convocatoria no hayan alertado a los usuarios de esos elementos, que por lo general son jóvenes, sobre el daño que les hace embriagarse, drogarse o usar armas para dañar a otras personas, ni sobre las consecuencias sociales de esas prácticas. Como se puede leer en el texto antes citado, únicamente les piden que durante la marcha se abstengan de eso para evitar que tales objetos sean decomisados por la Policía y que ellos sean detenidos. Se puede concluir, entonces, que la pérdida de valores morales en materia sexual conduce también a la pérdida de valores morales en otros aspectos de la vida. Muy lamentable, por cierto, para aquellos que promueven esa pérdida de valores, pero también para toda la sociedad que carga con las consecuencias de sus actos.

Gracias a Dios, el movimiento al que me estoy refiriendo tiene muy pocos seguidores en Arequipa. De hecho a la marcha materia de estas líneas acudieron sólo algunas decenas de personas, lo que contrasta con los ciento cincuenta mil que acudieron al Corso por la Vida que, en nuestra misma ciudad, se realizó hace algunos meses.

Por cierto, también recibí la circular de convocatoria a ese Corso y en ella no se pedía que la gente no se drogue ni deje de llevar armas, porque quienes amamos la vida sabemos respetarla, empezando por la nuestra, y no usamos drogas ni agredimos a los demás con armas. Por ello, quisiera pedir a los padres de familia que sepan transmitir a sus hijos este amor por la vida, el matrimonio y la familia, y que los alerten respecto a las verdaderas metas que persiguen esos movimientos que, en el fondo, pretenden crear una sociedad inhumana.

+ Javier Del Río Alba

Arzobispo de Arequipa

Publicado originalmente en "La Columna del Mons. Javier del Río Alba", del boletín de la Archidiócesis de Arequipa

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7 comentarios

Jaime Fernández de Córdoba
Hoy en día hay que ser valiente para decir lo obvio. Nadie se imagina que durante una procesión de Semana Santa se le diga a los participantes que se abstengan de llevar armas y drogas. Bravo por el Arzobispo de Arequipa.
8/07/15 9:20 AM
Horacio Castro
Así como la violencia sexual no es orientación, tampoco lo es la homosexualidad. El estereotipo de "inclinación u orientación homosexual" no corresponde a la indignidad de la homosexualidad concreta. Tenemos que revisar el empleo del término y concepto de tendencia. Todos tenemos tendencia al pecado y esto no nos justifica.
8/07/15 12:57 PM
José Luis
Leyendo a los Santos Padres, sobre la impureza, se comprende que una persona cuando se inclina a cierto tipo de impureza... lo hace por deseo propio.
San Isidoro de Sevilla, doctor de la Iglesia Católica, enseña que la impureza tiene mucha relación con la soberbia. Y ambos pecados y vicios.

No todos los soberbios caen en el abominable pecado impuro, la Sagrada Biblia explica muy bien las distintas causas por la que una persona, hombre o mujer, puede incurrir en ese pecado, que ahora la sociedad va legalizando. Lo que se legaliza son los éxitos de los demonios, la homosexualidad, el aborto, la eutanasia, el espíritu maligno es quien consigue que el pecado se extienda por el mundo, la corrupción está legalizada por los enemigos de Dios.

El cristiano debe triunfar sobre la soberbia, para que no incurra en ningún otro pecado, que son canales de ruina eterna. Los vicios de impureza no se sale de un día para otro. Y muchas almas descuidan su salvación, pues cuando dice, "ya he triunfado" ¿Es posible sin penitencia y oración un alma pueda convertirse del todo? Me parece que no, pues el Nuevo Testamento dice algo distinto.
8/07/15 2:18 PM
Juan Carlos
el libertinaje en lo sexual va muy unido al libertinaje en cuanto al uso de drogas y alcohol.La cultura de no tener limites, ni freno a nada, del que si da placer y vende es "bueno". Estoy muy de acuerdo con este articulo que seguramente provoco controversia en los lobbys del arcoiris.
8/07/15 8:02 PM
Luis C.
Con todo el respeto, menuda tonteria ha soltado usted. ¿Acaso cuando las autoridades advierten de que está prohibido portar armas, objetos punzantes, drogas, etc. en los aviones puede deducirse que lo normal es que los usuarios de las aerolineas porten dichos elementos? Esta clase de advertencia es muy común en eventos de muchos tipos como conciertos, etc. Lo dicho, una soberana tonteria.
9/07/15 1:08 AM
Silvia Liliana Sueyro
Creo que el ejemplo que hace el padre Javier no es una soberana tontería,todo lo contrario.Está diciendo que además de ese desfile,que encima tenemos que tolerar,que marchen demostrando su pobre forma de vivir,les tienen que recordar ,que dejen sus vicios agregados,porque si no se drogan no pueden tolerar lo que son.Ah y las armas las llevarán ,para imponer sus ideas o además serán ladrones,para aprovechar su día y robarle a uno como ellos o a quién robarán?Bueno si no nos gusta que nuestros sacerdotes escriban sobre la verdad y la realidad de la ideología de género que nos quieren imponer con sus marchas ,eso si es una soberana porquería,verlos a estos en la calle,porque no leemos otra cosa,no infocatolica.
12/07/15 2:32 AM
DavidQ
"Se puede concluir, entonces, que la pérdida de valores morales en materia sexual conduce también a la pérdida de valores morales en otros aspectos de la vida."

Sí y no.

La relación es correcta, pero causa no necesariamente está contenida en la premisa general.

EN MI OPINIÓN y por lo que conozco del tema todo va junto, por una causa externa. Tanto la homosexualidad como la pérdida de valores son un subproducto de un rechazo en etapas tempranas de la vida. En términos extremadamente simples, el joven varón que es rechazado por su padre, busca el amor masculino en otro varón y no tiene empacho en sacrificar su moral con tal de obtener el cariño perdido. Eventualmente esto le provoca el rechazo de la sociedad y su reacción es rechazar los valores (morales, en su mayoría) de la sociedad.

Prueba de esta hipótesis es que los homosexuales no solo rechazan la moral pública, sino casi todas sus manifestaciones económicas, sociales y culturales: se visten distinto, escuchan música diferente, se organizan en ghettos... el rechazo no es sólo moral, sino social.

¿Existe solución? Sí. Lamentablemente no se quiere aplicar. Se resume en "evitar, contra ellos, todo signo de discriminación injusta". Si no hubiera discriminación no habría rechazo. Sin rechazo, no hay violencia y quizás tampoco drogas ni alcohol.
12/07/15 6:37 AM

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