Por qué los católicos no pueden quedar silenciosos ante el «Silencio» de Scorsese

La película de Scorcese es una trágica negación de la gracia de Dios en un mundo que la necesita. En estos días en que los católicos están siendo martirizados, los católicos necesitan saber que Dios nunca calla. Nunca serán puestos en una situación donde Dios se traicione.

«Pero al que me negare delante de los hombres, también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos» (Mateo 10:33)

En la historia de la Iglesia, muchos mártires murieron por la Fe. A partir de San Esteban el Protomártir, poco después de la Resurrección, fueron los primeros en ser recordados, venerados por su testimonio público y elevados a los altares con el título de santo. También están los que negaron la fe bajo presión. Han sido olvidados y enterrados en los oscuros recovecos de la historia.

El mundo moderno tiene un problema con los mártires. La gente no puede entender la gloria de su testimonio de Cristo. El hombre moderno preferiría encontrar alguna justificación detrás de la decisión angustiada de aquellos que niegan la fe.

Tal es el caso de la última película de Martin Scorsese «Silencio». Es una historia sobre esta segunda categoría de no mártires - de quienes Nuestro Señor dijo: «Pero el que me negare delante de los hombres, también lo negaré ante mi Padre Que está en los cielos »(Mateo 10:33)

Curiosamente, las primeras revisiones de «Silencio» han sido negativas -incluso por medios liberales hostiles a la Iglesia. El consenso es que el intento de Scorsese de proponer para la admiración general a uno que negó externamente la fe ha fracasado.

Tal vez sea porque la naturaleza humana encuentra tales negaciones desagradables. Incluso los talentos del director, los efectos especiales de Hollywood y la publicidad en los medios de comunicación no pueden superarlo. El tortuoso intento de Scorsese de justificar a su atormentado protagonista resulta tedioso y poco convincente.

Autoridad Docente de Hollywood

El «silencio» se basa en una novela 1966 del mismo nombre por el autor japonés Shusaku Endo. La trama gira en torno al personaje de ficción de un sacerdote jesuita portugués en Japón del siglo XVII en el momento de una violenta persecución anticatólica. La película representa una «lucha de fe» en la que el sacerdote debe elegir entre la vida de su rebaño y su fe. Frente a sus pruebas, encuentra que Dios calla ante sus súplicas, de ahí el título de la película. Finalmente, el mismo Cristo rompe el silencio al decir interiormente al sacerdote que puede negar la fe al exterior pisoteando su imagen para salvar a su rebaño.

Una historia tan superficial, tan contraria a todas las enseñanzas de la Iglesia, normalmente no representaría una amenaza para los católicos que son firmes en su fe. Sin embargo, Hollywood ha asumido trágicamente el papel de una autoridad magisterial para incontables católicos americanos. Así, la principal lección enseñada por la película -que negar la fe a veces puede ser algo justificado e incluso deseado por Dios- representa un peligro para los muchos no catequizados que podrían confundir el guion de Hollywood con las Escrituras. Cualquier silencio sobre «Silencio» puede ser mal interpretado como consentimiento.

No es el caso de analizar la película o explorar su complicada trama y sub tramas. Tales películas no son nada nuevo; son simplemente medios para reforzar ciertas premisas falsas que socavan la Fe. Es mucho mejor dirigirse a las premisas falsas mismas y, sobre todo, a las malas interpretaciones del martirio en la modernidad.

El martirio es derrota

La primera falsa premisa es la suposición moderna de que la vida es el valor supremo. Esta es una premisa terrible ya que si no hay valores dignos de morir por ellos entonces no hay una razón real por la que valga la pena vivir. En un mundo materialista que adora la vida y su disfrute, el martirio representa el fracaso. Los que renuncian a la fe y al martirio son ganadores. Los que no lo hacen son perdedores.

El mensaje de relatos ficticios como «Silencio» es que la vida debe ser adorada en tal grado que hasta Dios debe ser hecho cómplice de inspirar la apostasía que salva la vida de los fieles. Sin embargo, tales relatos son realmente ficción; Ignoran la realidad histórica de lo que sucedió.

El registro histórico

El registro histórico de los mártires japoneses es uno de los más gloriosos en la historia de la Iglesia. Es una reprensión ardiente de la idolatría de la modernidad por la vida. Decenas de miles sufrieron o murieron a manos de crueles verdugos. Si las historias son necesarias para inspirar a los autores, que los escritores hablen del valor, el heroísmo y la constancia de estos mártires japoneses, jóvenes y viejos, hombres y mujeres, religiosos y laicos, que alegremente dieron sus vidas por Cristo y ganaron para sí la corona de la eterna gloria. Si es necesario encontrar villanos para las historias, encuéntreselos en los crueles gobernadores y jueces que condenaron a los cristianos a la muerte.

En 1776, San Alfonso de Ligorio escribió el libro Victorias de los Mártires, que tiene una larga sección que cuenta historias increíbles de los mártires japoneses. Habla de una cristiana japonesa llamada Ursula, por ejemplo, que al ver a su esposo y a dos niños martirizados, gritó: «¡Seas alabado, Dios mío! Por haberme rendido digna de estar presente en este sacrificio, ahora concédeme la gracia de tener una parte de su corona.» Ella y su hija menor fueron decapitadas.

De hecho, cualquier sacerdote que salvara la vida de su rebaño renunciando a su fe sería injuriado por los fieles japoneses tanto por su negación como por privar al rebaño de la corona del martirio.

Si hay silencio en el «Silencio» de Scorcese, es ese silencio que ignora el coraje intrépido y la alegría sobrenatural de los mártires y misioneros japoneses cuyo testimonio era tan superior que sus enemigos fueron derrotados por sus argumentos y recurrieron a matarlos. Su martirio fue su victoria, no su derrota.

Los actos no tienen significado

Una segunda premisa es que los actos externos no tienen sentido. Los actos significan lo que la persona determina que sea. Tal premisa es típica del pensamiento postmoderno que «deconstruye» los actos de su significado y contexto naturales.

Así, cualquier beneficio o inspiración puede justificar un acto que signifique la negación de la Fe, ya que los actos no tienen un significado fijo. De hecho, el tema de la película envuelve la negación exterior con las buenas intenciones de la preocupación del protagonista por la seguridad de su rebaño.

Una vez más, esto muestra un profundo malentendido de la idea del martirio. La palabra mártir en sí significa testigo - una manifestación externa de Fe a los demás. La interpretación posmoderna de los dilemas del mártir cuestiona la idea de que puede haber testigos que están tan firmemente convencidos de las verdades de la religión católica que con gusto sufren la muerte en lugar de negarla. La «meta-narrativa» de los grandes hechos de los mártires ya no es valorada. Incluso la idea de la verdad es relativa. Todo debe ser reducido al nivel de la experiencia personal.

Una vez más, tal interpretación es contraria a la realidad histórica centrada en la noción de verdad objetiva. Los que persiguen a la Iglesia odian esta verdad y la ley moral enseñada por Cristo y Su Iglesia. Odian especialmente el testimonio público dado por los cristianos porque este testigo los denuncia por sus pecados y maldad. Todo lo que pedían a sus víctimas era un signo exterior de negación. Por esta razón, los perseguidores a menudo preferían obligar a los cristianos a negar la Fe más que quitarles la vida.

Históricamente, es por eso que aquellos que persiguen a la Iglesia están siempre dispuestos a ofrecer honores, oficios y beneficios a quienes renuncian a la fe. Siempre darán a los cristianos una excusa para dejar de ser testigos. Esto incluye aquellas «buenas intenciones» para disminuir los sufrimientos de la familia, los parientes y los compañeros cristianos. Sin embargo, esto es sólo un pretexto. De hecho, lo que quieren destruir es el testigo que los persigue y los llama a la virtud. Quieren que los cristianos renegados hagan pública su negación para desalentar el testimonio de los demás.

Afortunadamente, sus esfuerzos son a menudo frustrados por la constancia de los cristianos fieles que mueve a otros a la conversión. No entienden el encomio de Tertuliano de que «la sangre de los mártires es la semilla de la Iglesia» (Apologeticus, capítulo 50).

El Dios del Silencio

La premisa falsa final viene de una comprensión naturalista del mundo en la cual la gente no entiende cómo Dios trabaja en las almas. El mundo secular asume que la posición natural de Dios es la del silencio. Cuando los escritores seculares se ven obligados a imaginar la acción de Dios sobre sus personajes, lo retratan como un asunto puramente personal basado en sentimientos y emociones inconsistentes y fuera de la lógica de la ley divina.

Este es quizás el mayor malentendido de la Fe. Los autores modernos crean su propio dios del silencio y sus creyentes fuera de la vida de la gracia.

Tal combinación conduce a caracterizaciones absurdas como la de «Silencio». El martirio no puede basarse en la emoción o el sentimiento, ya que implica renunciar al mayor don natural del hombre: la vida. Esto es algo tan difícil que lograrlo está más allá de la fuerza humana. El martirio debe implicar la gracia, que ilumina el intelecto y fortalece la voluntad para permitir que los cristianos hagan lo que está más allá de la naturaleza humana. La gracia de Dios nunca permitiría que una persona negara a Cristo delante de los hombres.

Martirio - El fruto de la gracia

Por eso San Alfonso afirma que es una cuestión de fe que «los mártires deben su corona al poder de la gracia que recibieron de Jesucristo; porque es él quien les da la fuerza para despreciar todas las promesas y todas las amenazas de los tiranos y soportar todos los tormentos hasta que hayan hecho un sacrificio completo de sus vidas».

San Agustín afirma además que los méritos de los mártires consisten en ser efectos de la gracia de Dios y de su cooperación con la gracia.

En otras palabras, Dios no puede estar en silencio ante el martirio como afirma la película «Silencio» de Scorcese. Su justicia no permitirá que una persona sea tentada más allá de la capacidad de resistir. Está íntimamente involucrado en aquellos que enfrentan el martirio. Él les da la gracia, una participación creada en la vida divina misma. Afrontar el martirio sin gracia es imposible. Mientras Dios puede permitir las pruebas, Él nunca es silencioso.

Los católicos no pueden permanecer silenciosos

Y es por eso que los católicos fieles no pueden permanecer en silencio ante el «Silencio» de Scorcese. La película de Scorcese es una trágica negación de la gracia de Dios en un mundo que la necesita. En estos días en que los católicos están siendo martirizados, los católicos necesitan saber que Dios nunca calla. Nunca serán puestos en una situación donde Dios se traicione. Siempre estará allí cuando sea necesario.

La cosmovisión secular es tan estrecha de mente y asfixiante, pero por desgracia tan frecuente. La obsesión actual con el propio yo impregna la cultura hasta la exclusión de Dios. No es de extrañar que tantos piensen que hay «silencio» en el otro lado del martirio. Es en gran parte porque encuentran vacío en sus propias vidas. No pueden imaginar la acción de Dios y Su gracia.

En medio de la frenética intemperancia de los tiempos, las agitadas multitudes irónicamente no buscan a Dios donde siempre se encuentra-en el silencio de sus propias almas.

 

John Horvart II

Traducido por Néstor Martínez

Publicado originalmente en Return to order

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105 comentarios

Lector
Si ROMA es la primera que aplaude la función hollywoodiense con todos los medios que tiene a su alcance (recibiendo mediáticamente a Martin Scorsese en audiencia papal por su película --que además fue exhibida especialmente en el Vaticano-- y exaltando el film en "L'Osservatore Romano" bajo la polícroma pluma de Juan Manuel de Prada), ¿qué nos queda a los católicos sino callar y deprimirnos?
20/01/17 12:56 PM
Blas Piñar Pinedo
No se qué película ha visto este hombre, pero no se ha enterado de nada.

Cuando empieza diciendo que la historia superficial basada en una novela magnífica que a su vez narra hechos históricos terribles, no merece mayor comentario.

Algunos católicos tienen un problema con las sombras de la Historia de la Iglesia, que no dejan por ello de ser parte de la Historia, y que necesitan también de la comprensión, el respeto y la redención de Cristo.

En, en vez de aprovechar una película y las polémicas que genera para reflexionar y catequizar, algunos dan un testimonio muy pobre.

A mi la novela y la película me han entusiasmado, me llevan a la reflexión y a la oración, me habla del pecado y del perdón, y no me causa duda alguna sobre el martirio ni la fe, martirio enaltecido por cuanto son los pobres e ignorantes los que dan la vida frente a la apostasía del jesuita que quiere comerse el mundo y triunfar.

Creo que los católicos pierden grandes oportunidades de entraar en el deate cultural actual sencillamente por complejo y medio. Es más cómodo permanecer aislado. Una pena, porque gracias a esta película podemos hablar de los grandes temas de la vida y la fe.
20/01/17 1:05 PM
Marie
"El mensaje de relatos ficticios como «Silencio» es que la vida debe ser adorada en tal grado que hasta Dios debe ser hecho cómplice de inspirar la apostasía que salva la vida de los fieles."
Excelente!!
20/01/17 1:39 PM
Ricardo de Argentina
Lector, si es como dices -cosa que ignoraba-, entonces ya no me quedan dudas de que el autor de este artículo tiene toda la razón y dice estrictamente la verdad católica.
20/01/17 5:18 PM
Lector
"...si es como dices -cosa que ignoraba..."

Ricardo, ponga en Google: silencio scorsese vaticano

Y si quiere más detalles, dele a "Noticias".
20/01/17 5:59 PM
Compréndanos, señor Piñar
Seguramente seremos todos mucho más ruines y cobardes que los jesuitas apóstatas de la ficción y la historia real. Pero cuando yo salía del cine no podía sacarme de la cabeza esta loca idea: "¡Si esos dos, en lugar de portugueses (en realidad fueron un portugués y un italiiano), hubiesen sido españoles habrían llegado sin dudar al martirio!". Es que en España no estamos acostumbrados a estas medias tintas, ¿qué le vamos a hacer? Si hasta a nuestros padres les acunaron con los versos emocionantes de un francés:
"Soeur Espagne, sainte Espagne, tu as choisi! Onze évêques, seize mille prêtres massacrés et pas une apostasie!"
20/01/17 6:27 PM
pepus
No estoy de acuerdo con el articulo.
A mi la pelicula de scorsese me ha causado una gran impresion metafisica y me ha llevado a cuestionarme mi falta de fe y por ende a intentar encontrar el camino para descubrir a Dios en principio a traves de una aproximacion a la Iglesia
20/01/17 7:46 PM
Palas Atenea
Yo estoy con Blas Piñar. La película está basada en la novela de un católico existencialista y es obra de un director que lucha a brazo partido con la fe en la que fue educado y que le produce desasosiego sin que nunca pueda apartarla de su pensamiento. Si examinamos la obra de Evelyn Vaugh o de Graham Greene tampoco nos va a gustar. En cierta forma "Silencio" y "El poder y la Gloria" tienen muchos puntos en común.
20/01/17 8:04 PM
Miguel Antonio Barriola
Toda la prosperidad y tranquilidad del mundo entero no puede ser equiparada a la fidelidad a Cristo. Porque..."¿de qué le vale al hombre ganar todo el mundo, si al final pierde su alma?" (Mc 8, 36).
Los apóstatas de la novela y el film de Scorsese antepusieron el bienestar y la paz de gran cantidad de cristianos al mismo Cristo, que no puede dividirse a sí mismo, ya que se negó a tener a todo el mundo a su disposición, con tal de consentir en adorar a Satán (Mt 4, 8 - 10).
El Creador es infinitamente más que su creación, e igualmente el Redentor respecto a los redimidos. Anteponer lo segundo a lo primero, por más generoso, que aparezca a primera vista, es un enorme sinsentido para la fe. A la cual se le puede adaptar lo que Pablo canta respecto al amor en su himno de I Cor 13,3: "Si distribuyese todas mis posesiones para dar de comer a los pobres, pero no tuviese amor - fe, no me sirve de nada".
20/01/17 8:56 PM
Tito España
Cien por cien con el Sr. Horvart. He visto la película y he terminado con las mismas reflexiones. No es un problema de pobres o ricos. Los verdaderos mártires fueron los fieles cristianos. El sacerdote protagonista, mientras veía la película, me recordaba a san Pedro en su promesa de no abandonar a Jesús y dejándole luego, por lo que "flevit amare". Este jesuita, se fía de sus propias fuerzas y promete y promete y no que abandonará a Jesús y hasta cree que se le aparece y le dice que le traicione porque así salvará al rebaño.
Es esta una misericordia falsa.
Los mártires de nuestra guerra 36-39, se presentaban a las autoridades para evitar dañar a sus protectores y morían confiando en la ayuda de Dios.
La película no hace honor a los mártires de Nagasaki, cientos, de toda clase y condición: obispos, sacerdotes, religiosos, seglares; estos últimos por familias enteras, incluso los niños pequeños.
Si el católico autor de la novela no sabe distinguir dónde está la Verdad necesita una buena catequesis.

Sr Piñar: no se enoje con quien critica el fondo de la película. Nadie dice que no haya habido apóstatas, pero en ningún caso lo fueron para proteger a sus rebaños. Tenga tranquilidad.
20/01/17 11:00 PM
Salva
Realmente el autor de este articulo no se ha enterado de nada de las propuestas del director. Una pelicula hecha para que reflexionemos con honradez sobre nuestra fe, donde se muestra la fé limpia y viva de las personas humides, dispuestas libremente a un martirio sencillo y generoso antesque renunciar a una fe que los libera, los dota de dignidad y se convierte en lo mas preciado de sus vidas. Tambien podemos ver como los personajes que apostatan, a partir de un hecho sin aparente relevancia, se convierten en sombras de si mismos, personajes fantasmales que han perdido la paz y la han sustituido por una vida mortecina. Y vemos a los poderosos opresores, que justifican la mas horrible tortura bajo capa de civilizacion, totalmente indiferentes al sufrimiento ajeno. No deja al budismo en buen lugar. No obstante, es una pelicula que huye de maniqueismos, y evita condenar a nadie: los personajes, en todo caso, se condenan a si mismos, aunque siempre quede abierta una puerta a la esperanza.
21/01/17 12:30 AM
Ricardo de Argentina
Palas, ¿también suscribes esto del comentario de Blas Piñar?:
---
"Una pena, porque gracias a esta película podemos hablar de los grandes temas de la vida y la fe."
---

¿¿Gracias a esta película??
Parece un chiste.
Posiblemente sea un intento, a falta de mayores argumentos, de enfatizar su apoyo a la película. Pero lo que le salió es un ditirambo carente de la más mínima seriedad.
21/01/17 1:41 AM
Ricardo de Argentina
Un excursus:
Blas Piñar Pinedo no se llama Blas Piñar II. Y de John Horvart no tenemos idea de cómo se llamó su madre.
¡¡Siendo que de la cultura anglosajona surgió el feminismo!!
Pues a mí, a vuelapájaro y por lo dicho, me parecería mucho más "machista" (y conste que repudio referirme a las categorías feministas, pero en este caso no tengo más remedio) la cultura anglosajona que a la hispánica. A la cual los feministas tildan de "machista" por antonomasia.

Terminamos siempre en lo mismo: las ideologías crecen sobre un sustrato de hipocresía y de mentiras. Sólo Cristo es la Verdad, y el Evangelio es el debelador de todas las ideologías.
21/01/17 12:12 PM
Luis Enrique
Lo siento yo no fui a ver la película "la última tentación de Cristo" ni pienso ir a ver "silencio"

No sé quizás San Pedro sea un punto referencial al problema de la debilidad humana referente a Dios.

Yo no sé si "pisoteó" a Dios en sus negaciones, pero tras ellas lloró amargamente, como cualquiera de nosotros lo haría, buscando la regeneración en la confesión, y más tarde según la leyenda, aún volviendo a la posibilidad de negarle, "quo vadis", la naturaleza humana es así, regresó y murió boca abajo, porque creyó en que no era merecedor de morir como Cristo. Como nosotros cuando nuestro día termina en la Eucaristía, haciéndonos Cristo Uno con él

Totalmente de acuerdo con este artículo que ha traducido Néstor. Por ello le doy las gracias.
21/01/17 12:13 PM
amdg
Curiosamente, el autor no se refiere al hecho de que el Papa recibió al director para un pase privado y no consta que haya dicho nada. Si los católicos no pueden quedar silenciosos ante el «Silencio» de Scorsese, ¿qué concluiría?
21/01/17 12:15 PM
Palas Atenea
Francamente, Ricardo, cómo se llame esta persona me trae al pairo porque tampoco yo soy la diosa de ojos de lechuza. Lo que ha dicho me parece bien. La obra de los católicos ingleses tampoco la suscribirías seguramente porque ellos vienen-a no ser que sean conversos-del gran silencio. Su catolicismo es tormentoso. ¿y qué?
21/01/17 1:44 PM
El kiku
Pues el señor Juan Manuel de Prada, no ha permanecido en silencio, ya ha escrito dos artículos - previo pago de su importe-, ensalzando este panfleto audiovisual sobre las "bondades " de la apostasía y la traición. Y hay gente que todavía lo tiene como un modelo de catolicidad. Es que lo que la gente de hoy en día entiende por catolicidad es traición, delación, cobardía , tibieza y apostasía.
21/01/17 3:53 PM
Lector
De lo que no he oído decir nada a los arrobados glosadores de SILENCIO es de que los jesuitas apóstatas no sólo aparecen en la película apostatando, escribiendo difamaciones contra la fe y pisoteando durante toda su vida imágenes de Cristo supuestamente 'para salvar vidas'; sino que por su afán chivato de desvelar para los sátrapas japoneses objetos cristianos ocultos, llevan a la perdición a comerciantes europeos que los tenían sólo para su devoción privada. ¿En qué misterioso rincón de la "caridad" moderna se ubican esta clase de maniobras? ¿Es esta perfidia precisalmente 'salvar vidas'?

En la China Popular o en la Arabia Saudí de hoy --por poner sólo un par de ejemplos de las decenas de estados comunistas o islámicos que lo practican a mansalva-- la policía gubernamental allana periódicamente con inaudita violencia casas, seminarios y oratorios cristianos clandestinos. Apresan a locales y extranjeros que oran o celebran misa, y les acusan ante sus cortes marciales mostrando como prueba sus biblias, cruces, etc. Muchos son encerrados en mazmorras, otros torturados y otros directamente asesinados. A los más importantes (ingenieros petrolíferos, empresarios, diplomáticos) los liberan después de arduas negociaciones con sus sumisos países de origen. Pues piensen que los 'misericordiosos' apóstatas de "Silencio" se dedicaban a delatar a estos cripto-cristianos hace cuatro siglos. Y lo sorprendente es que todo el público ve en la pantalla la cara de espanto que sobrecoge a
21/01/17 4:06 PM
Lector
(Final de mi comentario. Les pido disculpas)

...que sobrecoge a uno cuando es descubierto por los japoneses ocultando una cruz, gracias al chivatazo jesuítico.
Pero nada: el buenismo satisfecho de los bien pensantes Scorsese, Prada y "Compañía" lo recubre absolutamente todo.
21/01/17 5:23 PM
Chimo de Valencia
Qué diferencia. Durante el pontificado de Juan Pablo II se exhibió en el Vaticano la película de La Pasión de Cristo de Mel Gibson, y el propio papa santo, ya muy enfermo, tras ver la película afirmó: "Es así como sucedieron las cosas". En cambio, con Francisco, se invita personalmente al director del opúsculo blasfemo La última tentación de Cristo, y a continuación se exhibe su nueva película Silencio.
21/01/17 5:26 PM
Ricardo de Argentina
(Palas, lo del nombre fue un excursus, lo aclaré y no viene al caso)

Aunque no capto tu referencia a los ingleses, creo entenderte: apruebas como buena la reciente película del que fuera el director de "La Última Tentación de Cristo", y suscribes todo lo del comentario de Piñar.
Queda aclarado.
21/01/17 6:46 PM
El comentario de Salva es clarificador, así como, en menor medida el de Blas Piñar.
Decir que este film, y la novela, es una glorificación de la apostasía es sencillamente decir un disparate, no haber entendido nada- la gloria se la llevan los mártires de la peli, y de la novela, pero, curiosamente, salen más glorificados en el film que en la novela-.
También me parece que, a los que nos ha gustado-y algo más-, tanto la novela como la película se nos quiera tildar de malos católicos, que poco menos que nos deja indiferentes el martirio de nuestros hermanos a día de hoy en tantos lugares, resulta de una repugnancia tal que hay que hacer un gran esfuerzo por no perder los estribos.
El mostrenco artículo de más arriba- ¿realmente ha leído el autor la obra y ha visto el film? Es que no lo parece- no aclara nada de lo que pretende atacar: hable usted de escenas, situaciones, guion, personajes, qué se yo, para poder llevar su opinión a buen puerto confrontándolas con sus propias ideas, el Magisterio, o lo que quiera , pero no hable de generalidades que se pueden aplicar a lo que sea que se tenga a mano para despotricar y acotar una zona de supuesta pureza católica- .Porque lo que no se perdona, y me temo que ahí reside todo el quid, es que Scorsese no haya salido a la calle azotándose por haber perpetrado en su día "La última tentación de Cristo".
Por favor, vean la película y lean la novela los que quieran OPINAR y no hacen más que hablar sin tener ni idea.
21/01/17 8:42 PM
César Fuentes
El comentario anterior sin nombre y que comienza así: "El comentario de Salva es clarificador, así como, en menor medida el de Blas Piñar...", es mío. Se me ha olvidado poner nombre. Gracias.
21/01/17 9:28 PM
Luis López
La película es soberbia, estremecedora como la maravillosa novela en que se basa. Y tristísima. A mi juicio es una obra maestra.

No comparto el juicio del autor de este artículo. La imagen de la película no es el desgraciado Padre Ferreira justificando patéticamente su apostasía ante Rodrigues (dando unos argumentos que, mientras veía la película, me produjeron un asco indecible) , ni tampoco la del voluntarioso Padre Rodrigues pisoteando un "fumie" con el dibujo de Cristo, por motivos "humanitarios", para salvar a unos condenados al horroroso tormento de la fosa y la hoya.

No, la imagen de la película es la de los humildes -los verdaderos receptores de la salvación de Cristo-, humildes japoneses, pobres, desarraigados, malolientes, sin futuro ni esperanza en este mundo y con rudísimos conocimientos de nuestra fe, pero que ante la Misa (en un latín del que no entenderían ni jota) se arrodillaban con lágrimas en los ojos, y que no apostataron mientras los quemaban o los crucificaban junto al mar.

Una lección cristiana que nosotros, los orgullosos cristianos de occidente -ebrios de doctrina, teologías, imágenes e iglesias-, deberíamos aprender. Por quiénes verdaderamente vino Nuestro Señor. Y cuál es la calidad de nuestra fe.
21/01/17 9:31 PM
Luis Enrique
El problema que tenemos es que nadie amará a Dios, como cada uno de nosotros le amamos, somos irreemplazables. Lo mismo pasa con el martirio, nadie puede sustituirnos; como le sucedió a San Pedro, solo el mismo Jesús puede sustituir nuestro puesto, por segunda vez, en la cruz.

Y como se explica en el texto que nos ha traído Néstor, una vez recibida la Gracia, teniendo ese trato de intimidad que Dios nos da a través del Don de Temor de Dios, por la unidad de los Dones, jamás nos faltará el Don de Fortaleza jamás podremos abandonar el martirio si se lo pedimos a Dios.

Yo no creo que esto lo pueda transmitir Scorsese en su película.
21/01/17 9:40 PM
Palas Atenea
Ricardo: Estoy segura de que no suscribirías las novelas de los católicos ingleses que he nombrado. No he visto "La última tentación de Cristo", estamos hablando de "Silencio", por lo tanto no puedo comentar esa película, pero sí he visto la serie "Retorno a Brideshead" que está basada en una novela de Evelyn Waugh y creo que no sería de tu gusto, como tampoco las novelas de Graham Greene de las que se han hecho tantas películas. Cuando vi "Diario de un cura rural" de Bernanos tampoco me gustó, tuve que verla dos veces para entenderla.
21/01/17 9:44 PM
Gabriela de Argentina
No vi la pelicula con lo cual seguro hay cosas que se me pasan. Pero en principio no estoy muy de acuerdo con el articulo. Uno debe aceptar el martirio y no renegar de su fe, pero de ningun modo debe imponerselo a otros. Salvar la vida, de esos muchos era la obligacion del sacerdote, y de ninguna manera llevarlos al matadero para ganar corona propia. Ya tendria luego tiempo el de ir al martirio, pero condenar a otros a muerte? No lo veo El martir lo es por decision propia, no por la de otro.
21/01/17 10:16 PM
Balboa
Estoy con Piñar.
Es lamentable el estado culturalmente mediocre de muchos católicos que criticando «Silencio» pierden una buena ocasión para hablar de la fe.
Es una historia real, apasionante, nada superficial que trae al gran debate preguntas fundamentales. Pero la Iglesia en general se queda en su posición marginal y cómoda.
Muy triste. Esto es una ocasión de oro para carequizar nuestro mundo que como Scorsese reflexiona sobre la fe y busca respuestas..
21/01/17 10:34 PM
Lector
"Decir que este film, y la novela, es una glorificación de la apostasía es sencillamente decir un disparate"


No se preocupe usted, que aquí hace mucho que no se glorifica a nadie ni a nada. Es ésta una conquista del "pensamiento débil" y constituye parte del éxito entre los actuales creyentes de visiones del mundo que, en los tiempos de la fe, habrían sido unánimemente descartadas.
21/01/17 11:25 PM
Lector
"...los orgullosos cristianos de occidente -ebrios de doctrina, teologías, imágenes e iglesias-, deberíamos aprender..." (Luis López)


No puedo hablar por mí porque yo sí soy un 'cagado'. Pero, oiga, tampoco hace tanto que miles y miles de cristianos de occidente, totalmente ebrios de doctrina, teología, imágenes e iglesias, se dejaron asesinar, castrar, violar, mutilar, quemar vivos, torear, banderillear y estoquear hasta la muerte, con tal de no blasfemar sobre el santo nombre de Cristo. Y sin numeritos tipo Padres Rodrigues y Ferreira. Ni siquiera hace un siglo, y cayeron muchísimos más que en toda la China y el Japón juntos.
Los increíbles mártires españoles de 1931-1939.
21/01/17 11:46 PM
Ricardo de Argentina
Hay uno que leyó el libro, vio la película, es católico y conoce algo:

magister.blogautore.espresso.repubblica.it/2017/01/09/basta-de-proselitismo-es-tiempo-de-silencio-tambien-para-las-misiones-catolicas/

Y ha escrito un artículo que comienza con este título:
"Basta de proselitismo, es tiempo de "Silencio". También para las misiones católicas"

Y que termina de esta manera:

---
"En resumen, es tiempo de "Silencio" también para las misiones católicas. A pesar del decreto "Ad gentes" del Concilio Vaticano II, de la exhortación apostólica "Evangelii nuntiandi" de Pablo VI y de la encíclica "Redemptoris missio" de Juan Pablo II."
---

Lo que Magister nos está diciendo es que hay "mar de fondo" detrás de esta película. No seamos necios por favor, abramos los ojos. Esto no es un mero hecho artístico, como varios comentaristas insinúan. Que su director fuese justamente el de "La Última Tentación de Cristo", debería servir al menos para que nos pongamos en guardia y averigüemos un poco más de qué va la cosa.
22/01/17 12:01 AM
Luis Enrique
Hay ahora en Youtube un predicador pentecostal, que apostató de la fe católica, siendo sacerdote, por no aceptar el martirio.

Iba a perder los dos pies por un accidente de forma irreversible, apareció un grupo pentecostal por el hospital y le sanó por medio de la oración. Carisma.

Ahora ama a Jesús de un modo pentecostal. Yo no sé si eso es bueno o malo, pero ataca a la Iglesia y eso es malo, nadie con odio se puede salvar. Y todo por no aceptar el martirio que le pedía el Señor.

No he visto la película, pero Dios no quiere que nadie se condene.
22/01/17 12:02 AM
Gabriela: Primero ve la película. Aquellas personas habían aceptado la fe, nadie se la impuso y menos con todo en contra. Ya habían matado a los samurais y daimios cristianos, no quedaban más que los campesinos. La decisión de matar partía de los japoneses, no del sacerdote, por lo tanto trasladar la responsabilidad de la acción a otro es lo mismo que "La decisión de Sophie", una trampa de la sofística, porque no existe tal decisión. Ahí está el quiz del asunto. Algunos de aquellos campesinos hubiesen preferido morir a quedarse viviendo como kakure durante siglos y nadie les preguntó.
Es una película que invita a la reflexión pero que no tiene la salida facilona que tú le das. El que me haya gustado la película no es precisamente por lo que algunos creen.
22/01/17 12:19 AM
César Fuentes
Siempre es agradable poder dialogar con quienes tienen una opinión tras haber leído el libro, o visto la película; no con quienes se dedican a repetir como loros la voz de otros, rebuscando en ideas ajenas para hacer pasar sus prejuicios y fobias como verdaderas opiniones.
Me gustaría poder charlar con Magister y de Prada: mi opinión no concuerda con ninguno de los dos, por diferentes motivos, pero ambos pueden hablar y con razón: otros no.
No hablo más con quien no ha visto la película y con quien cree que me río de los mártires.
22/01/17 1:43 AM
Néstor
Ante todo, no me parece que Mr. Horvart haya desaprovechado la oportunidad de hablar sobre las cosas de la fe a raíz de esta película, más bien, me parece que es lo que hace a lo largo de todo el artículo, y en forma muy católica y oportuna.

Oportuna, digo, porque por lo que veo hay al menos dos clases de personas a las que les gusta "Silencio": los que entienden que el sacerdote apóstata es un gigante de la caridad, y los que entienden que es uno de los malos de la película.

Lo que a mí me interesa subrayar es que no hay nada que reflexionar o meditar acerca de la idea de renegar de la fe por caridad. Eso no existe, es contradictorio como el círculo cuadrado.

Y suena curiosamente parecido a la idea de cometer adulterio por el bien de los hijos de la "nueva unión", por ejemplo. Es decir, la desaparición del concepto fundamental en teología moral católica de los actos intrínsecamente malos y la entronización de la idea de que el fin justifica los medios.

Católico y existencialista, propiamente hablando, no se puede ser. Ser católico implica entre otras cosas aceptar que existe una ley moral natural, cosa que el existencialismo rechaza porque no acepta que haya una naturaleza humana.

Pero insisto, recordar que no existe la apostasía caritativa sí es hablar de las cosas de la fe a propósito de la película. Lo que pasa es que hablar de las cosas de la fe a propósito de la película no implica necesariamente estar de acuerdo con las ideas que la película pueda
22/01/17 2:14 AM
César Fuentes
"Algunos de aquellos campesinos hubiesen preferido morir a quedarse viviendo como kakure durante siglos y nadie les preguntó. "

Exacto. Y la vanidad y altivez del P. Rodríguez, que desconfía de los sencillos, aunque los ama, hace que tome decisiones erradas. Al final, en un golpe de genialidad del guion- escrito por Jay Cocks y Scorsese- y yendo por otro camino al escrito por Endo, es Kichijiro, el apóstata constante, el cobarde, el que devuelve la dignidad, algo de fe, a Rodríguez, esta vez casi del tu a tu de dos personas caídas y atormentadas...... y hasta se insinúa su martirio - y en otro toque genial de guion y puesta en escena, se ve la conversión de la mujer adjudicada a Rodríguez, que es un alma en pena tras la apostasía-.

Hay muchas sutilezas en la novela y en el film como para despacharla con cuatro brochazos.
22/01/17 2:33 AM
Palas Atenea
Eso es, César, la decisión del P. Rodriguez, según como se mire, puede ser misericordia o puede ser vanidad. Aquellos campesinos le habían demostrado su fe con creces pero él creía que podía tomar decisiones por ellos (actitud muy típica en algunos sacerdotes que piensan en su congregación como en menores de edad). El tormento del sacerdote es por la escisión entre el Primer Mandamiento y el Segundo que formuló Jesucristo. Actualmente también pasa eso cuando los pobres no son amados a través de Jesús sino por ellos mismos. Profanan los templos, como en el caso de Rita Maestre y eso no importa mientras tengamos a los pobres.
22/01/17 8:36 AM
Tito España
Es curioso leer los comentarios y el intercambio de opiniones a propósito de "Silencio", porque parece que cualquiera que se muestre contrario a la película es un retrasado mental, un católico -si se le puede llamar así- retrógrado, ultraconservador, fanático, etc.
Parece que la famosa carta de San Pablo a los corintios, sobre el amor (pero a Dios y al prójimo), no solo el del matrimonio, so palabras vacías y sin sentido.
Y más triste aún, considerar que la teología, los dogmas, los mismos mandamientos son cosas superadas, por lo que llegar a prescindir del propio evangelio es lo más útil y moderno.
Oremos al dueño de la mies para que envíe trabajadores según su Corazón.
22/01/17 11:33 AM
Teresa
César: imagino que has leído el libro en la traducción española de Edhasa, que es flojita. Especialmente en el apéndice, en el que Endo imita el estilo del japonés antiguo. Si lees la traducción inglesa, o bien análisis y resúmenes de ese "appendix", en el que un funcionario japonés narra lo que pasa en la "residencia cristiana", se esbozan detalles importantes: siguen apareciendo pequeñas señales de un cristianismo subterráneo, resistente; Kichijiro instruye en la fe católica a -al menos- otra persona y, efectivamente, termina mártir; además, se refuerzan las medidas de control sobre Rodrigues, para que no tenga contacto con nadie, pues sospechan de su relación con Kichijiro.

Endo siempre decía que la clave estaba en ese apéndice. Es una lástima que la traducción española no esté a la altura (aunque imagino que será difícil encontrar buenos traductores del japonés).

¡Ah! Y recuerden que se trata de ficción, y que ni la novela ni la película "glorifican" la apostasía, a mi entender; los dos jesuitas apóstatas son antihéroes. Creo que Scorsese lo refleja bien en sus rostros apesadumbrados, que en el caso de Rodrigues termina siendo una máscara para un muerto en vida.

Y que fue un caso real; hubo decenas y decenas de jesuitas mártires, pero solo 4 apostataron, y que hay documentos que prueban la apostasía de Ferreira y Chiara (que fue a buscarle, y en quien se inspira Endo para el personaje de Rodrigues); fuentes indirectas hablan de que después se retractación, pero
22/01/17 12:11 PM
Fernando
Aquí les dejo estos dos postulados de ética moral:

"No es válido hacer un mal para obtener un bien"

"Si para obtener un bien es preciso escoger entre dos males, que sea el menor"
22/01/17 2:34 PM
Alberto
Hay otro error a destacar: la idea, incluso para los neo-cristianos occidentales, de que el cristianismo es algo occidental impuesto a los no occidentales.

Obviamente es falso lo uno y lo otro. Basta saber de historia y de vida de santos y martires de todas partes, pero desde el Vaticano II es casi algo asumido. Porque para los neo-católicos el catolicismo lo creó el espiritu Santo en el Pentecostés vaticano de los años 60 en Europa.
22/01/17 3:16 PM
César Fuentes
Teresa, muy de acuerdo con sus apreciaciones; y sí, es una obra de ficción, pero que a mí me ha servido de mucho- especialmente la novela que he leído tres veces, dos en Edhasa y una en Sígueme-. La primera vez que la leí me estaba tan emocionado y conmocionado que decidí que debía pedir más gracia para ser más humilde y misericordioso. Las siguientes lecturas algo parecido.

La película acaba con una dedicatoria maravillosa....no se suele hablar de ello.

-------------------

Tito España, no estoy de acuerdo con lo que dice- por si me mete en el saco-, tan sólo he expresado mi desagrado por que se viertan palabras sin estar basadas en la experiencia de ver la película, con aire condenatorio, y, más aún, mi rechazo por quienes poco menos que hacen chantaje a los que nos ha gustado el film, teniéndonos por despreciadores de nuestros hermanos mártires de hoy y de siempre. Por ahí no.

El resto de su comentario tampoco lo comparto: soy hijo de la Iglesia.
22/01/17 4:28 PM
Tito España
Con motivo de la fiesta de san Vicente, diácono y mártir, hoy, quizá conviene recordar las palabras de san Agustín (354-430) sobre el martirio de este joven atleta de la fe:
"A vosotros se os ha concedido la gracia -dice el Apóstol- de estar del lado de Cristo, no solo creyendo en Él, sino sufriendo por Él.
"Una y otra gracia había recibido el diácono Vicente; las había recibido y, por eso, las tenía. Si no las hubiese recibido, ¿cómo hubiera podido tenerlas? En sus palabras tenía la fe, en sus sufrimientos la paciencia.
"Nadie confíe en sí mismo al hablar; nadie confíe en sus propias fuerzas al sufrir la prueba, ya que s, si hablamos con rectitud y prudencia, nuestra sabiduría proviene de Dios y, si sufrimos los males con fortaleza, nuestra paciencia es también don suyo.
"Recordad qué advertencias da a los suyos Cristo, el Señor, en el Evangelio; recordad que el Rey de los mártires es quien equipa a sus huestes con las armas espirituales, quien les enseña el modo de luchar, quien les suministra su ayuda, quien les promete el remedio, quien habiendo dicho a sus discípulos: en el mundo tendréis luchas, añade inmediatamente, para consolarlos y ayudarlos a vencer el temor: Pero tened valor, yo he vencido al mundo (Nolite timere, ego vinci mundum).
"¿Por qué admirarnos, pues, amadísimos hermanos, de que Vicente venciera en aquel por quien había sido vencido el mundo? En el mundo, dice, tendréis luchas; se lo dice para que estas luchas no les abrumen,, para que en el combate
22/01/17 4:37 PM
Ricardo de Argentina
Fernando, te contradices.
Si no es válido hacer un mal para conseguir un bien, la segunda frase no tiene el menor sentido.
Porque si no es válido hacer UN mal para obtener un bien, estamos hablando de TODOS los males, sean éstos mayores, menores, monstruosos o insignificantes.
Por lo tanto, con la segunda frase contradices a la primera.
Pura lógica, ¿no?
22/01/17 7:34 PM
Luis Enrique
Hola, primero decir que lamento que hayan sido insultadas las hermanas aves: cotorras, loros, periquitos, ninfas, cuervos, etc.. comparándolas a "los cerriles" humanos que tienen que ver para dar una opinión. ¿Quien de nosotros hablaría de Cristo?

Segundo que el tema es "por qué los católicos no podemos quedar silenciosos ante "Silencio"

Tercero ¿Invitarías a Trueba a que hablará de cine español en tu casa?

Cuarto, si debemos defender a los sacerdotes siempre, especialmente en este tiempo ¿cómo quedan en la película de Scorsese?

Y por último, solo menciono el salmo de hoy en la misa:

R/. El Señor es mi luz y mi salvación

V/. El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.

V/. Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.

V/. Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R

¿Acaso Dios puede poner en el corazón de sus hijos estas palabras y que no se cumplan?
23/01/17 12:42 AM
Maribel
Muy interesantes todos los comentarios.
Yo creo que se nos olvida lo mas importante: no es posible hacer o decir nada a favor de Jesus sin la certeza absoluta de que es Dios con nosotros.
A los que han llegado a esta certeza , lo han hecho con la ayuda de Dios y su " gracia".
Nada podremos fiandonos solo en nuestras fuerzas.
Los no creyentes , intentaran una y mil veces , encontrar una esplicacion lojica a todo esto , pero no la tiene .
Aqui solo actuan la fe y la gracia .
No intentemos dejar aDios al margen como pretenden los que no creen .
23/01/17 12:48 AM
César Fuentes
Primero: ¿No has conocido a Cristo, aún sin verlo? Jn 20, 29.
............Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor........
Segundo: Sobre un único, aunque amplio, asunto se ha comentado bastante.
Tercero: por favor, no mezclemos los temas, ni las cosas; eso dejémoselo a los martinis secos de Bond, James Bond.
Cuarto: el P. Garupe, al despedirse del P. Rodríguez le dice algo así como- cito de memoria- "reza por mi, ojalá tuviese tu fortaleza." Bastantes escenas después, comparte martirio con sus ovejas. Pobre P. Garupe, qué pronto nos olvidamos de el.

Y para finalizar: qué grande es Dios y qué maravilloso rezarle y alabarle con cánticos y salmos, como con el salmo 26.
23/01/17 2:49 AM
José Ángel Antonio
Teresa, muchas gracias por esta información que aportas, que ayuda a entender más y mejor la novela, y también la película.

Mucha gente critica la película no solo sin haberla entendido, ni reflexionado, e incluso sin haberla visto, sino que la critica simplemente por repetir eslóganes o por algo que hizo el cineasta hace casi 30 años. En 30 años la gente cambia. Y "Silencio" es una novela que hace cambiar a la gente. Y la película también.

"""Si lees la traducción inglesa, o bien análisis y resúmenes de ese "appendix", en el que un funcionario japonés narra lo que pasa en la "residencia cristiana", se esbozan detalles importantes: siguen apareciendo pequeñas señales de un cristianismo subterráneo, resistente; Kichijiro instruye en la fe católica a -al menos- otra persona y, efectivamente, termina mártir; además, se refuerzan las medidas de control sobre Rodrigues, para que no tenga contacto con nadie, pues sospechan de su relación con Kichijiro.
23/01/17 9:08 AM
José Ángel Antonio
Néstor dice: """veo hay al menos dos clases de personas a las que les gusta "Silencio": los que entienden que el sacerdote apóstata es un gigante de la caridad, y los que entienden que es uno de los malos de la película".

Pues a mí me gusta la película y no veo a nadie cristiano (quizá sí algún pagano) de los que les guste la película que les guste por esas dos razones. A los que nos gusta nos parece:

1 - Que no hay apostasía real, sólo fingida y obligada. En esta película TODOS los cristianos mantienen su fe y siguen amando a Cristo y confiando en Dios pese a horrores enormes. No como en nuestras parroquias, llenas de gente que va a buscar sacramentos pero pasa de Dios.

2 - Que Rodrigues hace lo que Jesús le ordena. Jesús le ordena "pisa", y él pisa. No le ordena "apostata", le ordena "pisa". La obediencia es a Jesús.

3 - Que Rodrigues es un pobre hombre, como Kochijiro, frente a un Estado monstruoso, una Isla-Prisión, con técnicas de manipulación piscológica. Pero pese al poder de ese monstruo, Rodrigues, Kochijiro, y todos los demás, aman al Señor. El Estado no solo pide sus cuerpos, sino sus almas. Pero sus almas siguen siendo de Dios.

4 - Que el Estado ateo, aunque intenta dar argumentaciones, ve que suenan huecas, no se sostienen, solo se aguanta por la fuerza bruta. El ateísmo no lleva ninguna razón, solo la tortura.

5 - Que Dios no está en silencio: grita con los mártires, grita en el sufrimiento, y habla en los sacramentos, y habla con imágenes
23/01/17 9:20 AM
Joaquín
Pues Juan Manuel de Prada, a quien nadie calificaría de "progre" la ha defendido con uñas y dientes. ¿Por qué se os "olvida" mencionar eso?
23/01/17 11:39 AM
Lector
"Rodrigues hace lo que Jesús le ordena. Jesús le ordena "pisa", y él pisa. No le ordena "apostata", le ordena "pisa". La obediencia es a Jesús".


Entonces es que Jesús debió de haberse dormido en los años treinta del siglo XX. Porque si tampoco hubiera ordenado entonces a los mártires españoles "¡Apostata!", sino sólo "pisa", "blasfema ante este Crucifijo", "escupe a ese Rosario", "da vivas al comunismo y no a Dios"... se habrían salvado miles de hijos e hijas de Dios que también estaban deseando obedecer sólo a Jesús. Lo mejores y los más caritativos de la Iglesia española de entonces.
¿Qué pudo pasar? ¿Qué falló?
23/01/17 1:08 PM
Chico
Pues yo no veré esa película porque leí que el director es un excura. Y cada cual es hijo de sus obras. Y las obras son consecuencias del ser.
23/01/17 1:14 PM
Lector
Y me hago la misma pregunta respecto a los miles de mártires actuales del islamismo. ¿Por qué Jesús no salva sus vidas ordenándoles: "Vamos. Pronuncia la 'Shahada'. Para Mí no significa nada. Ellos te tendrán por musulmán y ya nunca te permitirán volver a la fe salvo sin la cabeza. Pero a Mí no me importa que proclames públicamente sus verdades..."
23/01/17 1:16 PM
Teresa
Para Chico: respeto cualquier motivo para no ir a ver esta película., pero decir que el director es excura no es correcto. Scorsese estuvo un año en un seminario menor, de los 14 a los 15 años, y de ahí no pasó.

Y creo que no valen las comparaciones con los mártires de nuestra Guerra Civil, pues -si no me equivoco- no hubo caso alguno en el que pidieran a un sacerdote que apostatase no torturándole a él, sino torturando lenta y sádicamente a un grupo de cristianos delante del sacerdote, diciéndole que si no apostataba, morirían.

El libro -y la película- no da respuestas, sino plantea preguntas, que afectan a diversos aspectos de la fe. En estos mismos comentarios están las opiniones de Blas y César, que me han interesado mucho. Al igual que las certeras reflexiones de Juan Manuel de Prada.
23/01/17 2:53 PM
José Ángel Antonio
----"Rodrigues hace lo que Jesús le ordena. Jesús le ordena "pisa", y él pisa. No le ordena "apostata", le ordena "pisa". La obediencia es a Jesús".

"si tampoco hubiera ordenado entonces a los mártires españoles "¡Apostata!", sino sólo "pisa", "blasfema ante este Crucifijo", "escupe a ese Rosario", "da vivas al comunismo y no a Dios"..."""

Cada caso es cada caso. Sabemos que Jesús dice a Rodrigues (que es un personaje de novela) que pise: y él pisa. También Dios dice a Abraham que sacrifique a su hijo, y Abraham se pone en marcha. Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

No me consta que Jesús dijera a ningún español amenazado en los años 30 que gritara "Viva Rusia", aunque desear que Rusia (y cualquier otro país) tenga vida es una cosa buena. Si se diera el caso, analizaríamos el caso. Aquí analizamos LO QUE SE VE EN LA PELICULA.

El primer paso en un comentario de texto es CÍÑASE AL TEXTO. El segundo es entienda el contexto, el autor, etc...

"""Pues yo no veré esa película porque leí que el director es un excura.""

Scorsese nunca fue cura. Solo monaguillo. E hizo un añito de noviciado jesuita (es decir, discernir si estaba llamado al camino de San ignacio). Si esa era su razón para no ver la peli, ahora usted se ve obligado a verla.

"""""""""¿Por qué Jesús no salva sus vidas ordenándoles: "Vamos. Pronuncia la 'Shahada'. Para Mí no significa nada. Ellos te tendrán por musulmán y ya nunca te permitirán volver a la fe salvo sin la cabeza."""
23/01/17 3:09 PM
José Ángel Antonio
Por otra parte, según el Catecismo (párrafo 2089) "apostasía es el rechazo total de la fe cristiana". Es evidente que Rodrigues en la película no hace un rechazo TOTAL de la fe cristiana (y Ferreira, probablemente, tampoco), así que hablando con propiedad no hay apostasía.

Es que aquí la gente usa la palabra "apostasía" con mucha alegría, pero para el Catecismo, es decir, para nuestra Iglesia, es algo muy concreto: "rechazo TOTAL de la fe cristiana".
23/01/17 3:13 PM
Lector: ¡ojo con eso! la novela no dice que el oyera a Jesús, o que Jesús le hablara, sino que le pareció verlo y oírlo. La cuestión de la apostasía con los labios y no con el corazón es una solución de los judíos recomendada por Maimónides. Los judíos son algo más que una religión, así que su disminución es la disminución del Judaísmo mismo, pero un cristiano que muere es inmediatamente sustituido por otro cristiano en alguna parte del mundo. Para los cristianos no es válida la solución, en el caso de los mártires de la Guerra Civil española o de los que se están dando ahora mismo, dar vivas al Comunismo o a Mahoma no es de recibo. ¿Qué falló? Clarísimamente fallaron los victimarios o los asesinos que son los culpables. Plantearse eso es ya dar las armas al enemigo porque no sólo es lo que hagas en un momento, es que lo tienes que mantener toda tu vida como tuvo que hacer el ex-jesuita Rodrigues. Los mejores mueren siempre, es algo comprobado hasta la saciedad, salvar a los mejores para convertirlos en los peores no tiene caso. Hasta los supervivientes del Holocausto o del GULAG admiten esa verdad: si retuercen el alma de una persona con convicciones esa persona muere más tarde o más temprano, para sobrevivir hay que pisar el fumie muchas veces y algunas personas se dejan morir incluso sin quererlo: simplemente la iniquidad les mata. Para sobrevivir a la iniquidad tienes que pactar con ella y eso ya está planteado en el "Fausto" de Goethe.
23/01/17 3:27 PM
Ricardo de Argentina
Joaquín Pues Juan Manuel de Prada, a quien nadie calificaría de "progre" la ha defendido con uñas y dientes. ¿Por qué se os "olvida" mencionar eso?
----

Mejor sería que antes de opinar, te leas los comentarios anteriores.
Y si no tienes ganas, usa el buscador. Entonces verás que por cuatro (4) veces se mencionó a De Prada y su deriva, a mi juicio muy lamentable.
23/01/17 4:25 PM
Lector
"Aquí analizamos LO QUE SE VE EN LA PELICULA. El primer paso en un comentario de texto es CÍÑASE AL TEXTO. El segundo es entienda el contexto, el autor, etc..."


Le agradezco el consejo escolar, don José Ángel Antonio, pero no sirve de gran ayuda después de que uno se ha sacado ya su oposición de filólogo. Permítame ahora que le retribuya con otro consejo, si no lo tiene a mal: creo que usted ve demasiadas películas...
23/01/17 4:31 PM
Lector
"...con los mártires de nuestra Guerra Civil, pues -si no me equivoco- no hubo caso alguno en el que pidieran a un sacerdote que apostatase no torturándole a él, sino torturando lenta y sádicamente a un grupo de cristianos delante del sacerdote, diciéndole que si no apostataba, morirían". (Teresa).

A los niños de los sesenta y los setenta la Iglesia nos presentaba a la madre de los Macabeos, que podía haber negociado con la vida de sus hijos, mas no lo hizo por la santidad de Dios. Ahora ya no creo que la Iglesia la proponga a ningún niño.
"Pero mucho más admirable aún y digna de glorioso recuerdo fue la madre, quien, viendo morir a sus siete hijos en un solo día, lo sobrellevó todo con fortaleza de alma, sostenida por la esperanza en el Señor. Animaba a cada uno hablándole en su idioma materno y llena de nobles sentimientos, y uniendo un ardor varonil a sus reflexiones maternales, les decía: «No sé cómo aparecisteis en mis entrañas; no fui yo quien os dio la vida y el aliento, ni quien organizó vuestro cuerpo. Es el Creador del mundo, que hizo todas las cosas, quien forma al hombre desde el primer momento. Él, en su misericordia, os devolverá la vida y el aliento, pues por las leyes de Dios no pensáis en vosotros mismos»".
23/01/17 5:32 PM
Teresa
El ejemplo de los Macabeos no puede aplicarse aquí. Los 5 cristianos que son sometidos al tormento de la fosa ya habían apostatado mediante la "fumie" (pisar imágenes), y no pueden hacer nada para detener una horrible tortura que en pocos días les llevará a la muerte, ni siquiera apostatar una vez más. Rodrigues está en una jaula justo delante de esas fosas, oyendo durante horas sus lamentos. Le dicen a Rodrigues que la única manera de parar ese tormento es mediante su propia apostasía. Y entonces llega la escena cumbre de la película, con todo el dolor que supone para él hacer ese acto, tras creer que es el propio Jesús el que se lo pide. Los 5 torturados son entonces liberados. El sadismo de los gobernantes japoneses y la tortura física y - sobre todo- psicológica que infligen a Rodrigues ponen los pelos de punta.

Como ya he dicho más arriba: Rodrigues y Ferreira son antihéroes, no se glorifica la apostasía.

¡Ah! Y recomiendo leer la novela, considerada por muchos como una de las grandes obras del siglo XX.
23/01/17 6:34 PM
Ricardo de Argentina
Teresa, ¿leer una novela de antihérores, mejor dicho, de antisantos?
Es lo que me faltaría.
Alucino del catolicismo masoquista que lo va pringando todo.

En las persecuciones romanas hubo muchos santos mártires, pero también hubo quienes abjuraron de la fe, los "lapsi". Y quienes, con un oportunismo feroz, volvieron a abjurar en una siguiente persecución, los "relapsos".
¿Cuántos fueron? No se sabe a ciencia cierta. No había Endôs en esa época.
Pero sí se escribieron las crónicas de los mártires, para edificación de los cristianos.
23/01/17 7:38 PM
Palas Atenea
Ricardo: de Prada no ha dado un solo patinazo y ahora tampoco, que su opinión no coincida con la tuya es normal, para eso está la novela para plantear problemas.
Estoy con Teresa en sadismo demostrado por los japoneses es el culmen del mal. La situación planteada es terrible por lo turbia.
Una novela que tiene una cierta similitud-aunque no tenga que ver con el cristianismo-es "El cero y el infinito" de Arthur Koestler. El gobernador japonés y el interrogador del KGB están cortados por el mismo patrón, y, aunque el P. Rodrigues no es Rubashov ambos se ven envueltos en una espesa tela de araña que confunde sus pensamientos.
23/01/17 7:46 PM
Teresa
Gracias también a Palas Atenea por recordarnos a grandes autores católicos que invitan a la reflexión, aunque creo que algunos mandarían hoy de nuevo al "Index" a Bernanos, un escritor profundamente católico, un verdadero místico; afortunadamente, años después la Iglesia rectificó.

A los nombres que cita Palas Atenea: Waugh, Greene, Bernanos y Endo, yo añadiría el de Flannery O'Connor, una autora absolutamente recomendable.
23/01/17 9:42 PM
Gabriela de Argentina
Leyendo a Teresa deduzco que lo del sacerdote fue mas que heroico. Arriesgo su propia condenacion eterna para salvar a esa gente. Que mas quieren? Se puede dar algo mas que la propia salvacion? Pero por favor, deben ser santos los que critican a ese sacerdote.
23/01/17 9:55 PM
Lector
¿Y a quién salvaban exactamente los 'atormentados' y 'hamletianos' Rodrigues y Ferreira cuando, calmadas ya las aguas, bien alimentados, ricamente vestidos y con las coletas debidamente atusadas, difundían a sabiendas mentiras contra el cristianismo o pasaban las mañanas delatando y enviando a la muerte cual probos funcionarios del Reich a comerciantes europeos que llevaban cruces y objetos cristianos ocultos en sus ropas?

Siempre con el debido respeto, creo que defendéis lo indefendible bajo coberturas literarias muy manidas y bastante "démodés". Y los chapuzones de pedantería victimista que se da De Prada en su último artículo de "El Semanal" --para disimular sus incoherentes y poco decorosas cabriolas en este asunto-- le hacen parecerse cada día más a César Vidal.
23/01/17 10:57 PM
Luis Enrique
... Le dicen a Rodrigues que la única manera de parar ese tormento es mediante su propia apostasía. Y entonces llega la escena cumbre de la película, con todo el dolor que supone para él hacer ese acto, tras creer que es el propio Jesús el que se lo pide ...
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Recuerdo el caso del General Moscardó en el Alcázar de Toledo con su hijo. O el almirante Cervera en la guerra de Cuba sin desobedecer la orden.
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O el caso de Abraham que Dios le promete un hijo, pero por si acaso hace lo "humano" tener un hijo por decisión propia.
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Creo que no es apropiada la película para los tiempos en que estamos. Lo siento por repetirme pero ¿cómo hacer entender a la gente "todo el que vive y cree en mí no morirá jamás"? si se pisa a Dios.
24/01/17 12:12 AM
Néstor
La confusión no puede ser mayor. ¡Arriesgar la propia condenación eterna por caridad! Ése es otro Evangelio distinto del que anunció el que dijo: "¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?" .

La caridad no puede llevarnos nunca a renunciar a nuestra propia salvación. La caridad es ante todo amor a Dios, y el infierno es estar separado de Dios por la Eternidad. Son absolutamente antitéticos.

El cristianismo y el budismo no tienen nada que ver uno con el otro.

No es cuestión de heroísmo, sino de cristianismo.

La condenación eterna por caridad es lo mismo que despreciar a Dios por amor a Dios: un absurdo mayúsculo.

Lo peor de todo no es el sufrimiento, ni la muerte, ni siquiera el Infierno, que al menos es justo. Lo peor de todo es el pecado, que es ofensa a Dios.

Fuera de esto no hay fe cristiana.

Al negarse a apostatar, el sacerdote no está obligando a los otros a ser mártires, sino que simplemente está haciendo lo que debe hacer, dentro de lo que puede hacer. Ningún fin bueno justifica un acto intrínsecamente malo, o no hay actos intrínsecamente malos.

Saludos cordiales.
24/01/17 3:14 AM
Néstor
Además, no existe diferencia entre simular públicamente la apostasía y apostatar. La fe tiene una dimensión pública, social y visible. Si yo digo delante de un tribunal que reniego de Cristo, entonces estoy renegando de Cristo, y no hay fidelidad interior posible en esa situación. "El que me niegue delante de los hombres, yo lo negaré delante de mi Padre, que está en los cielos". No dice "el que me niegue en su interior", sino "el que me niegue delante de los hombres". Por eso los mártires, en los tiempos de la persecución romana, no aceptaban simular que habían quemado incienso al emperador, no aceptaban ni siquiera los certificados falsos de que habían quemado incienso al emperador, que se daban a veces a cambio de dinero. Y los que lo hacían eran llamados "certificati", que eran una especie de "lapsi", es decir, caídos de su fidelidad a Cristo durante la persecución, y debían hacer una rigurosa penitencia para poder volver a celebrar la fe con la Iglesia.

Y es claro que pisotear la imagen de Cristo es renegar totalmente de la fe, y por tanto, apostasía, ¿o qué va a ser, sino?

Es increíble lo adentrado que está el pensamiento modernista entre los mismos católicos.

Saludos cordiales.
24/01/17 3:25 AM
Pájaro
Por favor no critiquen la película si no lan han visto.
Yo la he visto y el protagonista de le película que renuncia a su fe,acaba mal,infeliz,etc..
En cambio el otro sacerdote que no renuncia a su fe y lo matan acaba bien y no se rinde y la película lo refleja .
Por favor vean la película y luego la critiquen.
Comenten el inquisidor de la película y la importancia del papel de Liam nelson en la historia.
24/01/17 8:23 AM
Lector
"...Comenten el inquisidor..."
(Pájaro)


El denominar continua y falazmente como “inquisidor” al repulsivo gobernador japonés es una puñalada trapera de Martin Scorsese a la historia y en especial a la católica. Un nombre éste que seguro que no aparece en la novela de Endo. En cualquier caso, inquisidores, pero de verdad, fueron Toribio de Mogrovejo o los mártires Pedro de Verona y Pedro Arbués, y los tres son santos de altar.
24/01/17 10:29 AM
Teresa
Para Lector: tanto en la traducción española como en la inglesa de esta novela usan "inquisidor" e "inquisitor", así que no es invento de Scorsese.

Como filóloga, me ha picado la curiosidad, y he consultado la base de datos OED (Oxford English Dictionary) y algún otro tesauro de historia de la lengua inglesa, donde se señala que la primera vez que se ha detectado esta palabra escrita en inglés es en un texto de 1504, en el sentido de interrogador (sin relacionarse con la Inquisición Pontificia, nacida en el XIII ni con otras Inquisiciones). El término latino "inquisitio" era normal para designar un proceso de interrogación.

Y ya termino mis comentarios y me despido de Vds. recalcando que la novela y la película no defienden nada; lo que hacen es plantear interrogantes ante una realidad turbia, en la que hay una gama de grises, y no todo es blanco o negro en un momento en que los protagonistas sufren más allá de todo lo imaginable. Sufrimiento que llevarán como una losa el resto de sus días.
24/01/17 12:10 PM
Lector
Tantas palabras como se dejan caer, lo mismo en la novela que en la película, transcritas del japonés ("fumie", "kakure kirisitian", etc., etc...), y sin embargo, para referirse al malo más malote japonés tienen que recurrir al latín y a un término tan cargado de leyenda negra anti-católica como "inquisidor". Pues permítame el desahogo, amiga Teresa, pero... venga, ya...
24/01/17 2:18 PM
Palas Atenea
Teresa: Me parece que no estamos muy al tanto de lo que supuso ser católico en Gran Bretaña durante casi tres siglos. En los escritores católicos se percibe un peso existencial terrible. La misma carta al Duque de Norfolk del Cardenal Newman es muestra de ello. Había que vivir injuriado, señalado como "papista", lejos de cualquier cargo público e incluso mal mirado en el ejército porque se dudaba de la lealtad de los soldados católicos. Acostumbrados a Chesterton, cuya conversión es del s. XX y que parece llevarlo mejor, no nos damos cuenta de lo terrible que tuvo que ser. Los británicos (anglicanos) son maestros del camuflaje para que esto no saliera al exterior pero una persona muy receptiva puede llegar a imaginarse lo que fue.
No digo que sea el caso de los kakure kirishitan porque el anglicanismo no es el sintoísmo ni el budismo, pero no andaba tan lejos la cosa.
Bien puede ser, como es la tesis de algunos, que Shakespeare fuera cripto-católico, ya que tanto su madre (de conocida familia de recusantes), como su padre, cuyo testamento dice literalmente que muere como católico, así como una de sus hijas también recusante, fueron católicos; pero él no hubiera podido estrenar ninguna de sus obras si caía sobre él la menor sospecha de Catolicismo. Hasta el compositor Edward Elgar (1857-1934) tuvo problemas para abrirse camino por ser católico (ver Wikipedia). A mi, dado lo bien que lo ocultan, me ha costado muchas lecturas y mucha reflexión darme cuenta de esto y me he qued
24/01/17 3:31 PM
César Fuentes
Gracias por la información, Teresa.
Si hay algo que ni se cuestiona en la novela y en la película es la fe de los sencillos: están tratados con un amor y una dignidad admirables. Cuando leí la novela y vi el film pensaba ojalá fuese yo así, tuviese esa fe.

Pájaro, tiene usted razón, pero me temo no le harán mucho caso.

Esto es todo. Yo también me retiro
24/01/17 5:00 PM
"Es increíble lo adentrado que está el pensamiento modernista entre los mismos católicos."
---

Néstor, este podría ser el título para otro artículo.
Cuyo contenido serían los comentarios al presente artículo.
Y nada más.
24/01/17 5:51 PM
DylanBob
Munilla, sobre ‘Silencio’: ‘Es una proyección de la mente atormentada de Scorsese
El Obispo de San Sebastián, Mons. José Ignacio Munilla, criticó duramente Silencio, el más reciente filme del director Martin Scorsese, afirmando que es una proyección “de su mente atormentada” y de una “mentalidad relativista”.

“Es una proyección de la mente atormentada de Martin Scorsese. Una mente que está interiormente dividida, que no tiene una unidad de vida, y que como tiene montones de incoherencias colocando una vela a Dios y otra al Diablo, termina haciendo una película que proyecta su crisis interior”, aseguró recientemente para su programa radial “Sexto Continente”.
Silencio trata de la persecución de misioneros católicos y sobre la crisis de fe de su protagonista en el Japón del siglo XVII. El filme está protagonizado por Andrew Garfield, Adam Driver, Tadanobu Asano, Ciarán Hinds y Liam Neeson, quienes rodaron la película en Taiwán entre enero y mayo del 2015.

Mons. Munilla explicó que la película “le decepcionó” porque no es fiel al martirio que aconteció en aquel tiempo. “Los padres jesuitas, ellos por delante, dieron un testimonio de fidelidad en medio de aquella prueba martirial y, desde luego, la apostasía en ningún momento fue la que allí primó”, afirmó.

“Esta película lo que está planteando es que los que iban al martirio eran los fieles más sencillos que no tenían una formación teológica y cultural. Pero los jesuitas que estaban más formados, terminaban apostatand
24/01/17 7:17 PM
Ricardo de Argentina
Otra vez la burra al trigo...
El comentario anteúltimo es mío.
24/01/17 9:07 PM
Ricardo de Argentina
Palas, yo tuve una idea del odio infinito de la clase dirigente inglesa a la Iglesia -y quizás a España- cuando me enteré lo que le hicieron a San Josemaría la vez que quiso visitar la tumba de otro santo, Tomás Moro. Al bajarse del barco, ¡lo obligaron a sacarse la sotana!, si no se volvía a España por donde había venido.
Y estamos hablando de la posguerra, después de Chesterton y mucho después de Newman.
24/01/17 10:06 PM
Gabriela de Argentina
Leyendo a Teresa deduzco que lo del sacerdote fue mas que heroico. Arriesgo su propia condenacion eterna para salvar a esa gente. Que mas quieren? Se puede dar algo mas que la propia salvacion? Pero por favor, deben ser santos los que critican a ese sacerdote.
24/01/17 10:14 PM
Néstor
"...hay una gama de grises, y no todo es blanco o negro en un momento en que los protagonistas sufren más allá de todo lo imaginable..."

Pues ése es el punto, precisamente. El mártir es el que no ve gris ninguno en precisamente esa situación. Al mártir lo suelen tapar a argumentos que demuestran lo irrazonable de su decisión. Santo Tomás Moro en la torre, por ejemplo, recibiendo cartas de su esposa y su hija para que no fuese al martirio. Los apóstatas son los que aprecian todos esos finos matices.

Los mártires auténticos no reciben la corona del martirio echados en un sofá y abanicados por montones de siervos, sino, muchas veces, precisamente en situaciones en las que se sufre más allá de todo lo imaginable.

Y el mártir no es tampoco un héroe excepcional. Es cierto que el martirio requiere una gracia especial de Dios, pero esa gracia especial es requerida para hacer simplemente lo único que en esos casos es acorde con la ley moral: confesar la fe en Cristo y no renegar de ella.

Lo contrario es pecado mortal, y evitar el pecado mortal no es "heroísmo" en el sentido de cosa anormal y notable y para pocos, sino lo que se nos exige a todos.

Además, está la promesa divina de que no falta nunca la gracia suficiente para evitar el pecado. Eso es de fe.

Otra cosa es que haya causales de inimputabilidad subjetiva en alguien que cede durante la persecución, por ejemplo, que disminuya la libertad psicológica a causa de los sufrimientos aterradores, pero eso no c
25/01/17 12:40 AM
Ricardo de Argentina
Gabriela, paisana, jamás de los jamases la propia salvación puede ser moneda de cambio, jamás.
Dios nos manda amar a los demás COMO a nosotros mismos, no MAS.
Dios quiere que nos salvemos todos, ¡jamás va a querer que se salven algunos a costa de la condenación de otros!. J-a-m-á-s.
Lo tuyo -te lo digo suave- no es católico.
Lo tuyo -te lo digo fuerte- es monstruoso.
25/01/17 1:15 AM
José Ángel Antonio
""""Santo Tomás Moro en la torre, por ejemplo, recibiendo cartas de su esposa y su hija para que no fuese al martirio. Los apóstatas son los que aprecian todos esos finos matices. """

Santo Tomás Moro con toda licitud intentaba evitar el martirio guardando "Silencio". Y usaba trucos de abogado como decir "la máxima afirma que quien calla asiente, así que si estoy callado deberías deducir que estoy de acuerdo con ese documento". Y le respondían: "pero el mundo piensa que vuestro silencio es crítico". Y él contestaba: "el mundo juzga según su ingenio, vosotros debéis juzgar según la ley".

Por otra parte, él ya no podía guardar silencio porque le obligaban no a hacer un gesto confuso (como pisar el fumie, una imagen que nunca fue de culto ni bendita ni devocional, sino creada por los perseguidores; no era una verdadera imagen sagrada, y de hecho el hombre crucificado en ella podía ser cualquiera, y la mujer con velo alrededor también) sino que a Tomás le pedían firmar un documento con palabras y hacer un juramento.

Y Tomás dijo a su hija: "Un juramento se hace con palabras, analizaré las palabras y si puedo, firmaré".

O sea, que para Santo Tomás Moro los finos matices, las palabras, etc... SÍ son importante e intentar salvar la vida también.

De hecho, como a Cristo, se le condena con un testigo falso, perjuro y comprado (Richard Rich). Sus trucos de abogado le mantenían vivo en prisión, pero para matarle amañaron el juicio.

En esta obra de ficción Jesús ord
25/01/17 10:24 AM
José Ángel Antonio
Munilla no sabe demasiado de cine ni de historia del cristianismo japonés. Él mismo dice que va dos o tres veces al cine al año. Y no desaconseja la película para el cinéfilo ni el cristiano maduro. Igual que yo no la recomiendo para todos.

Munilla dice que no refleja la gran cantidad de mártires jesuitas. ¡¡¡Claro, porque son de otra época!!! Son de las décadas anteriores, antes de la introducción del fumie.

En la época de la película hace ya años que no hay sacerdotes en toda la isla (excepto el padre Mancio, un jesuita japonés escondido que matarían en 1644, sería el último activo en todo el país). Los jesuitas que llegan son novatos, y vienen solo para buscar a Ferreira. Encuentran cristianos firmes que llevan 60 años de persecución... y saben más de como vivir con ella.

La peli no dice que "el jesuita bien formado acaba apostatando". La peli lo que dice es que la vida es muy dura per la fe se mantiene incluso bajo la apariencia de falsa apostasía. Y que el Estado cree haber eliminado los sacramentos de Japón, pero Rodrigues -tan indigno como se quiera- sigue confesando.

Por cierto, ¿tiene culpa la Iglesia de dejar pasar 2 siglos y medio sin enviar misioneros a Japón? (Bueno, un caso especial de un italiano...). ¿No es eso incumplir lo de "id a los confines de la tierra"?

¿Tenemos culpa la Iglesia española de no enviar misioneros a Corea del Norte?
25/01/17 10:33 AM
Lector
"...¿No es eso incumplir lo de "id a los confines de la tierra"? ¿Tenemos culpa la Iglesia española de no enviar misioneros a Corea del Norte?..."


La Iglesia es antigua y en unos momentos opta por la prudencia, como en otros ha sido audaz. El hoy tan ensalzado "Poverello" de Asís --cuyo nombre tan orgullosamente ostenta el Papa-- envió (a morir) a la España musulmana tres expediciones de italianos: una de ellas para rendir Valencia con las "armas" de la predicación y la caridad. Los franciscanos Juan de Perusa y Pedro de Saxoferrato llegaron primero al Teruel reconquistado, donde se ganaron durante ocho años el aprecio de todos por su sencillez y entrega. Entonces las fueron a extender a los moros de la vecina Valencia sin descartar el muy probable martirio, que les llegó en seguida de orden del rey taifa Ceyt Abuzeyt.
Lo que hasta ahora jamás había valorado ni preconizado la Iglesia es el supuesto sentido último, salvífico y caritativo, de la apostasía...
25/01/17 5:34 PM
Lector
Olvidé decir que el reyezuelo victimario de Valencia Ceyt Abuzeyt --cuya conversión se dice que profetizaron los dos franciscanos italianos (hoy santos patronos de Teruel) en el momento de recibir su martirio-- se bautizó pronto, adoptando el nombre de Don Vicente Belvís y entrando a formar parte de la nobleza aragonesa.
25/01/17 6:18 PM
hornero (Argentina)
He leído todos los comentarios, agradezco la información y reflexiones que ofrecen. La mía es parte de ellas. Entiendo que se trata de reflexionar sobre el valor y condiciones del martirio, sobre el cual podemos coincidir en el mejor de los casos, pero también disentir en el peor, como si coincidimos en el valor de la matemática y disentimos sobre algunas de sus verdades o consecuencias, como disentir acerca de lo absoluto de sus certezas. La verdad católica es como la lógica de la matemática, absolutamente una, dos más dos son cuatro, y no hay posibilidades de un círculo cuadrado, no existen grises intermedios. Cuando el relativismo penetra en la mente con las astucias de la sofística logra confundir la inteligencia, y después al corazón, creo que por ahí gira esta discusión.
25/01/17 7:14 PM
José Ángel Antonio
""La Iglesia es antigua y en unos momentos opta por la prudencia""

Ajá, la antigüedad es una excusa para llamar "prudencia" a la desobediencia, pues Jesús dijo claramente "id y anunciad el Evangelio a toda criatura" (lo que incluye a los norcoreanos) y también "id a los confines de la tierra" (la antípoda de Corea creo que es la Isla de Tristán de Acuña, así que están obligados por Dios a ir allí y morir mártires).

O sea, que la iglesia puede "optar por la prudencia" y desobedecer ese claro mandato, pero un misionero bajo tortura que va a ser el único que pueda administrar los sacramentos, perdonar pecados, etc... ¿no puede optar por la prudencia?
25/01/17 10:13 PM
Néstor
El hecho de que no se trate de una imagen de culto no tiene nada que ver. En la situación en que se encontraban, todo el mundo entendía de quién era esa imagen y qué significaba pisotearla, de lo contrario, precisamente, no la utilizarían los perseguidores para provocar la apostasía.

El apóstata puede seguir creyendo que tiene fe, y seguir realizando actos que corresponden a la fe, pero en realidad ya no tiene la fe teologal, de la que ha renegado precisamente por la apostasía, que consiste justamente en renegar de Cristo ante los hombres, y no solamente en hacerlo "en el interior".

Por eso Jesús dice en el Evangelio: "Al que me niegue delante de los hombres, yo le negaré también delante de mi Padre, que está en los cielos".

Y Santo Tomás Moro no fingió apostasía ninguna, por más que obviamente buscó todas las formas moralmente legítimas de evitar la pena de muerte.

Saludos cordiales.
26/01/17 1:37 AM
Néstor
Además. si todo el asunto estaba en que al no tratarse de una imagen sagrada no había apostasía alguna, entonces los que sí fueron martirizados por no querer pisotear esa imagen eran tontos de capirote. Y los jesuitas deberían haberse dedicado a difundir por todas partes la buena noticia de que no había problema en pisotear ese dibujo.

Saludos cordiales.
26/01/17 2:20 AM
Lector
"...pero un misionero bajo tortura que va a ser el único que pueda administrar los sacramentos, perdonar pecados, etc... ¿no puede optar por la prudencia?..."


Yo --que no soy quién-- a los personajes "Padres Rodrigues y Ferreira" les hubiese pasado por alto casi todo. Casi también que compusieran ditirambos contra su antigua fe cristiana. Lo que ya no les puedo perdonar es que con sus chivatazos diarios enviaran a la perdición a extranjeros cuyo único delito era portar cruces y objetos cristianos escondidos entre sus ropas para su propia devoción. Me resulta demasiado conocido y demasiado actual; demasiado pérfido para digerirlo. ¿Es esa la clase de prudencia que se nos propone ahora "discernir", José Ángel Antonio?
26/01/17 11:10 AM
José Ángel Antonio
""Santo Tomás Moro no fingió apostasía ninguna, por más que obviamente buscó todas las formas moralmente legítimas de evitar la pena de muerte".

Santo Tomás guardaba silencio y pedía que se interpretase su silencio según la máxima legal de que "quien calla otorga" (cuando lo cierto es que él no otorgaba). ¿Es eso fingir? Eso está en las argumentaciones que él planteaba en el juicio, que recoge su yerno Roper, si lo recuerdo bien.

"""si todo el asunto estaba en que al no tratarse de una imagen sagrada no había apostasía alguna, entonces los que sí fueron martirizados por no querer pisotear esa imagen eran tontos de capirote. Y los jesuitas deberían haberse dedicado a difundir por todas partes la buena noticia de que no había problema en pisotear ese dibujo"".

En los 11 años que pasan desde que se introduce el fumie hasta que queda solo un cura en Japón no había tiempo ni capacidad de organizar un debate sobre el significado de esa imagen pagana creada con motivos paganos. Los 30.000 cristianos japoneses que se encuentran en el s.XIX son los descendientes de los que pisaron y se registraron en templos budistas y vivieron una fe oculta.

Porque aunque pisar el fumie no era apostatar, sí que era un paso hacia ocultar la fe. Y resistirse a pisar podía ser una forma heroica de dar testimonio. Por eso, incluso sin ser apostasía pisar el fumie, algunos podían negarse a pisar para mostrar su amor a Cristo.

En cualquier caso, la película deja claro que Jesús pide a R
26/01/17 11:25 AM
Federico
Lector, lo de calificar de "inquisidor" a un gobernante japonés que perseguía a los católicos demuestra la ignorancia atrevida del sr. Scorsese sólo equiparable a su fobia a la Iglesia.
26/01/17 1:54 PM
Teresa
Para Federico: creo que antes calificar de ignorante a Scorsese primero tenemos que asegurarnos de lo que decimos. Lee mi comentario del día 24 sobre ese término, su presencia en el libro de Endo y en los diccionarios históricos de la lengua inglesa.
27/01/17 2:25 PM
Luis Piqué Muñoz
Como muy Bien dice, el Materialismo, el egoísmo, la Comodidad, el Individualismo del InfraHombre moderno le hace incapaz de entender el Martirio que en el Fondo desprecia y hasta, el Ateo, gasta Bromas Blasfemas de mal Gusto ¡No Existe más que esta Vida, la Materia, Niega el Espíritu, la Verdad, el Amor, la Eternidad, el Infinito, y vive revolcado en la pocilga de sus propias miserables subideas ¡Ideología! Feliz y contento, comiendo y Fornicando ¡avariciando Oro! ¡el Idolo del Oro y el Pito! ¡El Padre de la Mentira, ese Gran Brujo, mistificador, que es Satán, y somete al InfraHombre moderno engañado a sus Vicios y Pecados, creyendo que es Libre ¡el Mejor de los Hombres! ¡el ¡Ay! Idolo del Progreso! Nada más.
27/01/17 4:49 PM
Ricardo de Argentina
Creo que lo que aporta Federico es válido: hay indicios de que Scorsese le tiene fobia a la Iglesia. Una fobia intelectual, refinada, que subyace en sus paridas cinematográficas.

No tiene nada de extraño que haya sido invitado al Vaticano, pues allí hay varios de los de su cuerda.
28/01/17 12:13 PM
Pignatelli
La película, que no he visto hasta hace poco, me ha parecido formidable.

Me adhiero esencialmente a todos los comentarios positivos y, sinceramente, no entiendo los negativos. Había leído el artículo de Hovart o el de Munilla y otros parecidos antes de ver "Silencia"... y ahora no hago sino preguntarme: ¿qué película han visto ellos?

Para empezar, no sé dónde ven que se justifique la "apostasía caritativa". Me parece una interpretación contraria a la que la propia película nos muestra, que es a Rodríguez como "sacerdote caído". El lenguaje visual es muy claro: pasa de tener una vida trágica, en lucha, pero con chispa, con un calor interior que te ayuda a empatizar con él... ¡a la muerte en vida!

Si aceptamos el recurso de la voz en off como si fuera el mismo Cristo, también tendríamos que aceptar el recurso, más sutil, pero claro, de que inmediatamente después de la apostasía se oye cantar el gallo. No queda nada claro que Dios le pida ninguna apostasía.

Sea como fuere, creo que queda bien claro que Rodríguez pierde su lucha espiritual contra la extremada crueldad de los perseguidores. La narración es tan vibrante, que esta derrota no hace sino iluminar los martirios anteriores. Es una película plenamente testimonial por eso mismo: la luz brilla más en la tiniebla, y la tiniebla del final del film no hace sino dar brillo al testimonio de fe de todos los japoneses sencillos.
29/01/17 12:31 AM
José Manuel
Me alegro de haber encontrado este artículo y poder comparar mis pensamientos con la erudita crónica del que la escribe. Ayer noche vi la película y me dejó un muy mal sabor de boca. Ya medio dormido me acosté perturbado con el pensamiento de que aquello estaba mal. No me gustaba. Elucubraba que, si ese comportamiento era lógico, basado en la misericordia del jesuíta hacia los seres humanos hasta el punto de sacrificar su fe por ellos, mal quedaban los mártires de la Iglesia en el devenir de los tiempos. Gracias al autor . Personalmente creo que es una película desagradable y manipuladora.
29/01/17 6:34 PM
Salva
La polarizacion de este debate deja muchas lagunas. Por ejemplo, la figura del “Inqüisidor” me parece muy significativa. Se trata de un poderoso personaje que tiene una apariencia de placidez, de cultura e incluso de cercania. Sin embargo, sus obras son de una total indiferencia al sufrimiento de sus semejantes, y no duda de emplear las mas crueles torturas para conseguir sus fines. La pelicula nos muestra que los poderosos de este mundo, bajo apariencia de cultura y civilizacion, son con frecuencia personajes opresores que, con unos fines aceptables, justifican el uso de unos medios completamente malignos.
Este mismo personaje (y no Scorsese ni la pelicula) es el que manipula al P. Rodrigues con un razonamiento falso y sofista, digno del padre de la mentira. Ese razonamiento es chantajista y manipulador y cualquiera lo hubiera podido rechazar con el auxilio de la Gracia, de la oracion y de la comunidad cristiana. Pero el jesuita acaba claudicando porque se fió de sus propias fuerzas; como dice la pelicula “porque era soberbio” (la voz en off no es tanto una voz divina, como una voz interior propia). Pero no olvidemos que San Pedro tambien tuvo un amarguisimo trance de apostasia sin paliativos, y fue perdonado en su arrepentimiento.
Me parece, como defiende Pignatelli en su anterior y brillante comentario, que la pelicula condena la apostasia porque muestra los efectos mortales de dicho pecado cuando no hay arrepentimiento: los sacerdotes se convierten en personajes fant
29/01/17 10:59 PM
"...sinceramente, no entiendo los negativos. Había leído el artículo de Hovart o el de Munilla y otros parecidos antes de ver "Silencia"... y ahora no hago sino preguntarme: ¿qué película han visto ellos? "
---

Pignatelli, vieron "SilenciO". Te equivocaste de cine....

Bromas aparte, el ponderado comentario de José Manuel me parece mucho más verosímil y respetuoso que las despreciativas descalificaciones de Pignatelli o de Blas Piñar.
De lo que se puede deducir por dónde anda la razón y por dónde no.
30/01/17 5:13 AM
Pignatelli
Yo no sé a quién he descalificado.

Sólo digo que cuando vi la película dejé de entender las críticas negativas. No sé, de verdad, dónde ven los críticos que se justifique la apostasía. Así que concluyo que hemos visto películas distintas, porque en la mía expresa todo lo contrario. La apostasía es lo peor que pasa en la historia, y a cualquiera que haya empatizado con Rodríguez le queda bien claro eso. Llega a doler el momento en el que pisa el fumie (o en el que lo hace Ferreira).

Y, desde luego, el valor apologético que tiene una película en la que se consigue el efecto de hacernos sufrir por la apostasía de dos religiosos es inmenso. Vale infinitamente más que cualquier película de un mero martirio heroico (en esta película, por cierto, también se ven hasta 14 martirios durísimos).
30/01/17 12:32 PM
Pignatelli
Yo no sé en que he usado "despreciativas calificaciones". Agradecería que me lo mostraras. Sólo observo que hemos visto películas diferentes, porque la que he visto yo no se acerca ni de lejos a la que han visto Munilla o Hovart.

En la que he visto yo no veo por ningún sitio que se justifique la apostasía, ni siquiera que esa interpretación sea posible. Es precisamente todo lo contrario: la película nos enseña el drama irresoluble de la apostasía, aun cuando ha sido movida por razones "humanitarias".

Cuando apostatan los jesuitas (tanto Rodriguez como Ferreira en el falsh back), nos llega a doler. Aun incluso gente no creyente se da cuenta del drama de la apostasía. Que una película logre hacernos sufrir ante una apostasía (dejarnos mal sabor de boca, como a José Manuel) es algo formidable. Tiene mucho más valor apologético que muchas películas dulzonas sobre santos o mártires.

No entiendo, de verdad, qué hacemos criticándola en vez de promocionarla a los cuatro vientos. Una película así puede obligar a mucha gente tibia a replantear su fe. Conmigo ya lo ha hecho.
30/01/17 3:15 PM
Salva
La polarizacion de este debate deja muchas lagunas. Por ejemplo, la figura del “Inqüisidor” me parece muy significativa. Se trata de un poderoso personaje que tiene una apariencia de placidez, de cultura e incluso de cercania. Sin embargo, sus obras son de una total indiferencia al sufrimiento de sus semejantes, y no duda de emplear las mas crueles torturas para conseguir sus fines. La pelicula nos muestra que los poderosos de este mundo, bajo apariencia de cultura y civilizacion, son con frecuencia personajes opresores que, con unos fines aceptables, justifican el uso de unos medios completamente malignos.
Este mismo personaje (y no Scorsese ni la pelicula) es el que manipula al P. Rodrigues con un razonamiento falso y sofista, digno del padre de la mentira. Ese razonamiento es chantajista y manipulador y cualquiera lo hubiera podido rechazar con el auxilio de la Gracia, de la oracion y de la comunidad cristiana. Pero el jesuita acaba claudicando porque se fió de sus propias fuerzas; como dice la pelicula “porque era soberbio” (la voz en off no es tanto una voz divina, como una voz interior propia). Pero no olvidemos que San Pedro tambien tuvo un amarguisimo trance de apostasia sin paliativos, y fue perdonado en su arrepentimiento.
Me parece, como defiende Pignatelli en su anterior y brillante comentario, que la pelicula condena la apostasia porque muestra los efectos mortales de dicho pecado cuando no hay arrepentimiento: los sacerdotes se convierten en personajes fant
30/01/17 10:22 PM
Lupita Vivar
Totalmente de acuerdo con el autor de este artículo. Gracias !!! Cristianos no relativicemos nuestra Fe.
12/06/17 8:18 AM
Visedo

Esta película no es "una trágica negación de la gracia de Dios en un mundo que la necesita". Tampoco muchas otras cosas que afirma el escandalizado "crítico".
Al igual que la novela de Shusako Endo, estamos ante un relato que transpira una melancolía medular respecto al hecho de la incompatibilidad manifestada a lo largo de los largos siglos de la época moderna, entre el cristianismo y la refinada sociedad y cultura japonesa. La melancolía de un autor profundamente católico y también nipón.
Además, Scorsese, director que sabe bien dirigir cine comercial y de gran calidad crea, en este caso particular, una cinta cargada y muy densa, sin ninguna concesión a la comodidad del espectador y, por esto mismo, un producto dirigido a un público reducido y con discernimiento, no una obra para cualquiera.
Quizá este breve comentario, que pretende ceñirse estrictamente a la cuestión esencial, aporte algo a otros excelentes como los de Piñar o Balboa, por citar solo alguno de estos.
17/01/24 12:00 AM

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