Revolución francesa: 225 aniversario

En lo que concierne a la cristiandad, y a la Iglesia, la revolución francesa sustituyó a DIOS del corazón del hombre para poner en su lugar la sola RAZÓN humana que, de ese modo, se convertía en Diosa en una actualización del pecado original.

En junio de 2014 se cumple el 225 aniversario de la toma de la bastilla, episodio que significa el inicio pleno de la revolución francesa. Sería pretencioso en extremo, e imposible en la realidad, hacer ni siquiera un «resumen» como artículo que evaluara los efectos de este acontecimiento sobre la cristiandad. Lo que si puede, y debe, afirmarse, es que supuso un cambio de paradigma radical en la concepción de las relaciones del ser humano con Dios. Y desde esa base se podría hacer toda una tesis doctoral que concluyera en las nefastas consecuencias que el llamado «espíritu ilustrado» ha traído a la sociedad cristiana y a la misma Iglesia.

Desde el estudio político y sociológico, la revolución francesa se nos ha «vendido» como el gran oasis al final del tenebroso camino medieval, como la cumbre de todos los parabienes y la destrucción de todas las injusticias, poco más o menos. Y desde el reconocimiento, obvio, de las injustas diferencias sociales habidas antes de 1789, no debe olvidarse que tras esa revolución política se acometió la revolución industrial cargada de tremendas injusticias contra las clases populares y que creó las condiciones para la revolución marxista.

En lo que concierne a la cristiandad, y a la Iglesia, la revolución francesa sustituyó a DIOS del corazón del hombre para poner en su lugar la sola RAZÓN humana que, de ese modo, se convertía en Diosa en una actualización del pecado original. La trilogía «Fe, Esperanza, Caridad» se suplantaba por «Libertad, Igualdad, Fraternidad» en aras a la inversión de valores dentro de la conciencia humana:

- La FE en DIOS se convertía en «autosuficiencia» humana. El ser humano «moderno» solo cree en si mismo y en lo que nace de su voluntad e intelecto. Por eso hoy muchos creen en «Dios a mi manera» y así creen encontrarse con la LIBERTAD.

- La ESPERANZA en la VIDA ETERNA se convertía en «horizonte solo terrenal», de modo que solo se lucha para «un mundo mejor» como paraíso en la tierra o materialismo histórico. Ese es el concepto de IGUALDAD.

- La CARIDAD (amor de corazón a Dios y al prójimo) se convertía en «mero humanismo» que se centra en la sensibilidad y el sentimiento, pero no en el compromiso definitivo, y de ese modo al perseguir los afectos terrenales, sin base espiritual, el ser humano llega a cometer las mayores atrocidades contra la vida y la libertad. Y así se presenta la FRATERNIDAD.

Esta es la herencia de la revolución francesa en el ser humano. Y esa herencia es la que el diablo trata de sembrar en el seno de la misma Iglesia para secularizarla, desacralizarla, hacerla solo horizontal, vaciarla de misterio y de contenido sobrenatural, presentando un Dios teórico, un Cristo politizado, una institución eclesial solo sociológica, una moral transformada en ética de consenso y una fe convertida en subproducto cultural.

225 años después, queridos lectores, podemos afirmar que la crisis que HOY la Iglesia sufre es, en gran medida, fruto de una revolución que, sin pretender descalificarla en su totalidad (pues siempre hay algo de trigo junto a la cizaña aún siendo ésta mayoritaria), ha hecho retroceder moralmente a la humanidad, desde un contundente NON SERVIAM a Dios Nuestro Señor, hasta el pecado original narrado en el Génesis. El diablo logra que dentro de la Iglesia Católica penetre la ideología ilustrada para que sea la FE la que se adapte a la cultura de cada momento, y de ese modo se renuncie a la evangelización o se convierta ésta en un mero diálogo sincretista y relativista. Los tres «frutos» generales de esa penetración, ya denunciada con dolor por Pablo VI cuando afirmó que Satanás había entrado en la Iglesia por alguna de sus ventanas, son:

1: Pérdida de sentido de pecado. Es la ideología del BUENISMO: «nadie hace nada malo, y si hay mal es a causa de estructuras y no de personas».

2: Relativización de la Verdad Objetiva que pierde su firmeza y queda reducida a ser «una más»….entre otras verdades. Es la ideología del ECLECTICISMO religioso.

3: Gratuidad impositiva de la salvación: todos nos salvamos hagamos lo que hagamos. Es la ideología de la MANIPULACIÓN de la misericordia divina y su divorcio con la verdad revelada. Supone la DROGA para la conciencia humana.

Estos son los frutos, dentro de la Cristiandad, de la revolución francesa 225 años después de su inicio. La asunción, dentro de la Iglesia, de los principios ilustrados, supone la mayor herida en el seno de la cristiandad en sus dos mil años de historia.

 

P. Santiago González, sacerdote

 

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14 comentarios

Manuel Morillo
La fecha es un convencionalismo que no se corresponde con la realidad sobre lo que es, no la revolución francesa, sino la Revolución en Francia.

El 14 de Julio se "celebra" la transición, violenta, del absolutismo tiránico borbónico, que sometía Francia, al totalitarismo tiránico republicano.


Cambián los dirigentes visibles, no cambia el espíritu

Porque la Francia oficial y su política ya estaba guiada por la Revolución, al menos, desde el siglo XVI.

Los filósofos, politólogos, científicos y economistas, los denominados philosophes, minaban las bases del Derecho Natural, no desde las barricadas o el exilio, sino desde los palacios de la corte borbónica.

Y eran parte del "establishment" borbónico [Como muestra de ejemplo vemos el cuadro "El salon de Mme Geoffrin, en 1755", con la presencia de Gresset, Marivaux, Marmontel, Vien, Thomas, La Condamine, l’abbé Raynal, Rousseau, Rameau, Mlle Clairon, Hénault, le duc de Choiseul, la statue de Voltaire, d’Argental, Saint-Lambert, Bouchardon, Soufflot, Danville, le comte de Caylus, Bartolomeo de Felice, Quesnay, Diderot, le baron de l’Aune Turgot, Malesherbes, le marcéhal de Richelieu, plus loin : Maupertuis, Mairan, d’Aguesseau, Clairaut le secrétaire de l’Académie enfin, Clairaut : Montesquieu, la comtesse d’Houdetot, Vernet, Fontenelle, Mme Geoffrin, le prince de Conti, la duchesse d’Anville, le duc de Nivernais, Bernis, Crébillon, Piron, Duclos, Helvétius, Vanloo, d’Alembert derrière le bureau, Lek
27/05/14 4:17 PM
Ricardo de Argentina
¡Plas, plas, plas! para el artículo suyo Padre. Impagable.
Y excelente también la acotación de Manuel. Una frutilla sobre una torta suculenta.

Yo que suelo comentar muy seguido en Infocatólica y no me privo de expresar mis opiniones, confieso que después de leer lo mencionado no tengo nada más que agregar.
Salvo un ¡muchas gracias!.
27/05/14 7:16 PM
Mariano
Gracias por el excelente artículo.
27/05/14 8:55 PM
Isidro G. Robles
“Dos hechos centran en sí toda la historia del género humano.
El primero es la Creación del hombre y su rechazo de Dios.
Este rechazo de Dios constituye una catástrofe espantosa de gravedad gigantesca cuyas consecuencias destructivas se perpetuarán en los siglos hasta el fin de los tiempos.
Los hombres instigados por las oscuras y misteriosas potencias del infierno, materialistas como son, no tienen ya la percepción de esta enorme tragedia que ha desbaratado la naturaleza humana hiriéndola mortalmente, debilitándola y privándola de los dones maravillosos con los que fue creada.
Los hombres ya no tienen conciencia de la inmensa tragedia de la que son objeto y víctimas, y en la que están envueltos personal y socialmente.
Guerras y revoluciones, epidemias, inundaciones y terremotos, cataclismos, dolores, sufrimientos tienen ahí su origen y ¿qué son las particulares y terrenas vicisitudes humanas frente a esta tragedia por la que la humanidad entera estaba eternamente perdida?
27/05/14 9:10 PM
Palas Atenea
Es verdad lo que dice Morillo, la cosa empezó a fraguarse mucho antes, desde el Renacimiento. La Ilustración comenzó en el Ancien Régime o Monarquía Absoluta y tuvo su eclosión en la Revolución Francesa. De igual manera un autor como David Priestland en su libro "Bandera Roja. Historia política y cultural del Comunismo", no comienza a analizar esta ideología con "El Capital" y mucho menos con la Revolución Bolchevique, sino desde la Revolución Francesa, que es la madre de todas las revoluciones.
Es decir que hubo un periodo de 150 años de incubación del huevo revolucionario burgués y otro periodo menor de incubación del huevo revolucionario proletario.
27/05/14 9:10 PM
Thojmqw J. Hennigan
La revolución francesa no provocó la revolución industrial que empezó en Inglaterra y poco tuvo que ver con la francesa.

En cuanto a la Iglesia y la revolución francesa, pese a haber perdido gran parte de su patrimonio material y sufrido grandes persecución, salieron de toda la época resultados realmente impresionantes. Hubo una gran cantidad de mártires, particulmrnte entre el clero, lo cual indica que había un buen porcentaje del clero bien formado en los seminarios, como es el caso del P. Bailly el santo párroco que salvó la vocación de San Juan María Vianney. La Iglesia pudo descubrir que su verdadera fuerza no está en las posesiones materiales o la influencia política sino en el cumplimiento de su auténtica misión evangelizadora y pastoral. Luego se puede constatar en el siglo XIX Francia produjo un gran número de fundaciones religiosas misioneras, un notable número de santos y lideró el mundo católico en la espiritualidad. En fin, cuando parece que las cosas van peor para la Iglesia es cuando ella saca energías que parecían escondidas de su interior, de la acción del Espíritu Santa para entregarle un gran número de santos que son los que verdaderamente la reforman.
27/05/14 9:42 PM
Palas Atenea
Quisiera añadir algo que tal vez no sea tan conocido y que, por costumbre, ya ni notamos. Hasta la Ilustración era la Iglesia la que suministraba la terminología que definía o calificaba vicios y virtudes; los ilustrados tuvieron entonces que inventarse otra supuestamente más racional o científica. Por ejemplo, Auguste Comte se sacó de la manga el término "altruismo" para sustituir a misericordia, de la misma manera que últimamente se ha inventado el término "inteligencia emocional" por no decir sabiduría (palabra con resonancia bíblica) o "autoestima" que es, nada menos, que la virtud de la fortaleza: "La fortaleza nace en la mente y vive a partir de un centro medular de ideas y convicciones inalterables, que generan una poderosa motivación capaz de superar todos los obstáculos", que es exactamente lo que los psicólogos dijeron que tenían en grado eminente los salvadores de judíos: autoestima y altruismo. Oséase, eran de fuertes convicciones y misericordiosos, para entendernos. Efectos secundarios de la tal revolución.
27/05/14 9:51 PM
Antonio1
Benedicto XVI, 25 de marzo de 2011:

"Es a vosotros, queridos jóvenes, hacer que en vuestros países y en Europa los creyentes y los no creyentes reencuentren el camino del diálogo. Las religiones no pueden tener miedo de un laicismo justo, de un laicismo abierto que permita a todos y a cada uno de vivir lo que cree, de conformidad con su conciencia. Si se trata de construir un mundo de libertad, igualdad y fraternidad, los creyentes y los no creyentes deben sentirse libres de serlo, iguales en su derecho de vivir su vida personal y comunitaria fielmente a sus convicciones, y deben ser hermanos entre sí. Una de las razones de ser de esta explanada de gentiles es la de trabajar en aras de esta hermandad más allá de las convicciones, pero sin negar las diferencias entre las mismas. Y, aún más profundamente, reconociendo que sólo Dios, en Cristo, nos libera interiormente y nos da la ocasión de reencontrarnos en verdad como hermanos."
27/05/14 11:46 PM
felixborr
El laicismo suele derivar en ateismo. El liberalismo suele derivar en perseguir y poner trabas a la libertad de la Iglesia. El Igualitarismo suele derivar en lo que vemos ahora como ideología de género. La fraternidad suele derivar en asesinar virtualmente ó realmente a quien no piense como yo. El mundo está contaminado del misterio de iniquidad que es alentado por su Principe tenebroso ayudado por sus lacayos y tontos útiles de todos los tiempos. O se adora la Verdad ó el hombre se postrará ante cualquier ídolo,especialmente el poder, la avaricia, los deleites, etc.
28/05/14 12:33 AM
Ricardo de Argentina
Al hilo de lo que afirma Palas Atenea sobre la larga "incubación" de la Francesada, son muchos los autores católicos que entienden que ese gran estallido fue la culminación de un proceso de pérdida de fe que se remonta al Renacimiento. Y también la culminacion de un extravío filosófico (¿una cosa traerá a la otra?) el cual arranca desde el nominalismo de Ockham en plena Edad Media.

La Francesada tiene una íntima conexión con la Revolución industrial inglesa y con la creación de los Estados Masónicos de América, o EEUU. Y ha tenido su continuación en la Revolución Bolchevique, cuyo inspirador ideológico Carlos Marx, fue un sub-producto de la Revolución Industrial.
28/05/14 1:04 AM
Nicolás
Hoy en día el hombre no es como Dios quiere, Dios tiene que ser como el hombre quiere. En la sociedad actual Dios no se ha hecho hombre humillándose por amor al hombre, el hombre se ha hecho dios soberbiamente por odio a ser solo hombre. Antes el hombre creía que la Verdad existía y se podía conocer, hoy todo es opinable y sometido a votación. Antes los hombres creían que con Dios a su lado podían hacer el bien y enfrentar el mal, actualmente nadie cree ni en el bien ni en el mal, solo en lo útil y lo placentero.

Como decía Chaunu, "robo, mentira y crimen, ésta es la verdadera trilogía de la Revolución, que puso a hierro y fuego a Europa".
28/05/14 3:41 AM
Antonio1
Pues nada,msi la democracia es tan mala ¡qué viva la dictadura!

Dios mío, vaya tropa...
28/05/14 9:04 AM
Palas Atenea
No, Antonio, la democracia en si no es mala y hay que dar espacio a aquellos que van por otros caminos. El término dictadura que empleas sólo sería aplicable al Ancien Régime pero no al Medievo, ya hemos dicho que el poder absoluto corresponde a lo que se llamó, precisamente, Absolutismo. Sin embargo los dos totalitarismo del siglo XX son hijos de la Revolución Francesa, por lo que a la tal revolución son achacables tanto la democracia como otros caminos no democráticos. La idea de la Revolución Francesa como proceso únicamente positivo está siendo hoy en día revisada.
Tampoco he querido decir que ciencias, como la psicología, deban utilizar un vocabulario teológico, que sería absurdo, sino que nosotros, los cristianos, debemos saber que es lo que traen de nuevo y que es lo ya estaba ahí y no lo percibíamos por falta de formación.
Entre los Dones del Espíritu Santo, por ejemplo, están el de la Sabiduría, Inteligencia, Consejo y Ciencia. Si analizamos cada uno de ellos veremos por qué aparecen por separado-como dones distintos- y que la psicología está dando muchas vueltas para llegar a la misma conclusión mucho más groseramente y sin la finura que estos conceptos teológicos tienen.
A una persona como mi abuelo, que tenía el don y la virtud de la fortaleza evidente para cualquiera, lo despacharían hoy diciendo simplemente que fue un hombre que tenía autoestima. Y hay que estar educado a la antigua para ver brillar las virtudes y los Dones del Espíritu Santo en ciertas perso
28/05/14 12:35 PM
Antonio1
La pregunta es, ¿tenemos derecho los ciudadanos a implicarnos en las decisiones públicas que nos afecten? ¿ o esto corresponde a unos pocos que escapan a nuestro control? Los fallos evidentes de las democracias actuales se curan con mas o con menos democracia? ¿Puede el cristianismo florecer en un régimen en el que no se respete la libertad de conciencia individual, se puede ser cristiano a la fuerza, cristiano obligado, o eso es un oximorón?
29/05/14 10:58 AM

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