María en la devoción del Pueblo de Dios (I)


Introducción

El título María en la devoción del Pueblo de Dios suena muy bien, pero es tan amplio que resulta imposible de dominar. ¿Cómo recoger en unos cuantos folios el inmenso despliegue de piedad y devoción del Pueblo de Dios a la Madre del Salvador? Veía posibles maneras de abordarlo pero todas me parecían excesivamente amplias, desbordantes. Por fin me decidí por presentaros una especie de radiografía de los sentimientos que los cristianos expresamos en nuestra devoción por la Madre de Dios.

La presencia de María en la vida de Jesús y en la historia de la Iglesia ha sido una “presencia silenciosa” que rodea y empapa la vida de los cristianos y de la Iglesia entera. El Nuevo Testamento habla poco de Ella, pero de una manera iluminadora. Pablo en su carta a los gálatas alude a ella por primera vez “nacido de mujer” (4,5). De esta manera Pablo expresa del mejor modo posible la verdad de la encarnación de Dios y la normalidad de la humanidad de Cristo.

Por fin me decidí a centrar mi exposición en la respuesta a estas sencillas preguntas: ¿Qué sentimientos expresan los fieles cristianos cuando invocan a la Virgen María? ¿Cuál es el dinamismo interior que mueve a los cristianos a relacionarse con la Madre del Salvador?

I. Ermitas y santuarios

Lo primero que podemos considerar como expresión de la devoción popular a la Stma. Virgen María es la profusión de Ermitas y Santuarios que los fieles cristianos dedican a la Señora en los alrededores de los pueblos y ciudades. Es sabido que las cumbres de los montes son lugares especialmente “religiosos”. En ellos el hombre de todos los tiempos ha sentido de manera especial la presencia de Dios y ha intentado acercarse a El. En la geografía cristiana las cumbres de los montes, los lugares más escondidos de los valles, los cruces de los caminos, han sido con mucha frecuencia escogidos por los fieles cristianos para levantar pequeñas ermitas dedicadas a la Madre del Redentor. Entre nosotros no hay pueblo que no tenga en las cumbres de su entorno una o varias ermitas dedicadas a la Virgen María. En muchos puntos de la vieja Europa cristiana y de América hispana existen Santuarios famosos dedicados a María.

Ermitas y Santuarios expresan algo muy profundo de la conciencia cristiana. El Dios cristiano, el Dios de Jesús, el Dios verdadero, es un Dios cercano, interesado por nosotros, un Dios encarnado, familiarmente vinculado con nosotros, “nacido de mujer”. María es el testigo de la encarnación de Dios, la garantía de la verdad de Jesús, la escalera que une el cielo y la tierra, por la que Dios bajó hasta nosotros y por la que nosotros podemos llegar con seguridad hasta el corazón de Dios.

Gracias a estos Santuarios, a las humildes ermitas de nuestros pueblos, los nombres de las cosas de nuestro mundo llegan a ser nombres de la Virgen María; y los nombres de María llegan a ser nombres familiares de las mujeres cristianas. Ntra. Señora de la Peña, del Espino, de la Encina, del Camino, del Pueyo, de la Victoria, de los Remedios, de la Soledad del Cobre, de Guadalupe, de la Cabeza. La Virgen hace santos todos los lugares de la tierra, todos los momentos de nuestra vida. Otras veces, son los misterios santos de la redención los que por mediación de la Virgen María se nos hacen cercanos y familiares, María de la Encarnación, de la Ascensión, de los Dolores, de las Angustias. Así los misterios de la salvación se hacen presentes y familiares en nuestra convivencia.

Si en la profesión de la doctrina, la afirmación de la maternidad divina de María fue el mejor recurso para afirmar la verdadera humanidad de Cristo, en la vida de los cristianos la devoción a la Virgen María es para los cristianos la mejor manera de expresar y vivir la cercanía, la filantropía y la familiaridad del Dios Creador y Salvador. María es siempre y en todas partes la “portadora de Cristo”, “morada de Dios”, “templo de la santa Trinidad”, por eso sus santuarios, sus ermitas, sus mil y mil advocaciones humanísimas, expresan esa seguridad y esa confianza del Pueblo de Dios, de los corazones cristianos de estar, en este mundo pecador, acompañados por Dios, protegidos por su amor y su fidelidad, rescatados por la encarnación del Verbo Salvador.

Esta presencia universal de la virgen María manifiesta la universalidad de la fe católica y crea vínculos de unidad y fraternidad entre los diferentes pueblos de la tierra. Así lo expresaba el Papa Benedicto XVI: “Vemos como la misma Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Madre nuestra, está presente en todos los continentes, y siempre se muestra en todas partes del mismo modo, como Madre nuestra, manifestando una especial cercanía a todos los pueblos. Esto para mí es muy hermoso. Siempre es la Madre de Dios, siempre es María, pero, por decirlo así, está “inculturada”, tiene una cara, un rostro diferente en Guadalupe, en Aparecida, en Fátima, en Lourdes, en todos los países del mundo. Se muestra como Madre precisamente haciéndose cercana a todos. De este modo todos se acercan entre sí mediante el amor a la Virgen María. Me parece importante esta unión que la Virgen crea entre los continentes, entre las culturas, al estar cerca de cada cultura específica y, al mismo tiempo, unificándolas entre sí. María muestra a la vez la variedad de las culturas y la unidad de todos en la comunión de la misma familia de Dios”.

II. Virgen llena de gracia

El ser y la función de la Virgen María en la obra de la redención y en el mundo de Dios ha sido un verdadero “descubrimiento” del Pueblo de Dios a lo largo de su vida y de su historia. Sobre una base sólida y suficiente presente en la vida de Jesús y en las fuentes de la revelación, la devoción de los fieles y de los santos ha ido explicitando el contenido de la revelación sobre el ser y la función de la Virgen María. Así ha ocurrido con el dogma de la Inmaculada Concepción y de la Asunción en cuerpo y alma al Cielo.

La meditación sobre la grandiosidad del amor de Dios sobre la humanidad y la dignidad de Jesucristo, llevó a los cristianos a percibir la plenitud de gracia y de santidad que convenía a la mujer escogido para ser madre de Cristo. En la devoción a la Virgen Inmaculada, concebida sin pecado, que tanto animó la vida religiosa y aun intelectual de los siglos XVII y XVIII, podemos percibir el reconocimiento del amor santificador y redentor de Dios, la amplitud del poder santificador de Cristo y aun las ansias de santidad de muchos cristianos insignes.

En la defensa de la concepción inmaculada y de la plena santidad de María, se manifiesta la nostalgia de una humanidad santa, amiga de Dios, nunca vencida ni profanada por el poder del Mal. Ella, junto con su Hijo Jesucristo, son el principio y la plenitud de la nueva humanidad, el Paraíso recuperado, el nuevo Adán y la nueva Eva, en la cual los hombres y mujeres humillados por el poder del Pecado, descubren la posibilidad y la esperanza de su libertad y de su redención. Siempre María ha sido Estrella de Esperanza y Causa de alegría, consoladora y auxilio de los cristianos.

“Durante nuestro viaje común por el mar de la historia necesitamos luces de esperanza, es decir, personas que reflejen la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía. ¿Y quién mejor que María puede ser para nosotros “Estrella de esperanza”? Ella con su “sí”, con la ofrenda generosa de la libertad recibida del Creador, permitió que la esperanza de la humanidad se hiciera realidad, que entrara en este mundo y en su historia. Por medio de Ella Dios se hizo carne, se convirtió en uno de nosotros, puso su tienda en medio de nosotros. Por eso, animados por una confianza filial le decimos “enséñanos María a creer, a esperar y a amar contigo, indícanos el camino que conduce a la paz, el camino hacia el Reino de Jesús. Tú, estrella de esperanza, que con amor nos esperas en la luz sin ocaso de la patria eterna, brillas sobre nosotros y guíanos en los acontecimientos de cada día, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”

Inauguración del Congreso mariano en Ponferrada
Día 24 de abril de 2009

D. Fernando Sebastián Aguilar CMF
Arzobispo emérito de Pamplona y Tudela

14 comentarios

  
Ana María
Me ha gustado mucho cómo explica lo de los santuarios y las romerías. A veces parece que sólo sean edificios y costumbres que cuidamos como "momias" o como "bienes de interés cultural". Sí, son de interés cultural, efectivamente, pero porque están vinculados a la Virgen María. Y sin la vinculación con ella, nos quedamos muy perdidos, porque Jesús en la Cruz nos la dió por madre y porque no se entiende nuestra historia, nuestra vida, nuestras mejores personas, sin la relación con la Virgen María. Muchas gracias, don Fernando, gracias a Dios que volví a encontrar su blog. Paz y bien
06/05/09 1:05 PM
  
Marco
Monseñor, sólo decirlo que siento un gran regocijo por verle de nuevo.
06/05/09 2:42 PM
  
Luis Fernando
Don Fernando, su presencia con nosotros en este nuevo proyecto es un lujo del que nunca podremos dar suficiente gracias a Dios.

Que María Inmaculada nos lleve a todos a Cristo, su Hijo y nuestro Señor, en quien encontramos la salvación.
06/05/09 5:01 PM
  
Flavia
Muchas gracias, Monseñor, por este precioso recuerdo de nuestra Madre en el comienzo de este mes a Ella dedicado. Estoy leyendo un libro de Benedicto XVI ( " María, Madre del sí " ) y encuentro esta perla en la página 128: " Para san Efrén, igual que no hay Redención sin Cristo tampoco hay Encarnación sin María ".
¡ Bendita Madre, ruega por nosotros !
06/05/09 7:02 PM
  
Pilar Macarro
Gracias, Don Fernando por estas palabras sobre María en la piedad del pueblo de Dios. El Pueblo creyente, la intuye como Madre y como compañera inseparable de Jesús y de los que le seguiimos: la Iglesia. Gracias por acercarnos en este Mes de Mayo a una reflexión bonita y real del papel de María en nuestra vida cristiana. Gracias y me alegro de seguir leyéndole. Ya sabe que "le sigo".
06/05/09 10:15 PM
  
Camino Iriarte
Monseñor, gracias por esta reflexión que nos acerca la enseñanza de la Iglesia sobre la Virgen María y, nos muestra que la teología no está separada de la vida de los cristianos, de nuestra vida en Cristo. Los "privilegios" de la Virgen María son el orgullo de quienes por la fe, esperanza y caridad, aspiramos a la santidad. Y el mundo a nuestro alrededor espera la manifestación de Dios y de los hijos de Dios. Que Ella nos conduzca a su Hijo y nos alcance la gracia de esa santificación.
07/05/09 6:49 AM
  
Carlo
Nuestro Señor Jesucristo un Dios desconocido para el rabino de Nazaret.Jesus de Nazaret el “mesias” que no vino ni vendra.Cristo un mesias griego (gentil).La cruz…primero echaron la culpa a los judios hoy a toda la humanidad pero ¿por qué no recae la culpa en el? Jesús no sabia lo que hacia.Los Evangelios son ambiguos...son dudosos.San Mateo es el unico evangelista que se toma en serio el mesianismo judio de Jesus,para "salvar a su pueblo"(Mt 1,21)...pero esto ¿realmente se ha cumplido?...surge la pregunta inquietante ¿donde estaba Jesus en Auschwitz?...¿por que no salvo a su pueblo?...¿donde estaba Maria en Auschwitz?..."auxilia Israel" MARIA ASISTE A TU PUEBLO ASESINADO.Pero Maria es una “madre” tan fria como el hielo.Jesus un “mesias” crucificado por no ser el mesias.Jesus no trajo el Reino de Dios.Jesus no trajo la resurreccion de los muertos…Jesús no cambio nada.Jesus solo nos ha dejado la sangrienta historia eclesiastica.El imperio del miedo.
07/05/09 5:15 PM
  
Flavia
Carlo, quiero expresarte mi respeto por tu sinceridad, aunque opino que te equivocas profundamente. Planteas demasiados interrogantes para una sola respuesta, y pienso que hay muchísimo sufrimiento en lo que dices. Perdóname el consejo, pero tal vez deberías empezar por pedir a Jesús que te ilumine. Luego, yo que tú haría un buen curso sobre la doctrina de la Iglesia acerca de los temas que planteas. Entre ellos, el inmenso respeto - escandaloso respeto, para algunos - que Dios tiene a la libertad humana. Y esa libertad, a lo largo de la historia, ha elegido el mal demasiadas veces. Sin embargo, los que creemos tenemos no sólo el mensaje de Jesucristo, sino el ejemplo de los santos, verdaderos luchadores contra el mal.
Por último, déjame recordarte que para nosotros el final no es la cruz, ni mucho menos, sino la resurrección. Jesús sabía muy bien lo que hacía y por qué entregaba su vida, y su Madre se fió de la Palabra de Dios, encarnado en su Hijo.
Te pido perdón de nuevo, no intento aleccionarte en nada. Si rezas alguna vez, aunque sea a tu manera, en grito angustioso, pide por mí. Yo también lo haré por ti.
07/05/09 5:33 PM
  
Mons. Sebastián
Amigo Carlo, es verdad que tu texto refleja mucho dolor, mucha decepción. Tus consideraciones responden a una mentalidad judía endurecida, o simplemente a una dolorida mentalidad atea. No lo sé. En cualquier caso tus cuestiones no afectan para nada a la verdadera doctrina cristiana.

Nosotros no echamos culpas a nadie. La muerte de Jesús, segun los datos históricos, tiene unos responsables directos y tiene también responsables más amplios, en definitiva Jesus muere a manos de quienes se dejan llevar por el poder del demonio en su lucha contra el reconocimiento y el Reinado de Dios, que Jesus vivia y anunciaba. Cómo va ser El mismo el responsable de su muerte, si El era inocentre. El sí acepto aquella muerte injusta para mantener su testimonio sobre la Verdad de Dios que los judíos ni los romanos querián aceptar.

La pregunta sobre Auschwitz, pore muy trágica que parezca, es una pregunta retórica. Antes hay que preguntar: ¿Donde estaba Dios mientras Jdesús moría en la cruz? Los cristianos sabemos la respuesta. Está en el mismo Jesús, perdonando los pecados del mundo, estaba resperando la hora de resucitar el Justo, una vez consumada su justicia en la fidelidad hasta la muerte. Y en Auschwitz, Dios estaba en las víctimas, sufriendo con ellos, consolando a quienes lo invocaban, dando fuerza heroica a muchos, esperando el dia de la resurreccion para hacer justicia, y estaba en los remordimientos de muchos torturadores.

También podemos preguntar: ¿donde esta Dios en esta sociedad consumista y atea que mata a sus hijos? Está en los inocentes sacrificados y en los corazones de quienes nos rebelamos y decimos NO. La pregunta real es ¿donde estamos nosotros, donde estoy yo, ante el sufrimiento de mis hermanos? Esa es la pregunta honesta y real. Muchos saludos El Dios siempre presente nos ilumine y nos sostenga en el camino de la verdad y del bien.
08/05/09 11:42 AM
  
Ferdustre
Amigo Carlo:

Respeto la amargura, recelo y oscuridad de tus desgraciadas palabras.

No hablas con verdad, y pretendes imponer tus ideas sin ningún argumento convincente.

Los cristianos tenemos muchos argumentos y entre ellos la Santa Escritura revelada por el Espíritu Santo de Dios. Toma y lee.

Le pido humildemente a la Santísima siempre Virgen María por ti, para que te ayude y auxilie.

Y me acordaré de ti, ante mi Dios, en la Eucaristía del Domingo.

" Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benigna mente. Amén ".


Un atento saludo.
08/05/09 8:59 PM
  
Carlo
Monseñor:
le agradezco sus "relativamente amistosas" palabras...pero usted me llamo "ateo"...sin embargo llama la atencion que yo si hable del Reino de Dios y usted no hablo del Reino de Dios.
10/05/09 8:57 PM
  
Luis López
Carlo, intentaré telegráficamente darte "razón de mi esperanza", respondiendo a los interrogantes que planteas:

1º.- Conciencia divina y mesiánica de Jesús: (Mt. 16, 16-17). "Tú eres el Hijo del Dios vivo"" Bienaventurado (...) porque eso te lo ha revelado mi Padre que está en los cielos"

2º.- Jesús, el Mesías sí vino -se encarnó- "a salvar a su pueblo de sus pecados" (MT.1,21), y vendrá a juzgarnos a todos (Mc. 13,26).

3º.- La culpa de la cruz -el sentido de la cruz- es el pecado del hombre (hecho libre) y el amor de Dios. Esa doble clave explica "la locura de la cruz". No ha habido, no hay y no habrá un hombre por el que Jesús no haya dado su vida

4º.- ¿Dónde estaba Jesús y María en Auschwitz?. Auxiliando espiritualmente a los que le invocaban, y no torciendo la libertad humana para hacer el mal. Lee Ef.6,12.

5º.-¿María una madre fría? Qué pena que no la conoces. Te recomiendo que medites sobre la "Oración de san Bernardo". No te puedes ni imaginar cuándo bien me ha hecho pedir el auxilio de María en mi vida.

6º.- Jesús sí ha traido la resureción de los muertos. Primero, abriéndonos con su resurrección las puertas del infierno, cerradas por el pecado. Y más adelante, en la nueva creación, resucitaremos con nuestros cuerpos gloriosos. Pablo lo expresa dramáticamente: "Si Cristo no ha resucitado, nuestra fe es vana " (1 Cor15,14)

7º.- En cuanto al Reino de Dios, la Iglesia es el núcleo y el germen de ese Reino, y somos los cristianos -cada uno de nosotros- los que con nuestro ejemplo de vida debemos ir poniendo poco a poco los ladrillos de ese edificio.

8º.-¿Miedo?¿Sangrienta historia eclesiástica? No me cabe la más mínima duda de que con Cristo el mundo es mejor. Y será mejor.. En el siglo XX hubo dos ideologías que expresamente excluyeron a Cristo -fascismo y comunismo-. Los resultados están ahí.

Podríamos hablar durante meses de cada uno de esos puntos. Yo sólo te digo en conclusión que desde que he re-encontrado a Cristo soy mejor persona (así me lo han dicho alguna vez quienes me conocen de cerca)y soy más feliz. La Esperanza en Cristo es lo mejor que le puede pasar a uno en la vida. Ojalá le puedas encontrar. Un abrazo.
11/05/09 12:09 PM
  
N.deM.
14 de mayo. No se admitirán comentarios que no se atengan al tema del post. Se han eliminado dos que desviaban el tema. Muchas gracias.

16 de mayo. Del mismo IP con cuatro nicks se eliminaron todos. Y los de "promoción" a otros blogs, de momento, también los quitamos. Pueden expresarse en otros lugares de la blogosfera.
14/05/09 4:33 PM
  
Conchi
Bienvenido Padre Sebastián.( Monseñor ).Pensé que estaba enfermo.
Para Carlo:intenta conocer al Hombre-Cristo y procura tranquuilizar tu espíritu.Lee a San Agustín,Santa Teresa,Francisco de Asís.¿Todos locos?.LLenos de Amor de Dios y su Misterio, en Jesús de Nazaret y María su madre y madre nuestra.Las Sagrada Escrituras no son un invento;Pienso que Monseñor te lo puede explicar mejor que yo.Rezo por tí.
16/05/09 5:37 PM

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