InfoCatólica / María Lourdes Quinn / Categoría: .... 3) S. Lucas

1.12.09

¿Cómo promover la iniciativa de jóvenes católicos?

Al oír la advertencia del Señor en el Evangelio del I domingo de Adviento: “Tened cuidado: no se os embote la mente” (Lc. 21, 34), el Bto. Carlos de Foucauld (1858-1916) quizás recordaría su adolescencia:

A los 17 años era todo egoísmo, todo deseo de mal, estaba como enloquecido. Jamás creo haber estado en tan lamentable estado espiritual. Vivía como se puede vivir cuando se ha extinguido la última chispa de la fe.”

Sin embargo, también le pedía al Señor: “Dios mío, si existes, házmelo saber.”

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18.10.09

¿Cuál de estos iconos de la Ssma. Virgen María pintó S. Lucas?

En este Domund, Domingo de Misión, recordamos que el Señor requiere de sus discípulos que sigamos su ejemplo y que vayamos por todo el mundo predicando el Evangelio. S. Francisco de Asís solía decir que hacía falta predicar, y si fuera necesario usar palabras. Hay muchos fieles generosos que han entregado sus vidas al Señor para llevar a cabo esa misión de una forma concreta y visible para los que les ven por todo el mundo y corresponde a los demás apoyarles de toda forma posible.

En el Evangelio del XXVIII Domingo de Tiempo Ordinario, el Señor explica que Él “no vino para ser servido sino para servir y dar su vida” (Mc. 10, 45). San Lucas o Lucanus (s. I), médico de profesión (Col. 4, 14), lo practicó sirviendo como fiel discípulo a S. Pablo [que llegó a escribir: “sólo Lucas queda conmigo” (2 Tim. 4, 7-11)]. Además, no sólo predicó como misionero y escribió el Evangelio y los Hechos de los Apóstoles, sino que finalmente dió su vida por Cristo colgado de un árbol, según una tradición.

También existe la bella y antigua tradición de que este Patrono de pintores (y de médicos, entre otras profesiones) pintó a la Ssma. Virgen María en persona o en una visión mientras ella le contaba sobre su Hijo Jesús. Por lo tanto, hay bastantes cuadros de Ntra. Señora que se han atribuído a este santo evangelista en algún momento, que se dice llevaron diferentes predicadores por todo el mundo para apoyar la evangelización de diferentes países.

¿Reconoce los siguientes iconos? [Solución al final del post] ¿Cuál pintó S. Lucas?

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14.09.09

¿Cómo reza la Señal de la Cruz?

Según el “Manual de Indulgencias 1986 de la Penitenciaría Apostólica”: “Se concede indulgencia parcial al fiel cristiano que haga la señal de la cruz diciendo las palabras de costumbre: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.” (55) Claro que para ganar cualquier indulgencia, uno debe estar en gracia con Dios, pero además, teniendo la intención de ganar la indulgencia, se supone que uno haría la Señal de la Cruz con devoción y no apresuradamente.

En estos tiempos modernos de prisa y de distracciones, llama la atención que Sta. Bernadette, la vidente de Lourdes, dijera que no podía hacer la Señal de la Cruz cuando empezaba a rezar el Rosario ante la Ssma. Virgen María hasta que ella comenzara a hacerlo de una forma muy devota y muy despacio.

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2.05.09

Sin rendirse ante presiones

En el Evangelio del III Domingo de Pascua oímos que Jesús: “les abrió el entendimiento” (Lc. 24, 45) a los apóstoles cuando se les apareció tras Su Resurrección. Aún así, no fue hasta la venida del Espíritu Santo que los apóstoles confesaron su fe sin temor.

San Atanasio (297-373) nació en Alejandría, Egipto, que en su tiempo fue lugar de orígen de la herejía arriana (que equivocadamente pensaba que Jesucristo no era Dios por naturaleza). S. Atanasio templó su fe católica viviendo una temporada en el desierto, donde fue discípulo de S. Antonio Abad (cuya biografía escribió). Huyendo de la fama del mundo, la encontró al no poder esconder su caridad. Ésta le llevaba a hacer todo lo posible para salvar almas. Por combatir la herejía arriana tuvo que huir 5 veces de su sede episcopal, donde finalmente terminó sus días en paz.

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29.04.09

Los confesores en tiempo de persecución

La palabra “confesor” deriva del Latin “confiteri”, confesar, profesar, y fue por primera vez por los cristianos. Éstos lo reservaban como un título de honor para los que habían padecido algún castigo en tiempos de persecución por confesar en público su fe en Cristo. S. Cipriano explica que el confesor debería permanecer fiel hasta el fin para merecerse ese título: “Ese confesor, en verdad, es ilustre y verdadero de quien la Iglesia no se avergüenza después, sino que alarde de él.”

Los Mártires de Lyon (177), según el acta de su martirio, no permitían que nadie les llamara “mártires” ("testigos") en vida:

“Tal título de mártir sólo se lo daban a Cristo, testigo verdadero y fiel, primogénito de los muertos y principio y autor de la vida divina. También concedían este título a aquellos que habían muerto en la confesión de la fe. ‘Ellos ya son mártires, decían, porque Cristo ha recibido su confesión y la ha sellado como con su anillo. Nosotros sólo somos pobres y humildes confesores’.”

Esto dice Cristo Resucitado de sí mismo a los apóstoles en el evangelio del III Domingo de Pascua: “Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos...” (Lc. 24, 47) Los “confesores” entre los primeros cristianos imitaron al Señor en sus sufrimientos para así cumplir con el mandato de predicar la conversión y el perdón de los pecados. Hay una fuerte relación entre esos “confesores” y no sólo la conversión de los que admiraban su fe, sino también el perdón de los pecados de los apóstatas.

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