Sentir e inteligir
Al hablar del conocimiento por amor, Santo Tomás de Aquino explora una vía, que podríamos llamar existencial, de aproximación al misterio de Dios; un itinerario fecundo, tanto para la teología como para la filosofía . Una vía que se muestra atenta a todas las dimensiones del ser personal que conoce en su concreción real y viviente; situacional .
No sólo la fe sobrenatural, sino el mismo conocimiento natural de Dios está, de algún modo, sostenido por la gracia y no se reduce a un conocimiento meramente “neutral”, puramente “nocional”, sino que se trata de un conocimiento vinculado a la entrega, al homenaje del entendimiento y de la voluntad , en una dirección que guarda semejanza con el acto de fe; con un asentimiento no predominantemente teórico, sino hondamente personal.