2.05.10

Mayo en el blog: Más que Tú sólo Dios

Debemos esta nueva aportación a Flavia. La memoria de un viaje a Tierra Santa se une a la contemplación del misterio de la Anunciación y a la aplicación a la propia vida de un consejo de María: “Haced lo que Él os diga".

MÁS QUE TÚ SÓLO DIOS, SÓLO DIOS

Suave y luminosa mañana en Nazaret, muy temprano, a finales de aquel mes de abril durante mi primera visita a Tierra Santa. Lo primero que hacemos, nada más bajar del autocar, es cantar el Magníficat, mientras nos dirigimos a la Basílica y nos invaden sentimientos de veneración profunda y acción de gracias. No hablamos mucho, no podemos, aquí el silencio sobrecogido adquiere carta de naturaleza, pero es un silencio muy gozoso, esperando que la Madre nos reciba, porque sabemos que Ella nos espera. Veo la conmoción en el rostro de algunas personas del grupo, y recuerdo una frase del Cardenal Ratzinger: “La figura de María ha conmovido el corazón de la gente[…] La mariología hace latir el corazón de la cristiandad”.

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1.05.10

Mayo en el blog: Apenas nada

Para los lectores habituales de “La Puerta de Damasco” no es una novedad saber que, entre los comentaristas, contamos con un excelente poeta. Eduardo nos envía, como contribución a “Mayo en el blog”, un poema, “Apenas nada”, en el que la búsqueda se encuentra, por así decirlo, con el hallazgo. La figura de María atrae al poeta y la búsqueda se convierte en contemplación, entrega y súplica: “Déjame estar con Él, déjame, llena de gracia”.

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Señal importante, diferencia esencial

Homilía para el V Domingo de Pascua (Ciclo C)

El evangelio del cuarto domingo de Pascua nos introduce en el coloquio de Jesús con los suyos en la última cena. El Señor apunta a lo esencial: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros” (Jn 13,34-35).

Dios es quien hace “nuevas” todas las cosas (cf Ap 21,5), quien hará bajar del cielo a la humanidad renovada, a la nueva Jerusalén, cuando ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor. Y mientras aguardamos la instauración plena del Reino de Dios, el Señor nos propone vivir en conformidad con esta novedad que Él ha inaugurado y que Él llevará a la plenitud.

Dios es el modelo y la medida del amor. Vivir el mandamiento “nuevo” significa, ante todo, acoger el amor del Padre al Hijo, que se derrama en nuestros corazones por el Espíritu Santo. Dios nos ha amado primero (cf Jn 4,10) y, en consecuencia, “no nos impone un sentimiento que no podamos suscitar en nosotros mismos. Él nos ama y nos hace ver y experimentar su amor, y de este ‘antes’ de Dios puede nacer también en nosotros el amor como respuesta” (Benedicto XVI, Deus caritas est, 17).

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30.04.10

Mayo en el blog: Una historia de conversión

Debemos esta primera aportación a la serie “Mayo en el blog” a Ángel, que relata, dando voz a su protagonista, una historia real, un testimonio, de conversión y de vocación.

María, Auxiliadora de los cristianos
(escrito por Ángel)

Es una sencilla historia, personal y familiar, de los caminos que usa el Señor para el bien de las almas. Doy gracias a Dios porque escuchó los ruegos que una madre hizo a la Madre y dos madres rogando por una hija tienen tanto poder que es imposible no atender sus ruegos.

Fue un 24 de Mayo, estaba terminando la procesión que por la calle se hace con la imagen de María Auxiliadora, las puertas centrales del templo se abren, la imagen vuelve a su casa, y mi esposa mirando a la Virgen, le vuelve a suplicar: “Madre mía, no abandones a tu hija, un día la consagramos a ti, en este mismo Santuario, luego se alejó de ti y de nosotros; que vuelva al Señor”.

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27.04.10

Mes de María

He estado repasando esta tarde unos números del “Directorio sobre la piedad popular y la Liturgia” - publicado en 2002 por la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los sacramentos - que versan sobre los “meses de María” (n. 190 y 191).

Por lo yo pueda entender, este documento resulta muy interesante y ponderado. En el tema que nos ocupa, los “meses de María”, afirma, en primer lugar, que se trata de una práctica extendida en varias iglesias tanto de Oriente como de Occidente. Y es un dato que, en parte, desconozco. Sé que en Occidente existe, por ejemplo, la práctica del mes de Mayo. Parece que fue el rey Alfonso X el Sabio quien en sus “Cantigas” – escritas en gallego – asoció Mayo a María, en una feliz iniciativa que, con el tiempo, alcanzó una gran extensión.

La devoción a Nuestra Señora entre los cristianos orientales es muy grande, pero desconocía que tuviesen “meses de María”. En realidad, desconozco muchas cosas de las iglesias de Oriente, que profesan la misma fe que nosotros – al menos las iglesias católicas - , y “casi” la misma fe las no católicas - . Con los cristianos que pertenecen a las comunidades surgidas de la Reforma protestante tenemos en común, sin duda, menos aspectos de la fe, pero el “humus” cultural es más similar al nuestro.

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