Catequesis sobre san Pablo
El Papa ha comenzado, el pasado miércoles, en la Audiencia, una serie de catequesis dedicada al Apóstol san Pablo. La cátedra teológica de Joseph Ratzinger, tan brillantemente representada en sus escritos como profesor, se ha trocado, por providencia divina, en cátedra magisterial; en cátedra petrina.
Cada cual aporta al pontificado, al oficio de Papa, la riqueza de la propia personalidad. Joseph Ratzinger hace que Benedicto XVI sea un verdadero maestro, que tiene muchas cosas que enseñar y a quien resulta siempre grato escuchar y leer.
En la Audiencia, ha presentado el ambiente religioso y cultural de san Pablo, ambiente que tiene semejanzas con el que vivimos hoy. El Papa espera que “no sólo que le dediquemos [al Apóstol] un lugar particular en nuestra veneración, sino también que nos esforcemos por comprender lo que nos puede decir también a nosotros, cristianos de hoy”.
Tres dimensiones, tres mundos, convergen en la figura de san Pablo: el del judaísmo de la diáspora, la cultura helenista, y la estructura político-administrativa del Imperio Romano.