Obama y la reserva escatológica
El teólogo alemán Metz ha popularizado la expresión “reserva escatológica” para aludir a la relación dialéctica que existe entre las promesas de Dios y la realidad histórica. Toda realización intramundana es provisional; ningún logro político, social o económico es, sin más, “el Reino de Dios”.
Viene a mi mente el nombre de Metz a propósito del nuevo presidente de los EEUU, saludado por tantos como una especie de “mesías” que vendría a instaurar una nueva era; la era de la paz y del respeto a la justicia. Yo le deseo al presidente de los EEUU lo mejor. No sólo por él y por su pueblo, sino por el bien de todo el mundo.
Pero Obama no es el mesías. Se impone, como siempre, la reserva escatológica. Con pena leo que una de sus primeras medidas ha consistido en levantar el veto a la financiación de los grupos promotores del aborto.
El aborto es, siempre, un mal; es, siempre, una injusticia. Defenderlo, ampararlo, promoverlo es defender, amparar y promover el mal. Triste comienzo para un mandatario de cuyas decisiones depende tanto para tanta gente.