Mayo en el blog: Curioso ser María
Aparentes “paradojas” pueden servirnos para profundizar en la singularidad de María: “Tan pasiva a la gracia, tan silenciosa y tranquila, como dotada del poder sacerdotal de hacer descender al propio Dios hasta su seno con un simple Fiat, más poderoso que el que originó el Universo". Ofrecemos, como colaboración a “Mayo en el blog", este original texto de Luis.
Curioso ser María. Hija del hombre, madre de Dios.
Es la esclava que proclama su propia grandeza, la profeta que anuncia que la verán feliz y santa todas las generaciones. Es la grandeza que se mira con la mirada de la Trinidad, y que puede ver a la Trinidad en su seno haciendo una Obra más grande que los Universos.
Tan pasiva a la gracia, tan silenciosa y tranquila, como dotada del poder sacerdotal de hacer descender al propio Dios hasta su seno con un simple Fiat, más poderoso que el que originó el Universo. Con el mismo “hagan” nuevamente mutará el agua en vino. Y será el Fiat que repetirá al ofrecer a su Hijo en la Cruz al Padre, uniendo su propio corazón al corazón traspasado, de modo tal que es difícil discernir, en el orden de la gracia, cuál corazón es cuál, en cuál hay mayor gracia, si es la misma gracia y la misma misericordia. Y si la culpa de la primera Eva fue feliz, el Fiat de la segunda es ciertamente necesario para la Redención del mundo.

Para los que van a ser sacerdotes, el Diaconado no es el “paso final”, ya que queda aún el Presbiterado. Pero psicológicamente, sí lo es. Es verdad que existen “órdenes menores”, ahora llamadas “ministerios”, y que el camino hacia el presbiterado está pedagógicamente jalonado por pasos sucesivos: el Rito de Admisión, el Lectorado y el Acolitado, todo ello antes del Diaconado.
En esta serie de “Mayo en el blog” presentamos ahora un interesante texto que, dentro del género testimonial, combina los recuerdos autobiográficos con el descubrimiento y la profundización en el sentido de una oración mariana: el Rosario. Realmente, como han dicho los Papas, el Rosario es un resumen del Evangelio. Agradecemos a William (Marcos en el blog) esta aportación, no exenta de humor.
Homilía. Solemnidad de la Ascensión (Ciclo C)






