InfoCatólica / La Puerta de Damasco / Archivos para: Abril 2020

2.04.20

Presupuestos parroquiales “en el aire”

Lo ha dicho Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española: La situación de confinamiento y la suspensión del culto público está afectando a las parroquias españolas «como le está afectando a cualquier entidad no lucrativa o a cualquier empresa, que de repente ha visto interrumpida su actividad y disminuidos sus ingresos, pero no así los gastos».

A los párrocos no hace falta que nos lo diga - “que no te la cuenten”, dice un blog muy interesante de este portal - . Sabemos de sobra que es así, que nos enfrentamos a un problema grave. Y es grave no solo circunstancialmente, sino que lo es estructuralmente.

Una limosna en la Misa dominical, una aportación ocasional, no proporciona ninguna estabilidad. Son necesarias suscripciones periódicas: «vamos a seguir llamando a la corresponsabilidad con el sostenimiento de la Iglesia a través de las suscripciones periódicas», afirma el vicesecretario de Asuntos Económicos de la CEE.

Y añade: Estos donativos periódicos se pueden realizar de manera mensual, trimestral o anual, «y son una buena manera de colaborar con tu iglesia para que pueda seguir haciendo el bien y desarrollar toda su labor pastoral y de acompañamiento. Debemos pensar qué parte de nuestra renta dedicamos a cualquier gasto, a una plataforma audiovisual o musical, y qué parte destinamos a nuestra parroquia».

Es algo evidente. Muchos podrán pensar que resulta obsceno, en esta situación dramática, abordar este tema. Yo creo que no lo es en absoluto. Las parroquias son como las “fuentes”. Si mana el agua, llega a muchos. Si el manantial se ciega, no puede servir de ayuda a nadie.

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1.04.20

La iconografía de san Roque: El pan, el perro, el ángel

La iconografía de San Roque, el conjunto de sus representaciones plásticas, es muy rica. Aparece en las pinturas o en las esculturas como un joven peregrino, con una pierna descubierta que muestra una llaga. A su lado, un perro con un pan en la boca. Muchas veces se lo representa también en la compañía de un ángel.

El pan es el alimento; la subsistencia. Una de las peticiones del Padrenuestro es la del pan: “danos hoy nuestro pan de cada día”, el alimento cotidiano. A San Roque, por la providencia divina, no le faltó ese sustento, que seguramente él también proporcionó a tantos enfermos a lo largo de su vida. Pedir el pan nos compromete a estar dispuestos a compartirlo con los demás, especialmente con aquellos que más lo necesitan.

Los primeros cristianos referían este “pan de cada día” a lo que llamaban el pan “superesencial”, es decir, el pan eucarístico, necesario para alimentar la vida cristiana. Debemos experimentar el hambre de la Eucaristía y repetir muchas veces, agrandando el deseo, la comunión espiritual. “Yo quisiera, Señor, recibiros con aquella pureza, humildad y devoción con que os recibió vuestra santísima Madre; con el espíritu y fervor de los santos”.

El perro, un animal doméstico que cumplió un papel muy relevante en la vida de san Roque. Cuando el santo se contagió de la peste, se retiró a un bosque aislado para no contagiar a otros. Y fue allí, en ese bosque, donde lo encontró el perro. Cada día, cuentan, cogía un pan de la mesa de sus amos y se lo llevaba a san Roque. Este hecho llamó la atención de su dueño, quien siguiendo los pasos del perro encontró al santo enfermo y lo llevó a su casa para ser atendido y curado.

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