Iglesia perseguida (escrito por Koko)
Las lecturas de este domingo nos ofrecen varios temas de interés como pueden ser entre otros el final de los tiempos o la necesidad de trabajar.
En general parece que todas las lecturas están escritas en un sentido apocalíptico, como si fuese a acabar el mundo de una forma desastrosa. Pero en realidad, el Señor nos invita a no tener miedo y a vivir con esperanza la fe en medio de las dificultades y adversidades que encontraremos por el camino. Jesús no predice tanto una destrucción, sino más bien habla de una renovación, porque en un futuro surgirán un cielo y una tierra nuevos donde predominará totalmente la bondad, la paz y la justicia.
Incluso el Evangelio nos dice que seremos perseguidos. Esto de la persecución en tiempos de los primeros mártires se entendía en un contexto de odio hacia el cristianismo naciente, pero podemos plantearnos varias preguntas: ¿Cómo somos perseguidos los cristianos en la actualidad?, ¿es que acaso todavía la Iglesia es perseguida?
Lo cierto es que también hoy la Iglesia sufre persecución aunque sea de otra manera.
Cuentan que una vez en una audiencia dada a un colegio romano, preguntó el Papa San Pío X a un seminarista: ¿Cuántas y cuáles son las notas que distinguen a la verdadera Iglesia de Cristo?
- Cuatro, padre santo: es una, santa, católica y apostólica.
- ¿No tiene más que cuatro? – respondió el Papa.
- Y romana, añadió el seminarista.
Justo dijo el Papa, pero ¿cuál es la nota más evidente? Todos callaron. Pues bien, voy a decíroslo “perseguida”. Porque se lee en el Evangelio: “Me persiguieron a Mí y os perseguirán a vosotros”. La persecución es para los católicos el pan nuestro de cada día. Esta es la señal de que somos verdaderos discípulos de Cristo. La Iglesia es perseguida, pero nunca estará desprotegida, ya que Jesucristo dijo: “Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo”.