Colaborar en Religión en Libertad
Religión en Libertad es un espacio habitable. Y encontrar un espacio habitable, en medio de tantos páramos y de tantas junglas, constituye ya de por sí un privilegio. Para un sacerdote, el ofrecimiento de escribir en un portal de notable difusión es una invitación que no puede ser desatendida. Claro que no basta con una invitación, ni con escribir por escribir, ya que se requiere, pienso yo, que haya una cierta coherencia entre aquello que se escribe y el medio en el que se difunde lo escrito. Y también, si la vocación de escritura ha de tener cierta continuidad en el tiempo, se agradece un mínimo de confortabilidad. Podemos pasar una noche a la intemperie, pero resulta mucho más crudo pasar un invierno entero.
A mí me ayuda escribir en este portal. Me ayuda, en primer lugar, a preparar con mayor esfuerzo y atención la homilía de cada domingo. Un quehacer apasionante, pero a la vez arduo. Predicar no es fácil. De ahí que no se pueda ahorrar trabajo para intentar hacerlo bien. Leyendo, meditando, orando y - ¿por qué no? – tratando de exponer por escrito el esquema de lo que se va a decir. El post de mi blog al que le dedico más tiempo es, sin duda, el que se corresponde con la homilía de cada domingo. En esta tarea sigo una máxima newmaniana: “Si me convence a mí, puede convencer a otros”. Es decir, trato de reflejar en el texto algo que a mí me resulte de interés, con la esperanza de que pueda también ayudar a otros – a mi parroquia real y a mi parroquia virtual-.