Gracia y libertad: Visión de conjunto (II)
(viene del “post” anterior)
Por todo ello, entendemos con el tomismo que en la distinción entre dos tipos de Voluntad salvífica en Dios, la antecedente condicional y la consecuente absoluta, hay que poner el cumplimiento o no de la condición de la primera, en última instancia, en la misma Voluntad divina consecuente, y no, en última instancia, en la libertad de la creatura.
Es decir, Dios quiere con Voluntad antecedente que todos los hombres se salven, si ellos libremente eligen el camino del bien, pero que lo elijan en vez de no elegirlo, y perseveren en ello hasta el fin, depende de que Dios, con Voluntad consecuente, los haya elegido previamente para la gloria.