Convertidos

Últimamente he estado viendo vídeos de convertidos al catolicismo y he caído en la cuenta de que hay todo un movimiento, sobre todo entre la juventud, de conversiones al catolicismo en países protestantes como Inglaterra y EE.UU.
Para quienes hemos estado absortos en los últimos años en las discusiones internas de la Iglesia Católica y en el drama de la herejía modernista tan empoderada incluso en puestos de alta autoridad en la Iglesia, esto es una especie de “shock”, pero del tipo agradable y bienvenido.



En la fiesta de Santo Tomás de Aquino queremos homenajear al Aquinate recordando parte de su enseñanza sobre la justificación, que es el punto central que separa al catolicismo del protestantismo. Lutero sostuvo una doctrina de la justificación según la cual ésta no implica ninguna cooperación del libre albedrío humano, y no implica tampoco ninguna transformación interior del hombre. Para Lutero, la justificación consiste solamente en que Dios no nos imputa nuestro pecado, es una justificación legal, forense; como si dijésemos, una mera declaración por parte de Dios.
En noticia reciente se informa que la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas asume la doctrina católica de la justificación, y se explica que lo que estas Iglesias han abrazado es el consenso ecuménico alcanzado entre católicos y luteranos sobre la doctrina de la Justificación, firmado en Octubre de 1999.