Padre de monjes
San Fructuoso de Astorga o de Braga
Es la principal figura del monacato visigodo. Nació a finales del siglo VI en una familia de la nobleza goda que tenían grandes posesiones en la comarca de El Bierzo. Al quedar huérfano en su juventud, ingresó en la escuela episcopal de Palencia, bajo la protección del obispo Conancio. Junto a este gran prelado, recibió una sólida formación en la Sagrada Escritura y en música, preparándose para la vida clerical.
Terminada su formación, la vocación a una vida de total entrega a Dios en la oración y la penitencia hizo que Fructuoso marchara a vivir en una cueva del valle de Compludo, cerca de Astorga. Muchos penitentes, atraídos por su fama de santidad, se le fueron uniendo, y así se fundó el primero de sus monasterios. Escribió para ellos una regla con el fin de inculcar en sus monjes el mismo fervor que le movía a él.