Caritas Christi urget nos!


Caritas Christi urget nos! (2Co.5:14)

Los “Barómetros” del Centro de Investigaciones Sociológicas (C.I.S.) se realizan a partir de muestreos estratificados de ámbito nacional con un tamaño de 2.500 entrevistas sobre universos de población española mayor de edad.

Esos muestreos seleccionan los municipios y las secciones de los municipios de forma aleatoria y proporcional (estratificada) según la frecuencia de su tamaño: hasta dos, diez, cincuenta, cien, cuatrocientos mil, un millón o más de un millón de habitantes. Y seleccionan los individuos según cuotas de sexo y edad, formadas a partir de la pirámide de población, siguiendo rutas de encuestado aleatorias.

El “Barómetro” de Enero de 2008 realizó 2.482 entrevistas domiciliarias en 234 municipios de 47 provincias entre el 9 y el 19 de enero de 2009.

En él aparecen algunos datos interesantes.

A pesar de que el 77,4% de todos los encuestados dice creerse católico, solo el 14,0% de ellos dice cumplir el precepto dominical. Y de entre aquellos que dicen cumplir el precepto dominical, sólo el 13,2% dicen ser de izquierdas o de centro izquierda.

A pesar de que el 91,5% de los votantes del PP dice creerse católico, sólo el 22,0% de ellos dice cumplir el precepto dominical. A pesar de que el 81,8% de los votantes de CiU dice creerse católico, sólo el 15,8% de ellos dice cumplir el precepto dominical. A pesar de que el 75,6% de los votantes del PSOE dice creerse católico, sólo el 10,2% de ellos dice cumplir el precepto dominical. A pesar de que el 48,9%, de los votantes de IU-ICV dice creerse católico, ninguno de ellos dice cumplir el precepto dominical.

De entre los que cumplen el precepto dominical, sólo el 10,2% dice votar a un partido de izquierdas: el PSOE. Ningún votante de IU-ICV dice cumplir el precepto dominical.

A la luz de esos datos nos encontramos con algunos hechos un tanto chocantes.

El 91,5% de los votantes del PP dicen ser católicos. El 22,0% de esos votantes dicen cumplir con el precepto dominical. Sin embargo, ni ese 91,5%, ni ese 22,0% de votantes del PP parecen especialmente interesados en cuestiones morales tales como la laxitud legal ante el fraude de ley que supone la práctica generalizada del aborto, la adopción por parte de parejas homosexuales, la obligatoriedad y los contenidos de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, y la falta de libertad para la elección de centro escolar.

Si tuvieran ese interés, el PP seguramente lo habría “notado”.

La mayoría de los centros concertados de la FERE-CECA y EyG, y las editoriales con ellos relacionadas, sostienen una cosmovisión que no está, digamos, relacionada con la Misión Redentora de Cristo. Sin embargo, sólo el 13,2% de las personas que dicen cumplir con el precepto dominical afirman ser de izquierdas o de centro izquierda.

La mayoría de los centros de la FERE-CECA y EyG imparten las clases de EpC usando los libros de esas editoriales, con los contenidos conocidos por todos. El caso emblemático es el libro de don José Antonio Marina Torres publicado en la editorial católica SM, antes Santa María. Porque la editorial SM, a día de hoy, oficialmente, sigue siendo una editorial católica.

Toda esta confusión necesita una pastoral adecuada. Y esa pastoral pasa, ineludiblemente, por la claridad en las enseñanzas doctrinales, teológicas, conceptuales y morales de nuestros pastores. Es importantísimo ser católico. Pero no lo es menos saber que se ha dejado de serlo. O que se está en Pecado Mortal.

Pero si ni siquiera eso tenemos claro ¿Cómo vamos a ser capaces de orientar rectamente el sentido de nuestro voto? ¿Cómo vamos a ser capaces de exigir a los partidos que votamos que cumplan con la Ley Natural?

Algún pastor piadoso dirá que hay que rezar. Y es cierto. Pero no sólo eso es cierto. También hay que darle al César lo que es del César (Mt.22:21). Pero para saber cómo hacerlo rectamente, hace falta formación de calidad. Y para que haya una formación de calidad, ha de existir una pastoral orientada a conseguirla. Una pastoral estructurada y coordinada.

Una pastoral que debiera empezar con los seminarios. Seguir por los institutos de teología. Continuar con los centros católicos confesionales privados y concertados. Y terminar por las clases de religión en los colegios y en las catequesis parroquiales.


NOTA:

Los datos están a disposición de quien desee comprobarlos:

1.- Datos técnicos del “Barómetro” de Enero de 2009 del C.I.S.
2.- Preguntas 19, 20, 20a, 20aa, 25 y 25a.
3.- Cruce de datos de la pregunta 19 con las preguntas 25 y 25a.
4.- Cruce de datos de la pregunta 20aa con las preguntas 25 y 25a.

4 comentarios

  
Luis R.
Todo muy claro y diafano. En completo acuerdo. Gracias
08/03/09 10:09 AM
  
Cavalier
Los “fieles” como usted, van contribuyendo, poco a poco, al necesario proceso de renovación de la Iglesia… Sus acertados comentarios, y significativos conocimientos, hacen reflexionar… Regularmente lo leo, aunque no dejo comentarios… En esta oportunidad, lo hago para agradecerle que comparta sus inquietudes en su "blog", y en "comentarios" en otros… Siga siempre adelante, con la confianza en su labor evangélica que muchos aprovechan calladamente… Cuente con mis oraciones… Saludos
08/03/09 1:12 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
_Luis R._
_Cavalier_


Les agradezco mucho sus comentarios.

Después de escribir un post siempre tengo la sensación de haberlo embarullado todo. Por eso aprecio tanto sus comentarios.

Los efectos del Pecado Original provocan que la mente tienda al error y que el corazón tienda al pecado. Y en cada examen de conciencia no puedo sino recordar los versos de Jorge Luis Borges:

La moneda cayó en mi hueca mano.
No pude soportarla, aunque era leve,
Y la dejé caer. Todo fue en vano.
El otro dijo: Aún faltan veintinueve.


Del poema "Unas monedas", del libro "La Moneda de Hierro" (1976). La "Moneda de Hierro" es el peaje de nuestras vidas paso del tiempo.


Cuando se comentan los aspectos negativos de una situación, esos efectos del Pecado Original se hacen especialmente presentes en los prejuicios y en la subjetividad de los juicios, y en el desabrimiento en la forma de expresarlos.

Por miedo a esos prejuicios y a ese desabrimiento, a veces, se tiende a caer en el extremo opuesto, en el de "todo está más o menos bien", el de "claro que hemos de mejorar con la ayuda de Dios, pero seguro que ya estamos en el buen camino". Por desgracia, ese pensamiento positivo (wishful thinking) no siempre está relacionado con la verdad.

Nuestros pastores, muchas, demasiadas veces -algunza vez por su culpa pero, muchísimas más, a pesar de sus innumerables virtudes- están solos. Y esa soledad, acompañada de la miríada de pequeños y grandes deberes con los que diariamente se ven abrumados, no siempre les permite tener una visión pastoral dotada de la suficiente perspectiva.

Por eso creo que es misión de los demás dar nuestra opinión. No cualquier opinión, sino la que creamos más necesaria por ser más verdadera. Aunque eso suponga que algunos nos miren como se mira a unos traidores.

Javier Calderón, Teniente General en la Reserva, exdirector de la Academia General Militar y del Centro Superior de Información de la Defensa (Ce.S.I.D.), ahora Centro Nacional de Inteligencia (C.N.I.), tenía enmarcado y colgado en su despacho un poema de Jorge Luis Borges:

En la pública luz de las batallas
otros dan su vida a la patria
y los recuerda el mármol.
Yo he errado oscuro por ciudades que odio.
Le di otras cosas.
Abjuré de mi honor,
traicioné a quienes me creyeron su amigo,
compré conciencias,
abominé del nombre de la patria,
me resigné a la infamia.


"El espía", del libro "La cifra" (1981).


Como dice Fernando Reyes, sacerdote sevillano que celebra el rito extraordinario: "Es una pena que la obsesión de los obispos sea que se rellene la casilla de Hacienda; ojalá que tuvieran tanto interés en otros temas esenciales."

http://www.religionenlibertad.com/noticias/y-misa-espanol-durante-mil-quinientos-anos-ha-hecho-latin
09/03/09 4:16 PM
  
GN
Me parece muy interesante lo que comentas, aunque hay algunas cosas que me plantean dudas. Por ejemplo, es imposible dejar de ser catolico y no enterarse, entre otras cosas porque aunque uno fuera objeto de una excomunion automatica (como ocurre por ejemplo en el caso del aborto), la propia falta de conocimiento sobre esta excomunion "latae sententiae" y la ignorancia de la gravedad del pecado cometido exoneran al pecador de la culpa (o de parte de ella). Tambien, aunque uno este en pecado mortal, sigue siendo catolico, aunque carezca de la Gracia de Dios. Por ultimo, aunque la posicion del magisterio de la Iglesia es bastante clara con respecto a lo que es materia venial o grave, al final es Dios el unico y definitivo juez, y solo El conoce los corazones de sus hijos. Espero que no parezca que estoy relativizando la realidad del pecado. Simplemente digo que a nosotros no nos ha sido dado el juzgar la gravedad de los pecados de los demas. Bastante tenemos con ocuparnos de las vigas de nuestros propios ojos...
14/03/09 4:32 AM

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