Mal por el jurado de los premios ¡Bravo!
“And the ¡Bravo! goes to…” Mientras leía los nombres de los galardonados con el premio ¡Bravo! 2008 que otorga la Conferencia Episcopal, brindaba en mi interior - con la mente- un cálido aplauso a los afortunados. Tan caluroso resonaba en mi cráneo, como sí se tratase del mismísimo auditorio de Los Ángeles en plena gala de entrega de los Oscar. Pero las entusiasmadas palmadas perdieron intensidad cuando llegó la mención del premio ¡Bravo! de Cine, que fue para Karma Films. No tenía ni idea de lo que era (perdón sí soy un inculto del celuloide). Hay que reconocer que el nombre sonaba un poco a hindú, así que lleno de curiosidad, lo puse en el buscador.
La página web de la distribuidora de cine, presentaba un catálogo de películas que quizás podría calificarse como variado, pero raramente como católico, y dificilmente considerable al servicio de los valores evangélicos (que es el criterio por el que en teoría se otorgan estos premios)

El día de hoy “Domingo Mundial de las Misiones” se nos presenta como una paradoja ante el futuro - que ya roza lo presente- donde los países occidentales, vamos a pasar por el cambio necesario de ser misioneros a misionados. Además misionados por los mismos a los que años atrás hemos llevado la Fe, y que ahora en Hispanoamérica, e incluso en África, fructifican con muchas más vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio que en occidente.
Una de las primeras actividades que se nos ha planteado en la universidad, es realizar en clase un debate sobre la prostitución. Con la especial peculiaridad de no defender la posición en la que realmente creamos, sino que nos hemos situado en una postura u otra de forma aleatoria, según el sector del aula en el que estemos sentados. Así que me ha tocado defender la prostitución, y preparar unos argumentos para introducir el debate. 




