22.01.16

Soldados ancianos

Hay dos cosas por las que me entusiasma la ciencia ficción. La primera es que al ser todo necesariamente imaginario, casi todo vale y puedes admitir que ocurra cualquier cosa. Es cierto que se pide cierta coherencia interna al relato y que una sucesión de cosas absurdas es difícilmente una novela de éxito, pero el margen de maniobra para el autor es mucho mayor que en una novela sobre la edad media, por poner un ejemplo. La segunda razón es que se da la oportunidad a que surjan ideas o situaciones que van más allá de lo cotidiano y tiene el autor posibilidades de tratar temas psicológicos, filosóficos, metafísicos, religiosos o políticos.


Leer más... »

6.01.16

2015 el año del Sínodo

La XIV Asamblea General Ordinaria del sínodo de obispos (que fuera precedida a finales de 2014 de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos) ha resultado el hecho más relevante del año que se ha finalizado en lo que a la Iglesia respecta. Seguimos esperando (con cierta ansiedad, algunos) la exhortación apóstolica del Papa que el cardenal Parolín aseguró que se escribirá, y que podrá ir en la línea de los padres sinodales… o no. 

Se ha escrito mucho acerca del evento, sobre todo antes y durante su celebración. La prensa generalista y parte de la especializada ha querido tomar un posicionamiento claro en la línea de lo que se ha supuesto que es la del Papa, aperturista, misericordiosa e innovadora. Frente a esta aparentemente ola imparable, poco a poco, pero con firmeza fueron alzando su voz cardenales, obispos, sacerdotes y laicos en defensa de la doctrina que la Iglesia ha sostenido siempre y que parecía abocada a ser arrollada por las modas imperantes.

Uno de los libros más importantes publicados previos al sínodo salió de la mano de once cardenales, algunos de ellos de reconocida autoritas. Caffarra, Rouco Varela, Ruini, Sarah o incluso el relator del sínodo el cardenal Cordes quisieron presentar la razonada batalla que debía ser librada. Europeos, africanos, americanos e incluso asiáticos decidieron escribir sus impresiones tras tantos años de experiencia pastoral o profundizar en el tema de manera rigurosa y mostrar el tremendo peligro que se cierne sobre la Iglesia cuando se abre el corazón al sentimentalismo y se cierra la razón a la palabra de Dios y la experiencia.

De todas las cosas interesantes que se pueden leer quiero traer tan sólo una, decisiva. Son palabras del cardenal Eijk, arzobispo de Utrech, en los Países Bajos:

Tenemos que darnos cuenta de que la cuestión de la administración de la comunión a los divorciados vueltos a casar no es un problema secundario. Aceptada esta, aceptaríamos también que el mutuo don de los esposos no deba ser total, ni espiritual ni físicamente. Por consiguiente, estaríamos obligados a cambiar la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad en otros campos. De este modo, debilitaríamos nuestros argumentos intrínsecos contra el adulterio en general. El argumento contra el uso de los medios anticonceptivos se basa en que la prevención contra el don de la maternidad y la paternidad a través del acto conyugal hace incompleto el don recíproco de los esposos en el ámbito físico, y por tanto afecta a la totalidad del mismo don (cf. Familiaris consortio, n.32). Obviando la exigencia de la totalidad y reciprocidad del don, tendríamos que aceptar el uso de los medios de contracepción. Si aceptásemos que la entrega mutua de los esposos no debiera ser total, y por tanto que fuese lícito prevenir contra el don de la vida, estaríamos obligados a aceptar también actos sexuales no dirigidos a la procreación, como los homosexuales. La cuestión de si los divorciados vueltos a casar pueden recibir la comunión está intrínsecamente ligada a otras cuestiones en el campo de la moral matrimonial y sexual.”

18.12.15

¡Qué pena de mujer!

Oriana Fallaci fue una famosísima periodista italiana. La primera gran periodista italiana, cuyas entrevistas quiseron publicar todos los diarios del mundo. Inteligentísima, ácida, sincera, descarada, honesta y un montón de adjetivos positivos le podríamos colgar sin miedo. Todo es cierto. Tuvo una vida intensísima, fue corresponsal de guerra en Vietnam, pero antes estuvo en una Hungría que en el 56 se enfrentó a la URSS. La lista de sus entrevistados, sus víctimas la mayoría de las veces, es muy larga: Gadafi, Golda Meir, Deng Xiaoping, Carrillo, el Sha de Persia… Tanto respeto (o temor) causaba que Fidel Castro o San Juan Pablo II se negaron a ser entrevistados por ella.

Tres situaciones marcaron su vida por encima de las demás. Su madre, una mujer con inquietudes, casó pronto y su vida quedó, como para tantas mujeres de su época, reducida a esposa y madre, y puso todo su empeño en que su hija saliera y triunfara. La segunda, fue la vivencia de la Segunda Guerra Mundial. Su padre opositor activo al fascismo italiano utilizó a su hija en labores partisanas. Ella, pobre chiquilla de catorce años, tuvo que madurar a paso de gigante y entender lo que incluso a los adultos nos cuesta asimilar. El tercer suceso fue un devastador amor no correspondido (para él, Oriana sólo fue una desahogo sexual cada vez más cargante) que la hizo no entender jamás cómo se articula el Amor y la hizo incapaz de amar como un corazón debiera.

Como tantas personas de su época Oriana fue variando sus posiciones. En el fondo siempre fue una antiautoritaria feroz y un enemigo declarado de todo tipo de fascismos. Pero pasó de ser considerada por los estadounidenses durante el Vietnam como una procomunista a ser tildada de derechista y de incitar al odio racial y religioso por alzar la voz tras el 11-S en su artículo (y posterior libro “La rabia y el orgullo"). Manteniendo siempre una postura a favor de la vida su postura ante el aborto basculó entre una defensa de la madre como quien debiera decidir en libertad a una defensa del bebé como ser con vida. Ella misma tuvo dos abortos que la marcaron y le dejaron una terrible sed de vida.

Fue Oriana una mujer que no puede dejar indiferente a nadie. Esta ágil biografía entra en muchos detalles de su vida y permite hacerse una idea cabal de tan gran personaje.

STEFANO, Cristina de

“La corresponsal”

Aguilar, 2015

4.12.15

Novelas de evasión para Navidad

Durante el receso laboral de las Navidades, cuando las horas libres abundan conviene encontrar algunas lecturas de provecho para ocupar la mente que se abotarga con tanta comida, bebida, efusión familiar y sirope televisivo. No voy a recomendar en esta ocasión lecturas específicas apropiadas al momento litúrgico, pero no dejen de leer sobre el tema. Lo que voy a recomendarles son dos muy buenas novelas que les harán evadirse, ciertamente, pero no olvidar el mundo en el que vivimos. Verán porqué lo digo.

La primera recomendación se trata de la novedad de mi escritora favorita; Fred Vargas. Una autora de novela policíaca, llena de originalidad, como muy buen gusto, que trata a sus lectores con profundo respeto y a los que no trata de adoctrinar ni educar y cuyos personajes (al menos varios de ellos) son difíciles de olvidar. Pertenece “Tiempo de hielo” a la serie del comisario Adamsberg, un tipo pirenaico que no se desenvuelve nada mal en la capital francesa. En esta ocasión la investigación nos llevará a conocer mejor de lo que pudiera esperarse los turbulentos tiempos del Terror (en palabras de Robespierre “El terror no es más que la justicia rápida, severa, e inflexible.") Durante los meses de septiembre de 1793 a Julio de 1794 fueron guillotinados miles de franceses de toda condición (entre 10.000 y 40.000 personas según quien haga la cuenta) y un número también grande hubo de huir del país. Robespierre, Danton, Marat, Saint-Just y tantos nombres infames protagonizaran una novela que a ratos parece un baile de disfraces. Leída la novela, muchos que de historia de Francia saben poco se sorprenderán de que un proceso tan espantoso como la Revolución Francesa tanga tan buena prensa.

La segunda recomendación es una novela de tipo diferente. Otro de mis autores favoritos Yasmina Khadra (escritor argelino de seudónimo femenino) nos relatará en primera persona los últimos días de un tirano que fascinó a tantos, Muamar Gadafi. La denominada Primavera Árabe se ha llevado por delante muchos dirigentes, pero ninguno con el carisma del libio. Salió de la nada, dió un golpe de Estado que terminó con una corrupta monarquía y supo sostenerse en el poder de manera cruel y salvaje frente a los intentos de países poderosos por derrocarle. Intentará Khadra mostrarnos el razonamiento de alguien como Gadafi que se creía poco menos que enviado por Alá para sacar de la miseria a su nación, Libia, de la condición de país de tribus desordenas y hacer de ella un glorioso ejemplo para el mundo árabe. A su manera lo consiguió. Habrá que ver cómo le recuerda la Historia, él que diseñó el atentado aéreo de Lockerbie en el que murieron más de 250 personas. Dudo que sea benevolente.

VARGAS, Fred

“Tiempo de hielo”

Siruela, 2015

KHADRA, Yasmina

“La última noche del Rais”

Alianza, 2015

16.11.15

Un rey armenio en Madrid

El reino armenio de Cilicia fue un reino cristiano formado en la Edad Media por refugiados armenios que huyeron de la invasión selyúcida (musulmana) de Armenia. Se encontraba en lo que actualmente es la Turquía sudoriental. El país fue independiente desde 1078 a 1375 aproximadamente.

A finales del siglo XIV, Cilicia fue invadida por los mamelucos. La caída de Sis en abril de 1375 puso fin a la historia del reino. Su último rey,León V de Armenia da pie a la novela que hoy reseñamos.

León V, católico de rito latino, pasó por muchas vicisitudes, pero tuvo la fortuna de que supiera de su existencia y sus desventuras el rey castellano Juan I, que devoto como era quiso enmendar su situación y le concedió el señoría de varias villas, entre ellas la de Madrid.

La novela, un tanto larga, pero que no se hace pesada, trata varias historias, tanto la del rey armenio, como la de la corte de Juan I, como la de las andanzas de personas sin nobleza alguna que vivirán entretenidas historias y permitirán al autor mostrar la vida en la España de la época.

En toda la novela se respira el ambiente de fe que se vivía en aquella época, sin ocultar los defectos, pecados y males que abundaban, pero dejando claro la importancia que tenían las disputas teológicas, en concreto en esos años la lucha entre el Papa de Aviñón y el de Roma.

MUÑOZ, Ramón

“Señor de Madrid”

Pamiés, 2015