2.08.13

Sobre lugares y nombres sagrados

A propósito de los recientes eventos que tuvieron lugar en la Catedral de Santiago de Chile, y la consecuente misa de desagravio que llevó a cabo el Arzobispo de Santiago Ricardo Ezzati, por correo electrónico nos consultan:

Más allá del daño material y de las pintadas ofensivas que hay que reparar y limpiar hay algo relacionado al propio altar que deben hacer, hablan de una misa de desagravio.
Mi pregunta surge a raíz de otra anécdota que no se si es real o no.
Se dice que en EEUU una maestra de religión (protestante) les pedía a sus alumnos que hicieran el siguiente ejercicio. Se escribíaa el nombre “Jesús” en un papel, se deposita en el piso y la maestra los incitaba a pisarlo. La lección era que el papel es solo un papel.
Que no se ofende a Jesús pisoteando un papel con su nombre ya que lo que es digno de adoración es el propio Jesús (o sus enseñanzas) pero no un símbolo.
Hubo un problema porque un joven alumno se negó a hacerlo, la maestra lo sacó de la clase pero por otros problemas generales de conducta, el joven la denunció por obligarlo a pisar el nombre de Jesús y la echaron del colegio.
El comentarista de esta noticia decía que él recordaba haber hecho el mismo “ejercicio” en sus clases dominicales de religión.
Volviendo a lo de la catedral la pregunta es:
Deben realmente hacer una misa de desagravio??
Sabe o cree usted que un ejercicio similar al descripto de la profesora se haga o se puedas hacer en una clase de catequesis católica???

Respecto a la primera pregunta, sobre la necesidad de hacer una misa de desagravio, se hace necesario entender previamente que los altares y los edificios que los albergan son lugares sagrados y consagrados, es decir, apartados del tráfico humano para servir a la función más alta a la que puede aspirar un ser humano: alabar y dar gracias a su Creador.

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31.07.13

Una lectura anacrónica de San Pablo

Una de las conversaciones más interesantes que he tenido en este blog, ocurrió con ocasión de una serie de artículos
sobre San Pablo y las mujeres, sobre todo porque somos los propios cristianos los que nos escandalizamos por frases como “El varón es la cabeza de la mujer”. Se nos hace muy difícil decir “Palabra de Dios", si en la Escrituras encontramos ideas que simplemente no podemos aceptar, como la de que la mujer sea inferior al hombre.

Pero antes de desesperar, le debemos a Dios al menos saber si esa es efectivamente la idea que nos quiere entregar, es decir, preguntarnos si nuestra comprensión de Efesios 5,23 (repetida en 1Cor 11 3 “la cabeza de la mujer es el hombre") no sería esencialmente anacrónica.

Me refiero a que todos sabemos, a nivel cultural, que la cabeza alberga al cerebro y que las diferentes partes de este órgano controlan todas nuestras funciones corporales, de modo que la relación básica es que el cuerpo obedece las órdenes del cerebro. Y esto se refiere no sólo las funciones autónomas (respirar, dormir, etc), también “sabemos” que las capacidades humanas superiores, como las emociones, los sentimientos y los pensamientos también se producen en el cerebro, aunque el proceso exacto sea más misterioso.

Luego, cuando leemos que “la cabeza de la mujer es el hombre” –bajo nuestro paradigma cultural–, tendemos naturalmente a imaginarnos que mediante esta analogía, San Pablo nos quiere decir que en la relación matrimonial, el hombre toma el lugar del cerebro, y por lo tanto le correspondería el sentir, reflexionar y mandar en todo; mientras que a la mujer sólo le quedaría obedecer, sin derecho a cuestionar o a pensar por sí misma.

Esta sería nuestra primera reacción, y naturalmente esa es una conclusión que rechazamos.

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29.07.13

Chilenos bajo ataque del lobby abortista

El sábado recién pasado se publicó en el periódico El Mercurio, una carta firmada por 127 académicos, en su mayor parte extranjeros y un par de ellos de universidades católicas, donde pedían la legalización del aborto en Chile, en atención a los casos recientes de menores de edad embarazadas. La carta hacía referencia a la marcha de pro abortistas que se realizó el día anterior a su publicación, por lo que es evidente que ambas acciones estaban coordinadas, pero desde luego no hacía referencia a ninguno de los criminales actos realizados por los participantes de la marcha en el interior de la catedral de Santiago, como se muestra en la imagen adjunta, donde se puede ver un altar rayado con la frase “el aborto es lo mejor".

Es claro que una misiva como esta, suscrita por académicos chilenos, argentinos, colombianos, españoles, mexicanos, no es algo que se prepara y coordina en un día. La única conclusión lógica es que dichas iniciativas, la marcha y la carta, lejos de responder a una aspiración de la ciudadanía, son producto de un enorme lobby originado en el extranjero, para legalizar el aborto, y privarnos a los chilenos del honor de defendernos a los más débiles entre nosotros, desde la concepción hasta la muerte natural.

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22.07.13

Un par de diálogos entre la esfera y la cruz

Conversando acerca de la sobrepoblación y la oposición católica a los anticonceptivos, un visitante comenta:

Yo soy catolico pero no entiendo ese afan de controlar hasta el mas minimo detalle de nuestra vida privada que tiene la iglesia

Con estas palabras, seguramente refleja la opinión de muchas personas que se sienten cercanas a la Iglesia, pero discrepan de sus doctrinas más “polémicas".

Partiendo de atrás para adelante, yo respondería preguntando ¿Es el uso de anticonceptivos “un detalle de nuestra vida privada"? Nuestra cultura quiere decirnos que sí, que los anticonceptivos han logrado convertir el sexo en un pasatiempo, y por lo tanto, tan importante como tu plato favorito o qué equipo de futbol te gusta.

Si eso fuera todo, no podríamos menos que estar de acuerdo: la Iglesia no debería tener una doctrina oficial en cosas que no son de gran importancia, como los deportes o las preferencias culinarias.

El problema nos surge cuando la Iglesia dice que el sexo sí es importante, y por eso a veces se la acusa de estar obsesionada con estos temas. Sin embargo, cualquiera puede darse cuenta que, desde un punto de vista biológico, el sexo está esencialmente unido a la transmisión de la vida humana, que es creada a imagen y semejanza de Dios. Por eso el sexo es y seguirá siendo importante para la Iglesia.

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15.07.13

¿Abortar para olvidar?

Con el tiempo y luego de tantos años publicando argumentos sobre el tema, he llegado a darme cuenta que hay dos grandes grupos de defensores del aborto: por un lado están quienes niegan la humanidad del feto; y por otro, los que admiten que estamos hablando de matar a un ser humano inocente, pero creen que eso se justifica.

Esta simple conclusión me ha hecho cada vez más difícil publicar nuevas entradas. Con los del primer grupo es claro que no vale la pena hablar, pues ni siquiera están dispuestos a ver los hechos científicos con tal de mantener su posición; y con los del segundo tampoco se saca nada, pues se corre el riesgo de dar un aroma de legitimidad a un debate de bárbaros (¿cuándo es admisible dar muerte a un inocente?), que debería provocar nauseas a toda persona civilizada.

Sin embargo, a veces surgen ideas que por populares, aunque mal fundamentadas, hacen conveniente que regresemos al debate. En ese caso, y a propósito de la desgarradora noticia de la violación de Belén de 11 años, se han publicado opiniones como esta:

O sea, estamos diciendo que la niña tendrá menos problemas psicológicos criando a un niño que le recordará por siempre el trauma que vivió?

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11.07.13

¿Fue Jesús antirreligioso?

Una lectora escribe:

He leído todos los comentarios y me causa tanta tristeza que ante un ateo, los argumentos que se le dieron fueron más sobre la defensa de una religión que de la fe en Cristo. Jesús fue antirreligioso. Atacó a los maestros de la ley y a los fariseos de su tiempo porque habían convertido sus palabras en prácticas huecas, vacías, banales.

Hay muchas batallas culturales que la Iglesia ha perdido ya. Una de ellas es la que se refiere a la relación entre Cristo y su Iglesia, y esa derrota se hace patente cada vez que alguien manifiesta el popular concepto de que hay que escuchar a Cristo, pero no a su Iglesia, o que, como lo indica nuestra visitante, Jesús fue antirreligioso.

¿Sabes quién dice que Jesús fue antirreligioso? Los que ya han decidido ellos mismos ignorar la religión, tal como los socialistas dicen que Jesús fue el primer socialista, los nazis que fue ario, los vegetarianos que no comía carne, los ateos dicen que de haber nacido hoy Jesús sería ateo, y así suma y sigue. En nuestro narcisismo, hemos convertido al hombre más importante de la historia en un monigote que confirma todas nuestras opiniones.

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27.06.13

El Hombre de Acero, más temas religiosos

En la entrada anterior, sobre la más reciente película de Superman, pedía a los visitantes aportar con más temas religiosos que hubieran detectado. Desde luego, los comentarios no decepcionaron y me gustaría destacar algunos de ellos.

En primer lugar tenemos a Paulie que nos recuerda que “la acusación de “herejía” es pronunciada cuando Jor-El le dice a Zod que su hijo había nacido de forma natural.” Esto se presta para interpretaciones muy interesantes, porque si en nuestro mundo el control estricto de la natalidad se asocia al secularismo, y la insistencia en los factores naturales en el mismo proceso, a la religión, el filme estaría intentado un subversión del estereotipo, pues sería el secularista Zod quien acusa de “hereje” al religioso Jor-El por no conformarse a la doctrina secular del control de la natalidad.

Como les decía en el post original, inicialmente este diálogo parecía conducirnos al cliché de ciencia/buena vs. religión/mala, pero ante esta sutil inversión de roles, no sería descabellado pensar que la película nos esté advirtiendo acerca de la persecución de la religión a manos de un extremismo laicista, y que esta corriente también puede dar lugar al fanatismo, aunque nuestra cultura asocie más esa característica con las organizaciones religiosas.

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24.06.13

Veo gente muerta

Algunos años atrás conversaba acerca de las violaciones a los derechos humanos en Chile durante el régimen militar, y le decía a mi interlocutor que me costaba mucho creer que las torturas y desapariciones de personas eran abiertamente conocidas entre la población, porque eso implicaría que al 44% que votó por el “sí” no les importaban en lo más mínimo los delitos que se cometían al amparo del gobierno. En otras palabras, admitir que todos sabían y buena parte de ellos justificaban esos sucesos, significaba que vivíamos en medio de personas con un nivel tan bajo de juicio ético, que no podían reconocer y denunciar claramente esas conductas como inaceptables, sin importar las circunstancias.

La nota de Infocatólica acerca del fracaso de los esfuerzos de los grupos pro vida por revertir el aborto en Uruguay ha revivido en mí esa sensación, pero esta vez con la nauseabunda impresión de que no me equivocaba: vivimos en medio de monstruos morales. No digo nada contra los uruguayos, porque como varios comentaristas apuntan en la noticia, el resultado sería más o menos el mismo en cualquiera de nuestras “democracias occidentales". Soy chileno, y es de mis compatriotas de los que hablo.

Supongo que es el mismo fenómeno que se manifiesta en el video de un niño chino arrollado por varios vehículos, a vista y paciencia de varios peatones y transeúntes, pero no nos afecta tanto, porque uno dice “son ellos, los chinos, cuyo sentimiento del deber moral está debilitado por años de dictadura comunista". Pero este plebiscito me golpea más fuerte, porque no hay excusa: ni siquiera somos capaces de movilizar una cuartar parte de la población, contra un crimen peor que cualquier tortura o desaparición forzada de personas (aunque esa expresión adquiera un sentido más macabro aún, cuando tenemos el aborto en mente).

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18.06.13

Algunos temas religiosos en El Hombre de Acero

Tanto se ha escrito acerca de Superman como una figura mesiánica, que al entrar al cine para la más reciente entrega de Hollywood sobre el personaje, uno ya espera encontrar referencias religiosas, y El Hombre de Acero no decepciona en ese sentido.

A modo de introducción, para los escépticos sobre este vínculo, baste recordar que el padre de Superman se llama Jor-El, lo que hace de Superman un “hijo de El". Ahora bien, la partícula “El” en hebreo significa precisamente “Dios” –según lo encontramos en nombres como Gabriel, Rafael, Emmanuel, etc.–, punto que desde luego no pudo haber pasado desapercibido para dos buenos muchachos judíos como eran Jerry Siegel y Joe Shuster. Al parecer, la inspiración directa de los autores provendría de la historia bíblica de Moisés, lo que es notorio en la secuencia del bebé puesto en una cápsula y dejado a la deriva en el espacio. En todo caso, ya en la película de 1978 con Cristopher Reeves, esos temas fueron retomados con un claro tinte cristianos, por ejemplo, con el famoso discurso de Marlon Brando, interpretando al padre Kal-El, donde lo envía a la tierra porque los humanos “carecen de la luz que les muestre el camino y por esa razón te he enviado a ti, mi único hijo".

[Alerta de Spoiler: A continuación se mencionan abiertamente diversos detalles de la película, que quien no la ha visto tal vez prefiera descubrir por sí mismo]

En El Hombre de Acero, impresiona ante todo como una historia sobre la importancia de la relación padre e hijo. En las películas de superhéroes de los últimos años, y tal vez en sintonía con los tiempos modernos, ese vínculo suele describirse descriptores como ausencia (Spiderman, Batman), resentimiento (Ironman) o franco abuso (Hulk, Hombres X). Kal El, en cambio, cuenta no con uno sino dos padres, uno kriptoniano y otro terrestre, ambos fallecidos en circunstancias que indudablemente debemos calificar como heroicas. Eso deja una impresión perdurable en Clark, que explica y define la principal característica del personaje: su resuelta y clara certeza moral y la conciencia de su misión en el mundo.

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11.06.13

Lo que debió haber dicho Claudio Orrego

En el debate de anoche, de los cuatro pre-candidatos que participaron, sólo el demócrata cristiano Claudio Orrego se manifestó contrario al matrimonio homosexual, y dijo claramente que, en su opinión, el matrimonio es entre un hombre y una mujer, porque esa es la opinión mayoritaria de los chilenos y la tradición histórica de las naciones, de todas las confesiones e incluso agnóstica, ha sido favorable en cuanto a mantener esa definición.

El problema es que hoy por hoy, eso no basta. Hay que poder decir, más allá de una cuestión mayoritaria y de tradición, por qué el matrimonio se define propiamente como la unión de un hombre y una mujer, y no la unión del vino tinto con las carnes rojas.

Teniendo en cuenta que es uno de los grandes temas que estará presente en la campaña presidencial de este año, y que seguramente cuenta con asesores que lo preparen para este tipo de preguntas, Claudio Orrego no puede decir que esta sea una respuesta mínimamente coherente y satisfactoria para defender el matrimonio. Más bien queda la impresión de que se trata de una mera respuesta formal, para salir del paso, como dicen los gringos, lip service, de los dientes para afuera.

Y eso, hoy por hoy no basta.

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