Enésima campaña contra el Papa. Hoy, los abusos a menores

Una cosa es librarse de manzanas podridas, hechos puntuales que pueden ocurrir en cualquier circunstancia, y otra es el orquestar una enorme campaña de desinformación contra la Iglesia Católica, llegando a los ataques ad hominem, como hemos visto con el hermano de Su Santidad, el Padre Georg Ratzinger. La Iglesia devuelve los golpes como puede, y hay que reconocer que las diócesis involucradas, sobre todo las alemanas, están volcándose en desmentidos frente a las mil manipulaciones que se dan en estas informaciones, ante periodistas que son demasiado vagos para corroborar las informaciones, como pontifica cualquier libro de estilo que se precie de serlo. Caso aparte, el de las televisiones como La Sexta que en sketches cómicos cuelan “morcillas” del estilo “habitos sexuales? Eso no es lo que se ponen los curas para calzarse a los niños?", con el ya conocido buen gusto que rodea a esa televisión.

Los enemigos de la Iglesia, los anti-cristos, no pierden oportunidad de meterse con la misma. Con razón o sin ella. Y la verdad es que es loable la labor de comunicación que se está haciendo desde las diócesis implicados. El buen nombre de Don Georg quedó libre de culpa, ya que ni los que acusaban tenían prueba alguna que aportar, ni el sacerdote en cuestión había cometido o conocía los despreciables actos de los que se le acusaba.

Tolerancia cero: el lema de la Iglesia

Si algo debe quedar claro a la opinión pública es que la Iglesia ni sanciona, ni oculta estos actos: en cuanto salen a la luz, sus sacerdotes inmediatamente apartados de sus responsabilidades (cf. caso Maciel en los LC, o el párroco de Toledo). Mención aparte merecen los de siempre que o bien llegan a acuerdos económicos, para intentar comprar el silencio de las víctimas (Cardenal Mahony, en Los Ángeles), o supuestamente atacan al celibato sacerdotal, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, para cumplir objetivos de su agenda (Cardenal Schöborn, luego desmentido por su diócesis…Qué oportuno). No quiero parafrasear a Nuestro Señor sobre lo que dijo de los que causan escándalo. Algo de piedras y molinos, vaya…

Pero bueno, el caso es que los enemigos de la Iglesia (para precisar, los de fuera), no pierden ocasión y si no funciona una cosa, intentarán otra hasta dar con algo. Al cierre de este post, que si en sus tiempos de obispo, Ratzinger habría dado cobijo a “un pederasta". Digo yo que encima de anti-cristos, son bastante tontos y, como ya he dicho, redomadamente vagos como para no querer averiguar ni el nombre del personaje en cuestión. En esto no poca culpa lo tienen los periodistas de “solo agencia, solo teletipo", que, por omisión o por culpa propia, no piensan corrobar los hechos que imputan a terceros, por serios que sean. Que lo intenten con Belén Esteban. Verán que pronto se les pasan las ganas de injuriar y calumniar a nadie. Doña Belén tendrá un pelotón de abogados a su servicio que, entre otras cosas, financiaránn la marca, y al primero que se pase más de la cuenta ¡Zaka! Palo. El tan denostado y temido Rouco, creo que todavía no ha lanzado a sus halcones legales contra nadie, y vaya si más de uno se los merece.

Al final, es lo de siempre… Se aprovecharán de que en la Iglesia tenemos que perdonar setenta veces siete, y si no lo haces, también te lo echan en cara. Pero tengo que escribir en un papel varios epítetos que se me ocurren y luego tirarlo a la papelera, para no llamarles lo que esa gente se merece. Cobardes como poco, oiga.