La cristofobia en la residencia futura
La fobia a Cristo se extiende como una mancha de aceite. Ahora es en un ciudad andaluza de importancia cultural y social. Un grupo de amigos organizan una cooperativa para construir una residencia de ancianos, que serán ellos mismos cuando cumplan la edad de la jubilación. Es una forma, me dicen, de tener un plan de pensiones sin pasar por ninguna entidad bancaria.
Cada miembro de la cooperativa ha puesto una fuerte cantidad de dinero, han formalizado la organización, la han legalizado ante las autoridades correspondientes, han pedido la cesión de un solar al concejo municipal que se lo ha dado, han entregado la idea a un arquitecto, quien se ha puesto a trabajar y ha presentado el proyecto y aquí comienza el drama interno.
Han tenido una reunión general de cooperativistas. Han conocido al detalle el proyecto de la futura residencia. Han preguntado sobre los diversos aspectos técnicos del venidero edificio. Pero, en mitad del debate, se levanta Juan Martínez, quien se saca un papel del bolsillo, lo lee y todos se quedan atontados. El señor Martinez propone a la asamblea que no se construya la capilla prevista por el arquitecto y que tampoco se coloquen simbolos religiosos como crucifijos o imágenes de la Virgen o de cualquier santo. Estas ideas están en contra del pensamiento fundacional de la cooperativa de futuros jubilados.
Pero, resulta que el señor Martinez es la voz cantante de más de veinte miembros que habian permanecido callados. Además el proponente exige que de no cumplirse con sus condiciones retirará los fondos él y sus compañeros.
El presidente de la asamblea ve caerse el sueño de todos los presentes, quienes lanzaban insultos contra Martinez y los suyos. El letrado de la cooperativa impone silencio y sugiere que se levante la sesión y pasados unos días se convoque otra asamblea con el único tema del “asunto religioso". Así se acuerda.
Pasan las fechas, vuelven a reunirse. El letrado ha elaborado una reforma de los estatutos planteando una ausencia absoluta de todo “asunto religioso". Se somete a debate. Se pasa a votar. Gana la propuesta de cambio: la futura residencia será laicista pura y dura.
Quien me cuenta toda esta situación me indica que estamos entrando en una dictadura laicista de asombrosos límites, y que supone una fobia a Cristo y a todo lo cristiano. Y acaba con una interrogación rotunda: ¿Hasta dónde vamos a llegar los cristianos con la cobardía y el miedo ante los que nos rodean?.
Tomás de la Torre Lendínez
11 comentarios
¿Como es posible que hablen de laicismo y persecución, por que el señor Martinez se niegue a que con su dinero se haga una capilla o se coloquen crucifijos? ¿Están ustedes en su sano juicio, o solo es que le van pillando el gustillo a esto del victimismo?
Si el señor Martinez impusiera como condición imprescindible para aportar su dinero, que se construyera una capilla en la residencia, estaría en su derecho, de la misma manera que en este caso.
¿Que quieren que les diga? Aporten ustedes su granito de arena o busquen financiación cristiana. Ya verán como ningún laico, laicista o critófobo, tiene nada que decir.
Por cierto señores: Vaya perra que han pillado con la tal "cristofobia" desde que la pronunciara el señor Cañizares.
Lo que les digo: no se cual es el peor tonto, pero casi me inclino por creer que el peor es el que tiene mas mala leche.
El problema es que otros cooperativistas sí quieren la capilla.
La práctica que se está imponiendo, al igual que en las escuelas, es que si uno sólo lo pide, lo cristiano (cruz, capilla, etc.) va fuera. Sin respetar el deseo de los que sí lo quieren.
El problema es que en este pais, como en casi todos, uno aun tiene derecho a emplear su dinero en lo que quiera o dejarlo de emplear en lo que considere.
Dicho con un ejemplo: si usted fuera coperativista de una futura clínica privada y un buen día, una vez presentado el proyecto, descubriera que estaba previsto practicar abortos en ella(supongamos que usted es antiabortista) ¿Retiraría su dinero si no se le garantizaba que no se llevarían a cabo tales prácticas? ¿Aun a pesar que el resto de cooperativistas estuvieran a favor? Tenga en cuenta que ciertas personas y ciertos diarios le tacharían de un montón de cosas probablemente inciertas.
Si aun a pesar de eso lo hiciera, actuaria bien, por que estaría en su derecho. Los demás cooperativistas tendrían que buscar otro socio.
¿De verdad, un crucifijo o una imagen de la Virgen le puede producir tanto daño a alguien como el asesinato de seres inocentes? La verdad, es que la confusión que existe es espeluznante.
Tiene mucha razón. La comparación ha sido realmente desafortunada.
En cuanto al concepto, creo que está clarísimo. Cada cual tiene sus convicciones y es socialmente malsano tratar de imponer el de unos por encima del de otros. En cualquier caso no lo se explicar mejor y no lo voy a seguir intentando.
Ya sabe; de los tres modelos de tonto de los que hablaba. ya no se cual de ellos me está vacilando.
Lo que yo he entendido que ha querido decir el artículo es que tus convicciones religiosas deben estar por encima de cualquier otra cosa y si tienes que abandonar algo que vaya en contra de ellas pues se abandona, nada más.
Pues ¡bueno! ¿y? prefiero ser tonta que Mario.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.
