Las homilías diarias del Papa Francisco
Siendo diácono, el entonces obispo de Jaén, don Miguel Peinado, tenía una costumbre que rompió moldes con las fórmulas de sus antecesores. La innovación era la siguiente:
Los diáconos debíamos compartir la mesa del almuerzo con el pastor de la diócesis, surgían preguntas y respuestas, nos trataba con confianza, nos conocía mejor, y nos animaba y enseñaba a preparar la homilía dominical a lo largo de la semana, que luego predicábamos en la parroquia donde servíamos como diáconos.
Otra exigencia diaconal durante todo aquel curso al final del cual éramos ordenados sacerdotes consistía en participar en la misa que el prelado celebraba todos los días a las 8 de la mañana en la catedral de la diócesis, en la que participaban un grupo selecto de fieles ávido de escuchar a un excelente predicador y buen catequéta.
Las actuales misa diarias, a las 7 horas, en la capilla de Santa Marta, presididas por el Papa Francisco, está produciendo una gran novedad dentro del tranquilo mundo vaticano, quien siempre ha conocido que los Papas anteriores celebraban la Eucaristía en la capilla del Palacio Apostólico, acompañados por el secretario y algunos exclusivos invitados.
¿Qué situaciones producen estas misas diarias del Papa Francisco?
