“Holocausto Católico” (y II)

Entrando directamente en el libro del amigo Santiago Mata debo confesar que me ha entusiasmado por cada página que pasaba, descrita con un lenguaje asequible a un lector medio de obras de este tipo, notándose que Santiago es periodista y conocedor de que cuanto más claro se escriba mejor se atraen los lectores.

Deseo destacar tres ejes fundamentales del libro del amigo Santiago:

1.- Es una obra compilatoria de toda la persecución española durante la década de los años treinta del siglo pasado. Arranca de la quema de conventos del 11 de mayo de 1931, a casi un mes del inicio de la II República, y acaba con los últimos martirios en plena etapa bélica.

Como buen historiador, el autor ha optado por contar el reguero de martirios siguiendo el calendario, mensual y anual, deteniéndose en un momento muy esencial como la revolución de octubre del año 1934, en la cual se datan varios de los desmanes y muertes ocurridas esencialmente en Asturias y otros lugares de España.

Metido, ya, en la Guerra Civil, el autor mantiene su método de pormenorizar, ahora, día a día, los fallecidos a lo largo de aquel verano cálido, trágico y sangriento de 1936. Lo hace con la minuciosa propia de un buen relojero que suma todas las piezas para que la hora sea exacta y reproduzca la verdad histórica pura y dura.

Al mes de agosto lo titula: Agosto rojo. Rojo no solamente por el color que los milicianos recibieron de la otra parte de España. Rojo, también, porque fue cuando más sangre de mártires corrieron por las cunetas, las tapias de los cementerios o cualquier socavón que pudiera tapar aquellas matanzas a troche y moche.

Santiago Mata no olvida Paracuellos y sus miles de muertos inocentes, algunos niños, que en el otoño madrileño fueron sacados de las cárceles de Madrid.

El irrepetible calendario y el reloj constante son los sones con los que el señor Mata lleva al lector de su libro a leerlo de un tirón.

2.- A lo largo de toda la obra su autor desea dejar claro dos denominadores comunes:

A) Todos los mártires fueron gentes normales, sin afiliaciones políticas, sin estrellatos mediáticos, sino hombres y mujeres dedicados a su vida vocacional como sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas o laicos, dentro de la Iglesia Católica, colocados donde aquel verano les llevó el destino.
B) Todos los mártires murieron perdonando a sus verdugos, agradeciéndoles que les abrieran las puertas del Cielo y con sus bendiciones y canciones exasperaron a los pelotones de ejecuciones masivas, o a chóferes que estaban al volante de camiones en cuyo cajón estaban los aspirantes a subir a los altares.

3.- El libro “Holocausto Católico” deja muy claro que todos los mártires fueron ejecutados por odio a la fe católica, por odio a la Religión Católica, por odio a la cultura católica, por odio a las personas felices de ser curas, frailes, monjas o laicos católicos.

En el uso de las fuentes documentales, que Santiago Mata, va presentando a lo largo de su libro, aparece siempre la misma cantinela:

“Nunca más habrá una iglesia y un sagrario aquí”.

Aquellos ignaros asesinos desconocían que en las persecuciones cristianas llevadas a cabo por los emperadores romanos durante tres siglos, hubo un escritor llamado Tertuliano quien sentenció:

“La sangre de los mártires es semilla de nuevos cristianos”.

Esta verdad ha sido cumplida hasta el momento presente, donde los cristianos son perseguidos en países de Oriente o África. Siempre nacen más donde han matado a otros.

Conclusiones

1.- El libro del amigo Santiago Mata es imprescindible para estas fechas previas a la Beatificación del domingo próximo y es una obra de consulta constante para todo cristiano que se precie y esté preocupado por su historia inmediata y desee dar razones de su fe a los actuales enemigos de la Iglesia de Cristo.

2.- La gran aportación de Santiago Mata es la lista pormenorizada de los más de 1,500 hombres y mujeres beatificados, clasificados por su nombre, su lugar y fecha de nacimiento, su sitio de martirio y el día en que ha sido beatificado.

3.- El día 6 de noviembre, de cada año, es la fecha de los cientos de mártires beatificados por la Iglesia Católica para ser honrados en la Eucaristía, fuente y cumbre de la vida cristiana. Cuando llegue esta fecha es bueno estar en cualquier iglesia y recordar a la multitud de de mártires que nos precedieron con el ejemplo de su vida entregada a Dios y a los hermanos, para que sigamos sus pasos y alcancemos algún días estar con ellos en el Reino de los Cielos.

Recomendación

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La novela se titula:

Cuerpos y almas

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Ensayo sobre el agradecimiento

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Tomás de la Torre Lendínez

4 comentarios

  
AntonioFM
la frase de Tertuliano de que " la sangre de los mártires es semilla de cristianos" queda muy bien pero no es cierta. ¿ Cuantos cristianos quedan en Africa del Norte, Egipto, Siria, Iraq etc que fueron el vivero de los primeros cristianos.? ¿Cuantos cristianos quedaban en la España musulmana tras los almohades?

Esa frase lleva al conformismo de los cristianos respecto a sus hermanos perseguidos. Hoy mueren por causa de la fé 100.000 al año ( digo cien mil) y están perseguidos 250 millones y discriminados 350 millones.

Gracias a USA y sus intervenciones locas en Irak, Afganistán etc van a desaparecer todos los cristianos del mundo árabe lo que no consiguió ni el sultán Sañadino ni 1.400 años de Islam
09/10/13 3:01 PM
  
Caminant
La oración,la confianza en Dios y la valentía al mostrar la fe es el testimonio que nos toca dar hoy.
No llego a entender tanto odio hacia los demás.
Un abrazo.
09/10/13 5:34 PM
  
yomismo
La verdad es que resultaría sorprendente (si no supiéramos cómo es la clase política española) lo mucho que cierta gente da la brasa con lo que la Iglesia debería hacer o dejar de hacer y luego se pasa el día quejándose de que no exista separación Iglesia-estado (que además es mentira, pero eso es otra historia)
09/10/13 8:17 PM
  
Isabel
Padre, gracias por sus puntualizaciones sobre "El Holocausto Católico", son muy interesantes.

Agosto rojo, sí parece que fue rojo de sangre en los dos bandos, por la información que tengo. Granada estuvo desde el principio de la guerra civil, en manos de los nacionales, y también tuvo muchísimos fusilamientos, entre ellos el de mi paisano Federico García Lorca.
No siempre estos milicianos eran marxistas, al modo que conocemos lo que es el marxismo. En aquellos tiempos de diferencias abismales entre las clases sociales, había muchas personas que en su ingenuidad, creían que el marxismo traería la solución a la gran miseria que había en España. Mis abuelos, que en Gloria estén, hablaban de que muchos de sus paisanos, creían que iban a repartir las tierras del Molino del Rey, tierras que pertenecían y pertenecen a los duques de Wellington, en Illora(Granada). Mis padres recuerdan como siendo niños, veían traer a hombres que habían sido hechos prisioneros en el frente rojo, y los llevaban a lavarse a los distintos pilares del pueblo, y algunos de ellos a pesar de su militancia en el ejército republicano, llevaban crucifijos al cuello.

Un saludo afectuoso.
10/10/13 12:54 AM

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