Un convertido defiende la castidad

Recibo la sugerencia de presentar una web muy interesante. La persona que la lleva se describe así mismo en ella:

“Quien escribe es un seglar pecador entre pecadores, que apostató de su fe en el pasado, pisoteó todo lo sagrado, y seducido por el mal aliento del maligno no se detuvo ante nada y quebrantó durante muchos años su promesa de fidelidad matrimonial….

Hoy mi vida es Cristo; una vida de eremita urbano, alimentado por su Cuerpo y la oración continua, rogando para que si es su voluntad, restaure visiblemente mi matrimonio al que ahora sí, soy fiel en mi “soledad sonora", permaneciendo en la castidad “usque ad mortem"-hasta la muerte-.”

La situación en la red es la siguiente:

http://www.matercastissima.org

El fin fundamental de esta página es éste:

“La misión de matercastissima.org está al servicio de la evangelización de la sexualidad; sabemos, sin embargo, que al menos en nuestras sociedades desarrolladas y apóstatas, donde muchos cristianos guardamos silencio, es aún minoritaria esta acción evangelizadora, porque hoy intuimos, que es precisamente en esta mies, donde la evengelización es martirial. Testimoniar, proponer, educar y defender en la actualidad la castidad, nos convierte de inmediato en la diana de todas las fuerzas del misterio de la iniquidad. El mundo no va a soportar los planteamientos cristianos referidos a la castidad.

No es sólo la pretensión de este sitio dar esperanza a los más débiles, mediante noticias de actualidad y testimonios de antaño y hogaño, a la vez que advierte al visitante y le alerta sobre la acción incasable de los anticristos; tampoco se quiere quedar únicamente en responder consultas, compartir conferencias y ofrecer el tesoro del magisterio o la sabiduría de los santos, que lo hace. Todo lo anterior y más, es un modesto medio para conseguir un bien mayor: la entrega de nuestra sexualidad al Corazón Inmaculado de María y por Él, al Sagrado Corazón de Jesús, según el estado de cada uno.”

Es necesario visitar esta web. Ofrece un rico material para amar y mantenerse en la castidad. No perderemos el tiempo.

Tomás de la Torre Lendínez