Un seminarista mártir en el verano del 36

La Guerra Civil española no deja de ser objeto de estudio en sesiones de estudios, coloquios, congresos…Uno de los trabajos más serios que se han hecho en los últimos años es la documentación pormenorizada de los diferentes seres humanos que, en un bando u otro de la contienda, fueron fusilados por sus ideas religiosas católicas.

Hace unos días se ha presentado un nuevo libro sobre un seminarista mártir en la diócesis de Jaén. La nueva publicación se titula Manuel Aranda. La fidelidad a Cristo. El autor es el sacerdote diocesano don Antonio Aranda Calvo, sobrino del seminarista fusilado durante el verano de 1936.

Tras una lectura reposada de la obra, editada en los talleres de Gráficas la Paz de Torredonjimeno, vemos que consta de prólogo, introducción y cinco capítulos, en los que se expone la biografía de Manuel Aranda, nacido en Monte Lope Alvarez, el nacimiento de su vocación, sus estudios en los Seminarios de Baeza y Jaén, su prisión por su condición de seminarista y por su amor a Cristo, dio la vida por Él antes que ofenderle o renunciar a su fe.

Aunque el mártir escribía mucho, a causa de la guerra, se perdió parte de lo escrito. En este libro se da a conocer todo lo salvado, donde se conoce su personalidad, a través de sus planteamientos, expresiones e inquietudes.

Desde la primera biografía de Manuel Aranda se disponen de muchos testimonios y adhesiones a su causa, ahora en este libro se recogen los no publicados y con notas aclaratorias.

Detrás de la causa de beatificación de Manuel Aranda está la Asociación Manuel Aranda, que es la que lleva el desarrollo y la actividad propia de divulgación y canalización de la vida del seminarista mártir.

En el último capítulo se presenta una historia de Monte Lope Alvarez, aldea o pedanía de Martos, que es donde nació, se crió, estudió, escribió, fue encarcelado y matado Manuel Aranda, alumno del Seminario de Jaén. Todo el libro se cierra con una excelente colección de fotografías, donde se destaca la historia de la Asociación, que cumple ahora diez años de su creación.

Tras la lectura de esta obra debo agradecer al compañero sacerdote don Antonio Aranca Calvo su meritorio trabajo y empeño en alcanzar algún día la declaración heroica de las virtudes de su tío Manuel Aranda, quien derramó su sangre por amor a Cristo, a la Virgen Santísima y a la Iglesia y por su fidelidad a la vocación sacerdotal.

En los tiempos actuales, desiertos de valientes, es absolutamente importante levantar en alto el testimonio de un seminarista mártir, valiente, libre, piadoso, fervoroso, servidor, escritor, fiel, obediente, cristiano a carta cabal y capaz, con su ejemplo, de enseñarnos que la libertad y la valentía son fundamentales para seguir a Cristo ahora, cuando tantos huyen o se esconden en las tinieblas de la cobardía.

Tomás de la Torre Lendínez

6 comentarios

  
conchi
Qué razón tien Ud.Padre.Parece que en estos tiempos que estamos viviendo,la gente se oculta y no defiende su FE.Pero la ciudadanía sigue amando a Dios y a la Virgen nuestra Madre.Madrid estaba volcada, el día de la Almudena.Soy madrileña y no he visto jamás tanta gente, salir a proclamar la fe en la madre de Dios.Hay "muchos"que rabian,quisieran un pueblo rendido a sus estupideces.¿No?.Si se proclama a María es que se ama al Hijo.Sino que significa todo ésto.Vivo en Valencia y la gente grita y grita ¡viva la Mare de Deu!.Por algo será.¡espero!
15/11/09 12:21 PM
  
Hermenegildo
"Uno de los trabajos más serios que se han hecho en los últimos años es la documentación pormenorizada de los diferentes seres humanos que, en un bando u otro de la contienda, fueron fusilados por sus ideas religiosas católicas".

En el bando nacional nadie fue fusilado por sus ideas religiosas católicas.

15/11/09 5:32 PM
  
Tomás de la Torre Lendínez
Hermenegildo:
En el bando nacional fusilaron a gente por sus ideas religiosas no católicas.
Estaban prohibidos los cultos no católicos.
15/11/09 6:18 PM
  
Hermenegildo
Tomás: ¿puedes ponerme algún ejemplo de lo que dices? En el bando nacional no se fusiló a nadie por sus ideas religiosas. Es más, mi padre me cuenta que en su infancia (años cincuenta) se conocían los centros de cultos protestantes que había en nuestra ciudad, que eran tolerados aunque no se les permitiese hacer proselitismo ni culto público.
15/11/09 6:35 PM
  
Tomás de la Torre Lendínez
Un familiar mio lejano, en Salamanca, fue fusilado por pertenecer a los Testigos de Jehová.
15/11/09 6:59 PM
  
Hermenegildo
¿En los años treinta había Testigos de Jehová en España? Yo creía que llegaron más tarde. Sí sé que, en tiempos de Franco se les solía arrestar por negarse a prestar el servicio militar.
15/11/09 10:56 PM

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