6.02.13

Católicos ultraconservadores

Reconozco mi mala suerte. Ayer un comentarista me llamaba “ultraconservador”, lo que me hizo solicitarle amablemente si sería posible que me explicara la diferencia entre católico ultraprogre, progre a secas, católico sin más, conservador, ultraconservador y cavernícola. Nada, que no hay forma. Y eso que lo he intentado varias veces con personas diferentes. Lo único que consigo es que además de ultraconservador me llamen facha.

Todo esto me tiene muy deprimido, porque si me dicen que estoy equivocado en una cosa, pues se ve, o si patino en algún punto de dogmática o moral se revisa. Pero claro, si me dicen que mi problema es ser ultraconservador y no me explican lo que es eso, pues átame esa mosca por el rabo. Es como si yo en respuesta le digo que su problema es ser ultraprogreantiatchís. Toma esa. A ver cómo me responde.

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5.02.13

Necesitamos una legislación para personas que viven juntas

El otro día surgía la discusión con dos amigos sobre derechos de personas que conviven. La problemática estaba en que por una parte se veía la necesidad de reconocerles algunas cosas, pero por otra surgía el miedo de que ese reconocimiento de derechos acabara pasando por un aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo o cosa semejante.

A veces las grandes cuestiones se comprenden muy bien con ejemplos. Vamos allá.

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4.02.13

Vagos morales

Podemos decir que la moral católica es el conjunto de las normas que enseñan al hombre cómo debe comportarse para vivir según Dios, y así realizarse así mismo y alcanzar después de esta vida la felicidad eterna del Paraíso.

Conocer, comprender y vivir de acuerdo con la moral católica en todo no es tarea sencilla. Hacer que pensamientos, palabras, acciones y omisiones de cada cual sean en todo conformes a la moral católica supone estudio, discernimiento y una buena dirección espiritual. Podría poner muchos ejemplos: desde dar limosna al pobre a la puerta de la iglesia, o si amar más a mi padre es llevarle a mi casa o a una residencia, qué hacer con el hijo que no me habla, cómo practicar mejor la oración y la vida sacramental en mis propias circunstancias, o si tener más hijos o no.

La forma correcta de ir dando soluciones pasa por el estudio, la reflexión, la oración ante el Señor, y la petición de ayuda a un buen director espiritual. Pero esto es muy cansado. Por eso existen los vagos morales que han decidido dar respuesta a sus interrogantes siguiendo dos caminos igualmente disparatados.

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2.02.13

Sor Lucía Caram, bufón de la sexta

Yo tengo una madre muy anciana y con los defectos de una persona de mucha edad. Pero jamás consentiré que nadie me hable mal de ella, y mucho menos contaré sus miserias a sus enemigos para congraciarme con ellos, pensando que si me burlo de la mujer que me dio la vida eso me hará más humano y facilitará el encuentro con los que la critican.

Mi Iglesia es muy anciana. Atesora algunos defectillos, deslices de tiempos pasados, y quizá hoy alguna vez patina. Lo hago yo, ¿no lo hará ella? Pero atesora sabiduría, gracia, santidad y vida. Me ha regalado y me sigue regalando a Cristo, me da la vida en los sacramentos y en la doctrina de Cristo fielmente transmitida. Me enseña a caminar por sendas seguras en medio de un mundo que no puede comprenderlas. Es tanto lo que me ha dado y me regala que de ella yo me fío, y si algo no comprendo o me cuesta compartir, entiendo que el problema no es mi madre la Iglesia, sino mi orgullo de niño adolescente que se piensa que rebelándose afianza su personalidad.

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1.02.13

Avalancha de voluntarios en Cáritas

Es el dato que nos dieron ayer. Tocaba reunión de sacerdotes responsables de Cáritas de mi zona y es una de las cosas que nos contaron.

Porque se suele decir que si la gente da alimentos, que si donativos, que si hay más o menos solidaridad. A nadie le cabe la menor duda de que somos solidarios sobre todo en dinero y alimentos, es decir, en dar lo material. Problema muy diferente es cuando nos piden darnos, regalar el tiempo, comprometernos en una tarea, ofrecer nuestra vida por algo que merece la pena.

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