Obedecer sí, pero según derecho
Hablaba hace poco con un muy alto eclesiástico, y no voy a decir más. Salió el tema de la obediencia que los sacerdotes prometemos al obispo el día de nuestra ordenación, y, en un momento de la charla me dijo: “los sacerdotes, como los obispos, como los religiosos y los laicos, tenemos que obedecer según lo que exige el código de derecho canónico, no en otra cosa”. La verdad es que me resultó muy interesante la reflexión. Y en dos direcciones.
La primera hace referencia en lo que se puede exigir a un miembro de la Iglesia y lo que no. Por ejemplo, a un sacerdote. Porque una cosa es someterse a la obediencia debida y otra muy diferente que se pretenda obediencia no a lo justo, sino a lo caprichoso. Exigir obediencia a lo que manda el derecho es justo y necesario. A otra cosa es tiranía caprichosa.

En Braojos, en la octava del Corpus se celebra el Corpus chico con procesión con el Santísimo por las calles. Pero… como seguimos afectados por el coronavirus, uno no sabe muy bien si las procesiones son posibles. Desde luego la del Corpus no la hicimos. Y hoy…
El razonamiento es muy simple. Si el templo está abierto y hay misa, puede que haya fieles, o puede que no. Si el templo está cerrado, claramente no habrá.
Sí. Jubilado por lo civil, que no por lo canónico, porque un servidor cumple hoy 65 años y tras más de cuarenta y uno cotizados, he solicitado mi jubilación y mi paso a la categoría de pensionista desde el día de hoy.
No se crean que es fácil mantener un blog abierto y con una cierta repercusión, aunque no sea mucha. Un blog que a la vez sea interesante, curioso, fácil de leer, fiel a la doctrina, crítico en algunos momentos, capaz de suscitar reflexiones, de orientar y animar. Y miren que lo intento. Pero es que escribas lo que escribas la respuesta siempre acaba siendo múltiple.