Una solemne nueva pastoral rellena de nada ( o de poco)
Hace ya bastante tiempo, cuando servidor mantenía un blog en wordpress, comencé un apartado que titulé “frases solemnes rellenas de nada” y que me da que cada vez tiene una mayor actualidad.
Uno, por cortedad personal evidentemente y falta de espíritu renovador y conciliar, para nada acorde con los supuestos tiempos que le han tocado vivir, reclama constantemente concreción en la vida pastoral, no por nada, sino porque uno no da más de sí mismo.
Comprendo que no es fácil. Quién más, quién menos, comenzando por el propio consejo pastoral parroquial, nos movemos a base de grandes principios, de esos que para todo sirven y para nada valen, pero que parece te hacen quedar estupendísimamente. Ya saben, eso de una pastoral nueva, abierta, acogedora, no excluyente, en diálogo con el mundo y abierta a los pobres. Por supuesto, en este año, además, pastoral misericordiosa. Estoy completamente de acuerdo. No puede ser de otra manera.

Lo de esta mañana en portada de Religión Digital ya no son dagas florentinas ni cuchillos cachicuernos, es un ataque combinado de fusilería y artillería pesada, con apoyo aéreo. Hartos de escuchar y leer eso de que no se debe juzgar y que hay que respetar, Jesús Bastante se despacha con un titular en el que acusa abiertamente al arzobispo de Burgos de estar tras las filtraciones contra Osoro, Blázquez, Omella y Gil Tamayo. Pero la cosa sigue en titulares, afirmando también que Fidel Herráez lidera la oposición a las reformas del Papa Francisco en España.
No sé los demás, pero con el paso del tiempo uno va desprendiéndose de muchas adherencias y acaba con un esquema vital de lo más simple. Me pasa en mi vida pastoral. Miren que servidor ha hecho de casi todo y que he tenido que tocar mil palillos. Encuentros, convivencias, reflexiones, teatros, asambleas, idas, venidas, manifiestos, dinámicas. De todo.
Hace unos días me vinieron a la parroquia unos chavales, quince o dieciséis años, no creo que más. Querían pedir permiso para vender en la puerta alguna cosa destinada a un proyecto solidario que estaban haciendo con personas de la calle. Como es natural me interesé por el proyecto, que se apresuraron a describir.
Posiblemente uno haya sido un tanto ingenuo, pero hasta ahora no había sido consciente de tantos mangoneos, acusaciones, juego por debajo, intrigas. Te dicen que en la Iglesia, y hablamos de alto nivel, siempre se han dado algunas cosas no del todo confesables. Posiblemente como antes todas las fuentes de información eran boca a oreja, nada trascendía a lo que pudiéramos llamar el gran público. El problema es que hoy algunas de estas cosas aparecen abiertamente en los medios y posteriormente, cocinadas y manipuladas, cada uno aprovecha para arrimar el ascua a su sardina.