Soy católico. Perdón por existir
Con perdón, sin ofender, todos hermanos, perdón… pero estoy un poco hartito de la noticia de la supuesta agresión a dos homosexuales por parte de un grupito neonazi. Una agresión tan horrible que consistió en que realizaron gestos nazis, escupieron y llegaron a golpear a las víctimas de la agresión, aunque no constan lesiones.
Bien, pues desde hace tres días vengo escuchando repetidamente la noticia en todos los informativos de la televisión y la he visto en todos los medios de prensa. Cada día la vuelven a dar. Horror, terror y pavor. Falta de respeto, falta de tolerancia, necesidad de respetar los derechos de todos.


Una de las cosas en que más se nos insistía en el colegio era que preguntásemos todo lo que no estuviera claro o no llegásemos a entender. Incluso el maestro, a veces, ante alguna cuestión especial, era él el que preguntaba: ¡Fulanito! ¿Qué he querido decir? No lo sé, D. Mengano. ¿Y si no lo has entendido por qué no preguntas? Con un poco de suerte hasta te caía algún castigo. Preguntar, preguntar y preguntar.
En pocos días se me han dado de baja en algunas actividades parroquiales dos personas. Mejor dicho, Han querido clarificar su presencia en las actividades de la parroquia.





