Prójimo y "próximo"

De mi maestro, el padre Miguel de Bernabé, aprendí que hay que saber distinguir entre prójimo y «próximo». La palabra es del padre De Bernabé, pero la distinción es del mismo Cristo, y es tan relevante que llama la atención lo poco que se habla de ella.

Dice Cristo en el Evangelio, tomándolo del Levítico (Lv 19,18):

Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Mc 12, 31).

Y también:

Por tanto, todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos; porque ésta es la Ley y los Profetas (Mt 7, 12).

Y, además, nos enseñó cómo aplicarlo con la parábola del Buen Samaritano.

Es decir, Dios nos da el mandamiento de amar al prójimo que tiene dos características:

  • Se extiende a todos los hombres.
  • Su nivel de referencia es el amor que nos tenemos a nosotros mismos. 

Pero nos dio también otro mandamiento, en la noche del Jueves Santo, que Cristo dijo que era nuevo, y que puso nada menos que como señal de identidad de sus discípulos, como ya avanzamos en el anterior post.

Dice Cristo:

Un mandamiento nuevo os doy, que os améis los unos a los otros como yo os he amado. (Jn 13, 34)

Y añade,

En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros. (Jn 13, 35)

Es decir, en este mandamiento nuevo:

  • ya no habla de amor a todos los hombres, sino entre sus discípulos.
  • y el nivel de referencia de ese amor es muchísimo más elevado: ya no somos nosotros sino el amor del mismo Cristo.

Y de tal forma debe ser este amor entre sus discípulos que la gente, sólo con verlo, debería decir: “Estos, sin lugar a dudas, son cristianos".

En resumen:

       Amor al prójimo                                                      

  • A todos los hombres                                 
  • Como nos amamos a nosotros mismos

       Amor al “próximo”

  • Entre cristianos (que se tratan y ayudan)
  • Como Cristo nos amó a nosotros


21 comentarios

  
Vladimir
No sé si entendí bien el artículo, pero yo creo que hay que amar a todos, como Cristo nos ama a nosotros. Amando a todos de la misma manera, ayudaremos a que sean discípulos aquellos que no lo son.
Claro que no soy ingenuo: Amar a los nuestros ya es difícil, con mucha más razón a quienes no lo son.
20/04/23 4:59 PM
  
Breve
Breve, claro y conciso.

¡Muchas gracias!
20/04/23 5:06 PM
  
Giuseppe
Claro, clarito. Enhorabuena.
20/04/23 5:22 PM
  
Marta de Jesús
A mí me pasa(ba) parecido a Vladimir. Fui educada en el todos somos hermanos y buenísimos. El infierno no existe o está vacío y no merece la pena ni mencionarlo. De hecho las monjas de mi colegio no recuerdo que lo mencionaran ni que hicieran demasiada distinción entre ser cristianos o ateos. Pero esas distinciones se dan, de hecho implican un modo de vivir, hasta el punto de que tal vez tendremos que vivir perseguidos de por vida e incluso morir por Cristo, a manos de algunos de ellos, acto que pudiera servir de Luz en la oscuridad. El ideal de Vladímir de así se harán cristianos es muy jugoso, pero la realidad es que ese acto de inocencia, que vivi en primera persona, probablemente haga que os persigan como a tantos otros, como a mí misma, antes de que ocurra eso y debais alejaros, volviendo a diferenciar prójimo de próximo.

Resumiendo. La vuelta a ser minoría, e incluso el ser perseguidos, creo nos hará recobrar el sentido de esas palabras. No todos querrán ser discípulos, no todos querrán servir. Y no todos nos dejarán servir tan alegremente, sin ponernos/tirarnos piedras por el camino. No somos más que los ángeles. Esa lección es de las dificilillas.

Pregunto si alguien puede iluminar mi.camino: mi marido, padre, hermana, etc, no cristianos, pero tampoco contrarios, serían prójimos, estando próximos? O serían unos prójimos especiales, puestos en una cierta proximidad, para que intente ser buen instrumento de Dios en su posible vuelta?
20/04/23 9:08 PM
  
Daniel Lagos de Perú
Muchas veces, cuando leemos en un post (o escuchamos) algo que "rompe" nuestros criterios, tendemos (como es natural) a cuestionar. Pero la respuesta a lo leído (o escuchado) no debe ser en base a ese cuestionamiento, sino en base a razonar lo leído (o escuchado) a la Luz de La Revelación.

Dice Hechos 2, 44-47
"Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común;
vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno.
Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón.
Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salva."

OJO, dice LOS CREYENTES.

Y Hechos 4, 32-35 va más allá:
"La multitud de los creyentes no tenía sino un solo corazón y una sola alma. Nadie llamaba suyos a sus bienes, sino que todo era en común entre ellos.
Los apóstoles daban testimonio con gran poder de la resurrección del Señor Jesús. Y gozaban todos de gran simpatía.
No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de la venta,
y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad."

Vuelve la escritura a enseñar que este espíritu se daba entre LOS CREYENTES, entre La Comunidad.
Esta clara distinción de Amor al Projimo y al Próximo (ese espíritu en la praxis de vida comunitaria), no solo fue de los primeros años y acabó con el último apóstol, sino que acompañó todos los siglos de la Iglesia Primitiva.
Este amor al Próximo, es por ejemplo el que lleva a TERTULIANO 2 Siglos más tarde a EXCLAMAR:
“¡Mirad cómo se aman!
Mirad cómo están dispuestos
a morir el uno por el otro”
Ojo, Quinto Septimio Florente NO dice: Mirad como nos aman, sino: ¡Mirad como SE aman!

El sentido de la distinción Prójimo y Próximo es clarísima en la Tradición y la Escritura. Y es vital recuperar esta distinción. Mucho más en estos tiempos SINCRETISTAS, en el que A TODOS se les llama Hijos de Dios.

La Cristiandad fue posible porque tuvo como base, este amor Comunitario, que tenía clarísima esta distinción y tenía como lo más valioso La Fe, por encima de La Vida, La Familia, La Libertad y La Propiedad.

Solo teniendo La Fe, como LO MÁS VALIOSO Y PRECIADO, es que quizás nuestros hijos, o los hijos de ellos, puedan iniciar, La Construcción del Mundo Idela, esa tan anhelada Restauración de La Cristiandad, con Cristo Rey como principio y fin de todo anhelo de la sociedad.
20/04/23 10:13 PM
  
Pampeano
Tema más que interesante. Habría que relacionarlo con esta otra Palabra de Dios y ver cómo encajan: Los ESCanDALOSOS QUE SE LLAMAN HERManOS. "0s escribí en la carta que no tuvieseis trato con los fornicarios. No digo con los fornicarios de este mundo en general, o con los avaros, ladrones o idólatras, pues entonces tendríais que salir del mundo. 11 Mas lo que ahora os escribo es que no tengáis trato con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con ese tal ni siquiera toméis bocado. 12 pues ¿qué tengo yo que juzgar a los de afuera? ¿No es a los de adentro a quienes habéis de juzgar? 13 A los que son de afuera los juzgará Dios: Quitad al malvado de en medio de vosotros. (Corintios I, V, 9). El "qué" sobre próximo o prójimo parece claro, ahora cuando nos vamos al "cómo" la cosa se pone más compleja. Incluso tiene relevancia respecto al no juzgar y, quien sabe, del "cristiano anónimo". Mucha tela para cortar. Saludos
21/04/23 1:18 AM
  
Marta de Jesús
Interesante comentario de Daniel de Perú. No sé si habrá esa restauración de la cristiandad. Pero el cristianismo habrá de ser conservado, creo yo, volviendo a esa manera de vivirlo de los inicios. Volver al Amor primero.
21/04/23 2:23 AM
  
RafaelC
Interesante, aunque estoy en desacuerdo. En la parábola del buen samaritano, el jurista pregunta a Jesús “¿y quién es mi prójimo?”, a lo que Jesús responde (tras contar la parábola) “¿quién de estos tres se comportó como el prójimo del hombre que cayó víctima de los ladrones?”.
Jesús invierte por completo los términos pues no pregunta si el samaritano consideró que el hombre herido era su prójimo, ¡sino al revés!
Y al final, Jesús concluye con un “ahora ve tú y haz lo mismo”, es decir, hazte prójimo del otro.
21/04/23 5:15 AM
  
Daniel Lagos de Perú
Marta de Jesus,

Nos enseña mi querido Padre Iraburú Fundador de Infocatólica en la publicación (178) De Cristo o del mundo -XX. La Cristiandad. 1. La Iglesia medieval, de su Blog Reforma o Apostasía

"La Edad Media es una época muy espe­cialmente falsificada en la consi­deración general moderna, comenzando por su nombre. El milenio de Cris­tiandad en su totalidad, por su teo­centrismo y, más aún, por su abierta confesionalidad cristiana, es despreciado por el Occidente apóstata. El signo más decisivo de la mo­dernidad, precisamente, es la construcción de un mundo no fundamentado en Dios, y menos aún en Cristo, sino en el hombre; todo lo cual impugna directamente el régimen de Cris­tiandad. La opción moderna, por tanto, exige que el milenio cristiano sea ignorado, o mejor aún, cari­caturizado y falseado. Y esto se comprende perfectamente. Lo que no se com­prende tan bien es que los mismos cristianos se hagan cómplices de ese intento, como hoy sucede tantas veces en creyentes verdaderamente fieles. Pero, en fin, obras como la de Ré­gine Per­noud, ¿Qué es la Edad Media?, o la clásica de Johan Hui­zinga, El otoño de la Edad Media, con tantas otras, ayudan a recuperar la verdad del milenio cristiano. Y en la exploración histórica que estamos haciendo de los caminos de perfección evangélica en el mundo no será ésta, cier­tamente, una tarea superflua."

Y es por esa situación que nos dice el Pater, que muchas veces no se entiende cuando se habla de Restauración de La Cristiandad.
Pero esa labro, tiene todo que ver.

Saludos
21/04/23 8:04 AM
  
Daniel Lagos de Perú
Rafael C,

Esa cita que das no considero que sea un aut aut con respecto al tema de este post, sino un et et.

Saludo
21/04/23 8:31 AM
  
Marta de Jesús
En qué está en desacuerdo Daniel? No he entendido su comentario. Dice que se invierten los términos donde no veo que se haga. En esa parábola dice el comentarista que se habla de prójimos y no se próximos. De cumplir el amar al prójimo. Pues eso es precisamente lo que se explica aquí. Si luego serán próximos o no, es otra cuestión. Una cuestión de libertad de esos prójimos.

Gracias Daniel. Personalmente me refería a la segunda vuelta de Cristo. A lo mejor no le he entendido, disculpe.
21/04/23 9:29 AM
  
Oscar Alejandro Campillay Paz
De acuerdo con RafaelC
El Señor la noche santa de su última cena quiso descubrir el íntimo secreto del amor misericordioso de su Corazón, y exigió que los suyos amaran del mismo modo.
Es decir, somos "suyos" en la medida que amemos como Él, y por mandato de Él . Más nunca distinguió que ese amor fuera exclusivo entre los discipulos.
Porque, ¿Es posible, para un corazón que ha aprendido a amar como su Maestro limitar ese amor solo a otro bautizado? ¿Qué significa en el orden estrictamente práctico está distinción?
¿Partirá San Martín su capa solo a otro discípulo?
¿No ofrecería su vida San Maximiliano Kolbe si el prisionero que reemplazó hubiese sido judío?
¿San Juan Pablo II no debió perdonar a su atacante por ser musulmán?
Santa Teresa de Calcuta ¿desgastaría toda su vida inútilmente porque eran hindúes?
Cómo haremos para decir a nuestro corazón: "hasta aquí lo amaré porque no es bautizado".


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Han oído ustedes que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo; yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.
Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Ustedes, pues, sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”.

Escuchen bien:
"dijo a sus discípulos..."

"si tan solo a sus hermanos..."

Sean perfectos, como su Padre Celestial es perfecto"

Bendiciones!
21/04/23 11:28 AM
  
Breve.
Practicar obras de misericordia con los prójimos que es lo que hizo el Buen Samaritano y a las que estamos llamados todos los católicos de manera particular no les convierte en próximos.

Marta de Jesús pregunta qué pasa con sus familiares no católicos, todos tenemos alguno/s en nuestra familia. Es evidente que son familia con los deberes propios que ello implica pero sin hacer el primo. Son familiares prójimos: Ergo regla de oro.

Daniel Lagos de Perú vuelve a acertar plenamente en todo y en todos sus comentarios porque se basa en las Santas Escrituras y es que no hay nada nuevo bajo el sol, simplemente se trata de leer y comprender las Escrituras, pero con ojos nuevos y libres de prejuicios.

Gracias a Daniel y a Fran Fernández, el blogger.

Saludos cordiales.
21/04/23 12:53 PM
  
Marta de Jesús
Que no odie a mis enemigos, por lo tanto no próximos, e incluso esté dispuesto a morir por Cristo para poder ser Luz de ellos, no es ponerlos en el grupo de próximos como los que ya están en el grupo. Eso es parte de su libertad. Solo ellos pueden ponerse en nuestro grupo. En tal caso sería aproximarse para evangelizarles, si fuera posible, que no siempre lo será, con la palabra, un cuidado, una ayuda, la propia vida... Las misiones, pej. Si participara en sus pecados como lo hacen ellos, o incluso en sus actos monstruosos, como los campos de concentración, me estaría aproximando yo a ellos, mal hecho, en vez de lograr con mi #amor al prójimo# que ellos se hicieran #próximos a Cristo#. Cuando alguien está muy apegado al pecado no será posible, probablemente, una convivencia de proximidad. Ahí surgiría otro tema peliagudo, los hijos. Está dándose un choque en eso. Ahora los hijos están intentando, en muchos casos, arrastrar a sus padres y hacerlos próximos "a lo suyo". Personas, supuestamente católicas, que dejan que su hijos coloquen budas en el jardín. Yo no lo permitiría. Otros han convencido a sus progenitores de que dejen de ir a misa, que son cuentos chinos. Los hay que traen a sus multiples parejas sexuales a casa, incluso del mismo sexo. Cada año una nueva. Y un año es mucho decir. Yo eso tampoco lo permitiría. Creo que mi amor el prójimo, en ese caso, se mostraría mejor, mostrándome firme en mi Fe, y haciendo como el padre bueno, esperar. No voy a dejar que muera de hambre, pero los pecados no se restriegan como si fueran buenos, y además uno no debe exponerse a según qué cosas. Otro ej, yo no pondría mi dinero y posesiones a disposición de los prójimos para fomentar sus modos de vida (solo para rescatarles), como si así les hiciera favor alguno. Pero a disposición de los próximos sí, obviamente. Aún sabiendo que algunos se verán tentados.

Estoy totalmente de acuerdo con el post, es decir, con Cristo. Murió por todos. Perdonando a todos. Y luego muchos mártires. Pero no todos aceptan ese regalo de la Salvación. Ese amor del que habla aquí que se tenían en su día a día era característico de los próximos, no de los otros. Como un perfume que los demás podían percibir y que a muchos les resultaba atractivo. La propia aceptación del martirio a manos de enemigos les interpelaba.
21/04/23 2:59 PM
  
Marta de Jesús
Creo que en el fondo todos los comentaristas están de acuerdo con el post. Porque nadie dice que no debamos amar a nuestros enemigos, e incluso morir por Cristo a sus manos. Ahí está la historia de la Iglesia. Pero los primeros cristianos se cuidaban de según qué ambientes, de según qué cosas, e hicieron comunidades... La diferencia, parece ser, que lo encuadran todo en el mismo tipo de amor. Y Cristo hacía diferenciación, como explica el autor de este blog. Probablemente era necesario para la propia supervivencia del cristianismo y su propagación. Solos, sin próximos, qué sería de nosotros? Cuando viví alejada de Dios lo vi claro. No siempre podremos estar próximos. Pero siempre podremos amar al prójimo, y si ese prójimo quiere, hacerse discípulo.
21/04/23 3:12 PM
  
África Marteache
Es interesante el criterio de proximidad, que permite el nombre abstracto, pero no hay ninguno de projimidad. Por ese criterio son próximos los cristianos chinos por los que rezo continuamente y lejanos mis parientes que han dado la espalda al Cristianismo, pero lo cierto es que en ambos casos rezo y, algunas veces, con angustia. También la angustia es distinta, pero no deja de ser sofocante y dolorosa.
Para mí prójimo tiene algo de barcos que se cruzan en un punto del océano, como le ocurrió al samaritano con el judío maltratado por los ladrones, en el momento que la presencia de la persona es constante y el amor muy grande, sea o no cristiano, no estoy segura de que prójimo sea la palabra adecuada.
Hay una interesante diferencia entre los ateos que salvaron judíos (en aquella época casi todos comunistas) y los cristianos que hicieron lo mismo. La lectura de las biografías indica que los primeros salvaron a personas de su alrededor: vecinos, parientes, amigos...mientras que los segundos salvaron a desconocidos. Ese desconocido al que la vida acercó, que muchos relacionaron con la palabra del Buen Samaritano, fue un prójimo coyuntural.
21/04/23 4:43 PM
  
Daniel Lagos de Perú
Marta de Jesus,

Creo que no entendió el aut aut (o esto o esto Protestante) el et et (esto y esto Católico) que le señalaba a Rafael C.

En el fondo todos los comentarios están de acuerdo, pero es importantísimo tener cristalina las distinciones. Y para ese fin, este post está perfecto.

Saludos
21/04/23 6:42 PM
  
Breve.
Releyendo el comentario de D. Oscar, me doy cuenta de que tiene muy clara la teoría de que hay que amar al enemigo. Lamentablemente no incluye la praxis para hacerlo.

En cambio Marta de Jesús sí que ha explicado dicha praxis en varios de sus comentarios. Muchas gracias, Marta.

Y el resumen para mí como católico es: Enemigo: Soy prójimo tuyo, pero no primo.

Me gustaría, si fuera posible, que el blogger Fran Fernández, dedicara otro post a la tan traída y llevada frase de "poner la otra mejilla". Me parece a mí que además de ilustrarnos adecuadamente entronca de lleno con el argumento de este post.

Gracias a todos y ¡Feliz Domingo!
22/04/23 6:36 PM
  
Oscar Alejandro Campillay Paz
Gracias Breve por tu aporte.
Coincido plenamente contigo en que la dificultad consiste en las obras.
Me parece que todo se simplifica estando unido a Cristo por la vida de la gracia, de tal modo que ya no busquemos nuestra voluntad, sino la voluntad de nuestro Padre, tratando de tener los mismos sentimientos de Cristo hacía nuestros hermanos, recordando siempre que fue Él, el que nos amó primero hasta el colmo.

Las obras de Misericordia, espirituales y materiales son excelentes guías sobre el como amar en la praxis a quien encontremos en el camino de nuestra vida.

Cuando a santa Teresa de Calcuta le preguntaron si ella veía en sus pobrecitos a Cristo dijo: - No, no veo en ellos a Cristo, ¡Ellos son Cristo!

El mandamiento del amor que nos pidió el Señor la noche de la primera Eucaristía, está destinado a todo prójimo, y no solo al hermano cristiano.
Y no es una teoría.

Es el pedido amoroso de nuestro Señor.

Bendiciones!

23/04/23 10:12 AM
  
Breve.
Abusando de la paciencia del blogger voy a contar un caso personal que me ha sucedido hoy mismo.

A la salida de Misa dos hombres ya veteranos me han abordado para saludarme y entablar conversación.

Ambos dos con sus respectivas esposas fallecidas hace poco tiempo.

Ramón se quejaba,con lágrimas en los ojos, de que cuando falleció su esposa ningún familiar acudió al funeral y posterior sepelio y de que ninguno de sus familiares se había dignado en transmiterle el pésame.

Benito se quejaba, con llanto contenido, de que con la cantidad de "amigos" que tanto él como sobre todo su esposa habían tenido, cuando ella contrajo alzheimer durante cuatro años ninguno de estos "amigos" había venido a visitarla; siquiera para cogerle la mano mientras ella permanecía en cama en su propio mundo.
Una cuidadora social asignada a la enferma que le hablaba mientras la limpiaba y curaba sus escaras consiguió que sonriera y le dijera su nombre después de tres años sin pronunciar palabra.

Dos preguntas:

1) Los familiares de Benito y los amigos de Ramón
¿Se portaron como prójimos?

2) ¿Quién se portó como prójima con la esposa de Benito?

Sé que hay que devolver bien por mal, pero para mí rezar con sinceridad por la conversión de los "olvidadizos" cuando vienen mal dadas es más que suficiente.

Sirva de ejemplo este caso, no aislado desgraciadamente, para que entendamos quienes son nuestros próximos, nuestros prójimos y quienes son conocidos circunstanciales.

Muchas gracias a todos.

¡Ave María!
25/04/23 12:16 PM
  
Aurora
Pues a nosotrs mismos nos amamos teoricamente, porque de otro modo nuestros actos estarian mas coherentes y limpios. Una ensenanza que queda por poner en practica. Amar al proximo es ver a Cristo a tu lado .Eso solo invocar al Espiritu Santo es posible!
15/07/23 8:15 PM

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