8.12.13

La política Valenciano y el terrorismo

En estos días he sabido que diversos medios de comunicación se han hecho eco de la noticia de que un autobús recubierto con enormes imágenes explícitas de abortos cometidos a bebés de 10, 11 y 24 semanas de gestación ha circulado por las calles de Madrid para educar en clave de denuncia social desenmascarando la terrible realidad del aborto a petición provocando un enorme impacto social y mediático. Me ha llamado la atención que la política Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE se haya visto obligada a realizar declaraciones en las que ha calificado la campaña de AbortoNo como «Terrorismo Publicitario».
Si es obvio pensar que habitualmente la repostería publicitaria se hace con imágenes repostería, la pescadería publicitaria con imágenes pescados, etc. habría que entender que con «terrorismo publicitario» la política Valenciano se ha visto indirectamente obligada a admitir que el aborto a petición es terrorismo.
Sin embargo la política Valenciano debe saber muy bien que la publicidad habla de lo que promueve y estas imágenes ciertamente no promueven el aborto, sino todo lo contrario: estas imágenes denuncian y desenmascaran la injusticia del aborto del discurso cultural dominante. ¿En ese caso sería eso terrorismo para la Sra. Valenciano? ¿Cómo calificaría entonces la Sra. Valenciano otras imágenes de denuncia social como imágenes de los toros ensartados, agonizantes y ensangrentados que los anti-taurinos han mostrado en las calles de Logroño? ¿Y los Cristos ensangrentados y torturados de Semana Santa? ¿Y las imágenes brutales que la DGT emite a veces en TV antes y durante las operaciones de salida? ¿Y los reportajes que usan imágenes de archivo de la II Guerra Mundial con los bulldozers arrastrando cadáveres en los campos nazis? ¿Y las imágenes horribles de vísceras dañadas por el consumo de tabaco en las cajetillas de cigarrillos? ¿Y las imágenes de los niños hambrientos de África? ¿También son «terrorismo publicitario» para Elena Valenciano?

Jorge, Benito Daniel
Portavoz AbortoNo.org

4.12.13

50 años de la constitución sobre la sagrada liturgia, Sacrosanctum Concilium

Sr. Director:
Hoy se cumplen los 50 años de la constitución sobre la sagrada liturgia, Sacrosanctum Concilium. Se trata del primer documento aprobado por el Vaticano II , el 4 de diciembre 1963, y es una de las cuatro grandes constituciones del Concilio.
Nunca antes, en la historia, había recibido la liturgia un tratamiento tan generoso por parte de ningún concilio: contenía un ambicioso programa de reforma de la liturgia, que por su envergadura no tiene paralelo en el pasado, y todo un proyecto de acción pastoral para renovar la vida litúrgica de la Iglesia.
Si bien es cierto que supuso notables mejoras, también se sucedieron abusos e interpretaciones erróneas, que se apartaban de la tradición y del sentir de la Iglesia. Poco a poco se van corrigiendo los errores. Este aniversario puede ser una buena oportunidad para animarse a leer el texto, que apenas tienen 20 páginas. Apuesto a que el lector quedará sorprendido con su contenido, que en muchas ocasiones ha pasado desapercibido para el gran público.
Como se afirma en el texto, «la liturgia es fuente y cumbre la vida cristiana». Efectivamente, allí donde se estudia, se cuida y se vive, la fecundidad del Espíritu Santo es manifiesta.
En este aniversario deseo rendir un homenaje a Dom Manuel Garrido Bonaño, fraile de la comunidad benedictina de la abadía Santa Cruz (Madrid). Ingresó en el monasterio de Santo Domingo de Silos en 1946, pasando al del Valle de los Caídos en 1960. Estudió en el Ateneo Anselmiano de Roma y fue consultor del Vaticano II y de la Sagrada Congregación de Ritos.
Fue uno de mis profesores de liturgia. Insistía en que la liturgia supone una seria preparación, y que era menester meditar muchas veces la doctrina que la Iglesia nos ofrece en sus documentos y en los mismos textos litúrgicos. De esa forma, poco a poco, vamos penetrando más hondamente en el rico contenido espiritual de la sagrada liturgia y estaremos en mejores disposiciones para captar el sentido de las fórmulas y ritos litúrgicos. Dom Manuel fue autor de treinta libros y de más de mil artículos. De sus publicaciones, deseo destacar tres, a parte de los artículos del Centro de Pastoral Litúrgica (CPL) de Barcelona: «La liturgia de las horas a través de los siglos», «La liturgia en la vida cristiana», y «Grandes maestros y promotores del Movimiento Litúrgico» (Editorial BAC, 2008), donde trata de 29 figuras relevantes del siglo XX.
Falleció en la noche del pasado 14 de septiembre, celebración de la Exaltación de la Santa Cruz –festividad de su abadía- y aniversario del motu proprio de Benedicto XVI, «Summorum Pontificum», sobre la nueva reglamentación para el uso de la Liturgia Romana vigente en 1962. ¿Qué mejor fecha para entrar en la casa del Padre? Espero que su ejemplo sea estímulo para los profesores de liturgia, de los que hoy tenemos tanta necesidad.

Gabriel Cortina
Galapagar, Madrid)

20.11.13

Los pobres nos evangelizan

Los pobres continuamente nos sorprenden. Uno viene a la misión a dar, a evangelizar. Pero con frecuencia uno es evangelizado. ¡Sí, los pobres nos evangelizan!
Es el caso de María, una mujer relativamente joven, con dos hijos jóvenes. Hace un mes su marido ha muerto de cáncer. Y ella viene luchando con la misma enfermedad desde hace casi dos años…
Mientras me cuenta no descubro en ella ningún signo de tristeza. Tampoco veo angustia o desazón. Menos todavía queja o rebeldía contra Dios. Habla de la muerte de su marido y de su propia enfermedad con absoluta serenidad. Transmite una impresión de dignidad, yo diría incluso una cierta majestad. Se trata de algo aceptado, profundamente asumido, no una melancólica resignación…
Para ella la enfermedad y la muerte no son el enemigo número uno que hay que combatir a cualquier precio y por encima de todo. Se diría que para ella la enfermedad y la muerte forman parte normal de la existencia. Sin dramatismo ni victimismo. Sin reclamar atención ni exigir nada.
Pienso que los pobres no tienen nada que perder. En su vida todo son carencias. Por eso saben agradecer cualquier cosa, aunque parezca insignificante. Y por eso no se extrañan cuando aparece una nueva carencia o una nueva pérdida. Mientras el rico se aferra a lo que posee y ve la enfermedad y la muerte como un enemigo, el pobre ha aprendido a perder. Está desasido de todo. Y cada nuevo despojamiento le lleva a abandonarse más en las manos del Padre.
María me decía: Lo dejo todo en las manos de Dios. Ni siquiera le exige a Dios su curación. Tampoco reclama a la Sanidad pública. No busca culpables. Acepta el designio sabio y amoroso de Dios…
Después de escuchar a María entiendo mejor por qué dijo Jesús: ¡Dichosos los pobres!. Gracias, María, por esa lección de dignidad. Gracias, Señor, por el testimonio de María. Gracias por los pobres. ¡Sí, los pobres nos evangelizan!

Julio Alonso Ampuero, sacerdote diocesano de Toledo
Lurín, Perú

19.10.13

Sobre el Museo Nacional de Escultura de Valladolid

Soy un incansable seguidor de esta web y quería hacer partícipes a todos sus lectores de una visita turística de la que salimos escandalizados mi familia y yo. Creo que es algo que debe ser denunciado en los medios. Algo montado para herir a los católicos, como ahora verán.

Hace unos días fui a hacer turismo a Valladolid con la familia. Hacía unos años que no la visitábamos y teníamos ilusión en recorrer sus calles, ir a su espléndida Plaza Mayor y acercarnos a sus lugares más conocidos. Decidimos visitar, como no podía ser de otra manera, el Museo Nacional de Escultura. Hacía al menos diez años que no nos dejábamos caer por allí y lo recordábamos con un buen sabor de boca. Mi mujer, Licenciada en Historia del Arte, y yo, aficionado al arte sacro y Diplomado en Ciencias Religiosas, teníamos unas ganas enormes de disfrutar con las valiosas obras que allí se guardan.

Cuando accedimos al museo empezamos a ver cosas que no nos gustaron ni un pelo. El problema no son las obras, maravillosas todas, sino cómo están expuestas y los comentarios que pueden encontrarse en los paneles informativos. La exposición tiene un marcado sabor anticatólico y antieclesial que no deja indiferente a nadie. Les cuento:

1. Hasta el 12 de enero se puede “disfrutar” de una exposición temporal de un tal B. Roig titulada “Instante Blanco". Básicamente se trata de esculturas contemporáneas que aparecen en diversos lugares de la exposición permanente. Las esculturas representan a señores calvos y gordinflones, medio desnudos, a veces con posturas irreverentes (sacando la lengua o con la cremallera bajada). No hay reparos en situar estas esculturas junto a los Patriarcas del Antiguo Testamento o junto a San Joaquín y Santa Ana. Si mi tía Ana, la del pueblo, viera a semejante fantoche junto a su santa patrona, con lo devota que es, le daría un patatús. Pero estoy tranquilo por su salud, porque ni maneja internet ni creo que vaya a Valladolid en breve.

¿Tienen estas esculturas el mismo significado, o si se me apura, la misma calidad escultórica que las obras de Juan de Juni, Berruguete o G. Fernández? A todas luces, no. Sin embargo, desde el museo se dice: estas diez esculturas blancas rompen el silencio devoto del lugar y de sus visitantes para proponer otro itinerario de la colección de escultura. ¡Y se quedan tan panchos!, no vaya a ser que alguno, viendo a estas bellas imágenes de la Virgen y los santos, le dé por rezar. Ahí les adjunto el enlace, del propio museo, en el que se puede ver todo esto:
www.mcu.es/promoArte/Novedades/BernardiRoig_InstanteBlanco.html

2. Y no queda ahí la cosa. El recorrido de la colección permanente está “ilustrado” por diversos paneles con un sesgo marcadamente antirreligioso y antieclesial. Da la impresión que se aprovecha cualquier obra para lanzar una “puyita” a la Iglesia y el pensamiento cristiano. Les pondré varios párrafos con los que entenderán de lo que les hablo.

• En la sala 2, se nos dice:
…El arte religioso se convertirá en un lugar mental donde el hombre organiza su visión del mundo y sus inquietudes ante el destino. La imagen de devoción fomenta la fantasía, da sentimiento a la relación del individuo con el más allá y fortalece la Iglesia…

• En los paneles de la sala 14, barroco, se nos narra:
…Es la Iglesia la que encarga las obras, impone los temas e impone el pensamiento. Propaga la creencia en los milagros y el culto a las reliquias, expuesta en decorados exuberantes, mezcla de magia, piedad y ostentación… Las artes plásticas, convertidas en un arma de propaganda, alcanzaron un patetismo vibrante.

• En la sala 15, también sobre el barroco, se cuenta esto:

…La escultura, con su corporeidad tridimensional, se sirve de su poder de seducción e invade todos los canales sensoriales del espectador para confundirle y sugerir, incluso, una aparición sobrenatural.
El arte religioso se deja penetrar por el elemento sensual: todo se vuelve visible, palpable, táctil. Un materialismo extremo simula lágrimas y sangre, el desgarro de las heridas y laceraciones, la morbidez de la carne y la exactitud anatómica de músculos y tendones, gracias a una refinada combinación de policromías y materias añadidas: cuero, asta, gotas de cristal, corcho, ojos de vidrio, telas encoladas. Es el triunfo del engaño….

• Y, para terminar, en la sala de los pasos procesionales:

…Entre ellos, las procesiones de Semana Santa reúnen lo más característico: el engaño de los sentidos, la imagen como adoctrinamiento, la suntuosidad y la falta de moderación, la confusión entre lo real y lo imaginado…, el pensamiento mágico…

…El espectáculo (de los pasos) ejercía un fuerte impacto emocional, por el tamaño natural de las figuras y su disposición escenográfica, el esmero en el atavío y el oropel, el maniqueísmo moral de sus figuras y el cruel tremendismo del ambiente…
Y hay más, pero con esto basta para que se hagan una idea de lo que les comento. Ni las imágenes religiosas son el triunfo de un engaño, ni son arma de propaganda, ni fomentan la fantasía, como allí nos quieren vender. Los cristianos sabemos bien qué son y qué representan estas imágenes tan maravillosas que allí se exponen y que tantos y tantos dirigieron su mirada de fe y sus oraciones antes de que fueran desamortizadas en 1835. Los responsables parecen olvidar precisamente esto: que su museo está lleno de esculturas a rebosar porque monasterios y conventos de Valladolid como san Benito el Real y san Francisco fueron saqueados por el Estado en aquellos años. También parecen olvidar que la misma sede donde se ubica el museo, el Colegio de san Gregorio, era un lugar benemérito, donde se impartían enseñanzas teológicas a estudiantes dominicos. Por sus aulas pasaron, entre otros, nada menos que fray Bartolomé de las Casas, fray Francisco de Vitoria y fray Luis de Granada. El museo es, en definitiva, heredero de un rico legado cultural, artístico y religioso que no debería ser manipulado y puesto a disposición de intereses ideológicos beligerantes con la religión y la Iglesia.

David Jiménez

11.09.13

La escuela concertada católica a la deriva

“Una tarde parda y fría/de invierno. Los colegiales/estudian. Monotonía/de lluvia tras los cristales. /Todo un coro infantil/va cantando la lección: / mil veces ciento, cien mil; /mil veces mil, un millón”

Este conocido poema de Antonio Machado nos describe una de las funciones fundamentales que debe tener todo centro escolar: la transmisión del conocimiento. Si además ese centro de enseñanza es católico, es decir es parte de la Iglesia, su misión evangelizadora quedará patente en todo momento, pues tal y como nos recuerdan nuestros obispos “los profesores (consagrados o laicos) que trabajan en la escuela católica ejercen un ministerio eclesial al servicio de la comunidad católica local y en comunión con el Ordinario diocesano”.

Pero, hete aquí, que en no pocos colegios concertados católicos las cosas son sustancialmente distintas a lo que deberían ser y los niños no cesan de escuchar y repentizar, entre otros cientos de cosas, el Nuevo Catecismo Eco-panteista de los Objetivos del Milenio. Año tras año, alumnos de estos colegios se ven sometidos a memorizar casi a machamartillo estos preceptos paganos revelados en la Sede de Naciones Unidas de Nueva York. Estos nuevos mandamientos fueron esculpidos en la Declaración del Milenio y hacen referencia a la erradicación de la pobreza, la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, la mortalidad infantil y materna, el avance del VIH/sida y la sostenibilidad ambiental.

La creencia por parte de muchas instituciones de enseñanza católica de que este camino de glorificación a la ONU nos lleva a un Paraíso en la Tierra ha sido acogida de manera tan entusiasta que en muchos casos ha relegado la doctrina de Nuestro Señor Jesucristo, pues es del todo imposible que un cristiano pueda compatibilizar el Reino de Dios con objetivos que incluyen la generalización del aborto (“salud reproductiva”), la esterilización temporal o definitiva, y la imposición de la perspectiva de género, por citar sólo algunos de los fines más evidentes de este Nuevo Edén. Así las cosas, no debería sorprendernos que en un colegio concertado católico, de cuyo nombre no quiero acordarme, al ser planteado como divertimento pedagógico a los alumnos un hipotético dilema de escoger entre la vida de una ballena y la de un bebé opten en abrumadora mayoría por salvar al simpático cetáceo.

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