8.12.22

Entrevista a Miquel Bordas, pdte de la “Milicia de la Inmaculada”, fundada por S. Maximiliano M. Kolbe

Miquel Bordas Prószyński, nació en Varsovia en 1982 durante el estado marcial, hijo de un matrimonio hispano-polaco. Se crio entre Cataluña y Polonia, trasladándose posteriormente a Madrid para cursar sus estudios universitarios. Doctor en Derecho y abogado. Casado. Desde 2021 es Presidente Internacional de la Asociación Pública de Fieles “Milicia de la Inmaculada” fundada por San Maximiliano María Kolbe.

¿Cómo conoció la Milicia de la Inmaculada?

A quien primero conocí, desde que prácticamente tengo uso de razón, fue al fundador de la Milicia de la Inmaculada, a San Maximiliano María Kolbe: el franciscano conventual polaco que lanzó hace cien años en Cracovia la revista del “Caballero de la Inmaculada”; que creó Niepokalanów, la Ciudad de la Inmaculada; que fue misionero en Japón; y que finalmente ofreció su vida en la celda de hambre en Auschwitz por un padre de familia. Siendo mi madre de origen polaco y habiendo vivido en casa desde la infancia la espiritualidad mariana propuesta por San Maximiliano, no fue hasta más tarde, hace unos once años, cuando me encontré con una hojita de la Milicia de la Inmaculada (“M.I.”) en el Monasterio de la Inmaculada y de San Pascual de Madrid (de las Madres Clarisas), en el que aparecía una página web y un email. Escribí interesándome y enseguida me contestó el P. Gonzalo Fernández-Gallardo, franciscano conventual, que en aquel momento era el asistente espiritual de la M.I. en España, invitándome a la asamblea que iban a celebrar próximamente en Madrid. Allí me consagré a la Inmaculada, comenzando esta andadura apasionante al servicio de nuestra Madre formando parte de la M.I.

¿Qué es lo que más me atrajo de la M.I. (Milicia de la Inmaculada)?

Sin duda, María, la Inmaculada. Como decía, desde pequeño he tenido muy presente la invitación de entregar mi vida a María, a ejemplo de San José («no temas acoger a María», cfr. Mt 1, 20) y de San Juan («Ahí tienes a tu madre», cfr. Jn 19, 27). Había realizado ya privadamente varias consagraciones a la Virgen María, también según el método de San Luis María Grignon de Monfort, haciendo mío el lema de totus tuus. Sin embargo, San Maximiliano, de alguna manera, me propuso de repente una fórmula siquiera más sencilla: entregarse, abandonarse, confiarse, consagrarse a la Inmaculada totalmente como “cosa y propiedad”, sin límites, sin reservas. No se trata tanto de la fórmula en sí, sino del acto de la voluntad que se confía a María. Es como firmarle un cheque en blanco a la Madre de Dios, que es también mi Madre, para que Ella me “transforme” en lo que ya soy por el bautismo, hijo de Dios configurado con Cristo, sacerdote, profeta y rey -pese a mis resistencias y mi pecaminosidad para que Ella me santifique y me “use” como mejor le parezca. Pero cuando nos consagramos no nos abandonamos sin garantías, irracionalmente.

En la contemplación de la belleza sin tacha de María -su Inmaculada Concepción- esta humilde criatura elevada por encima de toda la Creación representa la obra sublime de la Trinidad. La nueva Eva goza de una especialísima “inhabitación” del Espíritu Santo. En fin, la Inmaculada corresponde al amor de Dios de la forma más plena posible, habiendo identificado su voluntad con la voluntad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Nadie ha amado más y mejor el Sagrado Corazón de Jesús que su propia Madre. Desde entonces, ese amor entre Dios y María se derrama sobre nosotros, sus hijos; siendo María la Madre de la Iglesia, por tanto, Madre de la Humanidad redimida o sobrenaturalizada. Así lo ha experimentado desde siempre el Pueblo Cristiano, que ha recurrido a Ella en todas sus dificultades y que la ha tomado como verdadera Madre y Maestra que nos precede en el camino de la fe, que nos lleva a su Hijo, al Cielo.

Pues bien, me parece que nuestro mundo moderno sufre cada vez más cierta incapacidad para reconocer y gozarse espontáneamente con la verdadera belleza, por lo que uno -hijo de su tiempo- experimenta también una cierta dificultad para “alabar” a María, para “enamorarse” locamente con Ella. Por ello es muy importante que nuestra alabanza y entrega a la Inmaculada responda sobre todo a un testimonio personal, fruto del encuentro con Ella, de la comunión de vida que Cristo nos invitó a tener con su Madre en su testamento de la Cruz. Es decir, que nuestros hermanos puedan ver los efectos concretos -nuestra coherencia de vida- resultantes de nuestra unión con la Inmaculada. Como enseñaba San Maximiliano, la vida se pasa muy deprisa, tenemos que apresurarnos en llenar nuestras jornadas del mayor número posible de gestos y expresiones de amor, especialmente en las cosas más pequeñas. Obviamente, esto es una gracia que tenemos que suplicar humilde y constantemente. Y aquí se presenta el segundo atractivo de la Milicia: el ideal apostólico, el celo por las almas. San Maximiliano siente la necesidad de que María sea conocida, venerada y amada por todos, sin excepción; aunque especialmente por aquellos más alejados, los que nunca han oído hablar de Ella, también por aquellos que la han conocido, más o menos, pero que son indiferentes, la desprecian o la combaten: los enemigos de la Iglesia. Todos tenemos necesidad de descubrir la maternidad de María, de ser introducidos en su Corazón inmaculado. Ella es la personificación de la misericordia divina: en su seno se gestó el Redentor. Y, por ello, los que hemos conocido su amor materno tenemos una mayor responsabilidad de convertirnos “en sus manos extendidas” para la humanidad. En definitiva, la consagración a la Inmaculada es una invitación a servir a María en el estado de vida de cada uno; para que Ella se convierta de hecho en la Madre de todos, siéndolo ya de derecho. Es lo que llamamos en la M.I. “conquistar el mundo para Cristo por medio de la Inmaculada”: arrebatarle las almas a Satanás. Por supuesto, se trata de un ideal muy ambicioso y exigente, que nos sobrepasa y en cuya realización nos topamos con nuestros límites y pecado. No obstante, es un camino en el que no estamos solos; sino que formamos parte de un equipo, de una milicia de almas que se siente llamada a una misión, pero que entraña un combate espiritual, contra nuestro propio ego y contra el mundo, el demonio y la carne. Ciertamente, solos no podemos: pero contamos con la fuerza de María, la fuerza de su humildad y de su gracia, que nunca fue vencida y que aplasta la cabeza de la soberbia Serpiente.

¿Qué supone para usted presidir la asociación a nivel internacional?

En un plano externo, supone un honor y también una tremenda responsabilidad. Porque los fines que se propone alcanzar una asociación pública, como es la Milicia de la Inmaculada, mirando al bien público, se buscan alcanzar en nombre de la Iglesia (cánones 116 § 1 y 313 del Código de Derecho Canónico). Como advertirán los lectores, se trata de unos fines muy trascendentales, con la impronta mariana del fundador, al servicio del misterio apostólico y salvífico de la Iglesia. Para ello, cuento con el inestimable apoyo del Consejo de Presidencia. Algunas de estas funciones son de carácter más organizativo-administrativo de la propia Sede Internacional de la Milicia (el Centro Internacional), como de coordinación del trabajo de los Centros Nacionales de la asociación en todo el mundo. Otras lo son de carácter más representativo. También es importante promover encuentros e iniciativas, incluso con otras instituciones, llevando, donde sea útil y oportuno, el aporte del carisma de la M.I. Además, en este trabajo mantenemos una colaboración asidua con el Asistente Internacional de la Milicia, que es el Ministro General de la de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, el Padre Carlos Trovarelli, a través de su delegado, el Padre Gilson Miguel Nunes. A este respecto, hay que decir que es el Asistente Internacional quien ejerce la función de guía espiritual de la Asociación. Se trata de una función importantísima, por la que se vivimos filialmente la comunión con la Santa Madre Iglesia, puesto que es el Asistente Internacional el responsable de garantizar la interpretación exacta del carisma de la Milicia y de mantener el vínculo histórico entre nuestra asociación y la Orden, en la que San Maximiliano y los otros hermanos cofundadores profesaron sus votos.

Asimismo, este servicio es una oportunidad maravillosa para conocer gente muy entregada, de dentro de la asociación y de fuera, que ha hecho de su vida un don a María y a la Iglesia. Especialmente, es gratificante poder colaborar con tantos miembros de la Milicia, empezando por los propios consejeros internacionales. Personas de todos los continentes y de toda condición, que también le han dicho “sí” a María y que están dispuestos a darlo todo por Ella, con creatividad y generosidad. Con nuestras diferencias culturales y de sensibilidad, nos une el mismo ideal. Por ejemplo, hace unos meses pude acompañar a la M.I. de los Estados Unidos de América en su Asamblea Nacional Electiva en Peoria, en el Estado de Illinois. Fue un momento muy especial para esta pequeña pero dinámica realidad de la Iglesia católica de ese gran país; en el que tantos cristianos y personas de buena voluntad no arrojan la toalla y promueven la civilización del amor; en nuestro caso, bajo el patrocinio de la Inmaculada, Patrona de los EE.UU. Ahora, en este mes de diciembre, visitamos a las comunidades locales de Burkina Faso, Costa de Marfil y Gabón.

Además, mi participación en el gobierno de la M.I. me permite ser testigo y me invita a comprometerme aún más en la vida de la Iglesia, ya sea en un diálogo habitual con la Santa Sede a través del Dicasterio por los Laicos, la Familia y la Vida, del que dependemos; como mediante otras iniciativas actuales de la Iglesia universal, como es ahora en la consulta del Sínodo sobre la Sinodalidad; o de las Iglesias particulares de los distintos países.

En un plano más personal, este servicio es un reto muy exigente y que reconozco que muchas veces me supera. Gracias a Dios me siento sostenido por la oración de muchos hermanos. Por un lado, trato de poner mis talentos y una parte significativa de mi tiempo al servicio de la asociación, pero también me confronto con mis defectos e inexperiencia para cumplir correctamente con las responsabilidades que me han sido confiadas como presidente internacional de la asociación.

Por otro lado, como la enorme mayoría de los miembros de nuestra Asociación, soy laico, casado. Los afanes y ocupaciones temporales, como es la familia y el trabajo, aunque se ordenan según Dios y son mi medio ordinario de santificación (los laicos estamos llamados a consagrar el mundo mismo a Dios, cfr. LG 34), no permiten dedicarme exclusiva o principalmente a obras apostólicas, como podría requerir una contribución más intensa a los órganos de la M.I. Obviamente, esta situación supone una cierta dificultad de cara al mejor servicio a la asociación.

En este sentido, sin embargo, tengo presente que la verdadera “líder” de la asociación es María Inmaculada: Ella es la que realmente debe guiar la asociación. Nosotros únicamente debemos discernir, ejecutando prudente y animosamente sus planes. No somos San Maximiliano, pero él nos mostró el camino. Para Kolbe, la preocupación es no obstaculizar y no arruinar la obra de la Inmaculada. Sin embargo, los agobios y apuros sin fin que tuvo que afrontar San Maximiliano los superaba con esta confianza plena en la Inmaculada: «no debemos tener miedo de nada, porque podemos y debemos vencer» (EK 149).

¿En cuantos países están presentes actualmente?

La Milicia de la Inmaculada está presente en la actualidad en todos los continentes del mundo, en unos cincuenta países, contando con una estructura que podríamos llamar federativa, desde el Centro Internacional, los Centros Nacionales, los Centros Regionales y los Centros Locales. En efecto, en algunos países en los que la implantación de la Milicia tiene más consistencia, se han constituido Centros Nacionales. En muchos otros, la consolidación de la asociación es más intermitente o se está tramitando actualmente su reconocimiento como Centro Nacional. Ciertamente, hay países en el que el arraigo y la presencia de la Milicia es muy importante, como en Polonia, Italia, Brasil o Estados Unidos. Hay otros países en los que la Milicia ha ido envejeciendo, especialmente en Europa, incluso llegando a desaparecer. Pero, por otra parte, nos encontramos con realidades nacientes muy dinámicas en países africanos francófonos. Últimamente nos hemos llevado la sorpresa de la existencia de una M.I. muy activa en los países sudafricanos. Y estamos asistiendo a un fuerte crecimiento de la Milicia en Hispanoamérica, especialmente en Centroamérica, en países donde hasta hace poco no había Milicia, como Costa Rica, Guatemala, Panamá o la sufrida Nicaragua, en cuyo país la patrona es la Purísima. México, Venezuela y Colombia son ya realidades con más asentamiento.

En Sudamérica nos encontramos grupos de la Milicia en Bolivia, Paraguay y Ecuador. En Argentina el apostolado de la M.I. lo llevan adelante las Misioneras de la Inmaculada Padre Kolbe. Esta difusión de la Milicia en países de lengua española ha auspiciado la formación de la “M.I. Hispana”, que busca acompañar el nacimiento de nuevos grupos en países hermanos y aprovechar las sinergias en materia de actividades y formación que nos posibilita la misma lengua común. Tampoco podemos olvidar los países asiáticos, comenzando por el Japón y la ciudad de Nagasaki, donde nos encontramos con la segunda “Ciudad de la Inmaculada” – Mugenzai no Sono. Pero también con realidades en crecimiento en Filipinas, Vietnam o incluso Indonesia. Finalmente, hay grupos de la Milicia en Australia y Nueva Zelanda.

¿Con qué fin fue creada la Milicia por San Maximiliano María Kolbe?

Fueron varias circunstancias internas y externas las que inspiraron en el ánimo del joven San Maximiliano, estudiante franciscano en Roma, para fundar el 16 de octubre de 1917 la Milicia de la Inmaculada, en plena primera guerra mundial: su acendrado amor a María Inmaculada y la contemplación del dogma de la Inmaculada Concepción en su aspecto más práctico; sus ganas de “luchar” por la libertad de Polonia sublimadas por la defensa de la Iglesia; la reacción a la presión revolucionaria anticlerical y masónica (en el cuarto centenario de las tesis de Lutero y el segundo centenario de la fundación de la masonería en Londres); el 75 aniversario de la conversión del judío Alfonso de Ratisbonne y la importancia de la Medalla Milagrosa; los primeros episodios de su tuberculosis… Al mismo tiempo, en Portugal, en Fátima, aunque San Maximiliano no fuera consciente de ello, la Virgen María se estaba apareciendo a unos pastorcitos, para decirles que su Inmaculado Corazón, al fin, triunfará.

Así, pues, la Milicia de la Inmaculada fue constituida por San Maximiliano Kolbe y sus seis compañeros franciscanos, con un estatuto muy simple, redactado en una hoja:

I.- Fin: Buscar la conversión de los pecadores, herejes, cismáticos, judíos, etc., especialmente la de los masones; y la santificación de todos bajo el patrocinio de la B. V. M. Inmaculada.

II.- Condiciones: 1ª.) Total ofrecimiento de sí mismo a la B. V. M. Inmaculada, como instrumento en sus manos inmaculadas, y 2ª.) Llevar la Medalla Milagrosa.

III. - Medios: 1°) A ser posible invocar todos los días a la Virgen Inmaculada con la jaculatoria: «Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos y por todos los que a Vos no recurren, especialmente por los masones». 2°) Todo medio legítimo según las posibilidades de cada uno en su propio estado, condiciones y ocasiones; esto se recomienda al celo y prudencia de cada uno y especialmente la «Medalla Milagrosa».

La M.I. fue muy pronto aprobada por la autoridad eclesiástica como “pía unión”, pudiéndose lucrar sus miembros de la indulgencia plenaria en fechas señaladas.

¿Cuál es su principal función en la actualidad y qué actividades hacen?

La principal función o razón de ser de la Milicia era y sigue siendo promover la consagración total de todas las almas a la Inmaculada, para llevarlas a Cristo. Todas las actividades que pueda desplegar la asociación o sus miembros a título personal deben orientarse a este fin. Así, según lo que nos marca la Santa Madre Iglesia, la donación total de uno mismo a la Inmaculada en el espíritu de la M.I. es un compromiso responsable y dinámico para vivir el seguimiento de Cristo a ejemplo de María, para crecer en la fe, en la esperanza, en la caridad, hasta ponernos al servicio de la misión salvífica de nuestro Señor.

La M.I. y su misión fue definida por el padre Kolbe: “una visión global de la vida católica bajo forma nueva, consistente en el vínculo con la Inmaculada, nuestra Mediadora universal ante Jesús” (EK 1220). De hecho, la M.I. se propone promover la extensión del Reino del Corazón de Cristo en el mundo a través de la acción de la Inmaculada, estimulando a todos los fieles a unirse en el Corazón Inmaculado de María y a ponerse a su servicio en la misión que Ella tiene como Madre de la Iglesia.

Pues bien, en su misión, los miembros de la M.I. nos podemos servir de todos los medios “lícitos” que tengamos al alcance. También de aquellos que el Padre Kolbe utilizó con espíritu profético y franciscano, convirtiéndose de esta manera en apóstoles “de la pluma, del micrófono, de la pantalla, o de cualquier otro medio” (EK 382). Por ejemplo, colaboramos en la misión de evangelización de las comunidades locales, en particular: 1. con el anuncio de la Palabra de Dios: catequesis, misión itinerante, itinerarios de formación espiritual, iniciativas de actualización mariológica y de pastoral mariana; 2. con la promoción humana, por ejemplo, en la defensa de la vida desde su concepción hasta su muerte natural; 3. con una atención preferencial por los jóvenes y las familias; 4. con el uso de los medios de comunicación (actividad editorial, radiotelevisión, informática, redes sociales, etc.).

Por ello, la pertenencia a la Milicia debería suscitar una gran creatividad, en la vida personal y, en su caso, en la participación en los grupos de la Milicia, para consagrar la vida individual y social a la Inmaculada y, por medio de ella, al Corazón de Jesús. El Reinado del Corazón de Jesús es un reinado que se va extendiendo por el amor. Y nadie amó más a Jesús que la Inmaculada.  

La actividad más concreta e importante que podemos emprender y mantener es la oración, también a nivel internacional en toda la asociación. Así, por ejemplo, cuando comenzó la pandemia del Covid-19 que ha azotado todo el mundo, el Centro Internacional de la M.I. impulsó un Rosario Internacional de la Milicia, rezado cada sábado desde una localización diferente. Tras más de dos años, seguimos rezándolo: por el fin de la pandemia; por la paz en el mundo, en especial, en Ucrania; por los cristianos perseguidos; por las intenciones de la Milicia, por la conversión de los pecadores, que no son otras que las de la Inmaculada… El Rosario se retransmite por el canal de Facebook del Centro Internacional. Es una forma efectiva y afectiva de unirnos en oración en torno a María, contemplando los misterios de la vida de su Hijo, y de sentirnos una gran familia presente en todos los continentes.

Por tanto, ¿cómo ha mantenido la organización el espíritu del padre Kolbe en todos estos años?

El legado del Padre Kolbe es un catalizador para nuestra asociación. En efecto, son muchos los que llegan a la Milicia entusiasmados por el ejemplo heroico de vida de nuestro Fundador y por su amor abnegado y tierno a la Inmaculada, su espíritu misionero y su audacia frente a los enemigos de la Iglesia. En la historia de la Milicia nos hemos visto confirmados por la beatificación del Padre Kolbe por San Pablo VI en 1971 y por su canonización en 1982 por su compatriota, San Juan Pablo II, que lo declaró patrón para “nuestros difíciles tiempos”.

Aunque inicialmente la MI fue creada por siete franciscanos, muy pronto San Maximiliano la extendió a los seglares y a los laicos. Hoy en día, 105 años después de su fundación, la Milicia es, según los Estatutos Generales aprobados por el Pontificio Consejo para los Laicos [en la actualidad, refundido en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida] mediante Decreto de 25 de marzo de 2015, una asociación internacional pública de fieles, abierta tanto a laicos (la gran mayoría de sus miembros), como a clérigos y religiosos. En particular, en su misión, la Asociación colabora con la Orden de los Hermanos Menores Conventuales, con los Institutos de vida consagrada y con otras realidades de inspiración kolbiana.

Según los Estatutos Generales, el fin estatutario y apostólico de la Milicia, universal como su misión, consiste en colaborar a la conversión y la santificación de todos, proporcionando la máxima gloria a la Santísima e indivisible Trinidad (cfr. LG 69). Los miembros de la M.I. vivimos la propia vocación bautismal acogiendo el don del Redentor de la Cruz: “Ahí tienes a tu madre” (Jn 19, 27) y nos entregamos y nos abandonamos totalmente a la Inmaculada en vistas de la propia santificación y para colaborar en su misión materna de orientar a Cristo el corazón de cada hombre. (…) Una de las formas en las que se practica y se expresa en la historia de la Iglesia la especial consagración del hombre a la Madre de Cristo (cfr. RM 45), es la de San Maximiliano Kolbe. Él vivió una relación singular con María, vital y dinámica, entendida como una “transformación en Ella”, un “ser de Ella” (EK 508) para alcanzar una unión más perfecta con Cristo, y para indicarlo, como Ella (cfr. Jn 2,5), a todos los hombres.

Así, como hijos de la Iglesia y miembros del Pueblo de Dios, hemos vivido y queremos seguir viviendo nuestro carisma caminando juntos -sacerdotes, religiosos, laicos, hombres y mujeres, mayores, jóvenes y hasta niños, personas que gozan de salud, pero también los enfermos, de tantas nacionalidades- siempre de la mano de la Inmaculada, compartiendo una experiencia gozosa “sinodal” de comunión, participación y misión, a pesar de nuestras distintas sensibilidades y diferencias. Arraigados en la Tradición de la Santa Madre Iglesia y guiados por su Magisterio, queremos encontrar, escuchar y discernir para obedecer las inspiraciones del Espíritu Santo, respondiendo así a los signos de los tiempos para que el amor de Cristo triunfe siempre en cada corazón y en todo lugar, por medio de la Inmaculada. Sintiéndonos parte de una familia eclesial, hemos vivido con esperanza sobrenatural los momentos dolorosos y hasta de martirio, dando una respuesta de amor, siguiendo el ejemplo del propio San Maximiliano. ¡Hemos conocido tantos testigos de las maravillas que hace la Inmaculada! Por ello, nos gusta llamar a la M.I. una «escuela de santidad». En efecto, en dicha escuela contamos con el ejemplo y la intercesión de la Milicia celestial: tantos miembros de la asociación que nos preceden, la mayoría santificados en su vida ordinaria; pero también en no pocos casos habiendo sido reconocida la heroicidad de sus virtudes o de su martirio por la fe: algunos de los fundadores de la Milicia; los beatos mártires de Niepokalanów; la mártir de la castidad rumana Verónica Altal; la joven apóstol japonesa de la “ciudad de las hormigas”, Elisabeth Satoko Kitahara; los mártires del Pariacoto…

¿Qué es lo que aporta esta Milicia a la vida de la Iglesia?

En cuanto a la espiritualidad que nos propone y que aporta a la vida de la Iglesia, la Milicia subraya la belleza recreada de nuestra Madre, María Inmaculada, con la que el Padre nos ha pensado en Cristo desde la creación del mundo, cuando nos eligió para ser santos e inmaculados en presencia de su amor (cfr. Ef 1,3-14). María es la criatura nueva plasmada por el Espíritu (cfr. LG 56) “llena de gracia” (Lc 1,28) en vistas de su misión de Madre del Hijo de Dios, el inicio de nuestra redención, fruto anticipado de la Pascua de Cristo, resplandeciente de la belleza del Resucitado en la Iglesia en camino (cfr. LG 68). Los miembros de la M.I., reconociendo en la Virgen María las primicias de los dones de Dios a la humanidad, y considerando que en su vida terrena Ella avanzó en la peregrinación de la fe, siguiendo a su Hijo con total consagración desde la anunciación hasta la cruz (cfr. LG 58), vemos en Ella el ejemplo de santidad en la que inspirar el propio seguimiento de Cristo (art. 4). De esta manera, reconociendo en la Inmaculada la perfecta discípula del Señor, el modelo del creyente, los miembros de la M.I., hacemos nuestra la invitación de San Maximiliano a “ser de Ella” en un itinerario apto para hacer propias las actitudes de la Virgen en su relación con Dios y con los hermanos. Por lo tanto, siguiendo el ejemplo de María, Virgen oyente, Virgen orante, Virgen Madre, Virgen consagrada (cfr. MC 17-20), procuramos vivir: la escucha de la Palabra de Dios; la oración litúrgica y personal; la caridad hacia todos; la consagración del proprio ser, para colaborar con Cristo en la salvación del mundo. En especial, la M.I. afirma la primacía de la vida interior, de acuerdo con el principio preciso de San Maximiliano: “dedícate sobre todo a ti mismo y de esta manera podrás entregarte completamente a los otros… por la superabundancia de tal plenitud” (cfr. EK 971; 980).

Un aspecto esencial de la Milicia, que no siempre resulta fácil de entender, en un mundo como el nuestro que vuelve al abismo de la guerra mundial, se encuentra incluido en su propia denominación, que tiene una base bíblica y que expresa su ethos caballeresco, que encarnó tan noblemente San Maximiliano. Estamos inmersos en el combate cósmico del que nos habla San Pablo en el capítulo sexto (10-18) de la Carta a los Efesios, “porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos del aire” (cfr. Ef. 6, 12). Es esta la lucha del capítulo 12 del Apocalipsis. Queramos o no, nos hacen la guerra: “y se llenó de ira el dragón contra la mujer, y se fue a hacer la guerra al resto de su descendencia, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús” (cfr. Ap 12, 17). Sería ingenuo o cobarde no reconocer el embate que se hace contra la fe y la religión de forma admirablemente coordinada en todo el mundo, buscando manipular y pervertir las conciencias, especialmente de los más débiles y sencillos, para crear un “nuevo mundo”, sin Dios, sometido al anti-evangelio, con arreglo a principios invertidos, negando el Derecho natural y el orden divino querido para la humanidad. Este embate tiene sus caudillos y sus secuaces. A veces, la confusión se escampa entre los mismos cristianos, so capa de progreso y modernidad. Es la mundanidad contra la que tantas veces nos previene el Papa Francisco.

Pues bien, en esta guerra, que vivimos en nuestras propias carnes, en nuestra propia alma, contamos con Aquella que jamás fue derrotada por la insidia infernal, María, de quien se ha predicho: “Ella quebrantará tu cabeza” (Gn 3, 15) y “Tú sola has vencido y destruido todas las herejías en todo el mundo”. Como San Pablo, como San Maximiliano, confiamos que al concluir nuestra vida aquí en la tierra podremos reconocer que, con la especial asistencia de María, hemos combatido el noble combate, hemos acabado la carrera, hemos conservado la fe (cfr. 2 Ti 4, 7). Sabemos que Ella, la invicta, culminará la victoria de Cristo lograda en la Cruz, en la Iglesia, que es Madre y es Santa, pese al pecado y las traiciones de tantos hijos suyos, porque Cristo es su misma santidad. Estamos llamados a ser los apóstoles de María, sus siervos, que en el ofrecimiento de nuestro martirio seamos -por gracia- el fundamento, el muro y la bóveda del Templo de Dios, en el que Cristo está verdaderamente presente y vivo, alimentando a sus hijos, restableciéndolos a la vida y llevándolos a la casa del Padre. En la Iglesia se ve colmado el deseo mundial de hermandad de todos los hombres, este amor universal que une a la misma humanidad amada por Dios, de la que nos habla el Papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti. Y María es Madre de la Iglesia, Madre de la humanidad. Ella es nuestro escudo, que nos defiende de las asechanzas del mal, especialmente en la hora de la muerte, pero también es la puerta abierta de la misericordia por la que los pecadores “nos colamos” al Cielo. Y como María, la Madre de Jesús, “queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad […] para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación” (cfr. Fratelli Tutti, 276).

¿Cómo le ha ayudado a nivel personal formar parte de la Milicia?

Formar parte de la Milicia, consagrarme a la Inmaculada para que Ella tome el control de mi vida, me ha dado un sentido muy concreto a mi vida, a mi libertad. Ante todo, tengo la seguridad del amor y la predilección maternal de María: Ella me “educa” y me conduce en el seguimiento de su Hijo. Es el camino de la Cruz, como no podría ser de otro modo, pero bien cogido de la mano de María. Ciertamente, la pertenencia a la Milicia me exige un plus de heroicidad, de crecer en la virtud, según mis circunstancias, lo cual humanamente me resulta imposible de asumir: se trata, en definitiva, de la santidad, del martirio cotidiano.

No se trata de mero voluntarismo, de un pelagianismo, sino de poner toda la carne en el asador, de colaborar generosamente con la gracia, gracia que tengo que pedir y que el Señor quiere concederme. ¿Quiero emprender este camino o aparento hacerlo, quedándome en casa? Esto ya es una decisión que depende solo de mí. Pero no es un camino que deba hacer solo, sino para empezar con mi esposa -que me acompaña en esta comunión de vida con María- y con los hermanos de esta gran familia, que es la Milicia y, con ellos, con toda la Iglesia. En este camino aprendemos a llenarnos de los sentimientos redentores de María, como Jesús, reconociendo la meta a la que estamos llamados, pero también compadeciéndonos por el estado tan miserable de las almas que no han conocido el Amor o que lo han rechazado y que pueden condenarse. Esta compasión nos urge -me urge- a reaccionar, a pesar de las inercias, las cegueras, las comodidades o los miedos en los que estamos instalados. Si nos dejamos, María, en su escuela, nos capacita y nos va formando como apóstoles de fuego. Esta es mi aspiración, muy consciente de mi miseria y de mis resistencias a la gracia.

¿Qué ha supuesto la celebración del centenario del Caballero de la Inmaculada y qué actos han tenido?

En enero de 1922 San Maximiliano lanzó en Cracovia el primer número del Caballero de la Inmaculada, una humilde revista, nacida sin ninguna garantía de viabilidad, para anunciar a María a todos, contrarrestando los efectos nocivos de la “mala prensa”. En la editorial del primer número, San Maximiliano sentaba su finalidad:

«El objetivo del Caballero de la Inmaculada no consiste solo en profundizar y fortalecer la fe, indicar la verdadera ascesis y familiarizar a los fieles con la mística cristiana, sino buscar la conversión de los no-católicos, según los principios de la Milicia de la Inmaculada. El tono de la revista será siempre amistoso con todos, independientemente de las diferencias de fe y nacionalidad. El amor que enseñaba Cristo será su carácter. Y precisamente, por ese amor a las almas extraviadas, que buscan la felicidad, tratará de impugnar la falsedad, iluminar la verdad y mostrar el verdadero camino a la felicidad».

La revista del Caballero impulsó el crecimiento de la obra apostólica del Padre Kolbe en Polonia y le llevó a fundar Niepokalanów, la Ciudad de la Inmaculada en 1927. Tras cien años de vida (aunque con ciertas interrupciones, ya que el régimen comunista en Polonia prohibió su edición durante muchos años), la edición polaca sigue gozando de buena salud. El propio San Maximiliano viajó a Japón en 1930 para emprender en Nagasaki la edición japonesa del Caballero, el Seibo-no-Kishi, que sigue editándose. Actualmente, siguen editándose diferentes revistas con el mismo nombre en distintas lenguas. En español, hemos lanzado últimamente una edición digital conjunta, liderada por la M.I. de Costa Rica, del Caballero de la Inmaculada, siempre gratuita.

La celebración del centenario del Caballero tuvo un momento central el pasado 8 de enero en Niepokalanów, cerca de Varsovia, con el lanzamiento de un número conmemorativo especial y dos ponencias sobre la historia y la evolución de la revista. Aquel día, el Arzobispo de Cracovia ofició una misa especial solemne en la Basílica de Niepokalanów y, por la tarde, pudimos rezar el Santo Rosario con todos los miembros de la M.I. desde la nueva redacción de la revista en Niepokalanów.

El pasado 10 de octubre conmemoramos el 40 aniversario de la canonización de San Maximiliano, como mártir de la caridad (fue beatificado por el Papa San Pablo VI como confesor de la fe). Para recordarlo, tuvimos una celebración especial en la Sede Internacional de la Milicia en Roma y recibimos el saludo del Papa Francisco en el Ángelus el 16 de octubre.

¿Quiénes pueden pertenecer a la Milicia de la Inmaculada y qué compromiso se pide a los miembros?

Pueden ser miembros de la M.I. los bautizados en la Iglesia Católica. Es esencial para pertenecer a la M.I. la completa consagración de uno mismo a la Inmaculada: cuerpo y alma, capacidades humanas y bienes espirituales.

Los miembros de la M.I. o consagrados a la Inmaculada (conocidos en algunos países como «mílites» o «caballeros de la Inmaculada») son mayoritariamente laicos católicos de ambos sexos, de todas las edades, pero también forman parte de la Asociación religiosos y religiosas de distintas congregaciones, así como sacerdotes seculares. Como ya he respondido antes, en el cumplimiento del fin de la Asociación, los miembros de la M.I. pueden servirse de todo tipo de medios, si bien, en primer lugar, aplican los medios sobrenaturales: la oración, el sacrificio, el ejemplo de vida, al estilo del propio San Maximiliano.

Es posible la inscripción a la M.I., después de una adecuada preparación, pronunciando la persona interesada el acto de consagración a la Inmaculada, seguido de la imposición de la medalla milagrosa, como signo de dicha consagración y pertenencia a la Inmaculada. La consagración en sí se puede pronunciar públicamente, por ejemplo, o bien ante el confesor. La inscripción se realiza siguiendo las modalidades del lugar. En todo caso, la consagración no es un punto final, sino un inicio de un camino admirable al servicio de la Iglesia y de la Madre Inmaculada que nos guía “para conquistar el mundo para el Corazón de Jesús”. Dado que la pertenencia a la Milicia supone entrar a formar parte de un “ejército” de almas pequeñas comprometidas en la causa de la Inmaculada, es importante sentirse parte de una familia de hijos de la Iglesia que comparte unos mismos ideales y procurar seguir, según la disponibilidad de cada cual y en la libertad de los hijos de Dios, las orientaciones prácticas dadas por los órganos de gobierno de la asociación.

A su vez, según las indicaciones del Padre Kolbe, en la M.I., la consagración a María puede vivirse de manera total e incondicionada:

  1. De forma individual y espontáneamente, de acuerdo con el programa original redactado por el mismo fundador: “1 – Total consagración de uno mismo a la Bienaventurada Virgen María Inmaculada, poniéndose como instrumento en sus manos inmaculadas. 2 – Llevar la Medalla Milagrosa” (EK 21). Es la llamada “M.I./1”.

  2. De forma asociativa, formando grupos para alcanzar juntos los fines formativos y apostólicos de la Asociación. Es la “M.I./2”.

  3. En organismos legítimamente autónomos del gobierno de la Asociación, dedicados de forma exclusiva a la causa de la M.I. Es la “M.I./3”.

En todo caso, todo miembro de la M.I. renueva cada día su consagración a la Inmaculada y recita la jaculatoria: “Oh, María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti y por cuantos a ti no recurren, en particular por los alejados de la Iglesia y los enemigos de la Iglesia, así como por cuantos te son encomendados”, unida a las intenciones propuestas mensualmente por el Centro Internacional.

Hay también un acento especial relativo a la formación de los mílites. Se invita a los miembros de la M.I. a ocuparse de su formación espiritual y apostólica siguiendo el fin de la Asociación. Por su parte, los miembros de la M. I. alimentan su formación personal y de grupo bebiendo en la fuente de la riqueza de los escritos y de la vida de San Maximiliano, del magisterio de la Iglesia y de las varias iniciativas propuestas por la asociación. En atención al camino de la Iglesia, la M.I. promueve iniciativas a nivel nacional e internacional para la formación y preparación de los mílites, con el fin de apoyarles en su empeño de transmitir el ideal de la M.I. hoy, de forma adecuada, a las diferentes categorías de personas y a las diversas culturas.

Por consiguiente, los miembros de la M.I. hacen suya la misión de la Iglesia: “llevar el Evangelio de Cristo como fuente de esperanza para el hombre y de renovación para la sociedad” (ChL 29). Lo específico de la M.I. consiste en vivir la misión en manos de María y siguiendo su ejemplo. De hecho, es Ella la primera que acogió a Cristo en su seno, lo llevó a casa de Isabel, lo dio al mundo, lo mostró a los Reyes Magos, lo indicó en Caná como Palabra de verdad y de vida, recibió de Él, a los pies de la Cruz, la misión de ser madre, lo testimonió en el Cenáculo con la primera comunidad nacida de la Pascua. Tres son los ámbitos propios de misión de los miembros de la Asociación: uno mismo, el ambiente, el mundo.

De hecho, quien decide formar parte de la M.I.: 1. inicia su misión con la conversión y santificación personal: la evangelización de uno mismo, es el punto constante de partida de la misión; 2. entrevé en la familia, en los vecinos, en el ámbito del trabajo y del tiempo libre, el terreno providencial para evangelizar con el testimonio de la caridad, de la palabra en el momento oportuno, en el respeto de la libertad del otro; 3. alarga su misión hasta abrazar a cada hombre y al mundo entero. Los miembros de la M.I., viven la misión, en primer lugar, con el testimonio de sus actividades ordinarias y en los diversos sectores de la actividad social en los que se encuentran, llenando de espíritu evangélico todas las realidades humanas (cfr. EK 92). En cada ambiente en el que viven y trabajan, son llamados a promover la tutela de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, a ponerse al servicio de la dignidad integral de la persona, a encarnar los valores de fraternidad, de justicia y de solidaridad. A ser testigos de la caridad extrema, hasta la dar la vida, como San Maximiliano en Auschwitz.

Todos los miembros de la M.I. son conscientes de que son siempre y en todas partes misioneros, porque lo son en la medida en la que viven la unión con Cristo Redentor, siguiendo el ejemplo de María. Al reconocer que el verdadero misionero es el santo, ponen en primer lugar los medios evangélicos de la oración, del sacrificio, del ejemplo de vida (cfr. RM 90). Además, difunden sin complejos la Medalla Milagrosa, tan intensamente recomendada por el padre Kolbe, como signo de la atención materna de María hacia cada persona.

Vemos que el programa que ofrece la Milicia es ambicioso, pero ¿cuál es su esencia?

Sí, perdóneme la exposición anterior, quizás demasiado formal, pero fundamentalmente se trata de “enamorarse” cada vez más de nuestra Madre Inmaculada y pregonar con entusiasmo este amor por el mundo, para que todos puedan conocer, gozar y difundir de ese amor a María y, por Ella, a su Hijo, al Padre y al Espíritu Santo. No hay contradicción entre la mariología kolbiana y el cristocentrismo de todo cristiano, puesto que «donde Ella toma posesión, allí seguramente se afirmará también el Reino del Sagrado Corazón de Jesús» (EK 90).

Parafraseando al venerable arzobispo Fulton Sheen, sería trágico que un vendedor no se creyera la bondad de su producto o que un soldado no estuviera encendido con su causa. Lo mismo sucede a un cristiano y, especialmente a un mílite, con la misión a la que está llamado y a la que debe responder con pasión. Esto implica una lucha sin cuartel –una milicia- contra los enemigos de la Iglesia, en especial, contra nuestro “ego” (en este sentido, aquí en la Tierra todos formamos parte de la Iglesia “militante”), la conversión incesante. Como ya he indicado, ese amor a la Inmaculada debe inspirar nuestro celo apostólico y estimular también las acciones más audaces, pero la Milicia en sí -salvo la difusión de la Medalla Milagrosa- no tiene un cometido específico, por lo que dispone de una gran elasticidad para obrar, utilizando todos los medios legítimos que tenga al alcance. Es verdad que históricamente ha habido un cierto carisma o vocación hacia los medios de comunicación, según el mismo ejemplo del Padre Kolbe, por su incidencia a la hora de hacer llegar la voz y el amor maternal a cuantos más mejor. Pero, por ejemplo, en Polonia un grupo local de la Milicia ha abierto una guardería para niños, en Estados Unidos funcionan los “Kolbe ministries” dedicados a la pastoral con presos. Uno de los apostolados más bonitos son los “Caballeros al pie de la Cruz”, destinado especialmente a los enfermos, quienes ofrecen su sufrimiento por la causa de la Inmaculada…

La intención de la primera misa de San Maximiliano en Roma el 29 de abril de 1918 fue pro amore, usque ad victimam – que profesó hasta el holocausto final en Auschwitz. En el don absoluto de sí, en el abrazo a la Cruz junto a María, cada día, sostenido por la oración, radica el secreto del apostolado y del celo por las almas, para mostrarles el fin de sus vidas: el Cielo. Como señaló el Papa San Juan Pablo II en la homilía de la canonización del santo franciscano: “la fe y las obras de toda la vida del padre Maximiliano indican que entendía su colaboración con la gracia como una milicia bajo el signo de la Inmaculada Concepción”.

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Pacomio
Muy bien.
En éstos tiempos de MINIMALISMO MARIANO, hace mucho bien leer algo tan bueno, profundo y fiel.
Muchas gracias.
08/12/22 2:13 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

7.12.22

Antonio J. Candado: “Huella Hispánica somos un estandarte contra la contracultura de la izquierda”

Antonio José Candado Aguado ha estudiado el grado de Filología Hispánica, además de parte del grado de Estudios clásicos. A lo largo de los años ha complementado su formación con multitud de ciclos de conferencias y actividades tanto de la Universidad de Zaragoza como de la Institución Fernando el Católico con la fortuna de haber llegado a ser ponente en la Universidad de Zaragoza y escritor en la revista Emblemata de la IFC. Actualmente, se dedica al periodismo y a la creación de contenidos para diversos medios. Entre ellos, destacan las prestigiosas revistas Laus Hispaniae y Laus Deo.

En esta entrevista sintetiza la razón de ser de la asociación que preside Huella Hispánica.

¿Cómo nace la Asociación Cultural Huella Hispánica y con qué fines?

Nuestro proyecto comenzó a finales de 2021, cuando pudimos empezar a hacer algo de “vida normal” después de la pandemia. Pero, realmente, podríamos decir que nuestra asociación es el resultado de muchos silencios y es la materialización de muchos momentos de rabia e injusticia que a la gente joven nos ha tocado vivir. Para nosotros es la culminación de algo muy especial, es el estandarte con el que damos voz a toda esa gente, a esa gran minoría que, como mis compañeros y yo mismo, hemos estudiado a la sombra de una contracultura monopolizada por las izquierdas y cuya labor de adoctrinamiento está por encima de la de enseñar. A nivel personal, creo que el momento que me impulsó a dar un paso al frente fue aquellos años en la Universidad, uno de los recuerdos más crueles que tengo es cuando era un chaval de veintipocos años, cada día, cuando volvía a casa de la uni, veía a ancianos y señores mayores españoles, del barrio de toda la vida, rebuscando la fruta pocha que el mercado había tirado ya a la basura. Yo no pude mirar a otro lado cuando los demás lo hacían. Cuando veía la gente que se llevaba las subvenciones sociales y las becas de la uni, hablaba mucho con la gente de mi entorno, intentaba cambiar el mundo, intentaba evitar eso, pero no tenía las herramientas para poder hacer algo…

Esa impotencia creo que es uno de elementos más poderosos que compartimos todos los que formamos la asociación. Porque comprendemos que una asociación no es solo dar charlas, hacer visitas, exposiciones y después irse cada uno a su casa, Asociación es solo una palabra que, per se, no significa nada. Nosotros tenemos la noción de que nuestro fin es ver un cambio en la sociedad, implicarnos de forma activa, y eso comienza ayudando con nuestra labor a que los españoles no sean los últimos en su propia patria. Porque si hablamos de la gloria y la grandeza del pasado sin ver las catástrofes del presente, no sirve de nada lo que hagamos. Escribiremos muchos libros y tal pero habremos pasado como otros tantos, para mí sería un verdadero fracaso.

Nos dimos cuenta de que nosotros somos esa generación que ha tenido que callar y responder en exámenes solo las mentiras y las miserias que nos han contado sobre la historia de España y del pueblo español, al fin y al cabo, nuestros ancestros, nuestros mayores, nuestras propias familias. También en mi caso particular, soy biznieto de un veterano de la Guerra de Cuba y nieto de veterano de la Guerra Civil Española. ¿En qué tipo de sociedad vivimos que el partido del gobierno escribe la “legalidad” de la historia a golpe de decreto y tengo que callar cuando un catedrático dice que mi abuelo y mi bisabuelo fueron unos asesinos? Nosotros escuchamos a esos mayores que ven en el Cuéntame una España que nunca existió, nuestra historia y las vidas que vivieron nuestros abuelos y padres no la van a reescribir. Por ello, nuestra asociación también es la voz de todos esos padres y abuelos que se encuentran, en sus hijos y nietos, impreso ese discurso irracional de odio contra España, un relato ladino sobre lo que significa ser español.

Nuestra asociación tiene el honor de contar con personas de diversos países además de España, y si queremos significarnos por algo, es porque no vamos a aceptar las etiquetas clásicas, y clasistas, que las izquierdas colocan a propuestas como nuestra asociación. Nosotros velamos por la defensa de España: por su pasado, su presente y su futuro; ni más ni menos que con la misma fuerza que otros defiendan el Comunismo o la 2ª República. Porque a la generación de nuestros padres pudieron sentir admiración por la Patria y amarla como a una madre, pero a esta juventud, y la que está por llegar, solo se nos ha enseñado a repudiarla y a escupirle. Realmente, diría que los miembros más jóvenes somos los hijos de un desesperado amor.

Nuestros fines son:

  • Fomentar el conocimiento de la cultura y tradiciones hispánicas a lo largo de la historia, siendo capaces de trasladarlo hasta los debates de actualidad política y social, donde podemos ser elementos activos.

  • Concienciar sobre nuestros personajes más ilustres, las hazañas y movimientos culturales más significativos de la historia de España y nuestro lugar en la intelectualidad europea y occidental.

  • Hacer una contribución efectiva al conocimiento de los mayores hitos socioculturales de la Hispanidad, desempeñándola desde la transversalidad de forma interdisciplinar y aplicando los mecanismos de estudio y difusión más avanzados.

  • Patrocinarnuestro, la obra y la labor civilizadora hispánica alrededor del mundo y el patrimonio que hemos legado a la Humanidad.

  • Frente a una sociedad focalizada en la tecnificación, y una derecha entumecida que se centra en modelos de gobierno tecnócratas, afrontar que la realidad de este siglo XXI es un campo de batalla cultural transversal, no solo de nuestro tiempo, sino que también estamos luchando por nuestro pasado. Para ello, y como instrumentos de nuestra identidad a través de la historia, demandar un papel más activo de las Humanidades en la sociedad española y reivindicary educar en las artes, las letras, la historia y la filosofía nacidas en cualquier época del hispanismo.

La huella hispánica es un legado muy rico que abarca muchos siglos. ¿Se centran en algún aspecto específico?

Creemos que la historia y la Hispanidad no son algo que se pueda compartimentar, no son cajas independientes que abrir y cerrar y, siendo conscientes de ello, nuestra labor es la dignificar todo aquello que ha conformado nuestro espíritu. A menudo, muchas asociaciones y grupos, tienden a orientarse sobre Iberoamérica y el papel de España como madre de un rico crisol de culturas y tradiciones. Sin embargo y siguiendo esa analogía, nosotros, observamos también la importante labor de Grecia y Roma como padres y fundadores de la identidad hispánica. Podría poner como ejemplo algo tan básico pero verdaderamente trascendental es ver cómo llegó, desde el Imperio Romano, la cristiandad a Hispania y cómo fue uno de los elementos vertebradores posteriormente del Imperio español y de la comprensión de Iberoamérica tal y como la comprendemos.

A su vez, queremos ver las sinergias que España ha tenido como nación y como imperio con sus homólogos europeos. Es verdaderamente enriquecedor observar cómo Italia, Francia, Inglaterra o Alemania han sido influjos constantes de modas, tendencias, usos y costumbres. En una primera fase de crecimiento, tenemos la suerte de contar con los recursos, el material humano, las oportunidades y sobre todo la ilusión para abarcar desde la Hespérides helénica hasta cuestiones que nos conciernen y afectan en la actualidad como son los diversos movimientos separatistas españoles.

¿A través de qué actividades concretas van a desarrollar su actividad?

En esta primera fase, ya contamos a nuestras espaldas con múltiples actividades que han gustado mucho en el ámbito de Zaragoza y Aragón. Organizamos actividades con personas de contrastada experiencia en las diversas áreas y también damos paso a las jóvenes promesas de los diversos campos que, en el mundo de la cultura no vinculada al marxismo, tienen un más que arduo porvenir. Además, tanto el Vicepresidente, Andrés Mateo Pardo, como yo, hemos tenido el honor de poder colaborar con las prestigiosas revistas Laus Hispaniae y Laus Deo, que de esta última, soy el redactor jefe. A título personal, y a tenor de la exhumación de José Antonio Primo de Rivera, he podido representar el proyecto de Laus Hispaniae en Decisión Radio y dar a conocer a un público mucho más amplio esta solida propuesta editorial, que, por supuesto, invito a conocer a todos los espectadores.

  • Creamos programas didácticos, ciclos de ponencias y jornadas temáticas sobre materia vinculada con el patrimonio histórico y el acervo cultural hispánico, incluso, la referida con la riqueza patrimonial de nuestros barrios o pueblos. A veces, resulta muy atractiva la pequeña intrahistoria que guardan las calles, las leyendas que esconden los pueblos y que, si no los preservamos, son un conocimiento patrimonial que, ligado a una tradición oral, está condenado a extinguirse.

  • Organizar visitas guiadas a museos y recorridos por los monumentos y lugares más emblemáticos de la cultura española.

  • Elaborar exposiciones monográficas sobre los diversos periodos históricos y movimientos artísticos hispánicos contando con ejemplares increíbles y de muy alto valor histórico, para deleite del público.

  • Transgredir el espacio de confort que tiene la cultura marxista en los medios de comunicación y arrebatarles su monopolio de espacios municipales y Centros Cívicos, para asegurar un terreno sobre el que poder hacer visibles, a ojos de a la opinión pública, nuestros estudios, actividades, iniciativas y dejarles claro que no somos ciudadanos de segunda ni somos elementos residuales de la sociedad.

  • Realizar una memoria de actividades y colaboraciones, así como crear contenidos exclusivos para las redes sociales, pagina web y canal de Youtube de la Asociación.

  • Facilitar la presentación de libros, artículos y actividades vinculadas con la finalidad de la Asociación de todos nuestros miembros, simpatizantes y asociaciones afines. Ayudar a todos esos jóvenes, cuyos TFG’s y TFM’s han sido menospreciados y devaluados, a darles salidas editoriales y presentar sus estudios en un espacio donde sean comprendidos y valorados.

Afortunadamente van apareciendo muchas asociaciones hispanistas, ¿Qué es lo que tiene la suya de particular?

Bueno, creo que siempre es muy positivo que haya algo en la sociedad española e iberoamericana que impulse a la gente a unirse, a reivindicar un patrimonio común y, desde diversos ángulos, estemos siendo capaces de revelarnos contra el relato prefabricado. Estamos en una situación nueva para la historiografía y para la lingüística y es que, siempre hemos tomado como dogmas, y sin rechistar, todas las atrocidades y miserias de las que se nos ha culpado a los españoles. Nuestros hermanos iberoamericanos están despertando esa ensoñación perversa en la que han dormido y el aporte de todas esas asociaciones, que en mayor o menor medida, están especializadas en algún aspecto concreto, está logrando una solvencia intelectual y mediática con la que “dato mata a relato”. Todas le aportamos diferentes prismas a la defensa de la Hispanidad. Creo que todas las asociaciones somos pequeñas piezas que formamos parte de un gran puzle.

Dicho esto, si tuviera que decir que es lo que nos hace particulares, sería que somos una nueva generación, una juventud que va “a hombros de gigantes”, nos hemos rodeado de nombres muy importantes en el ámbito de la hispanidad, de la historia y de las artes. Considero que somos una gran apuesta de presente, pero también de futuro. Tenemos la suerte de que, bajo nuestro emblema, acogemos a creadores, fotógrafos, poetas, literatos, historiadores, políticos, lingüistas, filósofos, periodistas, abogados, economistas… podría decirse que, en esta resistencia cultural que nos toca lidiar, tenemos a los novatores y eruditos de este siglo XXI.

En este sentido, la transversalidad que nos da el perfil de nuestros miembros, nos confiere una gran versatilidad a la hora de adaptar el enfoque de nuestras actividades. Digamos que podemos observar cualquier noticia o hecho político relevante y volcar nuestro material de forma que podamos trasladarlo a una opinión de actualidad y eso nos permite salir a la palestra con mucha fluidez.

¿De qué maneras se puede colaborar con ustedes?

Creemos que lo fundamental sería contactar con nosotros, ayudándonos a crecer a través del Twitter de la asociación @hispanicahuella, a partir de ahí, pueden contactar con nosotros puesto que tenemos gente, casi las 24h, a disposición de todo aquel que quiera acercarse a nosotros. Las formas de colaborar son muy amplias puesto que estamos abiertos a escuchar cualquier idea, propuesta y gente que se quiera sumar a nuestro proyecto. Ser miembro de la asociación es totalmente gratuito, no creemos que sea un momento en el que la gente deba pagar por estar en una comunidad que defiende España. En estos momentos, de hecho, estamos creando una página de web propia en la que todo el mundo se podrá suscribir a las newsletter, de momento, la forma de suscribirse a ellas escribiéndonos a través de Facebook o Twitter, facilitándonos un correo electrónico al que mandarlas.

En esta primera fase, hasta principios de 2023, nos ayuda mucho que la gente nos recomiende a sus familiares y amigos, que den la mayor difusión posible a nuestras publicaciones, actividades, redes sociales y canal de Youtube. Por supuesto, toda persona que quiera colaborar de forma más estrecha con la asociación es bienvenida, estamos encantados de ayudar a gente como nosotros, que quieran promocionar un libro, un trabajo o cualquier contenido relacionado con los fines que defendemos… tenemos nuestras puertas abiertas.

¿Tienen pensado colaborar con otras asociaciones?

Lo cierto es que sí, estamos en conversaciones con algunas asociaciones aragonesas que ya llevan tiempo trabajando en la materia hispánica e identitaria y para nosotros es muy importante conseguir esa interacción con nuestro entorno. Lo cierto es que tenemos la suerte de que, la gente que colabora activamente con nuestra asociación, no tiene digamos… pánico escénico, y están dispuestos a ser caras visibles en conferencias, eventos y cualquier tipo de colaboración con medios y otras asociaciones. De hecho, como comentaba antes, en el tiempo en el que la asociación se ha estado fundando, ya hemos trabajado junto a medios. En Octubre de este 2022,se publicó el número 2 de Laus Deo: Revista Digital Católica y en él, se hace una mención y un agradecimiento especiales tanto a nuestra asociación, como a nuestro Vicepresidente y a mí.

En este número, nuestro vicepresidente y tesorero, Andrés Mateo Pardo, publicó un magnífico artículo titulado: El real monasterio de Santa María de Veruela. Una joya del siglo XII a los pies del Moncayo. Por mi parte, publiqué un artículo titulado: La Divina Comedia: Dante Alighieri, creador del infierno en la modernidad. Ambos se pueden disfrutar de forma totalmente gratuita en www.lausdeo.es

El 25 de octubre,varios miembros de la junta asistimos a la presentación del prestigioso periodista y divulgador hispánico, Patricio Lons, titulada: “Mitos, Verdades y Leyenda negra de las Españas en América”.

El 2 de noviembre, miembros de nuestra Junta acudieron por la mañana a la ceremonia y la Santa Misa anual, realizada en el Sacrario Militare Italiano de la iglesia de San Antonio de Padua, para poder mostrar sus respetos a todos los soldados italianos caídos en la Guerra Civil Española que ahora reposan aquí, en Zaragoza.

Ese mismo día, por la tarde, pude hacer una importante representación en la 2ª Feria Virtual del Libro de España con una ponencia titulada: Sinergias culturales y literarias entre España e Italia.

El próximo 1 de diciembre, en Zaragoza, junto a otros miembros de la Junta, acudiré a la presentación del libro La dictadura infinita, del prestigioso periodista Luis del Pino.

Entre el los días 9 y 18 de diciembre 2022, tendrá lugar la 1ª Feria Virtual del Libro de Uruguay donde se darán cita los mejores autores y estudiosos de historia, literatura y artes. En este certamen, tendré el honor de poder volver a colaborar con una ponencia basada en nuestras líneas de estudio, representación de la asociación.

Seguro que me olvido de algo más, pero a mediados de diciembre, Laus Deo publicará su número especial de Navidad en el que también colaboraremos el Vicepresidente y yo, será un número muy especial que ahondará en nuestras tradiciones cristianas, nuestra forma de entender la Navidad y, además, contaremos con la presencia de un miembro de la asociación italiano, de Bolonia, que nos acercará la forma y las costumbres de celebrar esta festividad en Italia.

Hispanismo y Cristiandad, ¿cómo creen que se conjuga?

Para nosotros, ni siquiera se trata de conjugarlo, creemos que la una no puede existir sin la otra. La cristiandad ha sido y es uno de las columnas de la Hispanidad. Ha sido una enorme base sobre la que vertebrar una forma de comprender la sociedad, los derechos individuales, las artes y las interacciones humanas. En nuestro caso, defendemos abiertamente nuestra tradición católica con lo que ello ha conllevado a lo largo de la historia, por ejemplo en la Guerra de los 30 años. Si hablamos de la Tierra Santa del catolicismo, hablamos ineludiblemente de Roma y del Estado Pontificio, es por esto que nuestra asociación guarda un cariño y una más que visible relación con Italia.

A lo largo de la historia, e incluso a través de las letras, hemos podido observar cómo el atacar a la fe, intentar desintegrar la unidad religiosa, ha sido un arma que los protestantes no han dudado en utilizar en las provincias españolas de Ultramar, por ello, defender el catolicismo es defender la esencia y la razón de ser del hispanismo. Más concretamente, nuestro papel en la Revista Laus Deo está vinculado con esto, con defender los fundamentos religiosos sobre los que se ha erguido nuestra nación y nuestro imperio.

Además, como curiosidad, muchos de los miembros de la asociación que somos de aquí, de Zaragoza, pertenecemos a los Caballeros y Damas de Nuestra Señora del Pilar, por cierto, un artículo pendiente para Laus Deo.

Su emblema tiene una cromía muy potente, ¿Qué es lo que quiere transmitir cada uno de los elementos que lo componen?

Ciertamente, el emblema es un proyecto personal que no quise que fuese otro de tantos. Quise desde el principio que fuese un emblema que pudiera llevarse en un pin o en un parche y, per se, tuviese en sí la visceralidad clara y natural de transmitir potencia, de mostrar en un golpe de vista la grandeza de España. En el emblema todo tiene su sentido y es que, se comienza de fuera a dentro por una circunferencia ribeteada en grana; en honor al legado romano que comenzó a formar la conciencia de España, la noción de un pueblo unido por una lengua, una cultura y una religión comunes. Un color que recuerde que la grandeza de España comenzó con el Imperio Romano, no en vano, fuimos una de las provincias más leales, proliferas y asimiladas a los usos y costumbres latinos. Además, esa forma circular es un símbolo de lo infinito, de una cultura que está presente desde hace más de 2 mil años y sin la que nos sería imposible entender la Hispanidad.

En su interior se observa un fondo negro liso sobrio pero soberbio que tiene por objetivo honrar la memoria de cada hombre y mujer que ha dado su vida por España. Ese mismo color negro, transmite, a su vez, la fidelidad y el compromiso que todos tenemos para con la Patria, como el juramento de vida que pactaron los hombres de la guardia hispana con Julio Cesar.

En la parte superior se encuentra, por contraposición, una blanca e inmaculada corona de laurel; símbolo desde la antigua Grecia de la más alta intelectualidad, este laudo representa las grandes glorias de nuestra cultura y a los adalides de la hispanidad, la mayor obra civilizadora de la humanidad. Es un pequeño tributo que quise rendir a la usanza florentina y los laudos con los que se obsequió a Dante, Boccaccio y otros padres de la lengua italiana.

Centrado en estos laureles se encuentran los colores de la enseña en un sol de corte vanguardista. Esa forma, concretamente de trazado futurista, quiere recordar a la frase “El imperio donde nunca se pone el sol”, porque creo que la hispanidad, en el punto álgido del imperio, realmente fue una ilustración, una luz que llegó a alumbrar esa oscuridad en la que se cernían pueblos y civilizaciones enteras. Nosotros, los españoles, llevamos a muchos lugares del mundo cosas tan importantes como una cultura, una lengua, una sociedad y unos derechos básicos. Quizás, no en todos los lugares se conserven todas estas cosas pero, lo más grande que ha podido dar España, y que sí ha sido inamovible hasta la actualidad, ha sido una religión, una fe.

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Cos
Diría que
" ... cuya labor de adoctrinamiento está por encima de la de enseñar"
No hay diferencia entre adoctrinamiento y enseñar. Enseñar es adoctrinar. La diferencia está en si se enseña buena o mala doctrina. La buena incluye los mecanismos necesarios para del buen razonamiento, por supuesto.
LA carga peyorativa que se le ha puesto al adoctrinamiento es cosa de "librepensadores" y otras formas degeneradas de pensamiento. Hoy prácticamente han acabado con la educación. Hay toda una noble lucha emprendida por algunos románticos, siempre resistentes al invasor -¡estos romanos está locos! XD-, en favor de la recuperación de vieja y buena enseñanza y en contra de los métodos de la moderna pedagogía. Que por supuesto ni enseña contenidos, ni enseña a pensar, ni nada de nada.

"derecha entumecida que se centra en modelos de gobierno tecnócratas"
La derecha está tan entumecida como la izquierda. Y son tan pioneros de la degeneración modernista como los otros. Lo de que se centran en la parte económica es un cuento que ya no hay quien se lo crea. Endeudan al país lo mismo y son incapaces de crear una industria potente y arraigada. Son peores gestores que nadie.

"queremos ver las sinergias que España ha tenido como nación y como imperio con sus homólogos europeos".
Hay dos Europas: la cristiandad y la Europa modernista.
07/12/22 8:49 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

6.12.22

Gema Mesas habla del Proyecto Serafia, que muestra de forma bella el rostro de las mujeres en la Biblia

Gema Mesas Álvarez tiene 39 años. Estudió Integración Social y actualmente trabaja como integradora en el ámbito de la salud. También cursó un año de Ilustración, donde aprendió a desarrollar diferentes técnicas: acuarela, tempera, acrílico, etc. Todos sus dibujos están hechos con técnicas mixtas sobre papel. Luego los escanea y los edita para que queden bonitos.

¿Cómo nace su afición a la pintura?

Una vez escuché que le hacían esta misma pregunta a un ilustrador, y él respondía lo siguiente:

“-Nunca dejé de dibujar, ¿Y tú, cuándo dejaste de dibujar?”

Casi todos los niños dibujan, incluso antes de aprender a hablar, y a escribir, ya están garabateando todo lo que pillan, como forma de comunicación y expresión. Desde bien niña jugaba con mis hermanos a dibujar. Mi hermano mayor tiene mucho talento y creatividad con el dibujo, y de alguna manera nos contagió esa afición.

¿Cómo a raíz de la conversión su pintura ha adquirido un sentido sobrenatural?

Dibujar me conecta mucho con la creatividad, y cuando somos capaces de trasmitir belleza y cosas buenas, es Dios quien está detrás de esa obra, independientemente del éxito y el alcance de la obra. Puede dar fruto llegando a cuatro personas y esto nos hace bien, sobre todo cuando nos desprendemos del resultado y no nos vanagloriamos cuando tiene éxito. Dios es quien da los dones y talentos, y uno puede corresponder a ellos poniéndolos al servicio del bien y para gloria de Dios.

¿Cómo nace el proyecto Serafia y con qué objetivo?

Cuando empecé a sumergirme en la lectura de la Biblia, fui descubriendo a muchos personajes femeninos en las escrituras. Me impactaron sus historias, el encuentro que tuvo cada una de estas mujeres con Dios y cómo Dios había actuado en ellas.

Detrás de cada ilustración se esconde una invitación a leer la Biblia. Esté es el objetivo principal.

Dios nos habla a través de las historias que aparecen en las Sagradas Escrituras, donde también nos podemos ver reflejado nosotros. En estas historias Dios se da a conocer, nos da a conocer su amor. Nos enseña a caminar, y nos muestra el camino. Es Maravilloso.

¿Por qué ha decidido ilustrar a las mujeres más significativas de la Sagrada Escritura?

Leer la Biblia es alimento para el alma, y me apasionan las historias de las mujeres en las escrituras. Cada una de ellas tiene un rol y una personalidad muy distinta a cualquier otra. Son únicas. Empezando por María, la Santísima Virgen, la más excelsa entre todas, y ejemplo para todo cristiano con su Fiat a Dios. Ella es la figura femenina más importante en la historia de la humanidad y bien conocida por todos los católicos. La amamos muchísimo. Ella es la madre de Dios y Dios mismo nos la da como madre.

En la Biblia encontramos otras mujeres no tan conocidas, y esto es lo que impulsó a ilustrarlas.

También quería mostrar que Dios es quien devuelve la dignidad al ser humano, y en este caso hablamos de las mujeres. No es un Dios machista como quieren señalar muchos.

La idea original era para un libro ilustrado, aunque le empezaron a pedir láminas…

Así es. La idea es recoger a las mujeres más significativas de la Biblia en un libro ilustrado. Me hice una cuenta en Instagram para compartir este proceso. Cuando empecé a subir las ilustraciones tuvieron, para mi sorpresa, muy buena acogida y mucha gente me escribió interesada en adquirirlas. Esto me motivó a crearme una cuenta en una plataforma de venta online, donde tengo a disposición la reproducción de cada ilustración.

¿Hasta qué punto se entrega con pasión a la actividad de pintar?

Cuando dibujo desaparezco. Me meto de lleno en el proceso creativo y le pongo mucho amor a cada dibujo y especialmente a este proyecto. Me pongo en presencia de Dios y pido mucho la intercesión de San José para los trabajos. Después empiezo a leer la historia de la mujer que quiero ilustrar, me documento a nivel histórico, la indumentaria, etc. Para ello recurro, muchas veces, a las visiones de la Beata Ana Catalina de Emmerick. Ella describe al detalle muchos personajes de la Biblia. Su visiones inspiraron a Mel Gibson en la película de “La Pasión".

Realmente aprendo mucho durante todo el proceso e intento trasmitir en cada dibujo, y en el texto que lo que acompaña, lo esencial de cada mujer.

No siempre tengo las mismas ganas de dibujar, ni la misma inspiración. Y no siempre me sale todo a la primera. Pero es muy satisfactorio cuando uno ve el resultado final, y te das cuenta que el tiempo, el esfuerzo y la dedicación que inviertes da su fruto.

¿Por qué es importante la vida interior para poder realizar con eficacia este apostolado?

Quiero que en mi vida sea Dios el que dirija mis pasos, para eso es necesario la vida interior. Hay oración previa a cada trabajo para entender que nos dice Dios en cada libro de las Escrituras, para poder trasmitirlo después. Y a esto estamos llamados todos los cristianos: a predicar la palabra de Dios, para darlo a conocer.

Para finalizar, ¿cómo se pueden adquirir sus láminas?

En la cuenta de Instagram @proyecto.serafia voy compartiendo todas las ilustraciones y en la descripción de la biografía está el enlace directo a la página web de la tienda online.

También escribiéndome un mensaje directo a través de Instagram. De hecho me gusta más el trato directo con las personas, conocerlas, poderlas atender personalmente. Agradezco muchísimo cuando me escriben, me motiva a seguir dibujando. Depositan una confianza en el proyecto que hace que crezca y esto es muy bonito.

En definitiva conocer un poquito más a las personas a través de esta ventana virtual. Esto es lo mejor que me llevo de Instagram, donde sorprendentemente nacen amistades y se crea un clima de comunidad.

Por Javier Navascués

3 comentarios

  
Teresa Rossell
¡Enhorabuena, Gema! Mil felicidades por tu trabajo y por esta entrevista. Te admiro.
06/12/22 10:16 AM
  
África Marteache
He hecho un pedido de una lámina que representa a Ruth. Siempre he tenido preferencia por esa humilde figura de mujer, que aparece en la genealogía de Jesús por su matrimonio con Booz, porque honró a su suegra, Noemí. Entre las lealtades que aparecen en la Biblia la de Ruth con respecto a Noemí me encanta.
06/12/22 1:54 PM
  
virginia Castro
Una obra maravillosa para el mundo; siempre ha sido mi inquietud, Las mujeres de la Biblia, muchas no conocemos su nombre, pero como la imaginamos?
Soy maestra de Biblia, y Directora Espiritual, me prepare con mucho costo en la Universidad de Loyola en weschester california, y mi pasion es la Biblia y las mujeres de todo lado del mundo.
Si pudieras enviarme tus fotos como las que pusiste aqui, par divulgarlas en mis clases, soy de 76 anos y vivo de mi pension, por eso no te ordeno nada, soy Voluntaria siempre y dire a mis Hijas a ver que pueden hacer.
Un gran abrazo y mil felicitaciones, Soz una mujer de la Biblia con muchos rostros.
09/12/22 1:44 AM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

1.12.22

César Alcalá reflexiona sobre su nueva publicación El milagro de Empel y su tiempo (SND)

César Alcalá Giménez da Costa, colaborador de Ñ TV España, es un prestigioso historiador, político y escritor español, especializado en la historia del carlismo y la guerra civil y otros muchos temas relacionados con la historia de España. Colabora en revistas como Actas, Revista del Vallès, e-noticies.com, La Razón, COPE, Economía Digital, El Catalán. Ha colaborado en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia.

¿Por qué una novela histórica sobre la batalla de Empel?

Es uno de los muchos hechos históricos que forman parte de la historia de España. El gran problema que tenemos es que, a lo largo de nuestra larga historia, hay cientos de hechos que no las recordamos. Empel es uno de ellos. ¡Y qué mejor contar la historia a través de una novela histórica! Es una forma de dar a conocer un hecho muy significativo olvidado, pero celebrado por miles de personas, pues ese día es fiesta en España, sin que nadie recuerde que ese día ocurrió un hecho extraordinario. De ahí la importancia de explicarlo a través de una novela histórica.

Ha querido usted enfatizar la frecuentemente olvidada presencia catalana en los Tercios de Flandes, ¿no es así?

Es cierto. Cataluña dio grandes nombres a los Tercios españoles. Formaban parte de ellos. Estuvieron en los tercios de Flandes, de Hungría, de Nápoles. E incluso hubo un tercio de Barcelona. Fueron valerosos y lucharon con bravura. Recordemos que uno de los más importantes militares españoles, héroe en la batalla de Lepanto, era catalán. Me refiero a Luis de Requesens. A parte de él tenemos otros nombres como Jerónimo de Argençola de Blanes, Agustín Guillá de Llordat, José Antonio de Rubí Boixadors, José Sorribes Rovira, Jacinto Descallar de Fivaller o Juan de Sentmenat de Torrelles. Es una parte de la historia de Cataluña que algunos deberían conocer un poco más.

¿Qué importancia tuvo la conversión de Juan de Llillet y su presencia en Flandes?

Fue muy importante. Era un hombre de armas. Cansado y hastiado de todo lo que había vivido, decide abandonarlo todo y realiza el Camino de Santiago. Ese viaje, que no desvelaré, le cambia la vida. También contactar con un personaje importante dentro de la novela, como es el capitán del Tercio de Zamora, Francisco Arias de Bobadilla.

Ha incluido como uno de los personajes al gran Lope de Vega, inmortal escritor y el mismo veterano de los Tercios, ¿cómo se le ocurrió esto?

Lope de Vega formo parte de una primera parte de esta historia. Estuvo en uno de los tercios que lucharon en Portugal, como el protagonista de la novela. ¿Por qué no juntarlos en algún momento de la historia? Y así lo hice. Le recuerdo que el protagonista Juan de Lillet era un hombre de armas, que no había vivido otra cosa a lo largo de su vida. Para el joven Lope de Vega era todo un mundo nuevo para él. Y lo más interesante, se ganaba la vida, o al menos lo intentaba, escribiendo. Son dos mundos antagónicos que se encuentran. El resultado el lector lo podrá descubrir.

Al margen de estas comprensibles licencias literarias, ¿se puede decir que su obra es básicamente fiel a la historia?

La obra es fiel a lo que ocurrió aquellos días. Es más, todo lo referente al Camino de Santiago, los recorridos, lo que se podía ver en aquella época y las posadas, son tal cual. Me documenté para ser estricto. Lo mismo cuando hablo del Camino inglés. Por lo que respecta a los hechos de armas, son estrictos y pasó lo que se explica en la novela. Una cosa es novelar un hecho, aquí puedes ser más o menos riguroso con las descripciones y las conversaciones. Ahora bien, si el hecho pasó, debe uno ser riguroso con los sitios, los días, y las diferentes cosas que ocurrieron.

Junto con los Tercios la gran protagonista de la batalla de Empel fue la Inmaculada Concepción, la Virgen María, patrona y protectora de la infantería Española. ¿Por qué?

Si hablamos de Empel, debemos hablar del milagro. Este es el hilo conductor de la novela. Sin el descubrimiento de la tabla con la imagen de la Inmaculada Concepción, esta novela no se hubiera escrito nunca, porque no existiría el milagro. La novela evoluciona para llegar al punto culminante que es el milagro. Démonos cuenta de la importancia de lo que ocurrió que, en ese momento, el Tercio Viejo de Zamora y los otros estaban en guerra. Decidieron parar y procesionar hasta una pequeña capilla que había ahí cerca, para depositar la imagen. Este hecho es muy grande. Por eso vale la pena conocer esta parte de nuestra historia y todo lo que ocurrió a posteriori.

Desde entonces precisamente la Inmaculada Concepción es patrona de la Infantería española, ¿verdad?

Exacto. Desde ese día es la patrona de la Infantería española. Y la verdad es que tenía que ser así, pues fue un miembro de la Infantería el que descubrió la tabla con su imagen, que en la novela se llama Juan de Lillet.

Afortunadamente los Tercios cada vez tienen más reconocimiento en la sociedad española y nuestra historia militar es objeto de legítimo orgullo, ¿su obra va en esa dirección de reconocimiento histórico, no?

¡Claro! En los últimos años se ha trabajado y publicado obras para dar ese reconocimiento olvidado. Y no solo en la literatura. La portada de la novela es un cuadro de Augusto Melchor Ferrer, buen amigo, que con sus cuadros también está dado a conocer escenas muy importantes de nuestra historia. Pérez Reverte también ha hecho y está haciendo una gran labor al respecto. Poco a poco tenemos que dar a conocer nuestra historia. El problema es que la historia de España es tan grande y tiene tantos hechos destacables que tenemos mucho trabajo por delante.

¿Por qué fue tan importante desde el punto militar lo ocurrido en la batalla de Empel?

Los tercios españoles estaban a punto de sufrir una masacre. Cuando las aguas del río Mosa se helaron, un hecho milagroso, sirvió para que los soldados españoles atacaran por sorpresa a la escuadra enemiga al amanecer de 8 de diciembre de 1585, consiguiendo una importante victoria contra el almirante Hohenlohe-Neuenstein. Ese mismo día se proclamó a la Inmaculada Concepción patrona de los Tercios de Flandes e Italia. Aquella heroica gesta de los Tercios españoles supuso que el almirante Hohenlohe-Neuenstein declarara: “tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro”.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Mary Poppins
¡Ya me agendo el libro para cuando viaje a España! Muy importante difundir estos hechos de su historia y en forma amena, como una novela. Gracias por darlo a conocer.
01/12/22 1:33 PM
  
JSP
Un complemento desde el punto de vista militar:

h ttp s://m.youtube.com/watch?v=BMfRuQlzCZg
02/12/22 11:45 AM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.

30.11.22

Milicia Angélica, cofradía para vivir la pureza con el patrocinio de la Virgen y la intercesión de Sto. Tomás

El P. Xavier Català Sellés O.P. reflexiona sobre la pureza, la castidad y la virginidad y nos explica de forma sencilla en esta entrevista los beneficios de pertenecer a la Milicia Angélica de Santo Tomás de Aquino.

¿Cómo nace la Milicia Angélica y con qué fines?

Los buenos estudiantes son el origen de esta asociación. Y no me refiero a los más preparados intelectualmente, sino a los que ponen todo su empeño en concentrarse y asimilar bien la materia, evitando distracciones y aprovechando el tiempo. Después de la muerte de Santo Tomás, se comenzó a venerar el cíngulo (cordón para la cintura) que los ángeles le impusieron para preservar su virginidad. Muchos, para preservar su pureza, se encomendaban al santo y vestían cíngulos idénticos tocados con esta reliquia. Los universitarios de aquel tiempo no tendrían tentaciones con sus compañeras de pupitre, pues las mujeres no fueron admitidas a los estudios superiores hasta época muy reciente, pero no era infrecuente que buscaran compañía femenina fuera de la universidad para sus desahogos. Fue en la Universidad de Lovaina (Bélgica) en donde se fundó la primera cofradía a mediados del siglo XVII. En 1727 Benedicto XIII funda definitivamente la Milicia Angélica de Santo Tomás.

¿Cuál es el compromiso que se requiere de sus miembros?

Los que quieren pertenecer a esta milicia deben inscribirse en el libro de la cofradía, llevar siempre el cíngulo o la medalla que se les impone, participar en las actividades que se programen y rezar cada día quince avemarías con las dos oraciones compuestas a tal fin.

¿Qué beneficios espirituales obtienen al pertenecer a esta cofradía?

Pertenecer a una cofradía es asociarse con otros para obtener un fin con mayor seguridad. El Señor ha dicho: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.” (Mt, XVIII, 20). De modo que el primer beneficio es una mayor eficacia para vivir la pureza con el patrocinio de la Santísima Virgen y la intercesión de Santo Tomás de Aquino. Hay concedida, además, indulgencia plenaria para los cofrades en algunas festividades del año.

¿Hasta qué punto es necesario que los fieles, en medio de una sociedad hedonista y pansexualizada, se cobijen en estos oasis de virtud?

Un oasis es un descanso, una tregua, pero nuestra intención no es ofrecer refugios, que parece algo clandestino y vergonzante. En los encuentros se ofrece formación, según la doctrina cristiana, para adquirir criterios, motivaciones, que ayuden a comprender y vivir con firmeza lo que hoy se llama una “sexualidad integrada".

La historia de la humanidad ha estado marcada siempre por el control de la libertad: unos que quieren someter a otros. Se puede hacer por la fuerza o, como vemos hoy, de un modo más sutil: a través de una guerra cultural. Una sociedad es tanto más manejable y controlable cuanto más se difumina su identidad. Por eso se ataca la identidad católica y se nos impone una fragmentación abusiva de la sociedad. Nos quieren identificar como machistas o feministas, homosexuales o heterosexuales, comunistas o fascistas … cuando en el cristianismo siempre hemos tratado al prójimo como “hermano", poniendo en primer lugar lo que nos une. Pero es más fácil y más rentable lucrarse con las debilidades.

¿Cree que es posible que ante una sociedad que ha tocado fondo en el vicio, la castidad vuelva a ser un valor en alza?

No sé si la castidad ha sido alguna vez un valor en alza. Es una conquista. Y las conquistas llaman la atención de la gente valiente y de ideas claras. Muchos dan por perdida la batalla de la castidad antes de empezarla. Están convencidos de que la castidad es algo imposible o dificilísimo, pero es un engaño. Necesitan que creamos eso para convertirnos en consumidores de sexo y abandonar el esfuerzo por dominar nuestros impulsos desordenados. Para eso hemos de confiar en Dios, que nos dará su gracia, pero también asumir responsablemente nuestra libertad.

¿Cómo la castidad y una vida ordenada en Dios contribuyen a la felicidad profunda del alma, aún en medio de las renuncias y sufrimientos?

Es fácil comprobar cómo, en el mundo de la canción, por ejemplo, donde se da voz y melodía a los sentimientos, el amor es siempre el tema recurrente: el amor imposible, el amor insatisfecho, el amor traicionado, el amor incomprendido, el amor olvidado, el amor gozado, el amor perdonado… Pero las canciones no solucionan nada. Más bien nos sumen en una melancolía que agrava el problema. Se provoca a los adolescentes un sufrimiento delirante lanzándoles a una jungla de sentimientos que no saben gobernar y llegan a adultos con carencias, a veces graves, de afectividad y de autodominio. En definitiva, no aprenden a ser libres. Y me temo que nadie les ha dicho dónde está la llave que abre paso a esa libertad. La Iglesia tiene que ser siempre el altavoz de las palabras de Cristo: “La verdad os hará libres” (Jn VIII, 32) Por eso es necesario reconocer la castidad como una virtud que ilumina la verdad de nuestra corporalidad. Los cristianos nunca hemos despreciado el cuerpo humano. Es un cuerpo lo que ponemos sobre la patena en la eucaristía y un cuerpo lo que adoramos en la custodia.

¿Por qué el heroico ejemplo de alguien tan sabio como Santo Tomás ante la tentación de impureza puede estimular a los jóvenes a buscar las cosas más altas y no enfangarse en torpes deleites que ennegrecen el alma?

La figura imponente de Santo Tomás puede asustar de entrada porque parece un hombre serio y reservado dedicado a producir grandes tratados de densa Teología. Y así es. Pero en los temas prácticos, como el que nos ocupa, son muy interesantes sus aportaciones. Al percibir que tenemos un defecto o debilidad que nos estorba, corremos el riesgo de no saber reconocerlo y definirlo, paso necesario para afrontarlo adecuadamente. Santo Tomás nos ayuda a ver las cosas desde la razón con una pasmosa precisión. ¿sabía alguien que santo Tomás identifica a las ocho hijas de la lujuria, con nombre y apellidos? Vale la pena buscarlo…

Aunque puedan parecer sinónimos, no es lo mismo castidad que pureza y que virginidad… ¿qué matiz los diferencia?

La palabra “virtud” significa “fuerza", “coraje". Santo Tomás la define como “un hábito esencialmente bueno". Lo contrario sería el vicio. La castidad y la virginidad son virtudes. La castidad gobierna y modera el deseo del placer sexual (¡atención! nadie dice que el placer sexual sea malo) de manera que la persona casta domina su sexualidad y la vive con madurez respetándose a sí mismo y a los otros. La virginidad es mantener la integridad de la carne (no tener contacto sexual) por un motivo sobrenatural. Es, pues, más perfecta que la castidad. La pureza es algo más general, como el marco en el que se debe desarrollar toda la vida del cristiano, reflejando la belleza de Dios.

¿Con qué otras cofradías cuentan en la Orden de Santo Domingo?

La Iglesia ha confiado a la Orden de Predicadores, como consta en nuestras Constituciones, las Cofradías del Rosario (con toda justicia, pues los dominicos las inventaron), las cofradías del Santísimo Nombre de Jesús, para fomentar la devoción al nombre de Jesús y la reparación por las blasfemias y la profanación de los días festivos (otra que no estaría mal retomar), que alguien recoja el guante, la Milicia Angélica de Santo Tomás y las cofradías de la beata Imelda (niños de primera comunión).

Por Javier Navascués

1 comentario

  
Mónica
Hombres y mujeres pueden pertenecer a la Milicia Angélica? En qué lugares de España se puede inscribir a esta milicia? Que Dios los bendiga !
03/02/24 9:06 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.